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prensa_2025_02_08

3A La Prensa Panamá, sábado 8 de febrero de 2025 Panorama La guerra que empezó Donald Trump contra Panamá es principalmente una guerra mediático. No hay portaaviones estadounidenses en nuestras costas, pero si miramos la televisión o los medios digitales más populares en Estados Unidos, identificamos la verdadera artillería: la construcción de una narrativa falsa sobre el Canal de Panamá, que no se está desmintiendo. La poca difusión de la posición panameña está allanando el terreno para lo que busca Trump: lograr que sus mentiras sobre el supuesto control chino del Canal se conviertan en la creencia predominante. Esa visión manipulada de los hechos se transforma en una realidad en la medida en que la gente la acepta. Esto ocurre con muy poca resistencia por parte de Panamá: no estamos logrando que los hechos que sustentan nuestra soberanía sobre el Canal sean escuchados por el mundo. En la visita del secretario de Estado Marco Rubio, jugábamos como equipo local en este partido de cancha desnivelada contra la superpotencia. Aun así, creo que nos golearon. Veamos las imágenes: antes del encuentro, Rubio fue a la iglesia como un feligrés más y tomó café en el Casco Viejo. Cero estrés. El presidente Mulino, en cambio, llegó con horas de anticipación al Palacio de las Garzas y esperó para darle un tour a alguien que no es su homólogo. Estados Unidos proyectó desde un inicio confianza y fortaleza, mientras que Panamá se percibió ansioso. La foto oficial del encuentro entre el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, y Rubio fue también una oportunidad perdida. ¿Qué hubiese pasado si, en lugar de las esclusas de Miraflores (con el nombre en inglés de Miraflores Locks), Panamá hubiese establecido como lugar de la reunión las nuevas esclusas del Canal? Ese escenario nos habría ayudado a mostrar al mundo los hechos: un Canal ampliado por Panamá y operado exitosamente por panameños. “Una imagen vale más que mil palabras”, dice el proverbio (atribuido a los chinos). Los titulares de los días siguientes reflejaron la enorme asimetría de poder agravada por la desigual difusión de las narrativas. Por un lado, un gobierno panameño que da concesiones desde la primera reunión: se compromete a no renovar la Ruta de la Seda, a recibir migrantes deportados y menSabrina Sin Censura: si Panamá calla, otorga ANÁLISIS ciona la auditoría a Panama Ports como un posible camino para calmar la preocupación de Estados Unidos. Por otro lado, un mandatario estadounidense que, ante las concesiones, sube el tono de sus amenazas: “Si Estados Unidos no toma el Canal, algo poderoso va a pasar”. Nadie contestó a este atropello. Esta dinámica hizo crisis con el paso gratuito de barcos militares de Estados Unidos, concesión que iría en contra del Tratado de Neutralidad y la Constitución. Bloomberg reportó esta información el 3 de febrero. No se desmintió inmediatamente. No fue hasta que, dos días después, la cuenta de X del Departamento de Estado lo divulgó como un logro de Trump, que nuestras autoridades comprendieron lo grave que resultan la ambigüedad y el silencio. La ACP lo negó y el presidente hizo lo propio en la conferencia semanal. Se mostró grosero con las periodistas que hicieron la pregunta obligada: ¿por qué la demora en hacer la aclaración? Presidente: en esta crisis, el ciclo de noticias no puede ser de jueves a jueves. Las mentiras hay que desmentirlas rápidamente, y su agresividad no debe estar dirigida hacia quienes tratan de llenar los enormes vacíos de comunicación. Las lecciones aprendidas deben aplicarse a la llamada entre Mulino y Trump (que fue aplazada por la Casa Blanca este viernes) y a los siguientes encuentros y desencuentros de esta compleja relación que apenas comienza. Se debe tener presente que el objetivo de la vorágine de desinformación que llega del norte es abrumar y confundir. Por ello, no hay que perder el foco: desmentir las falsedades. Canadá y México han replicado efectivamente las acusaciones de Trump, lo que les permitió una mejor posición negociadora. Ellos comprenden que todo enfrentamiento tiene un gran componente mediático. Las declaraciones firmes de Claudia Sheinbaum les llegaron a miles. El embajador canadiense en Naciones Unidas está frecuentemente en televisión. ¿Y Panamá? Ausente tanto mediática como diplomáticamente. No hemos escuchado al embajador en Washington, José Miguel Alemán, replicando las falsedades. Ana Irene Delgado, embajadora en la OEA, no ha tomado ninguna iniciativa en la organización donde se firmaron los Tratados. No sabemos si hubo algún seguimiento a la carta del embajador Alfaro al Consejo de Seguridad, pero el presidente dijo que para defender los intereses de Panamá no necesita “compañeros de viaje”. ¿Es esto una renuncia a las alianzas y la vía multilateral? Es lo que se percibe. La ofensiva de comunicación tiene que ser una prioridad tanto para el gobierno como para la ACP. Si hay plata para pagarle a un lobista que legitima la invasión a Panamá y para aumentar la planilla estatal, tiene que haber recursos para defender nuestra soberanía. No podemos seguir reaccionando de manera tardía y descoordinada a la campaña de Trump. No sé si es falta de visión o de convicción, pero la guerra mediática la estamos perdiendo. Si Panamá calla, otorga. La Escuela República de Alemania, en el corregimiento Victoriano Lorenzo del distrito de San Miguelito, comenzó ayer su limpieza. Yaritza Mojica Descarte masivo de material obsoleto en 406 escuelas del país Yaritza Mojica [email protected] Sabrina Bacal ESPECIAL PARA LA PRENSA [email protected] OPERATIVOS La Región de Educación de San Miguelito empezó el 3 de febrero el proceso de descarte de material en desuso, eliminando unas 17 toneladas de desechos. En total, intervendrán 11 centros educativos. Un total de 406 centros educativos del país están en lista de espera para ser atendidos y comenzar el proceso de descarte de chatarra, material y mobiliario obsoleto, dentro del programa de Descarte de Activos Fijos en Desuso del Ministerio de Educación (Meduca). El programa, coordinado por la Dirección de Bienes Patrimoniales del Meduca, comenzó el pasado 3 de febrero en la regional de Educación de San Miguelito, donde ya se han realizado operativos de descarte en seis planteles de un total de 11 escuelas prioritarias en el distrito. Aymeth Espinosa, directora regional de Educación de San Miguelito, detalló que ya se ha realizado el proceso de descarte de mobiliario en las escuelas Severino Hernández, San Antonio, Instituto Rubiano, El Mirador y Santa Librada. Mientras, ayer continuó el operativo de eliminación de chatarra en la escuela República de Alemania, en el corregimiento de Victoriano Lorenzo, donde personal del centro educativo, la empresa Recicladora Vida y Salud, S.A. (Revisalud), autoridades locales y el Meduca eliminaron mobiliario, lo que incluye sillas, anaqueles, pupitres, tableros, chatarra, equipo tecnológico, entre otros. Espinosa aclaró que las sillas en desuso en la escuela República de Alemania tuvieron un periodo de vida de entre 12 y 15 años. Precisamente, para contrarrestar la eliminación de estas sillas, el Meduca gestionó la compra de nuevas sillas con un periodo de durabilidad de 50 años. La directora regional de San Miguelito manifestó que las nuevas sillas están siendo entregadas en algunas escuelas y que los directores pueden adquirir más según sus necesidades. Con respecto al proceso de descarte en todo el país, el director encargado de Bienes Patrimoniales, Ramiro García, manifestó que el próximo lunes continuarán con el programa en la regional de Panamá Centro, así como en Veraguas y Herrera. Detalló que, posteriormente, semana tras semana se irá sumando el resto de las regiones del país, ya que el programa se implementará a nivel nacional. “Tengo más de 409 solicitudes de centros educativos por atender, las cuales se cubrirán todas. Además, estamos seguros de que, en el transcurso del proceso, se seguirán sumando más centros educativos”, subrayó García. En cuanto a los criterios de priorización, el encargado de Bienes Patrimoniales explicó que se atienden primero las escuelas con mayor cantidad de chatarra acumulada y las que representan un alto riesgo. También indicó que algunas escuelas generan descartes anualmente, por lo que se atienden de forma recurrente. Sobre la clasificación del material a descartar, el proceso conlleva, primero, la separación de los materiales plásticos, de madera y sanitarios, los cuales requieren un procedimiento con la comunidad educativa. Mientras que materiales como zinc y hierro necesitan inspección del personal de mantenimiento. En cuanto a los equipos tecnológicos, eléctricos y de refrigeración (acondicionadores de aire, etc.), estos necesitan una última evaluación técnica especializada. Actualmente, el programa de Descarte de Activos Fijos en Desuso cuenta con el apoyo del programa Fondo Agropecuario, que ha proporcionado ocho camiones. Sumados a los dos de la administración, totalizan 10 camiones operativos para trasladar la chatarra, que es enviada al vertedero de Cerro Patacón y depositada en un área específica de reciclaje. García destacó que el principal material en desuso es el mobiliario escolar, incluyendo sillas que tienen entre 15 y 20 años de antigüedad. No obstante, hay algunos muebles relativamente nuevos (de 5 a 6 años) que también entran en el descarte, dependiendo de su estado. Con esta jornada, las autoridades estiman que el proceso de descarte podría alcanzar las 100 toneladas en todo el país durante este 2025. El encargado de Bienes Patrimoniales del Meduca exhortó a los directores de centros educativos que aún no han solicitado el proceso a inscribirse en la Oficina de Bienes Patrimoniales correspondiente.

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