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7A La Prensa Panamá, lunes 17 de febrero de 2025 Opinión reales de los votantes para obtener apoyo. Aunque algunos podrían argumentar que Trump exhibe características de un sofista moderno, es más común que se le identifique como demagogo y manipulador debido a su estilo de liderazgo y comunicación. La comparación entre Eisenhower y Trump en estos contextos muestra dos estilos radicalmente diferentes de abordar crisis internacionales. Durante la crisis de Suez en 1956, el presidente Eisenhower optó por una solución basada en el respeto a las normas internacionales y el uso de la presión económica y diplomática para evitar un conflicto armado. Aunque sus aliados británicos, franceses e incluso Israel emprendieron acciones militares para retomar el control del Canal de Suez, Eisenhower se mostró firme en oponerse a la escalada militar, advirtiendo que el uso de la fuerza tendría consecuencias negativas para el orden mundial y las relaciones con sus aliados. Su actuación reflejó una visión de justicia en el sentido de procurar la estabilidad internacional y respetar los acuerdos y la soberanía de las naciones, aun cuando ello implicara rechazar a sus amigos más cercanos. En cambio, en el caso del Canal de Panamá, las declaraciones y amenazas del presidente Trump—quien insiste en que el Canal fue cedido por error y que está “siendo operado por China” o que los aranceles son “exorbitantes”—se basan en una retórica populista y agresiva. Trump ha propuesto, incluso sin descartar el uso de la fuerza militar, “recuperar” el control del Canal, lo que contrasta notablemente con el enfoque mesurado y respetuoso del orden internacional que caracterizó a Eisenhower en 1956. Un Istmo entre dos grandes intereses Geopolítica bases militares que mantenía en la antigua Zona del Canal de Panamá. Para entonces, Estados Unidos tenía aproximadamente 12 bases militares a lo largo de las riberas del Canal. El Tratado Torrijos-Carter, firmado el 7 de septiembre de 1977, estableció el cierre progresivo de esas bases y la retirada de las tropas estadounidenses. Más importante aún, pactó la transferencia total de la administración del Canal a Panamá en el año 2000. También se firmó el Tratado de Neutralidad, sobre el cual el general Omar Torrijos advirtió que, con su firma, Panamá quedaría “bajo el paraguas del Pentágono”. En esa misma década, mientras Estados Unidos expandía su dominio militar, China comenzaba a dar pasos firmes con su política de puertas abiertas, impulsando la inversión extranjera. Las grandes multinacionales aprovecharon la mano de obra barata, reduciendo costos y aumentando beneficios. Esto derivó en la tercerización de la producción y en el o shoring industrial. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia en su segundo mandato, los panameños nos encontramos en medio de un conflicto geopolítico global. En su discurso de inauguración, Trump afirmó que recuperaría el Canal de Panamá. Al hacer referencia al expresidente Theodore Roosevelt (1901-1909) y su famosa frase “I took the Panama Canal”, sus palabras no podían tomarse a la ligera. Trump ya había mencionado el Canal en un encuentro con los hawks republicanos un mes antes de asuGerardo Arias Olivares La comparación entre Eisenhower y Trump Estados Unidos El común denominador de la ignorancia, la mentira y el poder es el control. -La ignorancia mantiene a las personas en la oscuridad, impidiendo que cuestionen lo establecido. -La mentira manipula la percepción de la realidad, distorsionando la verdad para beneficiar a quienes la utilizan. -El poder se alimenta de ambas para consolidarse y perpetuarse, asegurando que la gente acepte sin resistencia lo que se les dice. Juntos, forman un ciclo en el que la desinformación y la manipulación sirven como herramientas de dominación. A un hombre que utiliza la falacia para imponer su criterio se le puede denominar sofista, demagogo o manipulador, dependiendo del contexto: Sofista: Alguien que usa argumentos engañosos o retóricos para convencer, sin importar la verdad. Demagogo: Un líder que manipula las emociones y prejuicios del pueblo con falacias para ganar apoyo. Manipulador: Persona que distorsiona la realidad con engaños para obtener ventajas personales. En cualquier caso, su objetivo es imponer su visión sin basarse en la razón o la verdad. Donald Trump ha sido descrito como demagogo y manipulador por diversos analistas y medios de comunicación. Su estilo político se caracteriza por apelar a las emociones y prejuicios de ciertos sectores de la sociedad, utilizando un discurso populista y, en ocasiones, distorsionando la verdad para consolidar su posición de poder. Por ejemplo, se le ha calificado de “demagogo” por su retórica que exacerba divisiones sociales y políticas. Asimismo, se le ha señalado como “manipulador” por emplear tácticas que juegan con las frustraciones Además, Trump ignora que existen tratados internacionales (como los Tratados Torrijos-Carter) que garantizan la soberanía panameña sobre la vía, y sus afirmaciones, suelen ser interpretadas como una forma de aprovechar el debate para fines políticos y de imagen, más que una política fundamentada en la justicia y el respeto a las normas internacionales. En resumen, mientras Eisenhower demostró un compromiso con una resolución pacífica y justa de la crisis, fundamentada en el orden y la diplomacia, el estilo de Trump—basado en amenazas y en una interpretación unilateral de la “justicia” que prioriza intereses percibidos sin respetar los acuerdos internacionales—no parece reflejar ese mismo sentido de justicia. La diferencia radica en que Eisenhower apostó por la estabilidad global y el respeto a las reglas, y Trump, en cambio, utiliza un discurso combativo y revisionista que podría desembocar en tensiones y conflictos innecesarios. Estrategia de Egipto en 1956 Gamal Abdel Nasser logró evitar una intervención más prolongada de Francia, Inglaterra e Israel en la Crisis de Suez de 1956 gracias a una combinación de tácticas diplomáticas, resistencia militar y una hábil explotación de la rivalidad entre las potencias mundiales. Para conseguir el respaldo de Dwight Eisenhower, presidente de Estados Unidos en ese momento, utilizó los siguientes factores clave: Apelar al anti-colonialismo de EU: Nasser presentó la intervención anglo-francesa como un intento de recolonización, algo que iba en contra de la política estadounidense de descolonización en el mundo árabe y África. EU quería fortalecer su imagen ante los países del Tercer Mundo y no quería ser visto apoyando a antiguas potencias coloniales. La guerra fría y la rivalidad con la URSS: La Unión Soviética amenazó con intervenir del lado de Egipto, incluso sugiriendo el uso de misiles contra Londres y París. Eisenhower temía que el conflicto empujara a los países árabes hacia la esfera soviética, lo que perjudicaría los intereses de EU EL AUTOR es empresario. EL AUTOR es exbanquero. mir el cargo, pero muchos en Panamá lo vieron como otra de sus declaraciones improvisadas. Sin embargo, las alarmas se encendieron cuando su recién nombrado secretario de Estado, Marco Rubio, de origen cubano, eligió Panamá y Centroamérica como primera escala de su gira internacional. Quedó claro que el tema del Canal no era solo retórica política. En 2017, el gobierno de Juan Carlos Varela rompió relaciones diplomáticas con Taiwán y estableció lazos con la República Popular China. No comparto la afirmación del presidente José Raúl Mulino de que la actual tensión con Estados Unidos se deba únicamente a esta decisión. Aunque el proceso pudo haberse manejado de otra manera, lo cierto es que Panamá, tarde o temprano, debía tomar esa decisión. Desde 1997, la empresa Hutchison Ports administra puertos en el Pacífico y el Atlántico bajo un contrato de 25 años, que fue renovado de manera cuestionable en 2021 por el gobierno de Laurentino Cortizo. Algunos en Estados Unidos afirman erróneamente que China controla el Canal de Panamá, cuando en realidad se trata de la concesión de puertos a una empresa con origen en Hong Kong. China ya no es el país discreto de los años 80. Aunque aún no ha mostrado un comportamiento expansionista, su creciente poderío militar se ha concentrado en el Asia-Pacífico, donde busca intimidar a Taiwán y ha provocado que Estados Unidos refuerce sus alianzas con Japón, Filipinas, Corea del Sur y Australia. Desde 1978, China ha combinado su apertura económica con un modelo de capital mixto que ha impulsado un crecimiento sin precedentes. Su iniciativa de la Ruta de la Seda, de la cual Panamá fue el primer país en firmar adhesión en la región, es prueba de su estrategia global. En el año 2000, la economía de Estados Recuerdo haber sido invitado por mi cuñado, quien en ese entonces era oficial de inteligencia y piloto de la fuerza naval de Estados Unidos, mejor conocida como la US NAVY, a un crucero llamado Tiger Cruise. Este no era el típico crucero de placer al que, años después, nos acostumbraríamos a tomar en familia. El viaje zarpaba con la tripulación y los familiares como invitados especiales desde la base naval de Mayport, en Jacksonville, Florida. Durante una semana, navegaríamos junto al escuadrón naval del portaaviones USS Forrestal hasta la ciudad de Norfolk, Virginia. En la década de 1980, este portaaviones ya estaba en la lista de aquellos que serían reemplazados por la nueva generación de portaviones Nimitz, de propulsión nuclear. Fue una experiencia extraordinaria ver despegar y aterrizar icónicas aeronaves como los F-14 Tomcat de Top Gun, los bombarderos A-6, así como destructores, submarinos y helicópteros, todo desde la plataforma de mando del capitán de la flota. En mis veintes, mientras estudiaba en Norfolk, Virginia, esta ciudad albergaba la base naval más grande del Atlántico en esa época, y creo que aún lo es. En los años 80, Estados Unidos estaba bajo la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989), a quien se le atribuye el uso del poder económico, político y militar para precipitar el colapso de la Unión Soviética. Ese poderío se reflejaba en su despliegue global y en las numerosas Trump ha propuesto, incluso sin descartar el uso de la fuerza militar, “recuperar” el control del Canal, lo que contrasta notablemente con el enfoque mesurado y respetuoso del orden internacional que caracterizó a Eisenhower en 1956. Carlos Ernesto González De La Lastra El denominador común ha sido salir urgentemente del problema, resolver, pero no necesariamente innovar y preparar a Panamá para el futuro, pero eso claramente no habla de liderazgo. en la región. Presión económica y política de EU: Eisenhower utilizó su influencia económica para presionar a Reino Unido, que dependía del dólar y del apoyo financiero estadounidense. EU amenazó con sanciones y con bloquear el acceso de Reino Unido a préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Uso de la ONU como herramienta diplomática: Nasser apeló a la Asamblea General de la ONU, donde EU apoyó una resolución que pedía el retiro de las tropas invasoras. Eisenhower impulsó el despliegue de una fuerza de paz de la ONU para supervisar el alto al fuego. Gracias a esta combinación de estrategias, Nasser logró no solo resistir la invasión sino también consolidar su imagen como líder del nacionalismo árabe, mientras que Francia, Reino Unido e Israel se vieron obligados a retirarse sin alcanzar sus objetivos estratégicos. En conclusión, la historia nos enseña que la forma en que se abordan las crisis depende en gran medida del carácter y la visión de sus líderes. El enfoque directo y, en ocasiones, provocador de Trump durante la crisis del Canal de Panamá contrasta con la cautela y el equilibrio diplomático de Eisenhower en la crisis de Suez. El gobierno panameño ha asumido la posición correcta al dejar claro ante la faz del mundo que nuestra soberanía no está en discusión. Sin embargo, se hace necesario una estrategia bien pensada para afrontar desafíos de gran envergadura al pelear con un líder impredecible como Trump. Es momento de construir un argumentario contra las mentiras de Trump y difundirlo entre la ciudadanía y la comunidad internacional. Es ahora, más que nunca, cuando se necesita una política diplomática que llegue a todos los organismos internacionales y a los gobiernos donde existe representación diplomática. Unidos era ocho veces mayor que la de China. Sin embargo, en solo 15 años, esa diferencia se redujo a 1.6 veces. China ha sostenido un crecimiento anual superior al 10% durante las últimas décadas, al punto de haber superado la base industrial estadounidense. Los analistas estiman que, en los próximos años, desplazará a Estados Unidos de su hegemonía global. El comportamiento de China en el año 2000, cuando sus empresas apenas comenzaban a operar en la región, no es el mismo que vemos 25 años después. Aunque no ha expandido su territorio, sí ha comenzado a medir su poder económico y militar de manera más agresiva. Las declaraciones de Trump sobre el Canal no pueden descartarse como una amenaza a la soberanía panameña. Si Estados Unidos decidiera exigir la devolución de los puertos en ambas riberas del Canal, China podría verlo como una provocación directa, lo que podría derivar en un choque diplomático e incluso militar. El problema no es solo la importancia geopolítica de Panamá para Estados Unidos, sino que el 75% de la carga contenerizada que transita por el canal tiene como destino final los puertos estadounidenses. China, por su parte, no se quedará de brazos cruzados. Panamá podría convertirse en el primer escenario de un enfrentamiento directo entre ambas potencias. La historia nos ha demostrado que ningún país que haya acumulado un poderío económico y militar considerable ha resistido la tentación de expandirse. Esperemos que China no repita esa historia y que Panamá no se convierta en un punto de conflicto que ponga en riesgo su soberanía y estabilidad económica.

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