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8A La Prensa Panamá, jueves 20 de febrero de 2025 ca con pensadores como Locke, Rousseau y Kant. Sin embargo, la versión moderna del concepto se gesta partir de los inicios de la Revolución Industrial en Europa en el Siglo XIX, cuando las condiciones de explotación extrema de la clase obrera eran deplorables: los bajos salarios, jornadas laborales superando las 12 horas diarias, el trabajo infantil sin restricciones, la carencia de seguridad social ni del derecho a huelga. Millones de trabajadores y sus familias se batían en condiciones insalubres, con acceso limitado a educación y salud. Ante este escenario dantesco se despertó la denuncia y la demanda de reformas en defensa de los derechos laborales. En los siglos XIX y XX, la justicia social se convirtió en un principio central en la lucha contra la explotación laboral. Por ejemplo, la Doctrina Social de la Iglesia, formulada primero por el Papa León XIII en Rerum Novarum en 1891, promovió la protección de los trabajadores y una distribución justa de la riqueza. Con el tiempo, la lucha obrera y las reformas sociales trajeron avances significativos, como la reducción de la jornada laboral, la implementación de salarios mínimos y la creación de sistemas de protección soArmas, transparencia fiscal y Europa Nueva realidad chen, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció que el gasto militar de los países de la Unión Europea (UE) debe incrementarse, desde el actual promedio cercano al 2% del PIB, hasta más allá del 3%. Incluso prometió medidas comunitarias para permitir más espacio fiscal para que esta meta se alcance. Un analista político de The Guardian escribió el pasado domingo 16 de febrero, que en el Reino Unido, la necesidad de incrementar el gasto militar pasó de ser un consenso silencioso entre todas las corrientes políticas, para transformarse en alarma. En fin, que Europa de seguro gastará más en defensa, lo cual pondrá una presión extra, muy fuerte, en los presupuestos de los países que la integran y en los que comparten su esquema de defensa. Esos números arriba citados han sido pensados partiendo de que la amenaza vendrá solamente desde el Este, sin embargo, en estos tiempos MAGA ya ni eso está seguro, vistos los amagos imperiales de Estados Unidos sobre Groenlandia, el patético discurso antieuropeo de J.D. Vance en la Conferencia de Seguridad en Alemania y el cortejo a Rusia que Estados Unidos parece emprender, cada vez con menos pudor. Para completar el panorama presupuestario tétrico para las haciendas europeas, está la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, la cual puede generar inflación, la caída del comercio mundial, lentitud generalizada de la inversión, a la espera de lo que pueda ocurrir. En suma: esa reducción del movimiento económico también podría agregar presión sobre el panorama fiscal europeo, en este caso por el lado del ingreso. Más gasto por la presión del tema militar. Inestabilidad o hasta posible reducción de la recaudación por la guerra comercial. Ese dilema de los diversas haciendas de Europa, solamente se puede enfrentar por una combinación de aumento de recaudación, inremento de deuda y/o reducción del gasto en otros servicios públicos. Ninguna es agradable. Hablemos de la recaudación. Es importante recordar que la UE no es un estado federal. La potestad soberana de recaudar impuestos corresponde a cada uno de sus miembros. Evidentemente hay coordinaciones desde Bruselas de algunos temas que impactan la recaudación de impuestos como ciertas reglas sobre el IVA, patrones jurisprudenciales sobre los incentivos fiscales (ayudas de Estado) y otros, pero la estructura del sistema normativo tributario y la forPublio Ricardo Cortés C. [email protected] En defensa de la justicia social Punto de vista El concepto de justicia social ha sido un elemento clave en la construcción de las sociedades contemporáneas, y su evolución se ha nutrido de diversas corrientes filosóficas, religiosas y políticas. Por otro lado, hay quienes que, de manera militante, lo denuncian como un artificio dañino para el progreso, argumentando que la intervención del Estado en la economía, en aras de mejorar la equidad social, atenta contra la libertad individual y la propiedad privada. Por ello, es oportuno examinar el devenir del concepto y su implementación, sobre todo a partir de la transformación productiva introducida por la Revolución Industrial en el Siglo XIX, resaltando sus logros en la construcción del Estado moderno y el trasfondo de las críticas que despierta, resaltando los intereses económicos detrás de su rechazo. Desde la antigüedad, la justicia social ha sido un ideal en la organización de las sociedades. Platón y Aristóteles la entendían como armonía social y equidad en la distribución de bienes. Durante la Edad Media, Santo Tomás de Aquino integró estos principios con la teología cristiana, enfatizando el bien común. La Ilustración aportó ideas sobre derechos naturales e igualdad políticial, al menos en las sociedades más industrializadas. A lo largo del Siglo XX, la implementación de políticas redistributivas, como impuestos progresivos y programas de bienestar, ha reducido la desigualdad y fomentado la movilidad social, generando importantes avances en la calidad de vida de los trabajadores. En el ámbito social, la vocación por una mayor justicia social ha promovido los derechos laborales básicos, la igualdad de género y la protección contra la explotación, así como el acceso a educación y salud pública. Además, ha sido clave en la defensa de grupos vulnerables como minorías étnicas, migrantes y personas con discapacidad. Es un hecho innegable que la sociedad capitalista moderna, con todos los problemas que persisten en cuanto a las inequidades persistentes y los retos para la sostenibilidad ambiental, se ha estabilizado enormemente, sobre todo a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, con la implementación de enfoques orientados a mejorar la equidad y promover el acceso más igualitario a las oportunidades sociales y económicas. Por otro lado, los libertarios critican la justicia social desde principios filosóficos y económicos que priorizan la libertad individual y la propiedad privada. Consideran que la redistribución de la riqueza es coercitiva y que el mercado libre es el mecanismo más eficiente para asignar recursos. Estas ideas provienen del liberalismo clásico y la Escuela Austriaca de Economía, con pensadores como Friedrich Hayek y Ludwig von Mises, quienes argumentaban que la planificación central y la redistribución limitan la libertad individual. EL AUTOR es médico salubrista. EL AUTOR es abogado, experto en tributación y fue jefe de la Dirección General de Ingresos entre octubre de 2014 y febrero de 2018. ma de operar de sus administraciones tributarias, son autónomos. En el caso de los países geográficamente europeos, pero que no son parte de la UE, como Inglaterra o Suiza, esa autonomía es total. Teniendo muy en cuenta lo anterior, el escenario de inevitable aumento del gasto de defensa y la posible contracción de la actividad económica, originada en la guerra comercial en desarrollo, colocará a las administraciones tributarias europeas, sean o no miembros de la UE, ante el gran reto de aumentar la recaudación. Las herramientas son las mismas de siempre, puestas en modo crisis: aumentar impuestos, recaudar mejor y cerrar fuertemente las barreras de la evasión, todo ello con aplicación de todas las herramientas a disposición, entre las cuales destacan los convenios internacionales y el uso de la tecnología. Es aquí donde entra la transparencia fiscal y los mecanismos de intercambio de información tributaria, lo cual impacta a Panamá. Porque es importante que la comunidad panameña sepa que para los europeos, al igual que para todas las administraciones tributarias, el intercambio de información en materia fiscal es, a la vez, una herramienta de recaudación de impuestos y de combate a la evasión. Contrario a lo que algunos desinformados piensan, el intercambio de información entre países con fines fiscales, no es para Europa o Sudamérica, un arma secreta para “atacar” a Panamá, porque somos tan chéveres que nos tienen envidia. Ojalá fuéramos tan importantes o tan temidos. Los “enemigos” reales de cada una de esas Administraciones Tributarias, son sus propios contribuyentes que podrían estar tratando de utilizar espacios de opacidad en la legislación de Panamá, para intentar no pagar impuestos en sus respectivos países. Si un ciudadano francés y un súbdito británico son socios de una sociedad panameña que es dueña de un maravilloso hotel en Bermuda, cuyos dividendos anuales se depositan en una cuenta en un banco en Hong Kong, dicha utilidad podría ser gravable en Reino Unido y en Francia. A las administraciones tributarias de esos países les inteEl pasado 12 de diciembre, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ofreció un discurso en Bruselas donde dijo muchas verdades sobre la defensa europea y su capacidad de enfrentar sus amenazas. De forma cruda afirmó que la OTAN no está lista para los retos que se le pondrán en el camino en los próximos 4 ó 5 años. Más adelante agregó que para preservar el modo de vida en territorio OTAN “es hora de cambiar a una mentalidad de guerra”. Todos los preludios del discurso lo llevaron a lo que calificó como el “principal punto” de su exposición: el gasto de defensa. Luego de destacar que ahora la OTAN gasta más que hace una década, dejó claro que dicho gasto es mucho menor que en la guerra fría, cuando los europeos dedicaban a defensa un monto por encima del 3% del Producto Interno Bruto (PIB). Agregando que en 2023 la OTAN acordó que el gasto de defensa debía ser al menos de 2% del PIB, pero que él podía decir que realmente se necesitaría mucho más. El nuevo monarca de Estados Unidos y emperador del mundo le viene diciendo, desde enero de este año, a sus “socios” europeos de la OTAN, que deben alcanzar el 5% del PIB en gasto de defensa. Meta de lo más curiosa, especialmente porque el propio Estados Unidos el año pasado dedicó a defensa 3.4% de su PIB. “The International Institute for Strategic Studies (IISS)”, quizás el más importante “think tank” de temas de defensa, lanzó el pasado 12 de febrero la última edición de su famoso estudio anual Military Balance Report. Entre tantos datos del IISS, sobresalió uno fundamental y nuevo: Rusia, como consecuencia de la guerra de Ucrania, ha logrado en 2024 un crecimiento de su gasto militar muy grande, 40% mayor que el año anterior, tan alto que supera a todos los países de Europa juntos, lo cual va combinado con una reforma importante de su complejo militar-industrial. El pasado 14 de febrero, en su discurso ante la Conferencia de Seguridad de MünLa lucha obrera y las reformas sociales trajeron avances significativos, como la reducción de la jornada laboral, la implementación de salarios mínimos y la creación de sistemas de protección social, al menos en las sociedades más industrializadas. Juan Antonio Casas Zamora [email protected] El nuevo monarca de Estados Unidos y emperador del mundo le viene diciendo a sus “socios” europeos de la OTAN que deben alcanzar el 5% del PIB en gasto de defensa. El año pasado Estados Unidos dedicó a defensa el 3.4% de su PIB. resa que Panamá les comparta toda la información posible de esos caballeros, para darles seguimiento y cobrar el impuesto o aplicarles sanciones. Ese es todo el cuento. Si Panamá no colabora o lo hace de mala gana, de tal forma que la eficacia del sistema no logra su objetivo, entonces esos países toman medidas que buscan bloquear el camino a sus contribuyentes evasores. Eso no se limita a las listas que afectan la reputación de Panamá. De hecho, lo de las listas se queda en el campo de la imagen. El verdadero golpe a la evasión viene con lo que ellos llaman “medidas defensivas”. Para ilustración veamos algunos ejemplos de la vida real: En Austria, los contribuyentes del Impuesto Sobre la Renta no se pueden deducir las gastos asociados con sociedades de países que están en listas de la UE. En Bulgaria, si un contribuyente hace un pago a una sociedad de Panamá deberá hacer una retención de impuesto de castigo, porque estamos en la lista de la UE. Y así hay mucho más. Todas esas medidas son de Derecho Doméstico de cada país y no veo forma diplomática, comercial o militar que Panamá tenga, para obligarlos a hacer algo diferente. Según mi modo de ver, dado que el incremento de la recaudación es especialmente importante para todos los países de Europa, en estos momentos de aumentos casi que desesperados de los gastos de defensa, eso provoca la necesidad ineludible de que los países de Europa, sean o no parte de la UE, incrementen el uso del intercambio de información fiscal, que es uno más de los diversos instrumentos de recaudación. La necesidad anterior no desaparecerá si los MAGA, en su afán aislacionista, deciden acabar con la OCDE o destruir al Foro Global. Incluso asumiendo ese escenario extremo, igual cada país europeo tiene su propio Fisco, cada país tiene la necesidad de incrementar su gasto de defensa y de atender sus servicios públicos, por lo que es muy probable que cada país europeo siga utilizando los convenios de intercambio de información fiscal, porque son una herramienta de recaudación. El tiempo dirá si estoy en lo correcto. Con el auge del neoliberalismo en los años 70 y 80, las críticas libertarias cobraron fuerza. Líderes como Milton Friedman, Ronald Reagan y Margaret Thatcher promovieron políticas de desregulación y reducción del Estado de bienestar, de paso favoreciendo a las grandes corporaciones y élites económicas, que medraron enormemente con la reducción de regulaciones laborales y ambientales, así como de la privatización de servicios públicos. La eliminación de la justicia social beneficiaría a sectores que prosperan en entornos de alta desigualdad y menor intervención estatal. Sin regulaciones, las empresas pueden reducir costos y aumentar sus márgenes de ganancia. Además, la privatización de servicios esenciales como salud y educación genera oportunidades de negocio para corporaciones privadas, afectando el acceso equitativo a estos derechos básicos. Estos son las motivaciones profundas que animan los proyectos destructores del Estado tipo Javier Milei o de los ultra-billonarios como Elon Musk, quienes despliegan hoy con desparpajo sus “motosierras”, en defensa de los intereses económicos que, con el afán de eliminar las regulaciones y maximizar las ganancias, buscan llevarnos de nuevo al mundo deshumanizado del capitalismo salvaje de hace doscientos años, En conclusión, la justicia social ha sido fundamental para mejorar las condiciones de vida de millones de personas y reducir las desigualdades. El debate sobre el papel del Estado en la sociedad es clave para garantizar un futuro más equitativo y sostenible. Como en su momento dijera Leonel Jospin, primer ministro de Francia a principios del Siglo XXI: “Sí a la economía de mercado, no a la sociedad de mercado”. Opinión

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