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7A La Prensa Panamá, miércoles 5 de marzo de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. nados? ¿En cuántos países serios del mundo usted ve al gobierno central reparando vías locales de una ciudad? Desconozco el número, pero en Panamá, un país poco serio, ese es nuestro calvario; un calvario al parecer deseado por muchos. En especial por los abogados. ¡Pareciera que los juristas criollos compitieran por hacer de lo sencillo un asunto muy complicado! A pesar de repetir como papagayos alabanzas al Estado Federal de Panamá de Justo Arosemena, los abogados panameños, o por lo menos aquellos que les gusta salir en cámara o los estrados de los tribunales de justicia y la Procuraduría, parecen defender a ultranza el centralismo. Es más, en reiteradas ocasiones han dado a entender que los artículos 232 y 233 sobre el Régimen Municipal de la Constitución Política de la República de Panamá son una suerte de lectura apócrifa o, peor aún, papel de baño. ¿Cómo es posible que ante la discrepancia entre una ley que contradice la Constitución al darle potestades en materia local a una entidad autónoma del Gobierno Nacional (como la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre) y un acuerdo municipal que materializa lo establecido por el Régimen Municipal consagrado en la Constitución, la Procuraduría de la Administración y el Órgano Judicial defiendan la ley con visos de inconstitucionalidad? ¿Tiene entonces el Órgano Ejecutivo patente de corso para pasarse por encima la autonomía municipal? Pareciera que sí, y este es el origen de la Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. El Think Tank por la Educación: Un acuerdo que no puede quedar en el papel Enfoque diferente Durante décadas, los diagnósticos sobre la crisis educativa en Panamá han sido abundantes y los compromisos para mejorarla, múltiples. Sin embargo, los resultados siguen sin materializarse. Hoy, una nueva iniciativa, el Think Tank por la Educación, ofrece un enfoque diferente: unir a todos los sectores de la sociedad para definir prioridades claras, promover soluciones concretas y dar seguimiento constante a los avances. El Think Tank por la Educación no es solo un acuerdo de buenas intenciones ni un documento más que terminará archivado. Es un foro permanente donde estudiantes, padres, docentes, empresarios, académicos, gremios docentes y organizaciones de la sociedad civil convergen para monitorear, impulsar y apoyar el cambio educativo de manera continua. Este consenso es el resultado de tiempo, escucha atenta y múltiples sesiones de trabajo en las que cada sector aportó su experiencia y visión sobre la educación. El primer gran logro ha sido la identificación de cinco áreas prioritarias para la transformación educativa: acceso equitativo, calidad de los aprendizajes, bienestar integral, gobernanza y gestión, y alianzas educativas. La educación no puede verse como problemas aislados; requiere soluciones integrales y sostenibles. La diferencia clave entre este esfuerzo y otros radica en su carácter inclusivo y su vocación de continuidad. El Think Tank no impone una agenda, sino que construye un consenso basado en evidencia y en la participación de quienes viven y trabajan dentro y fuera del sistema educativo. Su estructura permite la incorporación progresiva de nuevos actores que compartan la causa genuina de mejorar la calidad educativa en el país. El pasado 26 de febrero se llevó a cabo el lanzamiento público del Think Tank por la Educación, con la participación de la ministra de Educación y otras autoridades, quienes reconocieron el este esfuerzo colectivo y valoran el aporte de la iniciativa. Como miembros del Think Tank, conocemos la problemática educativa no solo por diagnóstico, sino por años de involucramiento en el tema. Sabemos que los problemas y las soluciones trascienden los períodos de gobierno y, por ello, es clave que sectores como los representados en el Think Tank se articulen para garantizar la sostenibilidad de las acciones necesarias. Todos los que conformamos este espacio compartimos un mismo sueño: escuelas donde los niños y jóvenes puedan aprender y crecer en condiciones óptimas. Creemos firmemente que la calidad educativa debe ser una prioridad nacional y no un tema subordinado a ciclos políticos. Como representantes de la sociedad en su conjunto, nos comprometemos a trabajar para que este esfuerzo se traduzca en cambios reales en las aulas y en el futuro del país. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa depende del compromiso de todos. La participación ciudadana y el respaldo político deben ser constantes, y el monitoreo debe traducirse en acciones concretas. Un acuerdo sin impacto en las aulas no tiene sentido. El Think Tank por la Educación puede marcar un antes y un después. Pero para lograrlo, cada ciudadano debe asumir su responsabilidad. No podemos delegar el futuro de nuestros niños y jóvenes ni quedarnos en la comodidad de la queja. La educación debe unirnos como país. No hay excusas: actuar es la única opción si realmente queremos transformar el presente y el futuro de Panamá. Otro año escolar sin cambios estructurales Educación chos de estos proyectos no llegan a materializarse porque no existen las mentes y la mano de obra calificadas. Nuestro sistema educativo es incapaz de ofrecer herramientas intelectuales y conocimientos básicos para que los estudiantes aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece nuestro mercado. Un buen ejemplo sería la designación de Panamá, junto con Costa Rica y República Dominicana, como destinos de inversión en las áreas de fortalecimiento de la cadena de suministro de semiconductores por parte de Estados Unidos. De más está decir que nuestros dos competidores parten con gran ventaja al tener mucha mayor preparación académica y experiencia profesional en un área que requiere de amplio dominio técnico. La enseñanza del inglés ha sido otro gran fracaso nacional. Se pone el enfoque prioritario en la gramática, que, si bien es importante, es mucho menos efectiva (y atractiva) que la conversación y la lectura para asimilar el idioma ajeno de forma más orgánica y expedita. Debemos analizar los sistemas educativos más exitosos del mundo, muchos de estos asiáticos, y evaluar cuáles técnicas pedagógicas podrían aplicarse en Panamá, con las adaptaciones culturales necesarias, por supuesto. Un sistema caduco no puede continuar en un estado de inercia y esperar resultados distintos. Debe impregnarse de nuevas ideas. Existen programas académicos de comprobado éxito en otros países, como el sistema de vouchers educativos; el Estado provee a familias de escasos recursos la oportunidad de acceder a una educación en la esfera privada sufragando una parte considerable de la matrícula y mensualidades del estudiante. El actual programa de ayuda, la Beca Universal, se queda corto, no solo por el bajo aporte pecuniario, sino también por la forma ineficaz como está estructurado. Por otra parte, conviene integrar asigIván Rogelio Robles [email protected] ¡Lo estamos haciendo todo al revés! Centralismo ¿Tienes un bache en la calle? ¿Las aceras de tu barrio están destruidas? ¿Las vías principales de tu corregimiento son hostiles al peatón? Ni se te ocurra acudir a tu representante de corregimiento, pues dicen los abogados que estos asuntos son potestad del Ministerio de Obras Públicas o de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, no importa que estas instituciones no están diseñadas para atender el tramo de acera frente a tu casa, el gobierno central debe hacerlo. ¿Tienes una cantina ruidosa cerca de tu apartamento? ¡No llames al pintado en la pared de tu representante! El Ministerio de Salud debe salir al recate. Qué esperanza… En Panamá lo estamos haciendo todo al revés, desde multar negocios no amigables con los residentes a darle mantenimiento a la infraestructura pública. ¿En cuántos países serios del mundo usted ve a funcionarios de su Ministerio de Salud multando negocios ruidosos en un barrio específico de una ciudad en particular? ¿En cuántos países serios del mundo usted ve al presidente o al rey nombrando al director de aseo de la ciudad capital? ¿En cuántos países serios del mundoustedvealMinisteriodeTransporte multando o remolcando autos mal estaciofalta de certeza en el castigo de asuntos meramente locales, donde las juntas comunales y los municipios están, lógicamente, mejor posicionados para actuar. Esta es una bomba de tiempo que, si nuestros diputados no atienden con urgencia, terminará por erosionar aún más la poca credibilidad y legitimidad del Estado, que se declara prácticamente impedido de actuar no solo por los traslapes entre instituciones, sino también por un régimen judicial excesivamente garantista. Este sistema no permite que el Estado, especialmente el gobierno local, actúe con firmeza contra los infractores de la ley, lo que además anula su función educativa para la ciudadanía. Tampoco ayuda que intereses particulares, nocivos para nuestras ciudades, campen a sus anchas y actúen con impunidad, no solo por la parálisis por análisis del Estado, sino también aprovechándose del sistema político-electoral como donantes o consejeros para capturar instituciones o influir desmedidamente en sus decisiones. Para salir de este predicamento nuestros honorables diputados y representantes deben hacer efectiva la descentralización con una real jerarquización de competencias donde las juntas comunales se encarguen de lo local y el gobierno central de lo nacional y estratégico, además de darle prioridad en la recolección de impuestos a los gobiernos locales. ¡Para mañana es tarde! Opinión LA AUTORA es directora ejecutiva de la Fundación para la Promoción de la Excelencia Educativa y miembro de La Gran Alianza Educativa. EL AUTOR es subdirector de Planificación Urbana del Municipio de Panamá. EL AUTOR es abogado. Aida Isabel Alfaro [email protected] naturas que doten a los estudiantes de una verdadera identidad nacional. En otras palabras, la materia de Historia de Panamá debe impartirse de manera integral y comprensiva. La de Ciencias Políticas enseñar a conocer los derechos y deberes políticos de la ciudadanía. Otras asignaturas que hacen falta, ya que ofrecen herramientas útiles para la vida, serían Finanzas y –debido a la existente crisis de valores– Cívica y Ética. Debe primar la meritocracia en la contratación y en los aumentos salariales de los docentes, exigiendo una medición sistemática de su rendimiento y la continua capacitación pedagógica y académica. Nuestros graduados no adquieren la pasión y el hábito de la lectura y, por consiguiente, tienen graves problemas cognitivos y de comprensión lectora. Además, es imprescindible enseñar a razonar de forma lógica e inductiva mediante pruebas prácticas donde hay que poseer conocimientos, sobre todo, saber dónde buscar la información y cómo analizarla. No meramente memorizarla. Por último, el Gobierno es responsable de informar al estudiantado qué profesiones tienen mayor o menor demanda en el mercado laboral, y cuáles gozan de más oportunidades de ascenso personal. No podemos seguir presos de la mediocridad que nos producen los placeres instantáneos y las distracciones virtuales. Como individuos y como sociedad debemos aspirar a la excelencia. A convertirnos en lo mejor que podemos ser como personas y como país. Para ello, debe empezarse por inculcar una consciencia colectiva que valore la importancia de obtener conocimientos, una cultura compartida, y el hábito del trabajo, la lectura y el diálogo de altura. La educación de calidad es el medio óptimo de superación para obtener acceso a cargos bien remunerados que mejoran la calidad de vida y fortalecen el tejido social. Esta es la gran catalizadora, tanto en la creación de la igualdad de oportunidades para las personas más necesitadas como para una mejor distribución de la riqueza. Una economía ralentizada, altos niveles de desempleo, escasez del capital humano calificado que requieren las empresas, creciente pérdida de competitividad para atraer inversiones al país, altísima economía informal… Y todo esto incidiendo en la crisis del sistema de pensiones por no poder aumentarse el número de cotizantes. Existe un denominador común entre todos estos elementos que conforman la realidad actual: nuestro fallido sistema educativo. La sociedad ha sido cómplice de esta situación: la clase política, los padres de familia y, por supuesto, el elefante en el cuarto que nadie quiere incomodar: el sector magisterial. De más está decir que ha faltado y falta visión y voluntad por parte de todos los actores involucrados para efectuar los cambios estructurales que tanto necesitamos. Urge reformular el currículo escolar y las técnicas pedagógicas, ambos obsoletos porque hace mucho tiempo no satisfacen la demanda del mercado laboral. Es imperativo, pues, que todos los sectores involucrados hagan esfuerzos conjuntos para lograr reformas profundas al contenido y calidad de la docencia, así como a la administración misma de la educación en todo el territorio nacional. Panamá goza de privilegios de los que carecen las otras naciones en la región: su envidiable posición geográfica, su incomparable conectividad y un sistema financiero robusto que la hacen atractiva para muchos proyectos de inversión privada a nivel local y extranjero. Sin embargo, muCarlos Antonio Solís Tejada [email protected]

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