Bienvenido suscriptor
Perfil Cerrar sesión
Iniciar Sesión
Registro

prensa_2025_03_11

6A La Prensa Panamá, martes 11 de marzo de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. de la Corte Suprema de Justicia (CSS), se sumó al club, y sin un atisbo de rubor en el rostro, trató de justificar ante los medios, el desproporcionado e insultante aumento salarial que permitió elevar el sueldo de $10,000 a $14,000.00 al mes, a cada magistrado. Por su parte, la contralora general de la Nación, Anel Flores, quien, en efecto, posee la facultad de refrendar o no dicha petición de aumento salarial, y en saludable concordancia con la precaria situación económica que atraviesa el país, decidió no aprobarla. No obstante, como vivimos en un país kafkiano, los magistrados de la CSJ lograron finalmente salirse con la suya, al obtener el refrendo del contralor por insistencia, tal como lo permite la absurda norma. En respuesta a las críticas recibidas en torno a este escandaloso asunto, la magistrada López, calificó las mismas, como: “parte del morbo ciudadano, toda vez que nosotros somos los que sostenemos la democracia en este país, los que interpretamos la Constitución y tomamos las decisiones más importantes”, expuso ante los medios. Históricamente en nuestro país, cierto es, que el poder judicial ha sido uno de los tres poderes menos sometidos al escrutinio de la justicia (impensable que ellos mismos se juzguen)), aunque razones no han faltado para ello. Por ejemplo, la independencia de criterio, que alude la Corte como un derecho inalienable, y que le sirvió convenientemente en esta ocasión, para decidir su salario; en muy contadas ocasiones ha sido usado como debiera, para impartir justicia con imparcialidad, independencia y equidad; sobre todo en los casos de delitos de alto perfil, en donde ha resultado evidente que desde los militares hasta las subsiguientes décadas en democracia, la CSJ Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. El simplismo presidencial Estrategia El pasado 6 de marzo, el presidente tuiteó un cuadradito que dice “La verdad es la realidad. El Canal es y siempre será panameño”. Está en español e inglés, ilustrado con unas fotitos que van desde 1964 hasta el 2025, mostrando la “historia” de nuestra lucha soberanista. La empollerada Lucy lo retuitea, adornando la soflama brevísima con un argumento facilón que no aporta nada. Doce palabras sobre un fondo azul que ilustran el simplismo presidencial. Sin entrar en una discusión filosófica, la “realidad” (como entrecomillaba Nabokov) panameña que ignora el inquilino de Las Garzas, es que la única “verdad” de todo esto es que Trump se ha comido los hechos por ignorancia estratégica, inventándoselos con la complicidad silenciosa de los medios patrios y del gobierno a nivel internacional, de tal forma que más y más personas se los crean, consiguiendo que la balanza de la opinión pública se incline a su favor. Sigue sin entenderse cómo es que ante la estrategia de la Casa Blanca, Panamá se pliegue con la callada por respuesta, como si no hubiese argumentos suficientes para decir que lo que se afirma desde USA no es “verdad” más allá de unos “comunicados” que comunican muy poco, y que parecen más un desmentido mentiroso, un “otorgar”, porque callados parecemos más guapos o, como dijo algún político iluminado, “son solo cuatro años”, como si la pandilla que acompañara a Trump fuese menos radical. Y mientras, la nostalgia de viejas victorias, regada por las redes, da la falsa sensación de que somos oídos, de que nos estamos explicando, pero no es así. Si alguna vez la comunidad internacional comprendió nuestra circunstancia fue porque conseguimos captar la atención con nuestro relato de la “verdad”, por la presentación coherente y enérgica de los hechos, pero nos vence hoy la pereza, la desidia o la confianza en el simplismo. La verdad es que, si no despertamos pronto, terminaremos viviendo una realidad que no vamos a soportar ninguno. ¿Por qué un nuevo canal y no otro embalse? Nuevo urbanismo te un reservorio con capacidad para almacenar 1,500 millones de metros cúbicos de agua en un área de 4,600 hectáreas. Según las informaciones publicadas, la cuenca del río Indio abarca un total de 580 km², área en la que se han asentado unas 231 comunidades que albergan a aproximadamente 2,000 habitantes. Estas personas verán afectadas sus vidas y su forma de vivir por el resto de sus días, al igual que todo el ecosistema de dicha cuenca. Las consecuencias de crear un embalse en el siglo XXI son muy diferentes a las de hace 125 años, por diversas razones que no son objeto de este análisis, pero que, sin duda, son de suma importancia. Como ejemplo, y para poner en contexto a nuestros distinguidos lectores, citaré un par de ellas: el fenómeno del cambio climático, que no existía o no era reconocido a inicios del siglo XX; tampoco se tenía en cuenta el impacto ambiental sobre el ecosistema de los 452 km² que alberga el lago Gatún. Además, no se consideró de manera adecuada el desarraigo socioeconómico de las comunidades afectadas en aquella época, hoy conocidas como los “pueblos perdidos”, que han sido objeto de novelas y escritos patrios. En aquel entonces, la población era en su mayoría analfabeta y carecía de conocimiento sobre sus derechos. Tampoco se le dio un tratamiento justo a la entrega de la soberanía nacional a potencias extranjeras por más de un siglo, algo que hoy, aún, el gobierno de Donald Trump se atreve a reclamar como suyo. Hoy, la realidad ambiental de la región y la condición socioeconómica de las comunidades afectadas son completamente distintas. En esta ocasión, el fenómeno del cambio climático se manifiesta con intensidad, algo que no ocurría cuando se construyó el embalse de Gatún ni en la década de los 70, cuando se construyeron los embalses de Bayano y Fortuna. Este fenómeno ya está afectando, y seguirá afectando, a todos los embalses nuevos que se construyan. Además, existen normativas que exigen considerar todo el impacto ambiental que tendría el proyecto, lo que implicaría la desaparición bajo las aguas de 4,600 hectáreas de hábitat de una multitud de especies de flora y fauna de la región. René Pardo C. [email protected] Justicia sin grupera Autonomía distorsionada La grupera es un importante elemento de sujeción, que se coloca en la grupa desde el nacimiento de la cola del caballo, hasta la parte trasera de la montura, a fin de evitar que la silla de montar se desplace inapropiadamente, o se desajuste, haciendo al jinete perder eventualmente, el control sobre su cabalgadura. Como panameño, no puedo menos que sentirme preocupado, al constatar el oportunismo y la libertad extrema con que altos dignatarios de algunas instituciones del Estado, se aprovechan para su exclusiva conveniencia, de la interpretación sesgada que hacen, del significado de las palabras autonomía e independencia, incorporadas en los postulados y reglamentos de operatividad de las instituciones a su cargo. Tal es el caso vigente y flagrante de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), y más recientemente, de la Corte Suprema de Justicia. Ambas, han utilizado el argumento de la autonomía e independencia, para sustentar los escandalosos aumentos salariales, decididos e implementados unilateralmente por sí mismos, sin que al parecer exista nadie por encima de ellos que pueda realizar ajustes a la “grupera” de estas importantes instituciones de servicio público. Al igual que lo sigue haciendo la flamante rectora de la Unachi; en esta ocasión la magistrada María Eugenia López, presidenta se ha acostumbrado a afinar muy bien el oído para bailar al son de las tonadas que le llegan de los cuarteles, del Palacio de las Garzas, o de quien mejor toque, para su respectiva conveniencia e impunidad, en cada caso, tiempo y lugar. Por si acaso los magistrados llegasen a sentirse agraviados y ofendidos por esta aseveración histórica, y aludieran a su favor al trascendental fallo que emitieron al declarar inconstitucional el contrato minero aprobado por el gobierno anterior, es menester recordarles que, para variar, en esa memorable ocasión, la tonada que escucharon provino, esta vez, del pueblo y de la juventud panameña, que se mantuvo respirándoles en la nuca (día y noche) mientras la Corte sesionaba. Ahora quiero verlos defendiendo ese fallo con la valentía que se requiere, cuando, por encima del derecho y la voluntad del pueblo panameño, se intente reabrir la mina, y con ello se pretenda burlar esa importante e histórica decisión que, por fortuna y tranquilidad del país, la CSJ adoptó en su momento. De manera que, honorables magistrados, en el tema de la cancelación del contrato minero, por citar la conducta que mejor los deja parados, aún está por verse y calibrarse su indeleble vocación de independencia, respeto y cumplimiento de la ley a cabalidad, tal y como pregona la magistrada López cuando autoproclama su misión de ser “el sostén de la democracia”. Llegado ese momento crítico, que lamentablemente, y por los vientos que soplan, nos tocará vivir muy pronto, quizás entonces llegaremos a pensar que está justificado su salario. Opinión EL AUTOR es escritor. EL AUTOR es escritor y pintor. EL AUTOR es abogado y urbanista. Pedro Crenes [email protected] Sin embargo, la ACP sostiene que el embalse será un reservorio multipropósito, es decir, un área destinada al almacenamiento de agua para el funcionamiento del canal, así como para abastecer a la población circundante y satisfacer otras necesidades como producción, recreación, turismo, riego, entre otras. Pero, esta medida no liberaría al país de la continua y renovada intervención de actores externos, especialmente Estados Unidos, que sigue amenazando con la posibilidad de injerencias en nuestra soberanía, economía y seguridad. Lo cierto es que este tipo de proyectos casi siempre tiene como propósito primario la generación de energía eléctrica, abastecer de agua a ciertas regiones o controlar inundaciones. En el caso de los embalses de Gatún y Alajuela, estos también sirven como reservorios para el funcionamiento del canal, y ahora también lo haría el del río Indio, que aún no tiene un nombre definido. Las demás actividades sugeridas en el planteamiento general, o nunca se desarrollan o lo hacen de manera muy limitada, y las expectativas de ejecución de dichas infraestructuras en el desarrollo nacional suelen ser pocas o incluso inexistentes. Al final, el producto primario de estos proyectos es realmente oneroso. Como muestra, los lagos Gatún, Bayano y Fortuna son embalses prácticamente ociosos, desprovistos de otras actividades que contribuyan al desarrollo nacional. Solo cumplen con su función primaria o base. El caso de Bayano es aún más grave: ni siquiera su agua es utilizada para satisfacer las necesidades de la región este del país, que lucha por sobrevivir en condiciones precarias. En el artículo citado del 2 de enero ya expuse una serie de beneficios y posibilidades positivas para el desarrollo nacional que podría implicar cambiar la estrategia de construir un nuevo embalse por la de construir un nuevo canal, utilizando solo el agua que ya tenemos en nuestros mares. De esta manera, desde el punto de vista ambiental, una nueva infraestructura transístmica estaría libre de las manifestaciones del cambio climático, de los fenómenos de El Niño y La Niña, y, desde el punto de vista geopolítico, se tendría un proyecto libre de injerencias extranjeras, ya que el canal sería un bien de los panameños, sin posibilidad de reclamos necios, absurdos, irrespetuosos e infundados, como los que actualmente hace Donald Trump o cualquier otro actor en el futuro El 2 de enero pasado me referí en un artículo publicado en este diario a la posibilidad de la construcción de un nuevo canal a través del territorio nacional, y propuse varias opciones de ubicación para ello, con el fin de dar respuesta a la incertidumbre que se genera cada año durante la temporada seca, la cual se exacerba año tras año y pone en peligro el normal funcionamiento de la vía acuática transístmica. También expuse en dicho artículo el impacto que podría tener para el país la construcción de un nuevo canal, tanto en términos económicos como en la calidad de vida de la nación panameña en general. Además, mencioné una serie de beneficios para el desarrollo nacional que conllevaría la alternativa de una nueva ruta interoceánica a través del Istmo, gestionada por los panameños, y que eliminaría, de una vez por todas, todas las amenazas e intenciones extranjeras de arrebatarnos el canal bajo cualquier excusa o pretexto. (Véase en La Prensa, artículo del 2 de enero de 2025). Hoy, escuchamos, vemos y leemos en todos los medios de comunicación el mensaje sin reparos del presidente de Estados Unidos y su gobierno, que toman acciones, dan instrucciones y reiteran amenazas con el objetivo de apropiarse públicamente de un bien ajeno: el Canal de Panamá. Esto ha generado en la esfera nacional nuevas e imperiosas razones que justifican de manera clara, indiscutible y contundente, el por qué un nuevo canal y no otro embalse. Los planteamientos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) suponen que, con la construcción de un embalse mediante la represa del río Indio, se almacenaría suficiente agua para mantener, en lo posible, el funcionamiento normal de la vía acuática durante los períodos de sequía, medianJoaquín González J. [email protected] Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNDg2MA==