Bienvenido suscriptor
Perfil Cerrar sesión
Iniciar Sesión
Registro

prensa_2025_01_17

Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. mo, es fundamental reconocer de manera constante a los profesionales que contribuyen a disminuir la carga de esta enfermedad. En los centros penitenciarios, el hacinamiento, la infraestructura deteriorada y el acceso limitado a servicios básicos agravan la propagación de la tuberculosis y el VIH. Las personas privadas de libertad tienen hasta siete veces más probabilidades de padecer estas enfermedades que la población general. Esto demanda estrategias que incluyan educación sanitaria, mejoras en el saneamiento, y acceso oportuno al diagnóstico y tratamiento dentro de las cárceles. Este panorama resultó evidente en la ter13A La Prensa Panamá, miércoles 21 de octubre de 2017 Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Nuevas noticias sobre autismo Diagnóstico mono-parentales. Investigadores franceses encontraron una prevalencia signicativamente elevada de TEA, en áreas con estas características. Hace falta conocer sobre el largo plazo de estos trastornos, conocimientos incompletos o nulos, debido a que la investigación se ha llevado a cabo en poblaciones pediátricas primordialmente. El TEA es uno que destaca las disparidades en salud, y cuando notamos las diferencias de su prevalencia, por ejemplo, en diferentes regiones del mundo, no pocas veces, seguro, estamos frente a otro problema de las disparidades en salud. Es también vital revisar la importancia de la investigación socio cultural para descubrir su rol en el diagnóstico y curso de TEA en los diferentes escenarios sociales, económicos, culturales y antropológicos, incluso dentro de las mismas regiones y geografías contiguas. Brian Kelly y su grupo, en una investigación entre 13,857 niños nacidos entre 2007 y 2011, encontró que los niños nacidos de madres con alto estatus socioeconómico tenían 2 veces más la rata de diagnóstico de autismo (1.5% de los niños) que los niños de madre de pobre educación (0.7%). Esto indicaría sub-registro de diagnóstico asociado al desconocimiento sobre el TEA. La Asociación Americana de Psicología nos recuerda que “el status socioeconómico no es solo el ingreso sino el logro educativo y el prestigio de la ocupación, y las percepciones subjetivas del status social y la clase social”. Y, no despreciar el difícil acceso a la tecnología que se desarrolla para el diagnóstico y manejo de las personas que la requieren, precisamente por el alto costo del desarrollo de esas tecnologías. No hay biomarcadores (moléculas o sustancias biológicas que se encuentran en la sangre, otros líquidos o tejidos) especícos para TEA. Dos son en mi concepto, puntuales elementos clínicos para sospechar este trastorno: una pobre necesidad de socializar y un franco retardo en la comunicación verPedro Vargas [email protected] Ciencia contra la tuberculosis en comunidades vulnerables Sistema de salud La tuberculosis, enfermedad prevenible y curable, sigue cobrándose vidas en Panamá, especialmente en poblaciones vulnerables de Bocas del Toro y las comarcas Ngäbe Buglé y Guna Yala. Allí la mortalidad por esta enfermedad es cuatro a siete veces más alta que el promedio nacional, incluyendo casos de mortalidad materna y congénita. Este panorama exige fortalecer el sistema de salud mediante la capacitación continua del personal y una coordinación efectiva que evite fallas en la implementación de la Norma Técnica Nacional para el control de la tuberculosis. Asimiscera reunión de la mesa multisectorial de la Región Occidental contra la tuberculosis. Allí se actualizó el plan de acción para fortalecer los sistemas de salud de la región; se adelantaron coordinaciones en la provincia de Colón entre actores que lideran la salud y seguridad de centros penitenciarios y cientícos del INDICASAT-AIP. Este enfoque multisectorial de ambas regiones, recomendado por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panameña Antituberculosa – OPAT, resulta esencial. ¿Por qué nuestros pueblos originarios muestran un aumento en la mortalidad mientras que en otras regiones las tasas disminuyen? ¿Qué papel desempeñan las variaciones genéticas del Mycobacterium tuberculosis en la resistencia al tratamiento? ¿Cómo in¨uyen las condiciones genéticas del individuo, el sexo, las dinámicas carcelarias, el hacinamiento, y los factores ambientales y sociales en la transmisión de la enfermedad? Estas preguntas revelan la importancia de la investigación cientíca para enconOpinión EL AUTOR es investigador en el INDICASAT-AIP, miembro del SNI, presidente de la Organización Panameña Antituberculosa e integrante de Ciencia en Panamá. EL AUTOR es médico bal y en desarrollar comunicación no verbal de sus emociones. De allí la demora en dejar oír los primeros ruidos o imitarlos, en los primeros 3-4 meses de edad, y más tarde en soltar las primeras palabras y comunicarse luego en oraciones. Los primeros signos o síntomas se pueden ya reconocer dentro de los primeros 2 años de vida: el niño no responde a su nombre, no demuestra expresiones faciales que sugieran comunicación de algún tipo, verbal o no verbal como si no entendiera una natural tendencia o necesidad de relacionarse con otros, hay franca deciencia en el desarrollo de juegos imaginarios y hasta parece molesto con tener que compartir juguetes y jugar con otros, no aparenta interés en su derredor. Todavía hay muchos niños diagnosticados después de los 3 años de edad, pero las evaluaciones ocurren mayoritariamente después de los 4 años, lo que retrasa el diagnóstico. La prevalencia de TEA en Estados Unidos ha ido de 1.1% en 2008 a 2.3% en 2018, a nivel mundial es de 1%. Hoy se cifra su diagnóstico en 1 de cada 35 niños. Sin embargo, estas cifras varían signi- cativamente de país a país y de región a región. Lei Qin recuerda que el Centro para el control y prevención del a Enfermedad (CDC, por sus siglas en inglés) ha señalado una prevalencia de 1:54 en niños de 8 años de edad en EU y más frecuente en niños que en niñas, en una relación alrededor de 4:1. Esta diferencia no tiene explicación nal aún y podría estar relacionada a una diferencia en la susceptibilidad genética, una forma de protección ligada al sexo, alguna pobre representación de género en grupos etarios de los estudios, o una forma de “camu¨aje”, más propio en las mujeres. Algunos investigadores consideran que la intensidad con que se presentan los síntomas (pobreza de la inteligencia no verbal, de la interacción social, del comportamiento y del vocabulario no solo expresivo, sino también del lenguaje receptivo, esa colección de palabras que son entendidas por el individuo) varía entre pacientes, lo que puede demorar el diagnóstico. Esto se observa en mujeres con autismo en la edad adulta, cuyo compromiso intelectual no es suciente para producir discapacidades signicativas, o autismo con alta funcionalidad. Tampoco hay una explicación única para este creciente y preocupante aumento de casos diagnosticados. Solemos acepEl autismo, o mejor, “los trastornos del espectro autista (TEA), de etiología compleja, son trastornos del neurodesarrollo que afectan la interacción social de los individuos y sus habilidades comunicativas, y presentan patrones de comportamiento con diferencias signicativas entre ellos”, como bien lo denen Tomoya Hirota y Bryan H. King, de la Universidad de California, y Quian Wang y su grupo de investigadores en Taian, Shandong, China. Hoy se considera que el TEA es esencialmente genético. La interacción de factores ambientales con lo genético circula con mucha atracción, quizás porque es una combinación muy compleja y diculta precisarla. Así, la exposición in uterus, durante el embarazo, tiene un volumen especialmente alto, a pesar de que no se conozca la intimidad de los mecanismos en el feto: la exposición a medicinas (anti-convulsionantes, opiáceos), a polución ambiental (metales como plomo, mercurio y aluminio, o la alta contaminación del aire que respiramos), infecciones (como por los virus que enferman de in¨uenza o de rubeola), la pobre nutrición con deciencias especícas, como la del ácido fólico. Se especula también sobre el muy vulnerable período en la infancia del rápido crecimiento y desarrollo cerebral, que se moldea favorable o desfavorablemente con las experiencias vividas durante esa infancia, p.ej. los factores adversos de la infancia, que alteran la arquitectura cerebral y su función, la integración sensorial, la adquisición del lenguaje y el carácter social humano, observadas mediante técnicas de imágenes cerebrales sosticadas como la resonancia magnética estructural, la resonancia magnética funcional, la tomografía de emisiones de positrones o PET. Como factores adversos de la infancia conocemos el peso de altos niveles de deprivación espiritual y material, padres y adultos sin empleo o sin diplomas de estudios superiores, la movilidad de quien migra y las familias Panamá cuenta ya con expertos en nutrición, en la genética de las cepas de tuberculosis, en análisis bioinformáticos y expertos en condiciones inmunológicas o inmunopatías. Amador Goodridge [email protected] No hay biomarcadores (moléculas o sustancias biológicas que se encuentran en la sangre, otros líquidos o tejidos) específicos para TEA. tar como factores asociados a este fenómeno de crecimiento epidemiológico el hecho de que la población está más informada y anuente de los trastornos, el mejor conocimiento, aunque aún escaso, de formas y métodos diagnósticos como la mejor vigilancia del progreso del desarrollo del niño en los primeros meses y años de vida, la ampliación de los signos y síntomas que sugieren el diagnóstico y el mejor manejo e interpretación de las variadas pruebas de pesquisa e instrumentos de diagnóstico. Hoy predomina la idea de que el TEA es un trastorno cuya intimidad guardan los genes y, de allí, la observación de múltiples variantes genéticas asociadas al riesgo como también elementos externos como son la prematuridad y la restricción del crecimiento intrauterino. Hasta dónde el éxito de los conocimientos, habilidades y tecnologías expresadas en el período perinatal y neonatal contribuyen a los crecidos números de su prevalencia, es todavía desconocido, pero seriamente considerado. El estudio tradicional de todo paciente con sospecha de TEA se realiza con la mediación de un grupo de múltiples disciplinas profesionales, requiere observación estrecha del comportamiento del niño en diferentes escenarios de su vida diaria, entrevistas puntuales con las personas que cuidan y educan al niño y la aplicación de instrumentos diagnósticos estandarizados por personal entrenado para ello. Estas pruebas tienen grados aceptables y conables de alta sensibilidad (menos falso positivos) y buena especicidad (menos falsos negativos). A estos métodos de diagnóstico tradicionales se suman el análisis del comportamiento mediante el uso de videos y la ayuda de la Inteligencia Articial, el análisis del patrón del movimiento de los ojos del niño cuando se le muestran fotografías, dibujos o videos y otras técnicas que aún requieren renamiento. Todo esto no está disponible para todos los grupos humanos y es uno de los factores limitantes que hacen la información mundial del TEA difícil de comparar y, diculta también el manejo y tratamiento a escoger para cada individuo. trar soluciones sostenibles. Panamá cuenta ya con expertos en nutrición, en la genética de las cepas de tuberculosis, en análisis bioinformáticos y expertos en condiciones inmunológicas o inmunopatías. Colaborando entre sí, pueden aportar soluciones a nuestras comunidades vulnerables. La tuberculosis nos plantea un desafío cientíco que necesita respuestas urgentes. En Panamá, la ciencia puede y debe ofrecer las soluciones efectivas que la tuberculosis demanda, para salvar vidas y garantizar un futuro sano y productivo para nuestras comunidades más vulnerables. El autor es investigador en el INDICASAT-AIP, miembro del SNI, presidente de la Organización Panameña Antituberculosa e integrante de Ciencia en Panamá 7A LaPrensa Panamá, jueves 16 de enero de 2025 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==