1B La Prensa Panamá, jueves 17 de abril de 2025 Feria Internacional del Libro de Panamá 2025, ¿cuándo será?. Escanea el código QR para más contenido en Ellas.pa. Enigmas de los 12 hombres que acompañaron a Jesús Pedro, Andrés, Santiago el Mayor, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago El Menor, Judas Tadeo, Simón y Judas Iscariote. Son los 12 hombres que acompañaron a Jesús y que él eligió como sus principales discípulos. “Muchos de los hechos y circunstancias que rodean a los 12 apóstoles y a sus vidas, siguen siendo muy desconocidos; permanecen envueltos en el misterio; todavía no se han contado o se han contado mal”, asegura José María Zavala, periodista, historiador, cineasta y autor de referencia de la divulgación histórica en idioma español. Miembro de la Real Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, con más de 30 años de experiencia, Zavala es un especialista en la historia del Cristianismo, y ha publicado numerosas libros y dirigido siete películas basadas en sus propias investigaciones históricas. En su último libro, Los Doce, aborda las leyendas, enigmas, curiosidades y vida de los Apóstoles, tanto antes, durante como después de su encuentro con Jesús, y desvela aspectos sorprendentes sobre estos discípulos que “más allá de sus papeles como pilares del cristianismo, fueron hombres con historias humanas y complejas”, según los describe. Zavala señala que muchos de los descubrimientos arqueológicos que han marcado la historia del cristianismo están relacionados con ‘los Doce elegidos’, como también llama a los apóstoles, destacando que “lugares como la tumba de Pedro bajo la Basílica de San Pedro en Roma o la casa de Pedro en Cafarnaúm, que no solo son hitos históricos, sino también puntos clave en la conexión entre fe y la evidencia tangible”. Este autor dedica en su libro un capítulo a cada uno de los elegidos de Jesús, y analiza algunos enigmas históricos sobre ‘Los Doce’ a la luz de lo que ha descubierto en sus investigaciones, como los que traslada a EFE a continuación. Los restos de Santiago en Detalle de la ilustración de Adobe Stock que muestra a los 12 apóstoles a contraluz, impresa en la portada del libro ‘Los Doce’, de José María Zavala. Grupo Planeta Compostela ¿Son los restos venerados en la Catedral de Santiago (Galicia, España) verdaderamente los del apóstol Santiago? Zavala describe algunas pruebas fehacientes de la autenticidad de la sepultura compostelana del apóstol. “La carta de Alfonso III el Magno, rey de Asturias (852910), es una prueba palpable y un foco de luz al mismo tiempo en medio de la controversia por. EFE/Ricardo Segura [email protected] histórica que ha llegado a cuestionar incluso que la tumba del apóstol Santiago se encuentre hoy en la Catedral compostelana”, según Zavala. Dirigida al clero y al pueblo del antiguo asentamiento galorromano de Tours, localidad francesa situada entre los ríos Cher y Loira, la carta de este monarca ofrece informaciones clave basadas en “testimonios orales y escritos de gran valor, que ayudan a disipar cualquier duda al respecto”, asegura. “En cuanto a lo que me preguntáis -escribe el soberano, en su Epístola- de qué apóstol es el Sepulcro que nosotros poseemos, sabed ciertísimamente que es del apóstol Santiago, hijo de Zebedeo, que fue degollado por Herodes, y que este Sepulcro se halla en el Arca Marmórica, provincia de Galicia”. El descubrimiento de la tumba de San Pedro “Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, es el personaje más conocido y citado en los escritos neotestamentarios después de Jesús”, según Zavala. Relata cómo se descubrió en 1939 la tumba de San Pedro en las entrañas del Vaticano, que incluyó los largos trabajos de investigación previa y concluyó con el examen de los exteriores de la sepultura que confirmaron quién se enterró en ella. Explica que el papa Pío XII proclamó alborozado, en un mensaje radiado de Navidad, que se había encontrado una tumba cristiana abierta… ¡y vacía!: ¡la tumba de san Pedro!. Sin embargo, la investigación se cerró, con cierto poso de decepción al no haberse hallado restos”. Esto cambió cuando la doctora Margherita Guarducci, una autoridad en epigrafía griega y paleocristiana, tras dedicar seis años de su vida a examinar los grafitos descubiertos en los muros adyacentes de la tumba, logrando descifrar las distintas inscripciones hechas con punzón en las paredes del mausoleo. Los mensajes que poco a poco salieron a la luz fueron tan reveladores como enigmáticos: “Pedro, ruega por los cristianos que estamos sepultados junto a tu cuerpo” o el rotundo “Pedro está aquí”, según explica Zavala. El gran misterio de Judas Iscariote “¿Tenía Judas ya malas intenciones cuando Jesús le llamó? ¿Se fue depravando con el tiempo? ¿Cuáles fueron los motivos reales de su traición?”, se pregunta Zavala. Para este autor, “Nadie ecuánime y honesto con la verdad evangélica está en condiciones de asegurar que Judas es ya un ser depravado cuando Jesús le llama para formar parte de su Colegio Apostólico”. Zavala sostiene además que “el Evangelio no ofrece ningún argumento para dudar de que la fe y el afecto de Judas por Cristo fueron al principio nobles y dignos” y que “el propio Jesús fue muy claro al respecto, al asegurar ‘No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros’”. Señala que Judas realizó buenas obras al principio. Recorrió los caminos del Señor junto con los otros 11 Apóstoles predicando el Evangelio e incluso sanando algunos enfermos y expulsando demonios en el nombre de Cristo” y que “Jesús incluso llegó a considerarle en un primer momento por encima de algunos de sus discípulos y a confiarle su mayordomía”. Entonces, según Zavala, surge la gran pregunta: ¿Cómo es posible que Jesús escogiera a este hombre y confiase en él desde el principio, teniendo en cuenta que el propio Jesús virtió un juicio muy severo sobre él: “¡Ay del hombre por quien el Hijo del hombre será entregado!; mejor le fuera a ese no haber nacido”. “En verdad, su elección es un misterio insondable”, concluye. Muchos aspectos relacionados con los 12 apóstoles y con las circunstancias que los rodearon, antes, durante y después de su encuentro con Jesucristo, siguen siendo todavía muy desconocidos, afirma un investigador histórico. El autor José María Zavala sostiene su libro, fruto de una larga investigación. Grupo Planeta Mural de ‘La Última Cena’, de Leonardo da Vinci. Iglesia de Santa Maria delle Grazie, Milán.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNDg2MA==