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9A La Prensa Panamá, miércoles 26 de febrero de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. de 2023. Un bebé. Un niño de cuatro años. Sus restos fueron devueltos a Israel el 20 de febrero de 2025. No obstante, en un despreciable acto de un horror inexplicable, Hamás sustituyó el cuerpo de una mujer desconocida por el de Shiri. Tras horas desconcertantes, finalmente el cuerpo de Shiri fue devuelto al día siguiente. La tragedia de la familia Bibas no es solamente una catástrofe personal; es un claro recordatorio de la verdadera naturaleza de Hamás. No se trata de luchadores por la libertad o integrantes de la resistencia, son monstruos que atacan deliberadamente a civiles, asesinan niños y provocan el máximo dolor y la tortura psicológica a sus víctimas. Los secuestrados que han sido liberados relatan horrores difíciles de comprender: golpizas, hambre, violencia sexual y el constante terror de la ejecución. Hamás no libra guerras como una fuerza militar; comete sus crímenes de guerra como un asunto de política. Estas no son acciones de seres humanos; son el sello distintivo de una ideología depravada que glorifica la violencia y se regodea en el sufrimiento. El asesinato de Ariel y Kfir, el miedo acerca del destino incierto de Shiri, la tortura que soportó Yarden, el cautiverio aún vigente de otros secuestrados, no son aberraciones en la conducta de Hamás. Son su esencia. Se trata de una organización que construye túneles terroristas en lugar de escuelas, que utiliza hospitales como cuarteles militares, que desvía ayuda humanitaria para alimentar su maquinaria bélica. Su gobierno no ha traído más que miseria a Gaza, mientras enriquecía a su propia dirigencia. Aquellos que continúan apoyando a Hamás o poniendo excusas para ello deben tener en cuenta estos hechos. Cada justificación, cada intento de contextualizar sus acciones, cada “pero” que viene a continuación de la condena de sus atrocidades solo sirve para permitir más sufrimiento. Hamás ha demostrado recurrentemente que Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Los jueces de paz: desafíos y falencias en su ejercicio Justicia comunitaria Quiero aclarar antes que nada que fui juez de paz del corregimiento de Cristóbal Este, en Colón, desde el año 2018 hasta junio de 2021. Por lo tanto, conozco de primera mano la realidad de los jueces de paz. Los jueces de paz en Panamá cumplen un rol fundamental en la administración de justicia comunitaria, siendo responsables de la resolución de conflictos de menor cuantía y de la aplicación de medidas de convivencia ciudadana. Sin embargo, a pesar de la importancia de su labor, enfrentan serias deficiencias que afectan su desempeño y limitan la eficacia del sistema de justicia de paz. Entre los principales problemas se encuentran la falta de insumos e infraestructura adecuada, los bajos salarios, las falencias en la legislación, el hecho de depender de los municipios y la escasa colaboración del Ministerio Público. Uno de los problemas más graves que enfrentan los jueces de paz en Panamá es la falta de recursos e insumos para desempeñar sus funciones. Esta precariedad no solo dificulta la gestión administrativa, sino que también impide una adecuada documentación de los casos, afectando la transparencia y el seguimiento de los procesos. La falta de inversión en estos aspectos refleja el escaso interés de las autoridades en fortalecer la justicia comunitaria. Además, la infraestructura de los juzgados de pazesdeficienteenmuchasregionesdelpaís.Algunos despachos operan en instalaciones improvisadas que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad y comodidad para los funcionarios y usuarios del sistema. En áreas rurales y comunidades apartadas, la situación es aún más crítica, con oficinas sin acceso a servicios básicos como electricidad, internet o incluso agua potable. La carencia de espacios adecuados compromete la privacidad y la dignidad de los procesos judiciales, lo que a su vez afecta la confianza de la ciudadanía en el sistema de justicia de paz. Otro problema importante es la baja remuneración de los jueces de paz. A pesar de la responsabilidad que implica su cargo, sus salarios son insuficientes en comparación con otros operadores de justicia. Esta precariedad salarial no solo desmotiva a los funcionarios, sino que también los hace vulnerables a presiones externas e influencias indebidas, poniendo en riesgo la imparcialidad de sus decisiones. Un sistema judicial sólido requiere que sus operadores cuenten con condiciones laborales dignas que les permitan desempeñarse con independencia y profesionalismo. En cuanto al marco legal, la legislación que regula la justicia de paz presenta falencias que dificultan su aplicación efectiva. Existen vacíos normativos y ambigüedades que generan interpretaciones diversas y, en algunos casos, contradicciones con otras normas del sistema judicial panameño. La falta de una reglamentación clara y detallada afecta la seguridad jurídica y la uniformidad en la aplicación de la ley, generando incertidumbre tanto paralosjuecescomoparalosciudadanos. Otro aspecto preocupante es la injerencia política de los municipios en la labor de los jueces de paz. Dado que estos funcionarios son nombrados y dependen administrativamente de las alcaldías, muchas veces enfrentan presiones políticas que comprometen su independencia. Esta situación puede llevar a decisiones arbitrarias, influenciadas por intereses particulares o partidistas, en lugar de estar basadas en la ley y la justicia. La dependencia de los jueces de paz respecto a las autoridades municipales pone en entredicho la imparcialidad del sistema y refuerza la necesidad de reformas estructurales para garantizar su autonomía. Es necesario que el Estado invierta en mejorar la infraestructura, los insumos y las condiciones laborales de estos funcionarios, así como en reformar la legislación para hacerla más clara y efectiva. Y, sobre todo, reducir la injerencia política de los municipios para garantizar que la justicia de paz sea verdaderamente independiente y equitativa. Sin estas mejoras, la justicia de paz seguirá siendo un eslabón débil dentro del sistema judicial panameño. Argumentos y disparates que son castigos Jubilaciones IVM. Aseguran que con esto ya no se tendría que aumentar la edad de jubilación. Otro planteamiento alude a la eficiencia administrativa del Estado, pidiendo que sea más austero y eficiente en las recaudaciones. Más tarde surgió la propuesta de que el Estado (que somos los 4.5 millones de panameños), aporte 500 millones de dólares más al IVM. Nadie puede oponerse a la propuesta de rescatar todo el dinero robado a la CSS o despilfarrado en administración ineficiente o corrupta. Tampoco es posible oponerse a la urgencia de que tengamos una administración estatal más eficiente combatiendo la evasión. Sin embargo, ninguna de estas medidas tiene que ver con el déficit de IVM, ya que no resuelven la su causa principal; por el contrario la profundizaría. Además, el dinero que se destinaría al IVM, según estas propuestas, dejaría de usarse para el desarrollo del país, para el beneficio de todos. Evidentemente que el Estado sí debe reforzar el fondo de IVM, pero no es justo que se financie totalmente, porque perjudicaríamos a la mayoría de los panameños. Es decir, si se asignan 500 millones de dólares al IVM como aportes del Estado, estaríamos sacrificando a 4.5 millón de habitantes, por 340,000 pensionados. Por otro lado, se estará poniendo dinero en un saco agujereado, ya que si no se corrige la causa del déficit, este continuará creciendo. En otras palabras, se pueden tomar todas las medidas para disminuir hoy el déficit, pero si no se aumenta la edad de jubilación para cerrar un poco la brecha entre lo que se aporta y lo que se recibe como jubilado,elproblemasemantendráyprofunCarlos David Abadía Abad [email protected] Hamás los secuestró, Hamás los asesinó Medio Oriente Las imágenes nos atormentan: una madre joven, Shiri Bibas, arrancada del corazón de la vida cotidiana, tomando a sus dos pequeños hijos pelirrojos, Ariel, de cuatro años, y Kfir, un bebé de nueve meses, con las caras marcadas por el miedo, mientras son arrastrados a Gaza. Esta escena, filmada por los terroristas que irrumpieron en el kibutz Nir Oz el 7 de octubre, encapsula la brutalidad pura e inhumanidad de las acciones de Hamás. Fue una de muchas en esa trágica mañana, cuando los terroristas de Gaza mataron, violaron y destrozaron a innumerables familias. Se trata de un claro recordatorio de que Hamás no es un actor político legítimo, sino una organización extremadamente brutal cuyo único propósito es infligir sufrimiento y destrucción. Durante más de 16 meses, el mundo contempló con horror cómo Hamás hacía desfilar a la familia Bibas con artículos de propaganda para la guerra psicológica. Yarden fue forzado a aparecer en un video luego de que le dijeran que su familia había sido asesinada, una manipulación cruel que ejemplifica el trato sádico de Hamás a los secuestrados. Ahora, con Yarden recientemente liberado, el alcance del horror ha quedado claro. Su reencuentro con la libertad tuvo un costo devastador: sus hijos y su esposa fueron asesinados por sus captores. Después de mantenerlos en condiciones inimaginables, luego de someterlos al miedo, la privación y, posiblemente, cosas peores, los terroristas de Gaza asesinaron a los dos pequeños hermanos, ya en noviembre no tiene interés en la paz, ningún respeto por la vida humana—palestina o israelí— yningunavisiónmásalládelconflictoperpetuo y la destrucción. No obstante, a pesar de esta innegable realidad, Hamás aún encuentra apologistas en Occidente: activistas y políticos que, ya sea por ignorancia o malicia, refuerzan sus atrocidades justificando su violencia. Cada manifestación que glorifica a Hamás, cada voz que minimiza sus crímenes, solo extiende el sufrimiento de israelíes y palestinos por igual. Defender a Hamás es defender la barbarie. Apoyar a Hamás es sabotear toda esperanza de paz en la región. La comunidad internacional debe unirse en reconocer que aquí no puede haber paz, ni estabilidad ni futuro, tanto para israelíes como para palestinos, mientras Hamás mantenga su control en Gaza. Su eliminación no es solamente un imperativo de la seguridad israelí, es un deber moral para todos los que crean en la dignidad humana y en la posibilidad de paz en la región. La historia de la familia Bibas debe servir como un llamado de atención. La familia Bibas, y todas las víctimas del terrorismo de Hamás, merecen justicia. El reinado delterrordeHamásdebeterminar.Nosolo por la seguridad israelí, no solo por el futuro de Gaza, sino por la posibilidad misma de un futuro en el cual niños como Ariel y Kfir puedan crecer sin el miedo de ser arrancados de los brazos de sus padres. No puede haber paz mientras Hamás continúe gobernando.Silacomunidadinternacional realmente procura justicia, si se preocupa realmente por las vidas inocentes, entonces debe mantenerse firme: Hamás debe ser desmantelado, su terror erradicado y su estrangulamiento de Gaza quebrado. La senda hacia la paz en la región comienza con el fin de Hamás. Opinión EL AUTORA es abogada. EL AUTOR es embajador de Israel en Panamá. EL AUTOR es odontólogo. Rosela Nasta [email protected] dizará. Es un problema global que no solo afecta al IVM por causas administrativas o malos manejos, sino a todos los sistemas de pensiones creados bajo una realidad distinta a la actual. Es un tema demográfico fácil de entender. Los gobiernos de todo el mundo han aplicado diversas alternativas en conjunto para compensar la situación demográfica. Estas medidas se han aplicado, además, a sabiendas de que tampoco resulten completamente el problema, pero sin ellas, el déficit en los fondos del sistema de pensiones no hace más que aumentar Por otro lado, durante el debate en la Asamblea Nacional se ha restringido la posibilidad del manejo de los fondos del IVM, estableciéndose que el 90% de estos fondos estén en el Banco Nacional de Panamá (BNP) y la Caja de Ahorros, sin analizar si ambas entidades bancarias puedan generarle a la CSS los mejores rendimientos. Recordemos que los bancos, buscan fondos muy económicos, para poder tener márgenes de ganancias rentables para ellos. Los fondos de la CSS, deben tener rendimientos arriba del 6%, y ni el BNP, ni la Caja de Ahorros se lo pondrán dar. El BNP nunca le a dado más del 2%. Veamos como lo hace el SIACAP y el Fondo de Ahorro de Panamá y mejorémoslos. O investiguemos, como lo hace Noruega, que ha tenido muchoéxitos.Eltemadecómoinvertirlosfondos de la CSS, es lo más importante en este aspecto financiero del proyecto de la Ley 163. Con todo respeto, siento a que los diputados les hizo mucho ruido las amenazas vertidas por los dirigentes sindicales del sector de izquierda no democrática, por lo que dejaron de enfocarse en tomar las mejores decisiones para el país. Estamos aún a tiempo de rectificar, porque es mucho lo que está en juego. Durante estos últimos cinco meses he escuchado una serie de argumentos contra el aumento a la edad para pensionarse, que nada tienen que ver con las causas reales del déficit del programa de IVM, de la Caja del Seguro Social(CSS). Se trata, además, de argumentos contradictorios, ya que alegando que no se puede castigar a los asegurados que se van a pensionar en los próximos años, se castiga a los cuatro y medio millones de panameños. Antes de mencionar los diferentes argumentos que se han esbozado para oponerse al aumento de la edad, quiero reiterar que la causa principal del déficit es que hoy recibimos más de lo que aportamos, con intereses incluidos. Toda mujer pensionada actualmente con 65 años o más, así como los hombres pensionados con 70 o más, ya hemos recibido mucho más de lo aportado. Esto se agrava si tenemos en cuenta que alrededordel52%delospensionadostienen más de 70 años de edad, y que el 15% tienen más de 80 años. Además, son más las mujeres pensionadas que los hombres. Uno de los argumentos que se han expuesto, es que antes de aumentar la edad de jubilación hay que recuperar todos los dineros robados a la CSS para dárselos al Itai Bardov [email protected]

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