4A La Prensa Panamá, miércoles 12 de marzo de 2025 Panorama Al grano Flor Mizrachi [email protected] Mientras el país está enfocado en el Seguro Social, donde ya a estas alturas solo queda esperar que para las calificadoras lo aprobado sea suficiente, en el sistema de justicia se cocinó otro negocio redondo: facturas al Estado ventas con sobrecostos que ascienden a $12.3 millones, devuelves $2.3 y conmutas la cárcel. Y… no pasa nada. El lunes, la Fiscalía Superior Anticorrupción cerró el caso de Mario Martinelli, el hermano del asilado, con un acuerdo de pena. ¿El castigo? 40 meses de cárcel conmutables (o sea, pagas y no pisas la cárcel) y devolver una fracción del dinero. Nada mal el negocio para alguien que hizo millones vendiéndole arroz y lentejas con sobreprecios escandalosos al desaparecido y funesto PAN. Los documentos del caso dejan claro cómo operaban. La empresa Hialing Corporation vendió arroz al PAN a $80 el quintal y lentejas a $100 el quintal, cuando el precio de referencia era de $49 y $55, respectivamente. Casi el doble. ¿La diferencia? Millones en sobreprecios que salieron de los impuestos de todos los panameños. Mario Martinelli era el financista del negocio y el que manejaba los hilos desde atrás. Lo hizo junto con Pablo Ruiz Obregón, representante legal de esa empresa y quien confirmó que Mario Martinelli era su socio capitalista. También estaban involucrados Roberto Brin y Roberto Luzcando, empleados del Súper 99. Pero claro, como no era conveniente que el hermano del presidente apareciera directamente en el negocio, usaron empresas de fachada y testaferros para ocultarse. Las pruebas en contra de Mario Martinelli no eran pocas. Había transferencias bancarias, cheques, testimonios y documentos que mostraban cómo el dinero fluía hacia sus cuentas. Según el acuerdo de ¿Y después de haber obstaculizando la investigación mintiendo sobre su relación con sus empresas estafadoras? Por favor. ¿Indulgencia por qué? Aquí no hay justicia, hay negociación. No hay castigo, hay acuerdos. Y con acuerdos como este, que huelen, caminan y saben a impunidad, el mensaje es claro: si tienes los contactos correctos y el apellido adecuado, puedes robar relax. Mario Martinelli no es el primero ni será el último en hacerse más millonario a costa del Estado y salir libre dejándonos una pinche propina. Y mientras la justicia siga funcionando así, Panamá seguirá siendo el paraíso de estos ladronazos. Por cierto, procurador, ¿cómo van, si es que van, las investigaciones tras el robo inescrupuloso y sin precedentes del PRD? ¿O que siga la orgía de saqueos? era socio, según un testigo del caso. Lo peor no es solo el robo descarado, sino la impunidad con la que todo se resuelve. Este caso tomó fuerza en 2015, cuando la Contraloría entregó un informe detallando el saqueo al PAN. Nueve años después, la Fiscalía dice que el acuerdo se hizo porque había pruebas suficientes para condenarlo. Es decir, la Fiscalía tenía suficiente para llevarlo a la cárcel. Pero prefirió llegar a un acuerdo de pena. ¿Por qué y a cambio de qué? ¿Por qué no se le hizo pagar el equivalente a su robo? ¿Por qué no se castiga, del todo, la intención y el hecho de haberle robado al Estado. ¿Acuerdo de pena? En todo caso eso hubiera sido pasable al inicio del proceso y para ayudar en la investigación. ¿Pero a estas alturas, cuando el tipo estaba a un paso de pisar la cárcel? pena, solo entre enero y agosto de 2014 Martinelli recibió $4.7 millones en cheques emitidos por Hialing Corporation. De una sola empresa. Algunos de esos cheques eran en concepto de “dividendos”, o sea, las ganancias del robo disfrazadas de pagos legítimos. Y para acabar, también había pruebas de que el dinero pasaba por el Banco Panamá, del que Martinelli El monto global del proyecto es de $230 millones e incluye la construcción de un viaducto, la estación del metro de Villa Zaíta, un edificio de estacionamientos para 600 vehículos y un intercambiador de buses y taxis conectado con la entrada de la estación y la policlínica Dr. Edilberto Culiolis. Isaac Ortega Panamá norte, sin salida: tranques, retrasos y frustración Aleida Samaniego C. [email protected] TRÁFICO VEHICULAR Los residentes del norte de la ciudad sufren a diario debido a los embotellamientos causados por la ampliación de la vía Transístmica y que se agravan por la falta de señalización y plani cación adecuada. La paciencia de los residentes de Panamá norte se pone a prueba cada día con los grandes embotellamientos que se registran en el área, como consecuencia de los trabajos de ampliación a seis carriles de la avenida Simón Bolívar o vía Transístmica. La obra, ejecutada por el Consorcio Línea Panamá Norte (CLPN), contratista del Metro de Panamá, S.A., ha convertido la rutina de miles de personas en un calvario. Los habitantes de los cinco corregimientos afectados (Chilibre, Caimitillo, Alcalde Díaz, Las Cumbres y Ernesto Córdoba Campos) quedan atrapados en el tranque tanto en la mañana como en la tarde, cuando intentan regresar a sus hogares tras una jornada de trabajo o estudio. En horas pico, el trá co se extiende desde el colegio Monseñor Francisco Beckmann (Las Cumbres) hasta Milla 8 o San Isidro, en el distrito de San Miguelito. La situación se agrava por la falta de señalización adecuada y la presencia de múltiples frentes de trabajo, pero con escasos obreros en acción. Al recorrer la zona, la imagen es recurrente: tres o más trabajadores en una esquina, uno en actividad, otro observando y un tercero distraído con su teléfono celular. El retorno a clases ha exacerbado la crisis. Durante losdosprimerosdíasdelaño escolar, el trá co fue caótico. Cientos de personas, desesperadas por la lentitud de los autobuses, han optado por bajarse y caminar por los hombros de la carretera hasta la estación de la línea 1 del metro en Villa Zaíta, exponiéndose al peligro de ser atropelladas por conductores que también invaden estos espacios en busca de una vía de escape. El lunes 10 de marzo, con el inicio de las clases, la ausencia de agentes de la Policía de Tránsito indignó a los conductores. “Sabían que el trá co sería pesado, pero no había ni un solo policía en la zona”, reclamó un automovilista. Otros relataron que caminar desde Gonzalillo fue la única opción para llegar a tiempo a sus destinos. La crisis ha generado reacciones en el ámbito político. El diputado independiente del circuito 8-6, Neftalí Zamora, expresó en su cuenta de Instagram que el tranque de Panamá norte es insostenible y exigió una solución inmediata. Hizo un llamado a la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), al Ministerio de Obras Públicas, a la estatal Metro de Panamá, a la Alcaldía de Panamá, las juntas comunales y los contratistas para coordinar una respuesta conjunta. “No se puede vivir así”, agregó. Otro diputado que abordó el tema ayer, martes 11 de marzo, durante el periodo de incidencias de la Asamblea Nacional, fue el diputado independiente del circuito 8-6, Jorge González, quien consideró inexplicable que los vecinos de Panamá norte pasen de dos a tres horas desde La Cabima (Alcalde Díaz) hasta la estación de Villa Zaíta. Mientras tanto, los residentes continúan atrapados en el asfalto, esperando que las soluciones lleguen antes de que la paciencia se agote por completo. Se estima que desde Panamá norte se desplazan diariamente unos 44 mil vehículos y que residen allí al menos 300 mil personas, la mayoría de las cuales depende del transporte público de pasajeros para movilizarse. Las zonas críticas son San Isidro y Villa Zaíta, identi - cadas como los puntos más congestionados. A esto se suma la situación de tres comunidades ubicadas en Panamá norte: San Andrés, Las Glorietas y Las Cumbrecitas, que están inmersas en los trabajos de ampliación de la vía Transístmica, así como en los pendientes de la extensión de la línea 1 del metro hacia Villa Zaíta. El proyecto de ampliación de la vía Transístmica a seis carriles tiene un costo de cerca de $18 millones en una extensión de 2.3 kilómetros. Incluye aceras, un sistema de drenajes y la reubicación de servicios públicos, entre otros aspectos. Se trata de la tercera fase de la obra, que deberá ser entregada durante el primer cuatrimestre de 2025. No obstante, el monto global del proyecto es de $230 millones e incluye otros componentes principales como la construcción de un viaducto, la estación del metro de Villa Zaíta, un edi cio de estacionamientos para 600 vehículos y un intercambiador de buses y taxis conectado directamente con la entrada de la estación y la policlínica Dr. Edilberto Culiolis de la Caja de Seguro Social (CSS). En diciembre de 2024, para mitigar el impacto del cierre, la empresa Metro de Panamá implementó un Plan de Manejo de Trá co, aprobado por la ATTT, que contempla alternativas para los usuarios de esta importante vía. Sin embargo, los conductores consideran que este plan no está funcionando. En medio de todo este proceso, se han registrado dos accidentes de tránsito en los que peatones han fallecido, debido a la complejidad de desplazarse por estos sectores, entre equipo pesado, caminos de tierra, desvíos y falta de seguridad vial. Información a la que tuvo acceso este medio indica que el director regional de la ATTT en Panamá norte, Eduardo Romero, convocó una reunión junto a la Dirección de Seguridad Vial de la institución, la Policía de Tránsito y la empresa Metro de Panamá, para discutir aspectos cruciales para agilizar y mejorar la evacuación del trá co en las primeras horas de la mañana, con un enfoque particular en la estación de Villa Zaíta. Denuncian deficiencias en servicio de hemodiálisis Un grupo de pacientes de insu ciencia renal crónica que recibe tratamiento de diálisis en el Hospital Dr. Rafael Estévez de la Caja de Seguro Social (CSS), en Aguadulce, provincia de Coclé, bloqueó ayer una calle como medida de presión debido a irregularidades en el servicio de diálisis que está recibiendo. Los afectados indican que desde que cambió el proveedor del servicio, solo se les están brindando tres horas de tratamiento en lugar de las cuatro que requieren, y solicitan una auditoría tanto al proceso como a la calidad de los servicios. El vocero de los pacientes manifestó que el problema radica en la planta de ósmosis (equipo que garantiza la calidad del agua), que se queda sin agua después de tres horas, lo que obliga a - nalizar el tratamiento prematuramente. Aseguró que la situación ha provocado un aumento en los valores de los exámenes médicos y les afecta la presión arterial; que no se trata solo de una reducción en el tiempo del tratamiento, sino también de la calidad de los ltros utilizados; y que no recibir un tratamiento completo los expone a complicaciones graves. El director médico del Hospital Dr. Rafael Estévez, Omar De Icaza, se comprometió a resolver el problema con la empresa proveedora del servicio, el Consorcio Damos Vida. Reconoció que los ltros no son adecuados y que la empresa los cambiará. AGUADULCE Aleida Samaniego C. [email protected] En la CSS se atienden 2 mil 797 pacientes renales crónicos que demandan hemodiálisis. Cortesía
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==