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6A La Prensa Panamá, lunes 24 de marzo de 2025 Panorama Elis Pitano y Guillermo Corrales, estudiantes de medicina de la UP. Carlos Vidal ‘En la Facultad de Medicina de la UP no hay cupos asegurados’ Aleida Samaniego C. [email protected] TESTIMONIOS Dos estudiantes graduandos destacan la necesidad de aumentar el puntaje del examen de certificación, de 41.7 a 60 y niegan que los hijos de médicos o políticos tengan un cupo asegurado. E studiar medicina en la Universidad de Panamá (UP) es un camino lleno de desafíos, sacrificios y recompensas. Los estudiantes enfrentan una carga académica intensa que pone a prueba su resistencia y motivación. En esta ocasión, estudiantes de sexto año, como Elis Pitano y Guillermo Corrales, comparten con La Prensa las experiencias, vividas durante su formación médica. La carrera de medicina en la UP es, para Pitano y Corrales, un viaje de retos y satisfacciones. La preparación para el examen de certificación, la colaboración entre compañeros, la presión constante por mantener buenas calificaciones y el compromiso con la profesión son aspectos que definen la experiencia de estos estudiantes. Ambos se sienten orgullosos del camino que han recorrido y de la formación que reciben. Uno de los mayores retos que afrontan los estudiantes al ingresar a la carrera es el cambio en la dinámica académica. Corrales lo describe: “la adaptación es lo más difícil. En la escuela hacíamos exámenes cada semana, pero en la universidad tienes que prepararte para exámenes que abarcan todo un mes de materia, lo que significa una gran acumulación de contenido. Esta carga académica se complementa con la presión constante por mantener un alto rendimiento”. La UP, al ser una institución pública, tiene reglas estrictas que los estudiantes deben seguir. Si no alcanzan las calificaciones mínimas en dos materias o tienen más de cuatro materias con notas bajas, pueden ser expulsados de la carrera. Pitano agrega: “aunque no vivimos con miedo, sí tenemos una constante preocupación por mantener nuestras calificaciones al nivel requerido. Esta presión nos obliga a mantenernos enfocados y motivados.” Además de los retos académicos, estudiar medicina obliga a los estudiantes a madurar rápidamente. A medida que avanzan en la carrera, la exigencia aumenta, y con ella la necesidad de crecer como futuros médicos y como personas, dice la estudiante. “La Facultad de Medicina de la UP es un lugar donde, sin lugar a dudas, uno cambia. La carrera te saca de tu zona de confort, te hace crecer y enfrentar tus límites”, comenta Pitano. Para ella, la clave para sobrevivir en este entorno es la constancia y el compañerismo. A pesar de la competitividad natural de una carrera tan demandante, Pitano y Corrales coinciden en que uno de los aspectos que más los ha ayudado a lo largo de su formación es la colaboración entre estudiantes, el apoyo mutuo. “Aunque estemos en sexto año, siempre estamos dispuestos a ayudar a los estudiantes de los primeros años. Nos damos consejos sobre cómo organizar el tiempo, qué libros usar para estudiar y cómo afrontar las materias más complejas”, cuenta Corrales. Certificación Uno de los temas que los dos estudiantes mencionan con firmeza es la necesidad de aumentar el puntaje del examen de certificación, el cual es actualmente de 41.7. Ellos consideran que debería elevarse a 60. Ambos coinciden en que este examen es extremadamente desafiante y, a menudo, requiere más preparación de la que el tiempo disponible permite. “Nos preparamos durante meses, incluso un año antes del examen. Es un proceso largo y exhaustivo, pero necesario para enfrentarlo”, comenta Pitano. Corrales también menciona que les preocupa la idea errónea de que los hijos de médicos o políticos tienen un “puesto asegurado” en la carrera. “Eso no es así. El esfuerzo y las calificaciones son lo único que realmente cuentan en la Universidad de Panamá. Aquí no hay favoritismos por ser hijo de nadie. Todos luchamos por el mismo objetivo”, afirma. Pitano agrega que en la Facultad de Medicina no existe el concepto de “cupos asegurados”. Tanto los estudiantes de medicina como los aspirantes a ingresar deben trabajar arduamente para asegurar su lugar en la carrera. “El proceso es transparente. No hay lugares reservados para nadie, ni por ser hijo de médicos ni de políticos. Aquí todos pasamos por el mismo filtro. Todo depende de tu esfuerzo y rendimient”, concluye. El ritmo académico La UP tiene una particularidad en cuanto a la preparación para el examen de certificación: los estudiantes no tienen vacaciones en los últimos tres años de la carrera. El tiempo que normalmente se destina a las vacaciones se acumula para que los estudiantes tengan dos meses de estudio intensivo antes del examen. “Ese tiempo es esencial. Aunque sabemos que no es suficiente, esos dos meses son una oportunidad para concentrarnos exclusivamente en la preparación del examen de certificación”, menciona Corrales. Pero los estudiantes comienzan a estudiar mucho antes, revisando material y practicando con exámenes tipo caso clínico, lo que les permite integrar sus conocimientos de manera más efectiva. “Nos preparamos durante meses, incluso un año antes del examen. Es un proceso largo y exhaustivo, pero necesario para enfrentarlo”, añade Pitano. Pitano y Corrales coinciden en que estudiar medicina en la Universidad de Panamá, aunque extremadamente desafiante, es una experiencia enriquecedora. No solo adquieren un conocimiento profundo y valioso sobre la medicina, sino que también desarrollan habilidades cruciales para el futuro ejercicio de la profesión. “La Facultad de Medicina no solo te forma como médico, sino como persona. Te enseña a ser responsable, a saber trabajar bajo presión y a no rendirte ante los obstáculos”, concluye Corrales. El fideicomiso del Cuerpo de Bomberos asciende a unos 200 millones de dólares. Cortesía CBP: Investigan traslado de partida y uso de $20 millones de su fideicomiso INVESTIGACIÓN Ohigginis Arcia Jaramillo [email protected] El Cuerpo de Bomberos de Panamá (CBP) presentó una denuncia ante el Ministerio Público para que se investiguen presuntas irregularidades en el uso de $20 millones de su fideicomiso. El subdirector del CBP, Gonzalo Chan, dijo que al asumir la actual administración se identificó un traslado de partida del fideicomiso al Ministerio de Seguridad, entre 2022 y 2024. Dichos fondos habrían sido utilizados para la compra de equipos e insumos. De acuerdo con la norma vigente, el fideicomiso del CBP no puede ser empleado por ninguna otra entidad gubernamental. La compra La denuncia presentada solicita esclarecer si esta transferencia de fondos constituyó un delito. Chan destacó que, al analizar los artículos adquiridos, se constató que no estaban alineados con las necesidades prioritarias de esta institución, lo que motivó la solicitud de una auditoría forense por parte de la Contraloría General de la República. Entre los equipos adquiridos figuran 18 ambulancias, drones, cascos y herramientas de rescate. No obstante, la principal inquietud de la administración actual radica en que la compra se realizó a través del Ministerio de Seguridad en lugar de ser gestionada directamente por los bomberos, lo que arroja dudas sobre la transparencia del proceso. Se trata de unos $20 millones, según un primer informe de auditoría interna. Ahora, será la Contraloría la encargada de realizar una auditoría oficial para determinar si hubo una gestión irregular de los fondos. Mientras tanto, el Ministerio Público empezó las diligencias preliminares para esclarecer lo sucedido. “No tenemos facturas de la compra, por lo que desconocemos el costo real de lo que adquirió el Ministerio de Seguridad durante el gobierno pasado”, declaró Chan a La Prensa. La interrogante central sigue siendo por qué, si la institución tiene la facultad de realizar compras directas en caso de emergencia, se optó por un procedimiento que trasladó la responsabilidad a otra entidad. El CBP cuenta con un fideicomiso que asciende a aproximadamente $200 millones.

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