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3B La Prensa Panamá, miércoles 12 de marzo de 2025 Economía & Negocios Las hectáreas de turberas deforestadas liberaron a la atmósfera entre 0.2 y 0.7 millones de toneladas de carbono. EFE La minería de oro destruye la Amazonía peruana EFE. LIMA, PERÚ INFORME Un estudio basado en 35 años de datos de satélite del programa Landsat revela que se han perdido 550 hectáreas. La minería de oro en la Amazonía peruana está fulminando uno de los ecosistemas más valiosos para combatir el cambio climático: los humedales de turberas. Un estudio sostiene que en los dos últimos años se ha destruido tanta extensión como en las tres décadas anteriores juntas. Así lo alerta un estudio basado en 35 años de datos de satélite del programa Landsat de la NASA, que recoge ayer la revista Environmental Research Letters. La mayoría de las turberas amazónicas de Perú son humedales de palmeras, donde la hojarasca y las raíces en descomposición se han acumulado durante milenios convirtiéndose en profundas capas de turba, que constituyen grandes almacenes naturales de dióxido de carbono (CO2), el gas que más contribuye al cambio climático. Durante décadas, la minería de oro a pequeña escala ha prosperado a lo largo de los ríos de la región peruana de Madre de Dios y ha dejado grandes áreas deforestadas con el consiguiente impacto en las emisiones y la biodiversidad. Pero hasta ahora no se había hecho un estudio a gran escala, como este, sobre el impacto de la minería de oro en las turberas. Resultados alarmantes Los resultados son alarmantes: se han destruido unas 550 hectáreas de turberas, liberando a la atmósfera entre 0.2 y 0.7 millones de toneladas de carbono. Más del 55% de este daño se ha producido en los dos últimos años, superando la destrucción acumulada de todas las décadas anteriores. Las turberas son vitales para este ecosistema y para la humanidad por su capacidad de captura de CO2, siete veces mayor que la de los bosques en esta región. “Esto significa que incluso la pérdida de pequeñas zonas de turberas puede tener un gran impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero”, señala uno de los autores, John Householder, geólogo del Instituto Tecnológico de Karlsruhe, Alemania, en un comunicado. Destrucción creciente La minería en turberas representa aproximadamente el 9% de toda la actividad minera de la región amazónica peruana, pero está creciendo muy rápido. Si la tendencia continúa, la explotación de estos frágiles y vitales ecosistemas podría representar el 25% del total en 2027. Según este estudio, en la actualidad ya están afectadas 63 de las 219 zonas de turberas, lo que supondría la destrucción de más de 10.000 hectáreas, que liberarían a la atmósfera hasta 14.5 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de millones de coches. La capacidad de captura de CO2 de las turberas peruanas apenas empezó a ser estudiada por la ciencia hace una década. “Sospechamos que hay grandes cantidades de turba en otras zonas pero aún no hemos podido estudiarlo. Nuestro trabajo indica que hay grandes depósitos de turba que podrían desaparecer antes de que la ciencia haya tenido la oportunidad de describirlos”, subraya Householder. “Para los depósitos de turba que ya conocemos, este estudio es una llamada de atención para protegerlos, si no frenamos esta destrucción, el daño a las turberas amazónicas podría ser permanente, con graves repercusiones ambientales, sociales y económicas a largo plazo”, concluyen los investigadores.

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