7A La Prensa Panamá, martes 11 de febrero de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. En algún momento fue Europa, después la URSS, los terroristas de Oriente Medio y ahora la China “comunista”. En la década de los ochenta por ejemplo, el presidente republicano Ronald Reagan justicó su invasión a la isla de Granada supuestamente porque la misma había caído en manos del “bloque comunista” bajo el liderazgo de la Unión Soviética, propulsor del “comunismo a nivel internacional”. Luego vinieron los bombardeos a Libia y la ayuda en armamentos para la “Contra” en Nicaragua. Todo para sustentar el dominio y mostrar el poderío bélico de Estados Unidos. Ahora bien, es importante tener en cuenta que los momentos más signicativos en los cuales el “Destino Maniesto” sale nuevamente al escenario mundial son precisamente donde se pone en cuestionamiento el papel de Estados Unidos como líder mundial. Recordemos que antes de la llegada de Reagan al poder, Estados Unidos estaba pasando por una especie de “trauma” por la derrota en Vietnam y el fracaso en operaciones de rescate como la de los rehenes en Irán (1979) que puso en entredicho la imagen del “Rambo gringo” que no falla en sus misiones. El segundo mandato de Trump con un mundo multipolar y con una economía en picada recoge parte de la ideoLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. El silencio de Panamá Desinformación Panamá está mudo en el exterior. Las mentiras que el presidente de Estados Unidos dice no están siendo desmentidas. Tenemos un pocotón de grandes “comunicadores” incapaces de llevar la verdad de nuestro país al exterior: nadie tiene colegas en otros países que les den espacios para hablar de nuestra causa, o simplemente no quieren (o no saben) hacerlo. No olvidemos que un título no convierte a nadie en profesional óptimo de lo que ha estudiado: hay licenciados en periodismo, pero pocos periodistas; o licenciados en magisterio, pero pocos maestros, y así todas las profesiones. Hay, incluso, a quien votan para la Presidencia, pero no son presidentes. Es una lástima que, entre el inquilino de Las Garzas y los comunicadores del patio, se haya orquestado, sin querer queriendo, un silencio que sorprende. El rofeo presidencial de la pasada rueda de prensa a todos los medios no ayuda; decir que no necesita compañeros de viaje, menos, pero, sumado todo, parece que nadie quiere salir movido en la foto, y se hace patente lo que se viene observando desde hace años: nos hemos comido el cuento de país, patria y patrimonio a fuerza de olvidar lo que nos vincula; creímos poder sobrevivir sin tener una mirada lúcida sobre quiénes somos. Hay que asaltar el relato en todas partes del mundo. Funcionó al dictador con su causa sobre el Canal en los setenta, y funcionará a la democracia para defender la misma causa, que siempre ha sido justa. Pero necesitamos cómplices. A falta de voces que de verdad quieran argumentar a nuestro favor, toca llamar a todas las puertas posibles, a ver si contestan. ¿Será que nadie puede defendernos, ni el Chapulín, o que no conviene defendernos porque quedaríamos muy expuestos? Lo cierto es que esta coyuntura debe servirnos para volver a recordar el discurso de nuestra justa causa. Nos llevan semanas de ventaja, y cada minuto que pasa, los del norte parecen tener la razón de su lado. Desde el cerro Ancón Canal de Panamá presas locales. Por ende, existe en el Mitradel un control de la cantidad de extranjeros que pueden laborar en cada uno de los puertos de Panamá. Tampoco es cierto, como repite el señor presidente, que los chinos podrían a su antojo maniobrar las naves y obstruir el canal, pues los capitanes tienen que ceder a priori el mando total de sus barcos a un piloto panameño y, además, dichas naves son propulsadas por remolcadores, también controlados por panameños. Debido al “aparente” desconocimiento de nuestra histórica relación, creo conveniente recordarles que, después de la estrepitosa quiebra de la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique du Panamá y de que el Congreso de Colombia rechazó la oferta de Estados Unidos para reactivar la construcción del Canal, un exfuncionario de la compañía francesa, Philippe Bunau-Varilla, sin estar acreditado, negoció en Washington con el secretario de Estado John Hay, a nombre de la futura república, el tratado espurio Hay-Bunau Varilla. Dicho acuerdo incluía, entre otros, un pago al francés de millones, no de un dólar, y la garantía de protección a la recién establecida República de Panamá contra cualquier reacción de Colombia. Hasta el secretario John Hay así lo reconoció en una posterior carta al presidente Roosevelt: “Usted y yo sabemos muy bien cuántos puntos hay en el tratado que todo patriota panameño objetaría”. Sin embargo, los panameños lo consentimos y respetamos hasta su transferencia en 1999. Hoy, 25 años después, Trump descali- ca el tratado Torrijos-Carter e interpreRoberto Alfaro Estripeaut Donald Trump y la reedición del ‘Destino Manifiesto’ Estados Unidos La sustentación ideológica del llamado “Destino Maniesto” que debía colocar a Estados Unidos como una potencia mundial con derecho a expandir sus fronteras se basa en un “derecho divino” que le da al país en mención su opción de intervenir y hacer la guerra para expandir “la democracia” y la “libertad” hasta donde sea posible. La ideología se expresó claramente en varios eventos bélicos, como la guerra contra México (1846), cuando Estados Unidos se apoderó de varios territorios del norte de México; la guerra contra España (1898), en la que se apoderó principalmente de Puerto Rico, y la intervención en Cuba. A raíz de dicha doctrina, han existido otras variantes intervencionistas como la famosa “Doctrina Monroe”, en la cual el quinto presidente de la nación norteña proclama que “ningún país de Europa” debe tener injerencia en América, la cual ya es considerada como parte de la esfera de in- ¤uencia de Estados Unidos. Resulta irónico que los distintos presidentes que ha tenido Estados Unidos hayan realizado intervenciones donde se limita la autodeterminación de los pueblos y, por ende, su sistema democrático interno, todo ello bajo la justicación de la libertad. El “Destino Maniesto” siempre ha necesitado de la gura de “enemigos de Estados Unidos y la libertad” para poder justicar sus acciones militares intervencionistas. logía del “Destino Maniesto” cuando el secretario de Estado de ese país, Marco Rubio, de origen cubano, declara abiertamente que las fronteras de “Estados Unidos van más allá de su propio territorio”. Pero también se añade el componente de la Doctrina “Monroe” que señala a China como un peligro para la democracia y la esfera de in¤uencia de Estados Unidos, en especial en América Latina con la cual ya tiene “negocios”. Esta vez la nueva “Doctrina Monroe” suaviza su discurso contra países con presidentes “fuertes” y los endurece contra aquellos que considera débiles o todavía vasallos. Con Costa Rica y Panamá se recurre a la amenaza y el “ultimátum” si no se ciñen al mandato de Trump, sin embargo, con El Salvador que mantiene lazos comerciales fuertes con la “China Comunista” del discurso “Trumpiano” se le va la mano en elogios. Honduras le responde de “tú a tú” a Estados Unidos por el tema de los deportados y ya contra Venezuela el discurso agresivo bajó de tono. En Costa Rica se percibe la imagen de un presidente tico casi en actitud de “mayordomo” cuando habla con Rubio, y en Panamá, una bochornosa toma de un canciller con las manos en actitud de súplica despidiendo a Rubio en el aeropuerto, lo que nos cubre a todos con el paraguas del “Estado neocolonial”, precisamente la in¤uencia contra la cual luchamos durante décadas, por la cual recuperamos el Canal y sus áreas revertidas, y que ahora nos amenaza con revertir, debido a funcionarios blandengues que han aspirado toda su vida a un autógrafo de Mickey Mouse. Opinión EL AUTOR es escritor. EL AUTOR es sociólogo. EL AUTOR fue embajador de Panamá en Washington. Pedro Crenes ta a su conveniencia el vigente acuerdo de neutralidad. A pesar de que dicha negociación no solo tomó 13 años y ocupó a dos gobiernos demócratas y dos republicanos, sino que también sufrió el duro escrutinio y las aprobaciones de ambas cámaras legislativas, para nalmente atravesar un período de implementación de 23 años a partir de su rma. Otras falacias populistas son que el Canal ha elevado mucho el peaje en detrimento del consumidor norteamericano. Desconocen que las tarifas por contenedor las establecen las navieras y que todo ha subido en los últimos 25 años. Además, el peaje del Canal representa solo una parte en la cadena de costos de las navieras. La verdad es que la ampliación les ha permitido a las naves de 14 mil contenedores utilizar el Canal y no tener que atravesar el Cabo de Hornos, ahorrándose 10 días y enormes sumas en combustible y gastos. El secretario de Estado, Marco Rubio, luego de visitar las esclusas de Mira¤ores, manifestó: “Justo encima de mí había un barco naviero de Hong Kong, por lo que su presencia en el Canal es muy preocupante”. Cotejemos eso con lo que establece textualmente el artículo II del Tratado de Neutralidad: “Panamá declara la neutralidad del canal para que, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra, este permanezca seguro y abierto para el tránsito pacíco de las naves de todas las naciones en términos de entera igualdad”. Más incomprensible aún, esa nave venía procedente de un puerto en los Estados Unidos. Una y otra vez insisten en que Panamá le entregó la operación del Canal a la República Popular China para justicar la temeraria aspiración de: “We’re gonna take it back, or something very powerful is going to happen”. Tales incongruencias son un gravísimo error que innecesariamente pondría a su país en violación de tratados internacionales. Ojalá prevalezca la razón y pronto se puedan aclarar las divergencias y retornar a la armónica convivencia que siempre ha existido entre ambas naciones. Resulta muy difícil y preocupante concebir que el mandatario de una nación aliada, rodeado de tantos expertos en todos los campos, haga públicas declaraciones imprecisas o medias verdades sobre nuestra vía interoceánica, que afectan 122 años de excelentes relaciones y nos obligan a enfrentarnos con asombro. Pareciera que desconocen el Tratado de Neutralidad que propuso y aprobó su propio Senado en 1977, el cual claramente establece que no pueden hacer lo que quieren hacer, pero siguen presionando para lograr propósitos que desconozco. De ser lo segundo, me preocupa más, ya que podríamos caer en concesiones que puedan estar al margen y viciar dicho tratado, como permitir actividades militares en Darién o restringir el paso a naves de cualesquiera otras naciones. Que Panamá ahora está invadida de chinos es desconocer nuestra relación histórica antes del Canal, que en 1855 estrenó una obra magistral realizada por empresas norteamericanas. Esta igualmente unió por vía férrea ambos mares y, para su construcción, trajeron obreros de China. Muchos se quedaron a vivir en el istmo y establecieron una importante y laboriosa colonia chino-panameña, similar a la que también se formó en California durante el gold rush. Además, existía un compromiso que tenía Estados Unidos para la construcción del Canal: devolver a sus países de origen a miles de trabajadores de muchas naciones, pero, por razones económicas, este acuerdo lo incumplieron y la mayoría se quedó a vivir en nuestro país. Actualmente, nuestras leyes laborales solo permiten un pequeño porcentaje de obreros o profesionales extranjeros trabajando en proyectos o en emLa doctrina sale nuevamente a relucircuando el secretario de Estado, Marco Rubio, asegura que las fronteras de Estados Unidos “van más allá de su propio territorio”. Jaime Cheng Peñalba Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Anne e Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. 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