6A La Prensa Panamá, miércoles 26 de febrero de 2025 Panorama Aleida Samaniego C. [email protected] Se detectaron serias deficiencias en infraestructura y servicios esenciales, lo que afecta negativamente la calidad del entorno educativo. Archivo Estudio expone graves deficiencias en escuelas de cinco corregimientos CIUDAD DE PANAMÁ El estudio ¿Cómo está tu escuela?, realizado en diciembre de 2024 por el diputado de la coalición Vamos, Jorge Bloise y su equipo de trabajo, reveló que el 50% de los centros educativos públicos en los corregimientos de Juan Díaz, Don Bosco, Parque Lefevre, Río Abajo y San Francisco se encuentra en condiciones subóptimas. Según el informe, un 33.3% presenta condiciones regulares y un 16.7% está en estado deficiente. La investigación abarcó los 30 centros educativos del circuito 8-4, que atienden a una población estudiantil que varía entre 110 y 3,300 alumnos por institución. Los hallazgos evidencian serias deficiencias en infraestructura y servicios esenciales, lo que afecta negativamente la calidad del entorno educativo. El diagnóstico es preocupante: el 86.7% de los centros presenta fallas críticas en su infraestructura eléctrica, el 85% no cumple con los estándares de accesibilidad para personas con necesidades especiales y ninguna escuela alcanza un nivel excelente en saneamiento. Además, un 70% de las instituciones reporta condiciones regulares en este aspecto. El diputado Bloise destacó que algunas escuelas, como la Elena Chávez de Piñate y la Isabel Herrera de Obaldía, podrían no estar listas para iniciar clases el 10 de marzo debido a la clausura de varios salones. Indicó que envió una nota formal al Ministerio de Educación (Meduca) para exponer la situación, pero aún no ha recibido respuesta oficial. Para la elaboración del estudio, el equipo de Bloise diseñó una matriz de evaluación basada en cuatro pilares: calidad docente, calidad educativa, infraestructura y personal administrativo. Más estudiantes que computadoras El informe también pone de manifiesto una grave carencia de recursos tecnológicos. En el Instituto José Dolores Moscote, con 3,300 estudiantes, solo hay 20 computadoras, lo que equivale a 165 alumnos por equipo. En el Colegio José Remón Cantera, con 2,800 estudiantes, hay solo 40 computadoras, lo que representa una por cada 70 alumnos. En el Instituto Profesional y Técnico Juan Díaz, con 1,880 estudiantes, no se dispone de datos precisos sobre el equipamiento tecnológico. El estado de la conectividad a internet en los centros educativos del circuito 84 refleja una brecha digital significativa: el 70.1% de los centros presenta una condición deficiente y apenas un 3.3% mantiene un servicio bueno. La cobertura se encuentra limitada principalmente a áreas administrativas y ciertos laboratorios de informática, dejando sin acceso a gran parte del espacio educativo. Bloise advirtió que esta situación se ve agravada por las deficiencias en la infraestructura eléctrica, lo que impide el uso efectivo de los puntos de conexión existentes y la expansión de la red. Además, solo 11 cocineras atienden a todo el circuito y hay 8 centros con comedores activos sin personal asignado. Quizás lo más revelador del estudio es el “voto de desconfianza” que la ciudadanía está dando al sistema público de educación. En corregimientos como San Francisco, el 81.2% de los estudiantes asiste a colegios particulares. Esta preferencia por la educación privada en una zona con buenos indicadores socioeconómicos sugiere una crisis de confianza en la capacidad del Estado para ofrecer educación de calidad. El proyecto de rio Indio implica la inundación de 4 mil 500 hectáreas y tiene un costo de 1,500 millones de dólares. Alexander Arosemena Río Indio: ‘cada persona tiene una condición diferente’ ElianaMorales Gil [email protected] ENTREVISTA ‘Es un tema complejo que va a tomar mucho tiempo. Esto no es de una semana ni dos semanas, va a tomar de 12, 18, hasta 20 meses para poder llegar a acuerdos con las distintas personas’, dijo la subadministradora del Canal, Ilya Espino de Marota. El Canal de Panamá avanza en el proceso de compensación para los habitantes de la cuenca del río Indio que serán impactados por la construcción del embalse. De acuerdo a datos preliminares de un censo que se realiza en la zona, en el área hay 538 hogares, 1714 personas: 53% son hombres, y 47% son mujeres. El lago de río Indio garantizará agua para el paso de los barcos por el Canal de Panamá y el consumo humano. Según la subadministradora del Canal, Ilya Espino de Marotta, se busca garantizar un proceso justo y transparente, tomando en cuenta las condiciones específicas de cada familia. El censo, contó, servirá de base para definir las compensaciones. Todo el proyecto cuesta $1,500 millones. “Con la resolución de junta directiva (que aprobó la construcción del lago de río Indio), se establece que el plazo de este censo es hasta el 30 de abril, porque para nosotros es sumamente importante saber la condición de las personas”, explicó Espino de Marotta. “Las condiciones de todas las personas no son iguales, no todas las comunidades son iguales y las afectaciones no son iguales”, afirmó la subadministradora en entrevista con La Prensa. Por ello, la forma en que se manejarán las compensaciones será diferente en cada caso. Opciones para los afectados De acuerdo con la subadministradora de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), los residentes tendrán la posibilidad de decidir qué alternativa se ajusta mejor a sus necesidades, ya sea permanecer en la zona o trasladarse a otro lugar. “No es un plan que el Canal de Panamá va a imponer a nadie, es un proyecto que vamos a trabajar en conjunto”, enfatizó. Explicó que actualmente se están creando espacios de diálogo con las comunidades, donde los habitantes han expresado distintas preferencias. “Por ejemplo, tenemos algunas personas que dicen: ‘Mira, yo estoy aquí solo, estoy bastante remoto, yo quisiera reubicarme en un lugar más cerca de acceso vial’. Hay otras que dicen: ‘Mira, ya mis hijos se fueron, ya falleció mi esposo, yo quisiera regresar a Azuero, que es el área de donde vine’. Y hay personas que dicen: ‘Yo no me quiero ir de aquí, yo quiero estar justo al lado’”. Le puede interesar: ¿Cuánto cuesta un palo de mango? El relato de un pueblo que se niega a desaparecer También hay casos en los que algunos propietarios de terrenos amplios han planteado vender una parte de sus tierras para que sus familiares sean reubicados dentro de la misma zona. “Están los que nos dicen: ‘Mira, yo estoy aquí, yo no me voy a impactar, pero tengo un terreno grande y una familia en el área impactada. Aquí yo pudiera proveer un terreno y reubicar a parte de la familia’”. Espino de Marotta reconoció que este es un proceso complejo que tomará tiempo. “No estamos diciendo que es sencillo. Es un tema complejo que va a tomar mucho tiempo. Esto no es de una semana ni dos semanas, va a tomar de 12, 18, hasta 20 meses para poder llegar a acuerdos con las distintas personas, porque cada una tiene una condición diferente. Y lo que uno quiere es minimizar el impacto en esas personas”. Compensaciones y acompañamiento La funcionaria aseguró que el Canal ofrecerá distintas opciones de compensación y que cada caso será evaluado individualmente para garantizar la mejor solución para los afectados. “Lo que prefiera el residente, siempre y cuando sea lo mejor para la familia”, dijo. Puso como ejemplo un caso reciente discutido en una reunión con la comunidad de Las Marías de Penonomé, en la provincia de Coclé. “Hay personas que nos dijeron: ‘Mira, yo tengo 110 hectáreas, pero se me van a afectar 20 y quisiera que me compensen financieramente en lugar de reemplazar las hectáreas’”. Sin embargo, aclaró que, en casos de familias con hijos menores, se buscarán soluciones que no las dejen en una situación vulnerable. “Hay personas que quizá van a querer todo el efectivo, pero si tienen familia, no queremos que se queden sin nada más que ese dinero, porque si el efectivo desaparece, la familia queda desamparada. Entonces, hay que evaluar la condición de cada familia”. Reiteró que la voluntad de los afectados será tomada en cuenta, pero siempre dentro del marco de proteger su futuro. “Por supuesto que la voluntad de ellos es lo que va a prevalecer, pero siempre dentro del marco de proteger el futuro de esa familia. Y también se les ha dicho que va a haber un acompañamiento”. Uno de los aspectos clave será garantizar que quienes dependan de actividades productivas no se vean perjudicados. “Si alguien tiene una plantación de café lista para producir este año y debe reubicarse, el Canal de Panamá va a acompañar a esa familia para rehacer su plantación. Durante el tiempo que tome para que la nueva producción alcance el nivel que tenía antes de la reubicación, el Canal los va a respaldar”. Además, destacó que la incorporación del área de río Indio a la cuenca del Canal traerá beneficios adicionales. “El Canal de Panamá tiene proyectos más allá del de río Indio. Al ser cuenca, tiene muchos beneficios para los residentes, con programas que hemos desarrollado en la cuenca occidental durante 25 años. Ahora río Indio se incorpora y tendrá ese acompañamiento”. Infraestructura y calidad de vida Ilya Espino de Marotta explicó que el plan de reubicación no solo contempla la construcción de viviendas, sino también la adecuación de infraestructura básica para garantizar que las comunidades reubicadas tengan acceso a los mismos servicios o mejores. “Por ejemplo, si una comunidad tiene una escuela para 50 niños y con la reubicación de estas otras casas habrá 20 niños más, el Canal de Panamá ampliará el tamaño de esa escuela para recibirlos. Si el centro de salud era para una población determinada y esta va a aumentar, el Canal de Panamá construirá un nuevo centro o ampliará el existente para atender a la población adicional”. Asimismo, indicó que en algunos casos se podrían crear comunidades completamente nuevas si los afectados así lo deciden. “Hay algunas comunidades de 5 o 10 casas. Si esa comunidad quiere reubicarse junta, se buscará un área específica para hacerlo”. Para definir estos aspectos, se tomarán en cuenta los lazos comunitarios y la relación de cada familia con su entorno. “Estamos hablando de tres provincias diferentes, y hay que ver cuál es el acercamiento cultural de la familia. Algunos se relacionan más con el área de Colón, otros con Penonomé o con Panamá”. Un proceso de diálogo continuo Espino de Marotta insistió en que la clave del proceso es la participación de los afectados y la toma de decisiones informadas. “Por eso es importante el censo, porque nos dará el insumo para conversar con las personas”. Cada caso se atenderá individualmente. “Si es ganado, es ganado. Si es vivienda, es vivienda”. El objetivo es garantizar que los afectados puedan mantener su medio de vida sin alteraciones drásticas. Finalmente, aseguró que se establecerán acuerdos de compensación justos. “Se creará un grupo escogido por la comunidad para establecerelmarcodereferencia. Luego, le tocará al Canal de Panamá lidiar con cada una de las familias, una por una, para cumplir con sus expectativas”. El reto, indicó, es lograr un equilibrio en el que las compensaciones sean justas para todos los afectados, respetando sus derechos y minimizando el impacto de la reubicación. Un fallo de la Corte Suprema de Justicia declaró que el río Indio forma parte de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, y en consecuencia, se convirtió en la opción para construir el reservorio. El pasado viernes, la junta directiva de la ACP declaró que la construcción del embalse es una prioridad.
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