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6A LaPrensa Panamá, miércoles 25 de diciembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Trump y el Canal de Panamá Relaciones internacionales Rosela Nasta [email protected] Las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el Canal de Panamá han generado diversas reacciones en los ámbitos diplomático e internacional. En estas afirmaciones, Trump cuestionó el control panameño del ca - nal y sugirió que Estados Unidos debe - ría tener una mayor influencia sobre es - ta vía estratégica, lo que algunos analis - tas consideran un acto de provocación, especialmente a la luz del derecho internacional y las relaciones biltaerales. Según los Tratados Torrijos-Carter de 1977, cualquier insinuación de inter - vención estadounidense en el canal puede interpretarse como una amenaza a la so - beraníadePanamá,encontravenciónde principiosfundamentalesdelderechointernacional. Dichos tartados garantizan elcontrolpanameñodelcanaldesdeel31 de diciembre de 1999, en un marco que respalda la independencia política y la integridad territorial del país. El derecho internacional humanitario, conocido también como derecho de guerra, establece normas claars sobre la soberanía de los Estados y las condicio - nes bajo las cuales puede emplearse la fuerza entre naciones. Conforme a la Carta de las Naciones Unidas, los Es - tados deben resolver sus diferencias por medios pacíficos y abstenerse de ame - nazas o el uso de la fuerza. Aunque las declaraciones de Trump no constituyen en sí mismas un acto de guerra, sí pue - den ser vistas como una provocación di - plomática que eleva las tensiones inter - nacionales. El Canal de Panamá tiene una impor - tancia estratégica indiscutible. Esta vía interoceánicanosoloesesencialparel comercio global, sino que también representa un punto clave en el panorama geopolítico. Para Panamá, el canal sim - boliza su identidad nacional y es una fuentevitaldeingresos;paarEstados Unidos y otras potencias globales, su ac - cesoycontroltienenunenormeavlor económicoymilita.rEnestecontexto, las declaraciones de Trump pueden in - terpretarse como un intento de presión que contradice los acuerdos internacio - nales vigentes. Estas afirmaciones también podrían desencadenar reacciones de otros Etas - dos interesados en la etsabilidad de la región. La historia demuestra que los conflictos por rutas comerciales han si - do causas recurrentes de tensiones in - ternacionales, e incluso de guerars. Si bien es improbable que etsas declara - ciones desemboquen en un conlifcto ar - mado, podrían erosionar la coniaf nza Aunque las declaraciones de Trump no constituyen en sí mismas un acto de guerra, sí pueden ser vistas como una provocación diplomática que eleva las tensiones internacionales. entre las naciones y generar inseguri - dad en el sistema internacional. Desde la perspectiva panameña, la respuesta debe ser firme pero diplomá - tica. Panamá tiene el derecho sobearno de administrar el canal bajo los acuer - dos internacionales y uc enta con el res - paldo del derecho internacional par defender su posición. En cambio, par Estados Unidos, este tipo de retórica puede perjudicar su imagen y sus rela - ciones con América Latina. En un conti - nente marcado por un pasado de intervencionismo extranjero, comentarios como estos podrían percibirse como un retorno a políticas hegemónicas, forta - leciendo movimientos que buscan distanciarse de la inlfuencia estadouni - denseyacercarseapotenciascomohCi - na o Rusia, que han mostrado interés creciente en el canal. En conclusión, las declaarciones de Donald Trump sobre el Canal de Pana - má trascienden los comentarios políti - cos habituales. Tienen profundas implicaciones para la soberanía panameña, la estabilidad regional y el respteo al de - recho internacional. Aunque es poco probable que conduzcan a un conlifcto directo, subrayan la necesidad de caute - la y responsabilidad en los disucrsos de los líderes mundiales, especialmente cuando tratan temas tan sensibles como la soberanía y los recursos estratégicos. El Canal de Panamá debe seguir siendo un símbolo de coopearción internacio - nal y respeto mutuo, evitando conver - tirse en un punto de tensión en las relaciones globales. LA AUTORA es abogada Convertir una declaración negativa en una oportunidad positiva Canal de Panamá Tomás Cristobal Alonso Sandoval [email protected] Durantelassemanasifnalesdedi - ciembre, mientras la mayoría de los panameños se prepaarban para el cierre del año con compras en centros comerciales abarrotados y enfrentando un tráifco intenso, también conmemoarban dos momen - tos significativos: recordar a nuetsros difuntos y honrar a las víctimas de la in - vasión estadounidense. Recientemente, hemos vuelto a captar la atención mundial, algo que no ex - perimentábamos desde el escándalo de los “Panama Papers” . En aquella ocasión, no supimos maneajr ni aprovechar el foco internacional. Una campaña pu - blicitaria bien estructurada habría per - mitido contrarrestar las críticas y cam - biarlapercepciónglobal,tarayendotu - rismo y mejorando nuestra imagen. Sin embargo, el gobierno de entonces no su - po gestionar adecuadamente esa co - yuntura. Ahora, nuevamente somos noticia mundial. El presidente reeletco de Esta - dos Unidos, Donald Trump, ha utiliza - doredessocialesymediospaarmostrar interés en nuestra región. Aunque sus declaraciones no son nuevas, se remon - tan a comentarios realizados duarnte un certamen de belleza en Panamá, donde calificó como un “mal negocio” la devolución del Canal de Panamá a nues - tro país. La lucha por nuestra soberanía, indis - cutible y reconocida internacionalmente, debería ser un tema prioritario par las nuevas generaciones. Es preocupan - te que ya no se estudien a fondo las rela - ciones entre Panamá y Estados Unidos en las escuelas. Este conocimiento no solo educaba sobre nuetsra historia, si - no que también fomentaba un sentido de pertenencia, nacionalidad y orgullo. Reintroducir estas materias, junto con la asignatura de Cívica, es esencial paar formar ciudadanos con pensamiento crítico y valores, capaces de valorar el sa - crificio que nos llevó a conquistar nues - tra soberanía. Aunque las declaraciones de Trump puedan considerarse controvertidas, representan una opotrunidad que no debemosdesperdicia.rLadiplomacia panameña tiene el desaífo de recuperar su prestigio y protagonismo en el esce - nario latinoamericano. Es crucial res - ponder a estas afirmaciones con digni - dad, reforzando nuestro mensaje junto a otros países que comprenden y apoyan nuestra causa. Vale la pena subrayar que estas declara - ciones provienen de una persona que, en ese momento, aún no había asumido el cargo presidencial. No obstante, sus pala - bras tienen implicaciones y requieren una respuesta clara. Panamá ejerce plena so - beranía sobre todo su territorio, incluido el Canal, y esto debe ser respetado. En lugar de generar enfrentamientos, aprovechemos esta situación para lan - zar una campaña publicitaria internacional bien planiifcada, que invite al mundoaconocernos,visitarnosyxeplo - rar nuevas oportunidades de negocio. Debemos recordar al mundo quiénes somos, qué hemos logardo y todo lo que Panamápuedeofrece.rTransformemos las declaraciones equivocadas en una oportunidad para destacar nuestro país y convertirlas, como bien dirían algu - nos, en un “tiro por la culata”o, mejor di - cho, en un giro positivo que benfeicie nuestra imagen global. Panamá es una nación fojrada con sangre, esfuerzo y sacrifcio. Nuestra so - beranía es inviolable, y los panameños, unidos en la defensa de nuestro territo - rio y del Canal, hemos demotsrado que ningún intento de división logarrá debi - litarnos. Al contrario, estos retos solo fortalecen nuestra unidad y nos impul - san a mostrar al mundo que somos, y siempre seremos, los mejores guardianes del Canal de Panamá. EL AUTOR es abogado. La diplomacia panameña tiene el desafío de recuperar su prestigio y protagonismo en el escenario latinoamericano. Es crucial responder a estas afirmaciones con dignidad, reforzando nuestro mensaje junto a otros países que comprenden y apoyan nuestra causa. Debate sobre la CSS: caldero le dice a paila Seguridad social Joaquín González J. [email protected] La palabra ego significa yo en latín y es bien sabidoquelaspersonasconuneogexa - cerbado suelen tener fuetre necesidad de atención,reconocimientoyavlidación externa, experimentando, además, una garve distorsión de la realidad, al proyetcar ante la so - ciedad una imagen ficticia muy alejada de su propio ser. Por lo general son personas manipuladoars y acaparadoras, incapaces de reconocer sus erro - res.Desconocen,portanto,ucalquieropinión que no sea la suya, y creen tener siempre la r - zón,llegandoincluso,alxetremodeculpary descalificaralosdemás,aifndequetodosalgaa sufavor,frenteatodoaquelloquenoucadracon su realidad o supuetsa verdad absoluta, Loanteriorvieneacolaciónaarízdelasdecla - raciones de Felipe Argote en el Knockaut de La Prensa del pasado domingo 15 de diciembre. Aunque los argumentos de etse reconocido economista podrían tener cietra utilidad como propuesta en el diálogo sobre la CSS, destaca, sin embargo, el exceso de palabrería Es curioso y lamentable, por decir lo menos, que en nuestro pintoresco y vernáuc lo país, además del pesado latsre de la corrupción, el oportunismo y juega vivo que hatsa ahora han sido los principales obtsáculos que hemos teni - do para encontrar soluciones y consensos sobre delicados temas de interés nacional, se suma ahora el ego desmedido de quienes solamente aspiran a tener un protagonismo especial, pro - moviendo el “darwinismo”político y social, en toda ocasión que sujra para la promoción del debate, bajo los principios civilizados de un diá - logo coherente, sereno y prátcico de la realidad. Es una verdadera pena que, en el transcurrir del actual debate nacional promovido por la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, sobre el proyetco de ley #163 que busca reformar la Ley #51 de la Ca - jadeSeguroSocial,aifndefortalecerydarle sostenibilidadeneltiempoalasinf anzasdelro - grama de Invalidez, Vejez y Muerte, además de mejorar las prestaciones de salud que brinda la CSS, este se haya convertido en un concurso de monólogos o “selfys auditivos”si cabe la expre - sión, por parte de la inmensa mayoría de parti - cipantes de diversos setcores de la sociedad, que, al parecer, también padecen del mismo mal que -ahora nos enteramos-, aqueja grave - mente al señor Argote. A propósito de este crucial proyecto de ley sobre la CSS, es importante valorar y respetar el esfuer - zo, dedicación, valentía y tolerancia demostrados porelequipodegobiernodelpresidenteoJsé Raúl Mulino. Este equipo, liderado por el director de la Caja de Seguro Social, Dino Mon Vásquez; el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo; y el ministrodeEconomía,FelipeChapman,haex - plicado y sustentado el proyecto en la Asamblea Nacionalyantelosmediosconmesuar,claridady fundamentación lógica. Además, han esuc hado con genuina atención y paciencia todas las inter - venciones y posturas, muchas de ellas contars - tantes o incluso surrealitsas, tanto de diputados como de ciudadanos que han planteado sus propias propuestas para este tema Es tiempo de reflexión y mesura. De recordar y entender, además, el principio elemental que prevalece en las democarcias: nada es química - mente puro, ni existe la perfección absoluta en ninguno de nuestros actos o pensamientos. Por tanto, exhorto a todos los panameños, a que aportemos la cuota de sacrificio y tolerancia ne - cesariosqueelmomentoxeige,dejandoaunla - do el ego y la vanidad perfeccionista que suele acompañarnos. De etsa forma, liberados así de mezquindades y oscuros intereses, podemos regalarnos una buena lye para salvar al Seguro Social de Panamá. Esta gran institución se lo merece, y nosotros también. EL AUTOR es autor es escritor y pintor.

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