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2B La Prensa Panamá, miércoles 19 de febrero de 2025 Economía & Negocios Integración comercial para reducir la dependencia externa Latinoamérica Luis Eduardo Ocando economí[email protected] Durante años, los países en desarrollo de Latinoaméricahan construido sus economías alrededor de la demandademercadosmás avanzados, convirtiéndose en exportadores de materias primas y consumidores de productos manufacturados. Esta situación ha provocado una marcada dependencia de decisiones económicas, políticas y geopolíticas de naciones ajenas, dejando a nuestras economías expuestas ante crisis externas, restricciones comerciales y fluctuaciones en la demanda global. La pregunta que debemos plantearnos es: ¿por qué seguimos atados a actores externos cuando contamosconunmercadoregional que tiene un potencial de crecimiento inmenso? Reevaluar nuestra estrategia comercial dentro de Latinoamérica es fundamental para disminuir nuestra vulnerabilidad y fortalecer nuestras economías aprovechando nuestras propias capacidades y recursos. El talón de Aquiles de la dependencia comercial La historia reciente nos ha enseñado cómo las decisiones unilaterales de potenciaseconómicasimpactan de manera directa el comercio y la estabilidad económica de los países en desarrollo. Desde los aranceles impuestos por Estados Unidos hasta las restricciones ambientales y sanitarias de la Unión Europea, los mercados latinoamericanos han quedado atrapados en una relación desigual, donde se dictan condiciones que perjudican el flujo de exportaciones e importaciones. A esto se añade la inestabilidad de los mercados financieros y la vulnerabilidad frente a cambios en el tipo de cambio, ya que muchaseconomíasdelaregión dependen del dólar y otras monedas fuertes para sus transacciones comerciales internacionales. Esta realidad exacerba la inestabilidad económica y deja a las naciones sin margen de maniobra ante crisis globales. La gran oportunidad: un mercado regional más fuerte El reto para los países latinoamericanos no debería ser seguir pidiendo condiciones más favorables a las economías desarrolladas, sino construir redes de comercio e inversión más sólidas y efectivas. Hoy en día, el comercio intrarregional en América Latina representa solo entre el 15% y el 20% del total de exportaciones, una cifra muy baja en comparación con otras regiones, como la Unión Europea (cerca del 60%) o Asia (aproximadamente 50%). El potencial de crecimiento del comercio entre países latinoamericanos es enorme. Existen complementariedades económicas que podrían ser aprovechadas si se implementan estrategias claras para reducir barreras comerciales, mejorar la infraestructura logística y armonizar regulaciones. Un enfoque estratégico permitiría la creación de cadenas de valor regionales que beneficien a múltiples países y reduzcan la necesidad de depender de mercados externos. Claves para una estrategia comercial regional sólida 1. Mayor integración económica: es tiempo de fortalecer bloques comerciales como el Mercosur, la Alianza del Pacífico y el SICA, con un enfoque pragmático que priorice el comercio real sobre la burocracia diplomática. 2. Inversión en infraestructura y logística: la falta de conectividad terrestre y marítima entre los países de la región encarece el comercio interno y limita las posibilidades de integración. Construir corredores logísticos eficientes es clave para mejorar la competitividad. 3. Diversificación de productos y servicios: muchas economías latinoamericanas dependen de la exportación de materias primas. Es hora de impulsar el desarrollo industrial y la exportación de productos con mayor valor agregado dentro de la región. 4. Monedas locales y mecanismos financieros regionales: disminuir la dependencia del dólar en las transacciones comerciales mediante acuerdos de compensación en monedas locales o establecer un sistema de pagos regional ayudaría a proteger nuestras economías de la volatilidad de divisas extranjeras. 5. Políticas comerciales coordinadas: América Latina debe dejar atrás el proteccionismoextremoylas barreras arancelarias innecesarias entre sus propios países. Facilitar el comercio interno es el primer paso para fortalecer el mercado regional. Conclusión: la decisión está en nuestras manos Los países en desarrollo de América Latina confrontan una valiosa oportunidad para transformar sus economías y disminuir su vulnerabilidad ante factores externos. Pero esto no ocurrirá si continuamos confiando en la dependencia de mercados desarrollados sin reforzar nuestro propio comercio interno. Es hora de cambiar de mentalidad, comprendiendo que el crecimiento y la estabilidad económica deben surgir desde dentro, a través de estrategias claras de integración regional que nos permitan crear riqueza sin depender de decisiones ajenas. La clave para el futuro deLatinoaméricanoreside en seguir esperando mejores condiciones de los mercados desarrollados, sino en construir un modelo comercial propio que sea fuerte y sostenible. La oportunidad está aquí. Solo falta la voluntad políticayempresarialpara aprovecharla. La Unión Europea aprobó mantener en su lista negra de paraísos fiscales a Panamá. Alexander Arosemena ¿Reforzar la cooperación fiscal para salir de listas? Yasser Yánez García [email protected] TRANSPARENCIA Panamá debe atender los “temas estratégicos” que la Unión Europea considera prioritarios, según expertos. Panamá continúa enfrentando el desafío de su inclusión en listas discriminatorias de la Unión Europea (UE) en materia fiscal. Ante esta situación, expertos en la materia han resaltado la necesidad de una estrategia coordinada entre el gobierno y la empresa privada para lograr la exclusión del país de estas “listas discriminatorias”. El presidente del Consejo de Servicios Internacionales de Panamá (Cosip), Moisés Cohen, subrayó la importancia de cumplir con la promesa del presidente José Raúl Mulino de establecer una comisión presidencial que integre al sector público y privado. Según Cohen, esta comisión debe definir estrategias para acercarse a los países europeos y realizar el lobby necesario, tanto diplomático como comercial, para agilizar la salida de Panamá de estas listas. “Hay que hacer un esfuerzo muy importante, muy grande, entre el sector privado y el sector público para poder salir de estos listados”, advirtió. Por su parte, José Andrés Romero Angrisano, socio de GIINTAX, organización especializada en transparencia fiscal internacional, destacó dos aspectos clave en este proceso. Primero, Panamá debe entender y atender los “temas estratégicos” que la Unión Europea considera prioritarios para remover al país de la lista de terceros países de alto riesgo. Aunque estos temas no son de acceso público, el especialista presume que el gobierno panameño los conoce y debe actuar en consecuencia. El segundo punto crucial es lograr la calificación de Largely Compliant (mayormente cumplidor) por parte del Foro Global de la OCDE en el estándar de intercambio de información a solicitud. Para ello, asegura que la Dirección General de Ingresos (DGI) debe reforzar su capacidad operativa para responder con eficacia y prontitud a las solicitudes de información tributaria. Además, Panamá enfrenta el desafío de revisar el tratamiento fiscal de las rentas pasivas de fuente extranjera, como intereses, dividendos, ganancias de capital y regalías. Romero advirtió que este último punto es especialmente delicado debido a los cambios en la tributación internacional impulsados por las nuevas políticas de Estados Unidos, que han mostrado menos apoyo a los recientes esfuerzos de la OCDE en esta materia. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por su parte, anunció que el gobierno ha establecido mesas de trabajo interinstitucionales, en las que participan el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Sujetos no Financieros y el Registro Público, entre otras entidades. Asimismo, aseguraron que Panamá mantiene comunicación constante y constructiva con la Secretaría del Grupo del Código de Conducta (COCG, por sus siglas en inglés), organismo encargado de evaluar los avances de los países en materia fiscal. Adicionalmente, explican que han gestionado una asistencia técnica no reembolsable con el Banco Mundial, que actualmente brinda asesoría para fortalecer la cooperación fiscal y mejorar el cumplimiento de los estándares internacionales. Este martes 18 de febrero, la Unión Europea aprobó mantener en su lista negra de paraísos fiscales a Panamá tras constatar que el país “tiene un régimen perjudicial de exención de ingresos de fuentes extranjeras”. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que la Comisión Europea había decidido reclasificar a Panamá al Anexo II de su lista de cooperación en materia fiscal. La definición del Anexo II indica que los países que están en esa clasificación buscan “reformar su legislación para adherirse a las normas acordadas de buena gobernanza fiscal”. El autor es Country Managing Partner – EY

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