7A La Prensa Panamá, sábado 19 de abril de 2025 La opinión de Hilde Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. vimos en ambientes urbanos —sin menoscabo del entorno rural— es lo crucial, lo que realmente importa, en el amplio espectro de la frase. Fundamentado en lo anterior, me re ero a la manera triste, dolorosa e irreverente como distintas instancias de la sociedad nacional —incluidas las de la administración pública en general— mantienen enajenada a la población citadina con una carga de estrés social comparable a un estado de drogadicción colectiva. Lo que realmente importa en la ciudad se deja de lado mediante una serie de tratamientos, mecanismos y manejos ad hoc para distraer la atención de la comunidad y alejarla del conocimiento fehaciente de lo verdaderamente esencial. Pareciera que existen entes contratados, con programas diseñados y agendas estructuradas, para el logro de tales propósitos. Hacen de la sociedad nacional meros espectadores de un circo en el que se prometen grandes actos, se entretiene y se distrae, pero con insulsas e irrespetuosas presentaciones. Finalmente, todo resulta en lo que realmente son: simples actos circenLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Le dedico mi palabra Literatura Para Mario Vargas Llosa la literatura era una forma de libertad: “Sin las cciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible.” La literatura tiene un poder sobre la formación personal y social de las personas. “Gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel.” En una ocasión debatió con Octavio Paz sobre este concepto. Ahora comprendemos lo que Mario quería decir: “Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos.” Porque la literatura es una forma de resistencia y protesta que se revitaliza en los peores tiempos como estos que estamos viviendo. Escribimos y leemos cciones para reinventar la realidad y darle posibilidades. “La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor.” La literatura es fuente de conocimiento y comprensión de la realidad. Nos sirve para dudar de ella, cuestionarla y moldear su destino. “La cción es más que un entretenimiento, más que un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico.” Leer literatura es una necesidad humana “para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor de lo humano.” Carlos Fong Cuando se promete, se entretiene, se distrae, se irrespeta y se le miente a la ciudad Espectadores La ciudad es el sitio del planeta donde hoy reside casi el 60% de la población mundial; dentro de escasos 25 años, llegará al 70%. Siendo ello así, es por lo que casi siempre me atrevo —con el perdón de los amables lectores— a exponer en el medio escrito algunas reexiones y conceptos referidos y relacionados con el acontecer urbano. En la ciudad nacemos, nos realizamos como seres humanos y nalmente morimos; entonces, es prioritario conocerla a cabalidad. Según el último censo nacional, el 68.3% de la población panameña reside en áreas urbanas, es decir, 2.8 millones de personas, algunas en ciudades propiamente dichas y otras en lugares poblados con ciertas condiciones urbanas. Si lo anterior es cierto, la seguridad y calidad de vida de quienes vialto nivel, cuyos miembros el pueblo elige y que devengan altos salarios y emolumentos, muestran resultados que son todo, menos lo que por ley corresponde y que la ciudadanía y el honor de la patria esperan o requieren. En cambio, presentan una gama de espectáculos deprimentes e irreverentes que no pertenecen —o están muy alejados— de las funciones o propósitos por los cuales fueron electos. Hoy hemos llegado al punto de ver mancillada y ultrajada, una vez más, la soberanía patria. Bajo aquellos juegos a los que me referí en otra entrega, titulada Juegos de miedo, amenazas y mentiras del neocolonialismo gringo, las instancias nacionales de primer orden estatal no se han pronunciado, salvo algunas con tibieza tras aceptar imposiciones, y otras, en absoluto. Se acepta una invasión con un nuevo modelo, pero invasión al n. Se mancilla el territorio del Estado y la soberanía nacional bajo subterfugios de “ayuda” y “colaboración” que la sociedad panameña no ha solicitado ni requiere. Pero se le distrae, se le miente y se le entretiene para que este tipo de acciones extranjerizantes pasen inadvertidas. Lo único que se logra es el irrespeto a la patria y convertir al país en una vergüenza internacional. Opinión EL AUTOR es abogado y urbanista. EL AUTOR es escritor. ricano y titulado: “Elogio de las bibliotecas”, Mario Vargas Llosa apunta: “En una biblioteca el tiempo no transcurre como transcurre fuera de ella. En la realidad en la que vivimos, el presente aniquila el pasado y el futuro aniquila el presente, en tanto que en una biblioteca, gracias a los libros y documentos que en ella habitan, el tiempo es una materia que circula y en la que el pasado, el presente y el futuro coexisten”. La idea que Mario Vargas Llosa tenía por las bibliotecas queda registrada con estas sencillas palabras: “Una biblioteca nos ayuda a vencer los recelos, los prejuicios que la ignorancia inevitablemente crea en nosotros frente al otro, a quien adora otros dioses, practica otras costumbres, tiene una piel o una lengua distinta de la nuestra”. Porque la biblioteca, así como el libro y la lectura, rompen las fronteras y los muros intransigentes que nos separan. Desde los in nitos universos de las bibliotecas, desde la imaginación perpetua que habita en los libros, desde la mirada solitaria de un lector que en este momento lee una novela, le dedico mi palabra a Mario Vargas Llosa porque con sus palabras me ayudó también a leer el mundo. “...la vida es una esta, si uno hace lo que ama”. Facundo Cabral “La apuesta por la transformación política encuentra su mayor aliado en el campo de lo cultural. Si no se da la batalla cultural se puede perder la batalla política”. Carlos Monsiváis Mario Vargas Llosa, como muchos grandes escritores, fue un ser ideológicamente controversial. Todos los escritores del boom lo fueron. No era miel para todos. ¿Qué escritor genuino lo es? La historia de la literatura está llena de mentes brillantes y contradictorias. Su muerte ha provocado un sinnúmero de comentarios. Unos elogian su gura, otros intentan afectar su imagen. Yo, parafraseando su última novela, le dedico mi palabra a una criatura que dejó una obra literaria importante, pero que también ha cultivado un discurso que es una apología a la lectura, el libro y la literatura. Sus ensayos y discursos son un mani esto de la lectura. En su libro, Elogio de la educación, que recoge algunos de sus discursos, podemos leer las palabras que pronunció el 7 de diciembre en Estocolmo, cuando recibió el Nobel. El discurso se tituló: “Elogio la lectura y la cción”. Las primeras palabras de ese memorable discurso inician así: “Aprendí a leer a los cinco años... Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida.” René Pardo C. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Anne e Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón Sin la literatura sería imposible entender la condición humana. “La literatura nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inige la vida verdadera.” La humanidad es un relato que se teje entre la rebeldía y la insatisfacción. “La literatura introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones humanas.” Como medio para explorar la existencia, la literatura ha sido la herramienta más efectiva para indagar en la intrincada condición humana. “Me hicieron explorar los abismos de lo humano, admirar sus hazañas y horrorizarme con sus desvaríos.” La gran invención de la literatura le ha servido y le seguirá sirviendo a la raza humana porque: “La literatura es una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor de lo humano.” La pasión por escribir, crear y leer son una forma de felicidad que ayuda a sobrevivir en el sentido estricto de la palabra. “Escribir es una manera de vivir con ilusión y alegría y un fuego chisporroteante en la cabeza.” La literatura como fuente de inspiración y cambio “...nos ayuda a entender mejor la vida, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos.” Leer nos da una visión menos estrecha de la complejidad del mundo y nos permite hacer propuestas desde la imaginación y la creatividad. En otro discurso pronunciado en Berlín el 12 de octubre de 2005 con motivo del 75 aniversario del Instituto Ibero-Ameses, cuyo costo la sociedad paga —vía impuestos— en forma de las irreverentes manifestaciones que se exhiben cada día en cualquier instancia nacional, sin importar el nivel, en detrimento de las necesidades de la población, la calidad de vida de la sociedad en general y el respeto colectivo. Mostrar un listado de los actores primarios, de relleno o de cualquier otro nivel de participación y los papeles que desempeñan en esta mala, burlesca y macabra obra que se presenta a diario a la población nacional, tendría que iniciarse desde lo más alto de la institucionalidad hasta llegar a los actores particulares. Todo indica que hay bastantes —y bien remunerados—, dependiendo de los actos de entretenimiento, distracción social, desinformación y engaño que promuevan o contraten para mantener a la sociedad permanentemente obnubilada y drogada socialmente, bajo apariencias opuestas a una ciudadanía informada y colaboradora en cambiar el rumbo social, hoy encaminado hacia un derrotero incierto, oneroso e insostenible en el mediano plazo. Instituciones y cargos estatales del más
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