6A La Prensa Panamá, sábado 26 de abril de 2025 lidez, su humildad y su carisma. Y esa misma percepción quedó reconrmada una y otra vez a lo largo de su papado. Esa capacidad de conectarse, de mostrar empatía, esa sensibilidad para ver en cada persona a un hermano, generó las bases para salir al encuentro del otro y reconocerlo en su humanidad. Francisco fue un paladín del diálogo y la cooperación entre las tradiciones religiosas en general y con el judaísmo en particular. Su propia historia de vida da testimonio de ello, tal como él mismo lo relataba, comenzando con sus experiencias de su juventud en las esquinas del barrio de Flores, en su Buenos Aires natal, donde los hijos de La opinión de Hilde Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Opinión Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Anne e Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón Su liderazgo espiritual trascendió fronteras. Con la encíclica Laudato si’ (2015) nos convocó a todos a asumir la responsabilidad de cuidar la casa común a partir de una ecología integral que promueva una interacción armónica entre la naturaleza y la sociedad. Una sociedad sin caridad está condenada al fracaso Dignidad humana parecen imposibles de resolver- en un momento en que el orden global de posguerra corre peligro de derrumbarse. Las organizaciones benécas cristianas -Catholic Relief Services, World Vision, Samaritan’s Purse y Jesuit Refugee Service, entre muchas otras- están desempeñando un papel admirable para ayudar a aliviar este sufrimiento. Cuando son tantas las personas que no tienen esperanza en el futuro, los esfuerzos de estas entidades benécas en Estados Unidos y en el mundo son fundamentales para nuestra fe. Ese papel será aún más importante en los próximos años, a medida que las economías principales recorten sus presupuestos de ayuda exterior, in¤igiendo un profundo daño a las personas vulnerables, cada una hecha a imagen de Dios. La nueva iniciativa de seguimiento digital de la Universidad de Boston estima que el congelamiento prácticamente total de la nanciación y programación de la ayuda exterior estadounidense desde enero ya ha provocado la muerte de más de 68,000 adultos y más de 142,000 niños. El judaísmo y el islam también insisten en que las donaciones caritativas son esenciales para una vida de fe, y no un extra opcional. La palabra “caridad” viene del latín caritas, que signica “amor”. En ese sentido, las obras de caridad expresan lo que es fundamental para nuestra dignidad humana: la capacidad de dar libremente y de recibir regalos sin vergüenza. Es cierto que algunas ayudas pueTimothy Radcli e EL AUTOR es cardenal en la Santa Sede. den ser condescendientes y humillantes, aprisionando a las personas en una cultura de dependencia. Pero la mayoría de estas organizaciones benécas no funcionan así. Por el contrario, reconocen que los más vulnerables y frágiles entre nosotros dan testimonio de aspectos a menudo olvidados de la dignidad humana: resiliencia, solidaridad, dependencia mutua, conanza en Dios y en los demás, y gratitud. Jesús dice que quien tiende la mano a “uno de estos más pequeños” se la está tendiendo a él. Dar la espalda a los más pobres es rechazar a Dios. Sobre todo, la ayuda sostiene la vida familiar, especialmente a las mujeres y los niños, a quienes debería resultar impensable abandonar. Nikolai Berdyaev, el lósofo existencialista ruso, escribió: “El pan para mí es una cuestión material; el pan para mi prójimo es una cuestión espiritual”. Para los cristianos, el acto supremo de dar se maniesta en el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz. Para todos nosotros, seamos religiosos o no, la caridad es sangre vivicante, que circula por el cuerpo de la sociedad, nutriendo la vida con su bondad. Por todo ello, los informes recientes publicados por Reuters, Bloomberg, The New York Times y Financial Times, según los cuales el gobierno estadounidense podría imponer nuevas restricciones a las donaciones caritativas, son profundamente preocupantes. La capacidad de las entidades benécas, nanciadoras y lantrópicas para operar y prestar ayuROMA – Cada Pascua, los cristianos recuerdan cómo en la Última Cena, en vísperas de la crucixión de Jesús, la esperanza parecía perdida. La mayoría de los amigos más cercanos de Jesús estaban a punto de negarlo y abandonarlo. Todo lo que le esperaba era tortura y una muerte atroz. Pero, en ese momento de desesperación, Jesús se ofreció a sí mismo como un don para todos, dando pan a los discípulos y diciendo: “Este es mi cuerpo, entregado por ustedes”. Este acto de esperanza se prolongó hasta la mañana de Pascua, cuando la vida triunfó sobre la muerte, el amor sobre el odio y la entrega divina sobre la avaricia humana. Mientras lloramos la muerte del Papa Francisco, nuestra esperanza tras este domingo de Pascua es que incluso los actos de bondad más pequeños puedan dar frutos inimaginables. Recordemos que, ante 5,000 personas hambrientas, los discípulos solo pudieron reunir cinco panes y un par de peces. Pero fue su- ciente para alimentarlos a todos, con la bendición del Señor de la mies. Nuestro mundo está asolado por la pobreza y la violencia -problemas que da sin trabas en Estados Unidos y en todo el mundo es vital no solo para quienes se benecian de la ayuda, sino también para quienes la dan. Una sociedad en la que se restringen deliberadamente las donaciones caritativas estaría condenada a la pobreza, tanto nanciera como moral. El Papa Francisco ha dedicado su vida a servir a los pobres y a luchar contra la injusticia. Su último mensaje de Pascua “Urbi et Orbi” merece una re¤exión: “Hago un llamamiento a todos los que ocupan puestos de responsabilidad política en nuestro mundo para que no cedan a la lógica del miedo, que solo conduce al aislamiento de los demás, sino que utilicen los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y fomentar iniciativas que promuevan el desarrollo”. La esperanza, la fe y la caridad son las virtudes fundacionales del cristianismo. Aunque a muchos nos faltaba esperanza esta Pascua, nuestra fe se mantiene rme, al igual que nuestro compromiso común con la caridad. Timothy Radclie, el primer inglés elegido Maestro de la Orden Dominicana mundial en sus 800 años de historia, fue declarado cardenal por el Papa Francisco el 9 de diciembre de 2024. Copyright: Project Syndicate, 2025. Herederos del sumo pontífice Paladín del diálogo El papa Francisco fue el sumo pontí- ce. Y no me reero a su título formal, con mayúsculas, como Obispo de Roma, un vestigio de la época del imperio, sino al signicado del término en latín: el máximo constructor de puentes. Su vida y su papado (al menos desde la perspectiva de alguien no católico) se caracterizaron por su habilidad para crear vínculos, establecer conexiones y superar barreras. Diría que ese fue su superpoder. Esa fue la impresión que me causó cuando lo conocí en septiembre de 2014. En aquella ocasión, cuando recibió en su casa en Santa Marta a una delegación del Congreso Judío Latinoamericano, pude experimentar en carne propia las notables cualidades que se le atribuían: su caGustavo Kraselnik EL AUTOR es líder espiritual de la Congregación Kol Shearith Israel de Panamá. inmigrantes de distintas geografías, culturas y religiones forjaban amistades signicativas. Ese mismo espíritu lo acompañó en su desarrollo pastoral y aún más decididamente siendo papa. Su liderazgo espiritual trascendió fronteras. Con la encíclica Laudato si’ (2015) nos convocó a todos a asumir la responsabilidad de cuidar la casa común a partir de una ecología integral que promueva una interacción armónica entre la naturaleza y la sociedad. En Fratelli tutti (2020) nos desaó a construir una cultura de diálogo y de paz basada en la hermandad universal. El último capítulo de esta encíclica está destinado al diálogo interreligioso, destacando la misión común de las religiones, la fraternidad y la paz. Desde el Concilio Vaticano II, que cambió radical y positivamente las relaciones de la Iglesia católica con las demás tradiciones religiosas (y en especial con el judaísmo), cada papa hizo su aporte particular para avanzar en el camino del diálogo interreligioso. Con su estilo personal, tan auténtico y valiente, Francisco dio pasos gigantes en este proceso, con palabras y, fundamentalmente, con acciones que expresaron sus convicciones más íntimas. Si aspiramos a ser merecedores de su legado, debemos seguir trabajando en esa misma dirección para construir un diálogo profundo y sincero, cada uno desde su propia identidad, creyentes y no creyentes, y con la misma humildad del papa Francisco, asumir el compromiso de fortalecer los lazos de camaradería que nos unen, colocando al ser humano y su dignidad en el eje central de nuestra conversación. Seamos herederos del papa Francisco, el Sumo Pontíce que se convirtió en el sumo pontíce. Salgamos a construir puentes. Puentes de encuentro que derriben las barreras y los prejuicios, puentes de amistad que nos permitan ver en el otro ser humano a un hermano, y puentes de esperanza que nos permitan soñar y edicar un futuro mejor para todos. Honremos su memoria.
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