4A La Prensa Panamá, domingo 2 de febrero de 2025 Panorama Perfil Analista de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Fue presidente y ahora senior fellow del Diálogo Interamericano. Profesor adjunto en Georgetown, dirigió programas clave en la National Endowment for Democracy y la Fundación Ford en América Latina. Trump regresa con una agenda agresiva que sacude a América Latina, especialmente a Panamá. Su estilo confrontacional reaviva tensiones sobre el Canal y China. Este experto en relaciones hemisféricas analiza el impacto de esta nueva etapa y los desafíos para la región. Desde el Diálogo Interamericano usted vio pasar a cinco presidentes de EU: ¿cómo evalúa al actual Donald Trump? Trump es un presidente muy particular y atípico. No respeta normas ni le interesa la política multilateral. Las amenazas y castigos son sus herramientas preferidas. Rompe los parámetros tradicionales: por eso su impacto es tan fuerte. ¿A qué cree que responde la insistencia de Trump con Panamá? Este no es un tema nuevo para él. Siempre ha sostenido que fue un error devolverle el Canal a Panamá. Piensa que así le muestra una cara fuerte al mundo. A Trump no le fue bien haciendo negocios en Panamá: ¿tendrá eso algo que ver? Para él es un tema sensible cómo lo tratan en sus negocios, pero va más allá: China es la preocupación principal de Trump. ¿Estrategia o intereses específicos? Ese tema refuerza su narrativa de que otros países se aprovechan de EU y él lo evitará. Más que un interés especíco, es parte de su marca política. Para Trump, el gana-gana no existe: si Panamá se benecia del Canal, en su mente, EU pierde. ¿Hay alguna fuerza en Washington capaz de moderar a Trump? Hay muchas facciones distintas: Maga, Rubio, Elon Musk... veremos muchas contradicciones y caos. Esto empeorará. También hay que ver el rol que jugará el Congreso… El Partido Republicano tiene divisiones que se harán más evidentes en debates clave, y los demócratas están débiles y desorganizados, sin estrategia ni liderazgo claro. Si se reorganizan, podrían ser un contrapeso. Mientras, Trump domina a los republicanos y hace que hasta quienes no conocían el Canal lo conviertan en un tema porque él lo dice. Esa es la realidad. Por eso, amerita tomarse en serio esto. ¿Ve posible una invasión militar? No. Busca que su amenaza le permita negociar mejores términos y tarifas. Para usted, ¿cómo ha manejado Panamá su Canal? De manera ejemplar, responsable y profesional. Pero Trump busca otra victoria política, como con Colombia, y para eso necesitará alguna concesión, sea cual sea. En la audiencia del Senado se habló de la desconfianza en los políticos panameños. ¿La corrupción ha afectado las relaciones bilaterales? No creo que la corrupción vaya a ser un tema importante para Trump. La corrupción está en Panamá y en todas partes, incluyendo, obviamente, a EU. Claro, puede usarlo como argumento para decir que los políticos no son con- ables y por eso no se puede dejar el Canal en sus manos. ¿Piensa que si Trump no se satisface con lo que Panamá le ofrezca recurrirá a sanciones económicas o amenazas militares? Es difícil prever su reacción, pero confío en que habrá disposición para resolverlo. Trump quiere demostrar que ganó, aunque no sé si eso implicará grandes concesiones. Algo habrá para Panamá, pero no creo que llegue a sanciones económicas ni a amenazas militares. ¿Qué recomendación para manejar el asunto haría a Panamá? Aplaudo la gestión de este complejo e infortunado tema. Como dijo Sheinbaum, México tendrá más problemas con Trump que Panamá u otros países. Ella enfatiza la importancia de mantener la calma y cooperar sin perder la soberanía. Panamá, como EU, tiene su base política y debe jar límites. EU no tiene flota de marina mercante. ¿Verá Trump en eso un problema? Puede ser, pero lo clave es que China controla dos puertos, y como señaló Rubio, en un conicto global con EU, eso sería un problema. Por eso, habrá insistencia en mayor claridad y compromiso sobre este asunto. ¿Cuál es exactamente el miedo de EU con China? El uso de subversiones militares, el espionaje y la tecnología por la presencia china en AmériKnockout Flor Mizrachi Angel [email protected] Michael Shifter Archivo Michael Shifter ‘Panamá ha manejado el Canal de manera ejemplar, pero Trump busca otra victoria política’ “Latinoamérica debe aprovechar este momento para diversificar socios, incluyendo a China, y acelerar estrategias que reduzcan su dependencia de EU. Trump ha dejado claro que no es un socio confiable, y la humillación constante exige que América Latina busque alternativas”. ca Latina. Hay una intensa competencia global entre EU y China por la supremacía económica, y se marca por una profunda desconanza mutua. ¿Tienen riesgo los que critican a Trump de perder su visa? Aunque Panamá quizá no sea un blanco directo, el riesgo es alto y nada está garantizado, lo que añade incertidumbre a la situación. En EU, grandes medios están despidiendo periodistas críticos de Trump. ¿La libertad de expresión está en peligro? El clima es preocupante. Trump ha dejado claro que la venganza forma parte de su agenda. Por fortuna, aún existen voces que cuestionan, pues una prensa libre es la última defensa de la democracia, como dijo Jeerson. Ojalá la situación mejore, pero el ambiente está enrarecido. Como observador de presidentes desde el Diálogo, ha visto a Bush padre, Clinton, Bush hijo, Obama, Trump y Biden. ¿Qué le espera a la región? Turbulencias. Trump llega agresivo y busca exigir obediencia de la región para demostrar su lema de “América Primero”. Manejar eso no será fácil para nadie. Petro ya aprendió que enfrentarlo en redes no ayuda. ¿Hay señales de alguna estrategia unificada en América Latina? No, están muy fragmentados. Serán cuatro años largos. Van dos semanas y ya se siente como un año. Será clave mantener la calma. ¿Qué país será el más beneficiado y cuál el más perjudicado? Es temprano para saberlo, pero México estará en la mira, ya que todos los temas clave para Trump—migración, drogas, seguridad, China y comercio—están allí. La relación será compleja, sobre todo con la renegociación del tratado con México y Canadá. El país más beneciado será probablemente el que Trump ignore, quizá Uruguay. Argentina tiene una anidad especial con Trump a través de Milei, por sus vínculos cercanos con él y con Musk. Sin embargo, Milei podría tener expectativas exageradas. Su mayor logro sería evitar amenazas de aranceles, pero no logrará cooperación económica signi- cativa. Al nal, Trump siempre pregunta: “¿qué vas a hacer por mí?” ¿Y qué puede ofrecerle Milei a cambio? Si se van todos los migrantes indocumentados de EU, ¿quién hará los trabajos que nadie quiere? Hay incertidumbre, pero algo es claro: una expulsión total de indocumentados es imposible. La pregunta es cuántos se irán. Podrían ser uno o dos millones, pero no 11 o 12, ya que eso colapsaría sectores clave de la economía. Trump no arriesgará ese impacto. Para él, lo esencial es el espectáculo: mostrar redadas y operativos para demostrar a su base que cumplió su promesa. ¿Qué significa la visita de Marco Rubio, más larga de lo acostumbrado? Él querrá estar en el Canal, mostrándose como defensor de EU. Todo es parte del drama, del teatro. ¿Qué impacto tuvo en Trump la decisión de Varela de romper con Taiwán, recibir a Xi Jinping con honores y ofrecer terrenos cerca del Canal para una embajada? En su momento, Varela recibió fuertes cuestionamientos de la prensa taiwanesa. Sin embargo, su decisión reeja la creciente inuencia china. Por sí sola, no parece haber generado una reacción en Washington. Lo que pesa más es la oferta de terrenos cerca del Canal para una embajada china, lo que aviva la preocupación sobre la presencia de China en la zona. ¿Cómo explicaría la política “America First” de Trump a los latinoamericanos? Es un nacionalismo extremo que no solo prioriza los intereses de Estados Unidos, sino que los considera los únicos que importan. Trump ha llevado esta postura a un nivel de agresividad sin precedentes en este siglo, operando de manera unilateral con amenazas y castigos. No busca aislar a Estados Unidos, sino imponer su inuencia. ¿Qué puede ofrecer Panamá a Estados Unidos sin perder su soberanía? Habrá una negociación, sin duda. Eso no implica perder soberanía, pero sí posibles concesiones en garantías para EU. La principal preocupación es ajustar el acuerdo para limitar la expansión china y asegurar el acceso estadounidense. ¿Qué tanto ha determinado la posición de Panamá el hecho de que el Departamento de Estado haya declarado corruptos a dos expresidentes panameños? Aunque eso no ayuda, tampoco parece ser un factor clave en esta controversia. ¿Provocará ese estilo de Trump una fuerte reacción de la comunidad internacional? Ya la hay. La actitud soberbia de EU bajo Trump generará rabia y resentimiento, lo que no favorece sus propios intereses. Las alianzas son clave, pero si Trump persiste en su estilo, podría enfrentar una reacción fuerte. Sin embargo, debido a la fragmentación, una respuesta unicada de la comunidad internacional es poco probable. ¿Qué relevancia tiene el Canal para la geopolítica del siglo XXI? Vital. Es un punto estratégico en el tablero global. El desafío es manejarlo con responsabilidad y respeto por todas las partes involucradas. Hasta ahora, la gestión de Panamá ha sido ejemplar. ¿Qué deben hacer Latinoamérica y el Caribe para enfrentar a Trump? Manejar la situación con pragmatismo y aprovechar este momento para diversicar socios, incluyendo a China, y acelerar estrategias que reduzcan su dependencia de EU. Trump ha dejado claro que no es un socio conable, y la humillación constante exige que América Latina busque alternativas.
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