7A LaPrensa Panamá, miércoles 1 de enero de 2025 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Una GPT educativa revoluciona Centroamérica y rompe paradigmas Inteligencia artificial Adriana Angarita [email protected] La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa lejana para convertirse en una realidad que está transformando profundamente la manera en que las empresas operan, innovan y crean valor. Hoy, interactuar con IA no es un lujo, sino una necesidad estratégica que permite a las organizaciones adaptarse a un mundo cada vez más digital, dinámico y orientado a resultados. La capacidad de integrar la IA en procesos cotidianos, en la toma de decisiones y en la creación de soluciones personalizadas representa no solo una ventaja competitiva, sino también una oportunidad para generar un impacto significativo en áreas clave como la educación superior. Muchas empresas en la actualidad enfrentan un sentimiento de incertidumbre y urgencia frente a la inteligencia artificial (IA). Aunque reconocen su potencial transformador, no siempre saben por dónde empezar ni cómo integrar en sus procesos sin perder el control. Este desconocimiento genera resistencia y hasta miedo al cambio, especialmente en sectores donde la adopción tecnológica ha sido más lenta. La IA puede parecer una herramienta compleja, abstracta o reservada solo para expertos en tecnología, cuando en realidad su valor radica en simplificar lo complejo y potenciar las capacidades humanas. El desafío no está en la tecnología misma, sino en dar el primer paso: capacitar equipos, redefinir procesos y buscar aliados estratégicos que los guíen en esta transición. Para hacer tangible este proceso y modelar aspectos que permitan entender cómo accionar podemos explorar el caso de “Atenea”, la primera GPT de Centroamérica en español que fue desarrollada en Panamá para el foro Innkind FIEd LATAM 2024 y que se basó en proporcionar a la comunidad universitaria tomadora de decisiones un espacio que sale de las fronteras de los 2 días del evento para continuar discutiendo lo planteado por los speakers, con el objetivo de facilitar acciones a realizar en las Instituciones educativas. Este es un ejemplo inspirador que demuestra cómo interactuar con la IA es un proceso de aprendizaje progresivo que, cuando se aborda con visión y acompañamiento adecuado, puede transformar no solo las empresas, sino también los sectores en los que operan. Este trabajo realizado por SénecaLab, una organización panameña de alcance latinoamericano, comprometida con la innovación y la transformación digital que proporciona soluciones especializadas en educación superior, diseñó y creó a Atenea, enfocada en este sector y un testimonio del poder de la colaboración, la capacitación y la visión de futuro. Este logro no fue un proceso simple: requirió que el equipo humano de SénecaLab se entrenara, aprendiera y transfiriera conocimientos de la mano de expertos en inteligencia artificial como Umanity AI, liderada por Rafael Torrijos y Fernando Valenzuela, dos de los speakers más destacados en la Innkind FIEd LATAM 2024. El desarrollo de Atenea simboliza no solo un avance tecnológico, sino también un cambio de paradigma. Para que una empresa pueda crear soluciones disruptivas como esta, es fundamental fomentar una cultura de aprendizaje continuo y una apertura al cambio. El equipo de SénecaLab tuvo que adquirir nuevos conocimientos sobre modelos de lenguaje, procesamiento de datos y ética en IA, integrando herramientas avanzadas en su trabajo diario. Este proceso refleja lo que muchas empresas deben hacer para evolucionar: salir de su zona de confort, buscar aliados estratégicos y sumergirse en espacios innovadores que desafíen lo tradicional. La experiencia con Umanity AI demuestra que interactuar con inteligencia artificial no se limita a implementar tecnologías, sino que requiere un profundo entendimiento de cómo estas herramientas pueden potenciar las capacidades humanas. La IA no reemplaza a las personas, sino que actúa como un amplificador de talento, liberando tiempo y recursos para que los equipos puedan enfocarse en tareas creativas y estratégicas. Esta integración entre tecnología y humanidad fue clave para el desarrollo de Atenea, un producto que no solo responde a una necesidad del sector educativo, sino que también posiciona a Centroamérica como una región capaz de liderar la transformación digital en la educación superior. Lo logrado en espacios como Innkind FIEd LATAM es un reflejo del poder de la colaboración y de la importancia de abrir plataformas donde empresas, expertos y visionarios puedan compartir conocimientos, experiencias y oportunidades. Estos eventos son fundamentales porque permiten que los actores clave comprendan las posibilidades de la IA y visualicen cómo puede ser aplicada de manera concreta en sus sectores. La creación de Atenea no habría sido posible sin un ecosistema de innovación, en el que convergen la expertise tecnológica, la necesidad del mercado y la voluntad de aprender y evolucionar. Para las empresas, el mensaje es claro: la inteligencia artificial no es solo un recurso tecnológico, sino una herramienta de transformación. Adoptarla significa entender cómo la tecnología puede potenciar los procesos internos, personalizar la experiencia del cliente, generar mayor eficiencia y crear nuevos modelos de negocio. Sin embargo, el mayor desafío es el factor humano: la IA requiere equipos preparados, abiertos al aprendizaje y dispuestos a repensar la forma en que trabajan. SénecaLab y Umanity AI nos muestran que la transformación digital es posible cuando existe un equilibrio entre la tecnología y el conocimiento humano. La creación de Atenea es un ejemplo tangible de lo que se puede lograr cuando las empresas se comprometen a innovar, invierten en el desarrollo de su talento y aprovechan espacios como Innkind FIEd LATAM, donde las ideas se convierten en soluciones reales. Esta experiencia demuestra que interactuar con inteligencia artificial no solo es necesario, sino también inspirador. Nos permite imaginar un futuro donde la tecnología y las personas colaboran para alcanzar metas cada vez más ambiciosas. Lo más destacado de esta historia es que sus protagonistas dedican su día a día a fortalecer el eslabón más importante: la educación superior en Latinoamérica. Sin duda, el futuro dependerá del matiz con el que lo veamos. ¡Y desde nuestra perspectiva, luce brillante! LA AUTORA es experta en educación superior, presidenta de Innkind y CEO de SénecaLab. Las reformas constitucionales y los retos del país 2025 Luis Credidío [email protected] El año 2025 estará marcado por dos eventos de gran relevancia que influirán en el rumbo del país. Por un lado, el debate sobre la reapertura de las operaciones mineras en Panamá, centrado en la controversia con la subsidiaria de First Quantum Minerals, Minera Panamá. Por otro, el inicio de los programas nacionales de docencia sobre constitucionalidad y las reformas a nuestra Carta Magna. La trascendencia de estas reformas radica en el fortalecimiento de la seguridad jurídica, la consolidación de nuestras instituciones democráticas, el aumento de la confianza en Panamá por parte de los mercados internacionales y la garantía de que la justicia no reconoce fueros ni privilegios. Una constitución consta de dos partes fundamentales: la sección dogmática y la orgánica. La parte dogmática establece los derechos y libertades fundamentales, las responsabilidades ciudadanas y los principios doctrinales que guían la gobernanza del país. En contraste, la sección orgánica define la organización del poder del Estado, regulando la institucionalidad y los procedimientos que afectan al territorio, la población y los órganos públicos. La Constituciónde Sudáfrica es un referente destacado en este ámbito. Su parte dogmática ha funcionado como un medio unificador y reparador en un contexto donde las instituciones sufrieron deterioro debido a la injusticia y la corrupción. Considerada una de las constituciones mejor elaboradas, ofrece un marco robusto de protección a las garantías fundamentales, permitiendo a los tribunales operar con verdadera independencia. Este modelo de gobernanza post-Apartheid aborda conflictos mediante principios de justicia restaurativa y asegura la protección de derechos humanos fundamentales. El Tribunal Constitucional de Sudáfrica es un ejemplo clave. Garantiza la separación de poderes al evitar la intervención de los órganos ejecutivo, legislativo y judicial en la interpretación de la Constitución. Sus decisiones vinculantes son finales e inapelables, y la designación transparente de sus jueces refuerza su independencia. Audiencias públicas abiertas y un diseño institucional robusto garantizan que el tribunal opere sin presiones externas. En Panamá, resulta urgente la creación de una Corte Suprema Constitucional que cuente con magistrados independientes, íntegros y jurídicamente capacitados para proteger el orden democrático. A pesar de que las leyes panameñas son claras respecto a la prescripción de los delitos de corrupción y contra la administración pública, es fundamental establecer comités judiciales especializados en investigar crímenes contra la nación. Un ejemplo inspirador es la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, que abordó las injusticias del régimen del Apartheid promoviendo la reconciliación nacional. Este logro fue posible gracias a un marco constitucional que combinó justicia restaurativa y certeza del castigo, garantizando el respeto a los derechos humanos, sociales, económicos y culturales. En Panamá, la necesidad de reparación y de asegurar que ningún ciudadano esté por encima de la ley exige un marco constitucional independiente y robusto. Solo así será posible construir un país más justo, con instituciones fortalecidas y libre de privilegios. EL AUTOR es internacionalista. El síndrome de Orfeo Las amenazas de Trump Joaquín González J. [email protected] “Es extraña la ligereza con que los malvados y poderosos creen que todo les saldrá bien”.Víctor Hugo Orfeo era un personaje de la mitología griega de origen tracio, hijo de Apolo y Calíope, que estaba obsesionado con tratar de revivir el pasado. A quienes exhiben hoy este comportamiento desmesurado de añoranza y necesidad de mirar hacia atrás, se dice que padecen el Síndrome de Orfeo. Todo indica que el presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump, encaja dentro de este perfil. Sus declaraciones y acciones recientes parecen confirmarlo. Su evidente añoranza por el caduco y agotado modelo de expansionismo imperialista que caracterizó a los Estados Unidos de América desde la creación de este país a finales del siglo XVIII, constituye una clara muestra de ello. Sin haber tomado aún posesión del cargo, sus recientes declaraciones en Florida, específicamente en lo tocante al Canal de Panamá, constituyen los primeros coletazos de su enfermizo anhelo de reivindicar el nefasto pasado de intromisión de Estados Unidos en Panamá y toda América Latina. Para desgracia, vergüenza y pesar del mundo entero, incluso, quisiera pensar que de muchos estadounidenses decentes y respetuosos de los valores de la Democracia (que debe haberlos), el estreno de estenuevoesquemadegobiernoquepromete ejecutar el señor Trump, constituye el anuncio de un olímpico retroceso en el manejo de las relaciones internacionales, por parte de la nación que aún se ufana de ser el paladín de la justicia y defensor inclaudicable de las democracias del mundo. El mismo país que, por lo visto, en palabras de Trump, estaría dispuesto a obligar al pueblo panameño a enfrentar su amenaza de retornar a la civilización de las cavernas, mediante el uso del poderío militar del imperio, como único recurso disponible (a falta de lo legal), para procurar arrebatarnos nuestra soberanía sobre el Canal. El desconocimiento flagrante por parte de Trump, de los significativos y profundos cambios globales que vive la humanidad en tiempos modernos, lo descalifica como supuesto líder de su propia nación. El equívoco de creer que América Latina debe continuar siendo el patio trasero de los Estados Unidos, como en efecto,enalgúnmomentodelpasadolofue, constituye un error de proporciones descomunales, que solamente es posible en una mente enferma y arrogante. El mundo entero, América Latina y Panamá incluida, se mueven hacia la apertura de relaciones sin cortapisas ni caprichos antojadizos de nadie, con todas las naciones y potencias del mundo, y China es una de ellas. De hecho, para Panamá y muchos otros países de la región, China constituye uno de los socios comerciales y usuarios del Canal, más importantes de la región al igual que los Estados Unidos, y no tiene porqué dejar de serlo, por el solo hecho de evitar que al señor Trump, esto le provoque una pataleta. La neutralidad del Canal es nuestro escudo ante el mundo. Para nada importaqueTrump,decidatomarseono,el tiempo para leer lo establecido y pactado entre ambas naciones en dicho Tratado. Parece que todo se mueve hacia nuevas relaciones internacionales donde priva el respeto y la vigencia de la ley, sin la injerencia de una sola potencia con intenciones de dominación subyugante. Del mundo unipolar que conocimos en el pasado, nos estamos moviendo haciaunmundoconmúltiplescentrosdeopinión y decisión. Quien no se ha dado cuenta de la vigencia de este nuevo orden mundial, es Donald Trump y por desgracia, debemos suponer, que este desfase lo comparten sus electores y correligionarios norteamericanos, que permitieron a este exabrupto de ser humano, llegar a la presidencia de los Estados Unidos, mediante los votos. Ante las amenazas veladas de Trump, la ocasión es propicia para reiterar a todos nosotros, la necesidad y obligación que tenemos, como panameños, de no dejar adormecer nuestras conciencias ante la tenebrosa e intimidante mirada de Orfeo. De momento celebro la valentía sin aspavientos que hasta el momento ha demostrado el presidente Mulino en representación de todos nosotros. Sobre todo, la tranquila sencillez de sus palabras, cuando sin alterarse, repitió la frase del arrogante de marras: ¡Ya veremos! EL AUTOR es escritor y pintor. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==