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2A La Prensa Panamá, sábado 12 de abril de 2025 Suscríbete www.prensa.com Síguenos twitter.com/prensacom Comenta facebook.com/prensacom Panorama Firma del Memorando de Entendimiento: el ministro de Seguridad, Frank Ábrego (Izq.); el presidente José Raúl Mulino; y el secretario de Defensa de EUA, Pete Hegseth. Isaac Ortega ¿Qué hay detrás del acuerdo de seguridad entre Panamá y Estados Unidos? Mario De Gracia [email protected] DIPLOMACIA El Memorándum de Entendimiento pactado entre Estados Unidos y Panamá reconoce al Ministerio de Seguridad como responsable principal de la seguridad en las instalaciones, aunque condiciona el acceso. “Con pleno respeto a la soberanía y las leyes de la República de Panamá”. Así inicia la redacción del numeral 1 del Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (Minseg) y el Departamento de Defensa de Estados Unidos de América (EUA), relativo a las “actividades cooperativas en materia de seguridad en Panamá”. Bajo el paraguas de “actividades cooperativas”, el mismo numeral enmarca la permisividad de que personal de EUA utilice instalaciones y áreas designadas por el Minseg para llevar a cabo ejercicios, entrenamientos o instalar “propiedad” de Estados Unidos y sus contratistas en dichos sectores. De inmediato, en el numeral 2, se detalla que para fortalecer la cooperación en materia de seguridad, tanto el Minseg como el personal estadounidense podrá hacer uso conjunto de las áreas que se detallan en el “Anexo A” del documento, a saber: •La Base Aeronaval Cristóbal Colón, antiguo Fuerte Sherman. •La Base Naval Vasco Núñez de Balboa y Base Naval Capitán de Fragata Noel A. Rodríguez, antigua Estación Naval de Rodman. •El Aeropuerto Internacional Panamá Pací‘co y la Base Aérea Teniente Octavio Rodríguez, antigua Base de la Fuerza Aérea en Howard. En el “Anexo B” del texto también se especi‘ca que por personal de EUA se entiende tanto personal militar de las fuerzas armadas como personal civil del Departamento de Defensa estadounidense. En un análisis del Memorándum realizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, se argumenta que no habrá bases militares. Sin embargo, en el mismo párrafo se habla de la presencia del personal estadounidense en las ubicaciones autorizadas, que ahora son bases aeronavales panameñas. En el Memorando se reconoce el “Acuerdo entre el Gobierno de la República de Panamá y el gobierno de EUA concerniente a la condición del personal de EUA que podría estar presente temporalmente en Panamá”, que está en vigor desde el 20 de septiembre de 2022, y que se fundamenta en un canje de notas que tuvo lugar entre el 15 y el 20 del mismo mes. Sin embargo, en las referencias jurídicas que sustentan el análisis de la Cancillería, no se alude al artículo V del Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá, que detalla que solo la República de Panamá mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional. Tampoco se mencionan los anexos concernientes al artículo V del Tratado de Neutralidad, particularmente la enmienda De Concini, en los que se especi‘- can las condiciones por las que EUA podría tener presencia militar y que están ligadas a una eventual intervención de las operaciones del Canal que impliquen el bloqueo del tránsito por la vía interoceánica, es decir, una amenaza real a la operación ininterrumpida. Por otro lado, a pesar de que el numeral 6 del Memorándum especi‘ca que el Minseg será el “responsable primario de la seguridad en las instalaciones autorizadas” y que es responsable de tomar las medidas “que fuesen necesarias” para garantizar la protección y seguridad del personal, los contratistas y la propiedad de EUA, el texto también establece (numeral 7) que, para acceder a ciertas secciones de las instalaciones, los funcionarios panameños deberán hacer una “noti‘- cación previa” al personal de Estados Unidos. Tras la ‘rma del Memorándum de entendimiento grupos de la sociedad civil, sindicatos, abogados, analistas y políticos, han advertido que este acuerdo trae a la memoria la existencia de las antiguas bases militares. Al respecto, el presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió el jueves 10 de abril —durante una visita o‘cial a Perú—, señalando que “lo que se ‘rmó antes de ayer [el 8 de abril] es un memorándum de entendimiento operativo, administrativo entre dos entidades de defensa (...) donde por lo menos en tres o cuatro versiones que fueron devueltas retiramos los conceptos de presencia militar permanente, bases militares y cesión de territorio porque eso sí es inaceptable”. Mulino lo dijo tras reconocer que con la visita del secretario de Defensa de EUA, Pete Hegseth, “costó mucho imponer el criterio de la soberanía panameña sobre nuestro territorio y el Canal de Panamá”. El mandatario dejó ver, de forma casi explícita y por primera vez, que las pretensiones de Estados Unidos contemplaban la instalación de presencia militar permanente. En el numeral 19 del documento se contempla la posibilidad de la presencia de personal militar estadounidense en bases aeronavales panameñas por un periodo máximo de tres años, prorrogables por otros tres. Al mismo tiempo, se incluye que si alguno de los Estados decide cancelar el acuerdo, debe noti‘carlo con seis meses de antelación. Un punto relevante del Memorándum es lo concerniente a la cooperación en seguridad en lo relativo a ría mani‘esta que el memorándum cumple con el Tratado de Neutralidad y exige el pleno respeto por la soberanía y las leyes de la República de Panamá, así como la estrecha colaboración del Departamento de Defensa de EUA con el Ministerio de Seguridad Pública panameño, en instalaciones que hasta 1999 simbolizaban la pugna por la jurisdicción en el Canal, hoy resigni‘cadas como espacios de cooperación bilateral. “desafíos de seguridad compartidos”. En su visita a Panamá, Hegseth insistió en que una de las principales preocupaciones de seguridad para EUA es la injerencia de China en el país. Tras partir de Panamá el 9 de abril, el secretario de Defensa indicó a medios estadounidenses que esta cooperación permite “recuperar el Canal de Panamá de la inŸuencia de China”. Por su parte, la CancilleInfografía: LP - Fuente: Documento oficial Puntos relevantes Memorando de Entendimiento 1. Objetivo del Memorando "Fortalecer la cooperación bilateral en seguridad. Enfrentar desafíos comunes en seguridad regional. Respetar la soberanía, leyes e integridad territorial de Panamá." 2. Participación del Personal de EUA "El personal y contratistas de EUA pueden estar temporalmente en Panamá, conforme a la Constitución y leyes panameñas. Pueden usar instalaciones designadas para entrenamiento, ejercicios, actividades humanitarias, almacenamiento de equipo, etc." 3. Uso de Instalaciones "Las instalaciones siguen siendo propiedad del Gobierno de Panamá. El uso por parte del personal estadounidense no tendrá costo para EUA. Se podrán realizar mejoras o construcciones, que pasarán a ser propiedad panameña." 4. Seguridad y Acceso "El Ministerio de Seguridad Pública es responsable principal de la seguridad en las instalaciones. Podrá coordinar con EUA para designar áreas de uso exclusivo estadounidense. Panamá tendrá acceso a esas áreas previa notificación." 5. Medio Ambiente "Se busca proteger el entorno natural de Panamá. El personal de EUA debe cumplir con las leyes ambientales panameñas." 6. Control y Propiedad "Las armas, vehículos, embarcaciones y aeronaves estadounidenses estarán bajo control de EUA. El almacenamiento de equipo debe ser adecuado para las actividades acordadas." 7. Apoyo Logístico y Contrataciones "Se utilizará el Acuerdo de Adquisición y Prestación Recíproca de Servicios (ACSA). EUA puede contratar bienes y servicios en Panamá, incluyendo empresas locales. Toda contratación se regirá por la legislación estadounidense." 8. Coordinación y Consultas "Coordinación previa del número de personal estadounidense en instalaciones designadas. Consultas con Panamá sobre la portación de armas fuera de las áreas autorizadas. Se mantendrán consultas sobre relaciones públicas y se resolverán disputas por vía amistosa." 9. Vigencia y Terminación "El acuerdo entra en vigor con la última firma. Tiene una duración inicial de 3 años, renovable automáticamente por períodos iguales. Puede terminarse con aviso escrito de 6 meses." 10. Naturaleza Legal "No crea obligaciones legales internacionales ni derechos legales. Se firmó en español e inglés, con igual validez." José Raúl Mulino entró a la historia por las puertas delanteras, pero saldrá por la más pequeña y miserable puerta trasera que exista. Su gobierno, a través del Ministerio de Seguridad, ha ‘rmado un Memorándum de Entendimiento con la Secretaría de Defensa de Estados Unidos que no solo es una vergüenza, sino que es mucho peor que aquel que ‘rmó el gobierno de Ricardo Martinelli con Italia y que el propio Mulino ejecutaría con empresas italianas de pésima recordación y que lo metieron en tantos líos. Para empezar, la negociación de este memorándum no se hizo en un día. Tomó sus buenos meses, no solo su redacción –que presumo se hizo en alguna o‘cina del Pentágono y remitido acá para su obligatoria ‘rma–, sino que hubo que visitar los sitios que elegirían los militares gringos, que incluyen acceso completo al aeropuerto internacional Panamá Pací‘co y dos hangares; un muelle en la base naval Vasco Núñez de Balboa –frente al puerto de Balboa, bajo control de Hutchison– y acceso a un respetable número de hectáreas de bosques adyacentes a la base, así como edi‘cios e instalaciones en la base aeronaval Cristóbal Colón, como un aeródromo, un polígono de tiro y una rampa con acceso al mar. Es decir, su presencia militar concentrada en los extremos del Canal, tanto en Panamá como en Colón. Evidentemente, todo eso no solo será para entrenamiento. Y, por cierto, no hay una sola palabra que evite el uso del uniforme militar fuera de esas instalaciones, así que acostumbrémonos a verlos circular uniformados, como gringo por su casa. Pero lo grave es todo lo que permite este documento, ‘rmado por Frank Ábrego, con la aquiescencia de Mulino, a quienes Trump debería darle gratis una de sus codiciadas tarjetas doradas de residencia o una green card, en agradecimiento por sus desinteresados servicios al Gobierno y pueblo de Estados Unidos. El memorándum no solo permite la presencia de militares, sino de contratistas. ¿Por qué se necesitan contratistas militares para impartir entrenamiento, realizar actividades humanitarias, llevar a cabo ejercicios o visitas? Pura palabrería sin sentido, porque en esta misma frase se establece que en las ubicaciones autorizadas, las instalaciones y áreas designadas en Panamá para ellos se pueden hacer “cualesquiera actividades de otro tipo”, según lo establezcan mutuamente las partes. Y como estos cobardes gobiernos no saben decir que no – como no lo hizo el Gobierno con este memorándum–, eso de “mutuo” consentimiento es solo basura semántica. El uso de las instalaciones –para variar– es gratis. Garantizar la protección y seguridad del personal, los contratistas y la propiedad de Estados Unidos corre por cuenta del Ministerio de Seguridad, nada menos. Y no es todo: terminadas las obras o el memorándum, “todas las instalaciones y áreas designadas serán entregadas al Gobierno de la República de Panamá en el estado en que se encuentren, sin requerimiento de devolverlas a su condición preexistente”. Ojalá no dejen municiones vivas, porque habrá que limpiar todas esas zonas… y con nuestra plata. Para entrenar a nuestros policías, resulta que el Memorándum establece que Estados Unidos podrá transportar, instalar y almacenar “armas, equipo pesado y materiales peligrosos de los Estados Unidos dentro del territorio de la República de Panamá”. Me gustaría saber cuál es el alcance de esas palabras, porque no parecen entrenamientos a agentes de policía. Parecen más bien ejercicios estrictamente militares, sin contar lo de almacenar armas y materiales peligrosos en nuestro territorio. Dice también que el personal norteamericano tiene la intención –sí, solo la intención– de respetar las leyes medioambientales panameñas. Y claro que, en caso de un accidente grave con sus materiales peligrosos, lo importante es la intención, no el cumplimiento estricto de nuestra legislación ni tienen que devolver nada a su estado preexistente. Si el gobierno de Mulino estuvo de acuerdo con semejante abuso, no quiero pensar que le permitirán hacer a la mina ahora que quieren reabrir el foso ese que hicieron en Donoso. Pero esto ya es el colmo: Toda diferencia entre las partes “a partir de la interpretación o ejecución del presente Memorando deberá solucionarse mediante consultas amistosas”. Esa es una deferencia que no tuvo Trump con Panamá, ¿pero nosotros sí debemos tenerla con ellos? Nada de arbitrajes ni tribunales ni mandarlos al diablo. Todo debe ser “amistoso”, como amistosa es la duración del memorándum: Tres añitos nada más… prorrogables cada tres años, hasta que Estados Unidos se aburra, porque, si bien cualquiera de las partes puede dar por terminado el Memorando en cualquier momento, ¿cuál será el valiente presidente panameño que le dirá no a Estados Unidos? Si al delincuente de Martinelli no saben decirle no, ¿qué esperanza hay de que le digan no al nuevo amo del mundo? Sábado Picante Rolando Rodríguez [email protected]

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