6A La Prensa Panamá, martes 25 de febrero de 2025 Panorama Migrantes esposados suben a un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Archivo Ministro de Seguridad da detalles sobre la repatriación de migrantes Aleida Samaniego C. [email protected] REPATRIACIÓN En tres vuelos, Panamá recibió a 299 migrantes expulsados, entre los cuales se incluyen 155 mujeres y 144 hombres, como parte de un acuerdo con Estados Unidos. En la última semana, Panamá ha emergido como un actor clave en la repatriación de migrantes expulsados por el gobierno de Estados Unidos, enfrentando retos tanto logísticos como humanitarios. Un total de 299 migrantes —155 mujeres y 144 hombres— fueron trasladados a Panamá en tres vuelos, realizados los días 12, 14 y 15 de febrero, como parte de un acuerdo entre Panamá y el gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump. En un conversatorio con La Prensa, el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, detalló los aspectos clave de la operación, explicando cómo el país ha gestionado el proceso desde que los migrantes llegaron a suelo panameño. Este desafío no solo involucra el traslado de miles de migrantes, sino también la protección de sus derechos humanos durante todo el proceso. El proceso comenzó con una solicitud oficial de la Casa Blanca al presidente de Panamá, José Raúl Mulino, para que el país recibiera a los migrantes deportados desde Estados Unidos. El canciller encargado, Carlos Ruiz, fue quien gestionó la comunicación, y de este intercambio surgió la operación denominada Decápolis. En su mayoría, los migrantes provienen de países como India, China, Irán y otras naciones, reflejando la diversidad de las rutas migratorias que cruzan el continente en busca de un futuro mejor. Ábrego explicó que, de los 299 migrantes, 66 ya han sido repatriados a sus países de origen, mientras que 128 han optado por regresar voluntariamente a sus hogares. Estos migrantes se encuentran albergados en el Hotel Decápolis, donde han recibido apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), así como visitas de representantes de embajadas y consulados. El proceso de repatriación es voluntario y se basa en la decisión de los migrantes, con la ayuda de la OIM y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para garantizar su retorno seguro. Un tercer grupo, compuesto por 103 migrantes, ha sido trasladado a la Estación Temporal de Recepción Migratoria de San Vicente, en la provincia de Darién, un espacio donde reciben atención médica, alimentación y descanso mientras se coordinan sus próximos pasos. Este grupo enfrenta incertidumbre, ya que su futuro depende de la gestión de la OIM y Acnur para reubicarlos en un tercer país, donde puedan vivir de manera segura y digna. La sorpresa de la operación ocurrió con el primer vuelo, que incluyó migrantes menores de edad, lo que contradecía los acuerdos previos entre Panamá y Estados Unidos. Ábrego explicó: “solicitamos que los migrantes fueran adultos y estuvieran completamente identificados”. Sin embargo, el primer vuelo trajo consigo un grupo de 12 familias, sumaba un total de 24 niños, niñas y adolescentes, una situación inesperada para las autoridades panameñas, que habían solicitado explícitamente que los migrantes estuvieran completamente identificados y que no incluyeran menores de edad. Afortunadamente, este error fue corregido en los vuelos posteriores, en los cuales solo llegaron adultos, cumpliendo así con lo acordado. El Decápolis: el refugio temporal para los migrantes El gobierno de Panamá optó por alojar a los migrantes en el Hotel Decápolis, el único establecimiento con la capacidad disponible en esas fechas para recibirlos. Sin embargo, la logística no fue sencilla, ya que no todos los migrantes viajaban en grupos familiares, lo que dificultó la distribución de las habitaciones. Las autoridades panameñas, junto con la OIM y Acnur, llevaron a cabo un registro exhaustivo de los migrantes, garantizando que todos estuvieran correctamente identificados. Una medida de seguridad crucial fue la verificación biométrica, que permitió identificar a los migrantes mediante huellas dactilares, reconocimiento facial, iris, voz y otros parámetros únicos, como la geometría de la mano. La biometría también permitió comprobar que al menos 80 de estos 299 migrantes ya habían pasado por Panamá en su tránsito hacia Estados Unidos. Además, esta tecnología ayudó a verificar que los migrantes no tuvieran antecedentes criminales registrados en bases de datos internacionales, como Interpol o Ameripol, agregó Ábrego. Compromiso de Panamá con la dignidad y seguridad de los migrantes Ábrego destacó que, a pesar de los desafíos logísticos y de seguridad, el gobierno de Panamá ha trabajado incansablemente para garantizar que los migrantes reciban la atención adecuada mientras se organiza su regreso. “La OIM y Acnur han trabajado de manera conjunta para asegurar que los migrantes regresen a sus países de forma segura, ya sea por vía aérea o terrestre”, comentó. Además, uno de los aspectos más destacados de este proceso es la voluntad de los migrantes. Aunque algunos han solicitado apoyo para retornar a Estados Unidos, aunque esto no es una opción. La mayoría ha optado por regresar voluntariamente a sus países de origen. “Nadie ha sido obligado a regresar. El interés de la mayoría es regresar a su país o encontrar un lugar donde puedan vivir con seguridad”, afirmó Ábrego. El proceso de repatriación está respaldado por un memorándum de entendimiento firmado entre Panamá y Estados Unidos, bajo la administración del presidente Biden. Este acuerdo establece la cooperación entre ambos países para la repatriación de migrantes y se refiere al Decreto Ejecutivo 5 de 2018, que regula el trato a los refugiados en Panamá. Sostuvo que el presidente de la República fue claro en señalar que no se recibirán más deportados directamente desde Estados Unidos a menos que exista un convenio formal entre ambos países. Este mensaje reafirma la postura del gobierno panameño sobre la necesidad de acuerdos previos para futuros procesos de repatriación, destacando la importancia de un respaldo formal para cualquier nuevo acuerdo. El ministro de Seguridad afirmó que el gobierno panameño ha trabajado con transparencia, asegurando que los migrantes sean tratados con dignidad y respeto en todo momento. El proceso sigue evolucionando, y se espera que, en los próximos días, más migrantes regresen a sus hogares. Ayer, serían repatriados 65 ciudadanos de nacionalidad turca, rusa, china y vietnamita distribuidos en aerolíneas como KLM y Turkish Arline, según datos del Servicio Nacional de Migración. El proceso de repatriación ha puesto en evidencia los enormes desafíos que enfrentan miles de migrantes en su búsqueda de un futuro mejor, obligados a atravesar territorios en condiciones extremas. La operación Decápolis no es solo un proceso administrativo o logístico; es un testimonio de la importancia de la cooperación internacional y de asegurar que cada migrante, sin importar su origen, sea tratado con dignidad. A medida que algunos migrantes regresan a sus países, otros esperan encontrar un nuevo hogar. Todos tienen una historia que contar. Ningún colectivo político sufrió un revés más fuerte que el Partido Revolucionario Democrático (PRD) en la elección presidencial de 2024. Las secuelas de la derrota las ha sentido el número de su membresía, que se ha visto mermada tras los resultados en las urnas, que llevaron a la presidencia de la República a José Raúl Mulino y a su partido Realizando Metas (RM). Al inicio de ese año electoral, el PRD ostentaba una membresía de 687 mil 304 adherentes. Pero el más reciente reporte de inscritos en partidos políticos del Tribunal Electoral —del 20 de febrero— revela una pérdida de 96 mil 275 miembros en poco más de un año. El partido del excandidato presidencial, José Gabriel Carrizo, ha perdido un promedio de 173 integrantes por día desde el pasado 2 de enero. Porcentualmente, el partido ha perdido un 14% de la que era su membresía hace un año. A pesar de la marcada debacle tras la derrota electoral más grande en la historia del colectivo, donde obtuvo solo el 5.8% de los votos, el partido continúa superando a las otras agrupaciones políticas del país en cuanto a número de inscritos: cuenta con 591 mil 29. Entre los otros colectivos más afectados por número de bajas se encuentra el partido Cambio Democrático (CD), que ha perdido 16 mil inscritos entre enero de 2024 y febrero de 2025. Le sigue el Partido Panameñista, que ha perdido 13 mil personas. Las bajas representan una disminución El PRD pierde 96 mil miembros y RM crece en medio de diferencias POLÍTICA Y PODER del 5.7% y 5.5%, respectivamente, en el número de adherentes de estos colectivos. Por otro lado, el partido Movimiento Otro Camino (Moca) del excandidato presidencial Ricardo Lombana sigue perdiendo membresía. Entre enero de 2024 y febrero de 2025, Moca ha perdido un 6.5% o 2 mil 417 personas. Actualmente tiene 34 mil 813 miembros, es decir, no ha aprovechado los más de 559 mil votos que Lombana obtuvo en la elección presidencial de 2024. Oficialismo Otro panorama se presenta para el gobernante RM, que solo ha conocido el incremento de adherentes desde hace un año. Su membresía ha aumentado en un 10.7% o 27 mil 841 personas. Desde el inicio del año, el colectivo ha registrado, en promedio, hasta 780 inscripciones por semana. Lo anterior, a pesar de las diferencias que han salido a relucir entre miembros del partido y los que están en Gobierno. Un ejemplo: la protesta el 18 de febrero en los predios de la Presidencia para exigir plazas de empleo al presidente José Raúl Mulino; y las discrepancias por una eventual alza de la tarifa del metro, Mario De Gracia [email protected] El PRD ha perdido un promedio de 173 integrantes por día desde el pasado 2 de enero. . Archivo
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNDg2MA==