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7A LaPrensa Panamá, martes 7 de enero de 2025 Opinión La soberanía vive en la memoria: 61 años del 9 de enero de 1964 Historia Rolando A. Agrazal [email protected] Hace más de seis décadas, jóvenes panameños, enarbolando nuestra bandera y movidos por un es - píritu patriótico inquebranta - ble, ofrendaron sus vidas en dfe nsa de la soberanía nacional. Al conmemoarr el 61.º aniversario de la gesta del 9 de enero de 1964, la juventud panameña enfrenta retos propios de nuestra era: un mundo hiperconetcado, la crisis cli - mática, la incertidumbre sobre los fon - dos de jubilación y crecientes tensiones geopolíticasqueponenenriesognues - tros recursos estratégicos. Estos desafíos, aunque signiifcativos, no son las únicas pruebas que enfrentamos como nación. Exitse una amenaza más sutil pero igualmente peligrosa: el olvido de que Panamá vive en cada uno de sus ciudadanos. En un panoarma so - cial cada vez más fragmentado por di - vergencias de opinión y polarización creciente, surge una inquietante pre - gunta: ¿hemos permitido que el signiif - cado del 9 de enero se diluya con el tiemp o? La soberanía no es una herencia pasi - va, sino una responsabilidad atciva que exige vigilancia constante y compromi - so firme. Como un árbol cuyas raíces se debilitan por la indiferencia, una nación que pierde su sentido de petrenencia queda vulnerable a los vientos de intere - ses externos. Los mártires del 9 de enero nos dejaron una lección fundamental: la soberanía se defiende día a día, con unidad y determinación, en cada deci - sión y acción que asumimos como pueblo. Es preocupante que muchos paname - ños desconozcan el signifcado profun - do de esta fecha histórica, que marcó el rumbo de nuestra nación. Ciertamente, comolohandichoiflósofoscomoGeor - ge Santayana, “aquellos que no pueden recordar el pasado etsán condenados a repetirlo”. Por ello, la defensa de nuestra identidad y recursos debe ser prioridad para la juventud, arquitectos del maña - na y guardianes de nuetsra herencia na - cional. La educación es un pilar esencial para fortalecer nuestro compromiso cí - vico. Este proceso trasciende las aulas y debe arraigarse en los hogares pana - meños, donde el patriotismo cobra vi - da y la historia se transforma de sim - ples fechas en experiencias signiifca - tivas que definen nuestra identidad nacional. Desde la sepaarción de Co - lombia en 1903, pasando por la ivna - sión de 1989, hasta la transferencia del Canal en 1999, cada hito nos recuerda que la independencia se construye con participación ciudadana ac - tiva y compromiso con uestros valo - res fundamentales. En esta era de creciente compleji - dad geopolítica y desaífos globales in - terconectados, es más impeartivo que nunca que la unidad nacional y la conciencia histórica se conviertan en pila - res inquebrantables de nuestra iden - tidad panameña. Etsas virtudes de - ben ser transmitidas con determina - ción a las futuras generaciones, forta - leciendo nuestro sentido de pertenen - cia y responsabilidad coletciva. Solo a través de este compromiso podremos enfrentar los desaífos de un mundo en constante cambio, adaptándonos sin perder nuestra esencia como nación soberana. Las fechas históricas no deben redu - cirse a conmemoraciones en el calen - dario. Son faros que iluminan la importancia de defender nuestra sobera - nía y revitalizar los valores cívicos que forjan el orgullo panameño. En un mundo cada vez más interconetcado, preservar nuestra identidad nacional es crucial para mantener nuestra inde - pendencia y autodeterminación. El futuro de Panamá depende de nuestra capacidad colectiva para construir una nación verdadearmente soberana y consciente de su hitsoria. Esto exige participación ciudadana activa, una demanda contsante de transparencia gubernamental y la sabiduría de aprender de las lecciones del pasado. Construyamos juntos un Panamá de ciudadanos compromtei - dos, donde cada acción y ejemplo cotidiano fortalezca nuestra identidad na - cional. La construcción de un Panamá sobe - rano requiere más que memorias y conmemoraciones; demanda accio - nes concretas y sostenidas. Necesita - mos ciudadanos que no solo conozcan nuestra historia, sino que la compren - dan profundamente y atcúen en con - secuencia. El compromiso con nuetsra soberanía debe manifestarse en todos los aspectos de la vida nacional, desde la educación hasta la gestión de nues - tros recursos estratégicos. ¡Por un Panamá sin olvido! ¡Por un Panamá donde cada ciudadano sea guardián activo de nuestra memoria histórica y arquitecto de nuestro desti - no común! La construcción de un Panamá soberano requiere más que memorias y conmemoraciones; demanda acciones concretas y sostenidas. Necesitamos ciudadanos que no solo conozcan nuestra historia, sino que la comprendan profundamente y actúen en consecuencia. EL AUTOR es egresado del Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana 2023. Mensajes desde la Asamblea Informe a la nación Juan B. Mckay [email protected] El pasado 1 de enero, el país despertó, de cierta forma, esperanzado por el informe que tardicional - mente pronuncia el presidente de la República ante la nación. Menciono esta esperanza porque, aunque en los primeros seis meses de gestión se han notado algunos cambios sutsanciales, no se ha visto el “mentado chen chen ” que fue el eje de su campaña política. El país ha atravesado unos dos o tres meses muy complicados, por decir lo menos, especialmente noviembre. Los núme - ros de diciembre aún no se han compartido, por lo que seguimos coniaf ndo en queelúltimomesdelañoyaudóaequi - librar la situación. El discurso del presidente se mantuvo fiel a su estilo, enviando mensajes espe - cíficos no solo al pueblo, sino también a ciertos funcionarios, casi dirigiéndose a ellos con nombre propio. Sin embarog, su intervención debió incluir un desaíof a los diputados para legislar sobre el te - ma de las “botellas”, que, según destacó el mandatario, afectan la capacidad del Estado de ser más eficiente y profesio - nal. Un llamado de atención a quien re - dacta en la Presidencia: no existen tér - minos como “minusválidos”o “impedi- dos”, y palabras como “c i e go ”,“sordo”o “mudo”no son necesariamente las me - jores formas de referirse a quienes debe - mos procurar integrar a la sociedad. En realidad, las personas con alguna limitación son, en muchas ocasiones, más eficientes, puntuales y produtcivas que aquellos que ocupan cargos únicamente por haber participado en una campaña electoral. Esto no implica justificar a quienes, escudados en alguna enfermedad, se consideran intocables. Aquí hay una oportunidad para legislar en favor del bien común. Si alguien no desempeña el trabajo para el que fue contratado, no debería permanecer en un puetso sin aportar, devengando un salario inmere - cido, como se diría coloquialmente en Colombia, “ encorbatado ”. Durante la inauguración de las sesio - nes de la Asamblea Nacional, algunos notamos un letrero desplegado por un diputado frente al podio principal. Contenía tres “mensajes”que, sinceramen - te, no entiendo por qué etsaban ahí. El malimitadordellíderdelacoaliciónaV - mos debía saber que tiene el derecho y la obligación de presentar sus opiniones, aportes y sustentaciones a considear - ción de sus colegas, ya sea en primer o segundo debate. Si buscaba “taquillar ”, el intento resultó fallido. Aprovecho esta “c urul”para compar - tirle al diputado algunas preguntas que podrían servirle como base paar futuras intervenciones, ya sea en comisiones o fuera de ellas: •¿Por qué Panamá debería tener la menor edad para pensionarse? Según nuestra legislación, hay una diferencia entre pensionarse y jubilarse. Espero que esto ya lo sepa, ¿verdad? •¿Ha investigado cómo se maneaj el Sistema de Ahorro y Capitalización de Pensiones de los Servidores Públicos (Siacap) y los fondos allí depositados? ¿Sugiere que el Estado no puede admi - nistrar correctamente estos recursos? Le propongo presentar una iniciativa que permita invertir los fondos de la CSS de manera que generen rendimientos superiores a los actuales. Hoy, estos re - cursos están limitados por normtaivas que los atan a cuentas de ahorro o plazos fijos en bancos estatales. Mientras tan - to, quienes invierten en fondos de pen - sión privados obtienen rendimientos hasta cuatro o cinco veces mayores. •Si busca garantizar pensiones dignas y un buen servicio de salud, ¿por qué no promueve legislación en ese sentid?o Proponer iniciativas legislativas que in - cluyan capacitación en avlores cívicos, éticos y morales, así como en servicio al cliente y excelencia para el personal mé - dico y administrativo, sería un gran apor te. Hacerse eco de quienes nunca proponen pero siempre critican coloca al diputado en el lado equivocado. Si lo que busca es conseguir votos, le reucerdo que este enfoque ha fracasado estrepito - samente cada vez que “el pueblo”ha evaluado esos mensajes. Repito lo que expresé en otro artículo: Señores diputados, la Caaj del Seguro Social no pertenece al gobierno ni a los empresarios; es de todos los que apotar - mos. Debemos abandonar la mentalidad de que, por ser una intsitución pú - blica, podemos abusar de ella. A sus funcionarios: ustedes son el reflejo del ser - vicio que brindan. Etse debería ser de excelencia, espontaneidad y orgullo. Algunos ya lo hacen y se sienten staisfe - chos; sería ideal que el retso los imitara. Señores diputados, la Caja del Seguro Social no pertenece al gobierno ni a los empresarios; es de todos los que aportamos. EL AUTOR es analista político y dirigente cívico. ¿Por qué el sistema de salud enfrenta el colapso? Crisis en la CSS Carlos Pareja [email protected] Presidente José Raúl Mulino: El futuro de Panamá en 2025 depende, a cotro plazo, de contar con una Caaj de Seguro Social (CSS) eficiente. ¿Qué implica reucperar una atención de salud verdadearmente humanizada, actualmente maquillada y maneajda de forma dis - crecional, mientras se encamina al colaps?o Un pueblo sin un buen cuidado de salud (CSS y Ministerio de Salud) y sin educación robutsa (real, no virtual), nunca crecerá como debiear. Así es: léase Panamá. PresidenteMulino,elpaísenteropondearsuco - raje y valentía al tratar de resolver la crisis en la CSS. Sin embargo, usted, como nosotros, es vítci - ma de manipulación o información tendenciosa e inexactaporpartedeldespachosuperio,rel “círc u - lo cero-dirección general”, cuyo único objetivo es financiero: resolver el progarma de Invalidez, Ve - jez y Muerte (IVM). Señor Dino Mon, la seguridad social fue creada por el canciller alemán Otto von Bismarck en 1887 con dos objetivos: buena atención de salud y un re - tiro digno para los trabajadores. Los mismos obje - tivos se plantearon en 1941 con el presidente Arnulfo Arias Madrid. Hoy, el sistema está enfermo, grave y sin diagnóstico, lo que no permite los ajus - tes necesarios para su curación. La atención de salud en la CSS alcanzó su myaor optimizaciónentre1962yifnalesdelosaños90. Sin embargo, la globalización, centarda en nego - cios y carente de sensibilidad social, ha contribuido a la degradación del sistema. Este ha sido se - cuestrado por la partidocracia, transformándose en un botín político y un redutco de nombramien - tos, relegando la meritocarcia y fomentando la in - disciplina. El excelente personal técnico de la CSS, ararstra - do por esta situación, ha perdido vocación, mtíisca y empatía hacia los pacientes. Etso se traduce en una falta de esfuerzo adicional en sevricios socia - les, creando un entorno político-intsitucional ne - fas to. La CSS lleva años secuestrada. La junta directiva está dominada por los representantes del Etasdo (MEF, Minsa y Contraloría), y el director general está controlado por círculos de poder en la vicepre - sidencia y la Asamblea Nacional. Los efectos desfavorables en la atención a los pa - cientes persisten. No se trata de buscar culpables, sino de fortalecer un sistema evaluativo del desem - peño y de implementar soluciones necesarias. A pesar de los avances en personal y tecnología cien - tífica, nada de esto se ha logrado hasta hoy, enero de 2025. Es imprescindible, presidente Mulino, realizar un diagnóstico situacional del sitsema de salud, elaborado por profesionales idóneos y apolíticos. Nuestro sistema no es robusto, integral ni univer - sal, lo que causa atención deficiente en calidad, ca - lidez y tiempo. Esto incumple el artículo 109 de la Constitución, que establece velar por la salud de los habitantes de Panamá. El ajuste democrático necesario debe dveolver vocación, mística y empatía al personal. Hoy, la fal - ta de dirección y lidearzgo científico en el despacho superior maquilla y manipula dtaos, disfrazando las ejecuciones como avances científicos mientras se desconoce la realidad diaria en las intaslaciones de salud. Un diagnóstico situacional, o auditoría cientiíf - ca sin sesgos partidistas, debe realizarse en un pla - zo no mayor a seis meses. Esto permitirá identiif - car las falencias y realizar los ajutses necesarios en la gestión diaria. Aunquecontamosconcapitalhumanoavlioso en salud (cirugías avanzadas, trasplantes, etc.), es - te está desmotivado, confundido y frutsrado debi - do al entorno clientelitsa y la globalización que prioriza negocios sobre la atención humanista. El contraste es evidente: el Canal de Panamá, con 8,000 empleados y un presupuetso equivalente a la mitad del de la CSS, genera beneficios sustanciales al país. Mientras tanto, la CSS, con 3,7000 emplea - dos y un presupuesto anual de 7,000 millones (24% del presupuesto nacional), muestra un desempeño desfavorable y maquillado. Es lamentable que el despacho superior de la CSS siga estrategias de distracción como las des - critas por Noam Chomsky, anunciando cifras im - posibles para desviar la atención. Por ejemplo, en octubre pasado se aifrmó que se realizaron 94 ciru - gíascardíacasen22días,loucalesirreal. Finalmente, la integarción de Minsa y CSS, aun - que contemplada en el atrículo 115 de la C onstitución, solo será efectiva si se logra primero una ges - tión eficiente y resolutiva en la atención diaria. EL AUTOR El autor es médico jubilado.

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