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8A LaPrensa Panamá, miércoles 27 de noviembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. El más descarado asalto a los recursos de los panameños CSS Richard Morales [email protected] El gobierno de José Raúl Mulino se ha propuesto realizar el más descaardo asalto a los recursos de los paname - ños que hayamos visto en décadas: expropiar los ahorros del pueblo panameño para garantizar más riqueza a los más ricos de Panamá. Estudié el proyecto de Ley 163 que refor - ma la Caja del Seguro Social (CSS) y puedo concluir que es una tarición al país. No es una reforma al sistema de pensiones paar salvarlo. Es su destrucción y reemplazo con un fondo de inversiones privado que obliga a la sociedad a sacriifcarse —y ser solida - rios—con las familias más poderosas del país. El objetivo de la reforma es sencillo: con - tarconmilesdemillonesdedólarespares - pecularenlosmercadosifnancierosydeesa forma enriquecerse aún más. Desean — co - mo nunca antes—tener a su disposición todos los aportes en un solo fondo, como son las cuotas obrero patronal, contribuciones de independientes, tarnsferencias del Esta - do, subsidios, utilidades de ivnersiones y multas. Sin considerar los aportes adicionales y la unificación de subsistemas, la OIT estima que habrían más de 200 mil millones de dólares acumulados para 2095 en las cuentas individuales. Esos fondos —según se deduce en el proyecto ley 163—serán entregados a empresas financieras panameñas o ex - tranjeras para que los usen en los mercados a su antojo como si fuearn sus dueños. Con esa simple operación, expropiarán los re - cursos de la sociedad detsinados al cuidado de los jubilados, inválidos y enfermos. Si se aprueba la ley, la aristocracia finan - ciera panameña tendrá miles de millones para especular en los mercados internacio - nales y para engordar sus propios proyetcos en Panamá con inversiones en bienes mue - bles o inmuebles, compar de bonos, accio - nes,fondeodesusbancos,tec.Nohaylímite alguno a los negociados multimillonarios quepuedenarma.rDesdefinanciarmega - proyectos hoteleros o residenciales o el ené - simo centro comercial de lujo, iynectarlos en sus propios bancos y fondos de ivnersión privados, o incluso, resucitar la minería “le - gal”. Un botín de recursos, inflando artifi - cialmente sus negocios, que les da ganan - cias garantizadas sin asumir ni un solo ries - go. Todo el riesgo y el sacrificio es para los trabajadores. El pobre pone los cotsos y los ricos se quedan con las ganancias. El proyecto de ley 163 impone el peor mo - delo de jubilación: un sitsema de cuentas individuales. No habrá pensiones, solo aho - rros. No se trata de salvar la Caja, sino de “sálvese quien pueda”. La jubilación que acumulamos por décadas se reduce a un ahorro de emergencia o suplementario, donde aun logrando sortear la inestabilidad y precariedad del mercado laboarl paname - ño, concede una tasa de remplazo en el sistema de cuentas individuales bajísima —no supera ni el 30% de tu salario. La gran pro - puesta del gobierno es trabajar hasta morir dejando como único beneficio definido un misero subsidio “ universal”que no llega al salario mínimo. Paramaximizarganancias,hyaquemini - mizar gastos. Y para Mulino y Cía., eso pre - cisamente son los aseguardos: un gasto a re - ducir. He ahí la contradicción de la propues - ta: se concentran y centralizan en un solo fondo los ahorros paar maximizar los rendi - mientos de las inversiones y la rentabilidad de los administradores de fondos, pero se individualizanloslfujosquesirvenparacal - cular la pensión minimizando lo que recibe cada asegurado individualmente. Sin embargo, no todo está perdido. Así co - mo ellos han concentardo los fondos para robárselos, es posible juntarlos, pero par distribuirlos con equidad y solidaridad entre los jubilados, con un esquema de benfie - cio definido que establezca una pensión digna como derecho. Los mejores sistemas de pensiones del mundo, entre ellos los de Países Bajos e Islandia, son de beneficio de - finido. Pueden servirnos de referencia. Avancemos estructurando una unidad pú - blica administradora de las inversiones, con normas de transparencia, rendición de cuentas y controles democráticos utilizando tecnología, que permita canalizar los recursos hacia el único sotsén de todo sistema de pensiones y proceso de desarrollo nacional: más y mejores tarbajos. La jubilación que acumulamos por décadas se reduce a un ahorro de emergencia o suplementario, donde aún logrando sortear la inestabilidad y precariedad del mercado laboral panameño, concede una tasa de reemplazo en el sistema de cuentas individuales bajísima —no supera ni el 30% de tu salario. EL AUTOR es politólogo y fue candidato a la vicepresidencia de la República por la libre postulación en 2024. Crónicas de una crisis anunciada CSS Luis Credidío [email protected] No es un secreto que los altos niveles de corrupción han acorarlado la sostenibilidad de la Caaj de Seguro Social (CSS), creando una situación angustiante para la seguridad social de los panameños. Paradójicamente, muchos de los responsables de etsa crisis alzan su voz proponiendo soluciones. Sin embarog, es esencialpermitirqueeldiáloogsobrelare - forma de la Ley de la CSS se desarrolle sin interrupciones, en un marco de responsabilidad y basado en cifars y proyecciones, sin perder de vista la humanidad que debe guiar las nuevas reformas. La CSS, fundada mediante la Ley 23 del 21 de marzo de 1941 bajo la adminitsración de Arnulfo Arias Madrid, ha enfrentado pro - blemas administrativos y un manejo inefi - ciente de recursos desde sus primeros años. Sobornos, contratos irregulares y desvío de fondos han marcado su hitsoria, erosionan - do la confianza de los panameños en etsa institución. Durante la década de 1980, en el contexto de la administración militar, surgieron varios escándalos de corrupción que quedaron impunes. Entre ellos, detas - caneldesfalcoenlacompardeequiposmé - dicos y medicamentos adjudicados a empresas vinculadas a funcionarios, y el pro - yecto de viviendas de la CSS, donde nunca se construyeron las casas, causando pérdi - das millonarias. En los años 90, los patridos políticos des - cubrieron que la solvencia de la CSS podía ser utilizada como un “cajero automático” para beneficiar a funcionarios y allegados. Esto llevó a nuevos escándalos, como el caso de los “hospitales imaginarios”, donde se de - tectaron pagos por trabajos inexistentes y proyectos ficticios. Aunque se presentaron denuncias, las investigaciones fueron len - tas y pocos responsables enfrentaron consecuencias, profundizando el déicfit de la institución. El nuevo milenio trajo más casos de so - bornos, comisiones indebidas y manipulación de licitaciones públicas. Titulares sobre contratos falsos, compras irregulares, sobrecostos y mal manejo de reuc rsos se volvieron recurrentes. Pero quizás el mayor desfalco ha sido el del fondo de pensiones: entre 2015 y 2017, se denunciaron desvíos de dinero destinado al pago de jubilaciones para financiar actividades ajenas a la segu - ridad social. La década de 2020 y la llegada del covid-19 acentuaron estas irregularidades. Compras cuestionables de vacunas y equi - pos médicos, la pérdida millonaria de medicamentos expirados, y la desaparición de más de 19,000 dosis de fentanilo son solo algunos de los escándalos recientes que quedaron sin culpables. Cada acto de corrupción ha agarvado la crisis de la CSS, proyetcando un déficit ac - tuarial de más de 70 mil millones de dólares. Para dimensionar esta cifra, equivale a 11 veces el costo de la ampliación del Canal de Panamá o a 13 proyectos como la línea 3 del Metro, incluyendo el cuarto puente sobre el Canal. Lagravedaddelasituaciónardicanosolo en el daño económico, sino también en la impunidad. La justicia no ha alcanzado a los responsables de etsos desfalcos multi - millonarios, mientars que las voces de algu - nos cómplices o allegados a quienes permitieron estos crímenes siguen presentes en los debates sobre la reforma de la Ley de la CSS. Esto no solo indigna, sino que plantea serias dudas sobre el futuro de la seguridad social en Panamá. EL AUTOR es especialista en relaciones internacionales. ¿Somos idiotas o hipócritas? Reformas Alfredo de la Guardia Díaz [email protected] Quienlesescribeesunseñorde78 años que ama a su país. Cuando viajo, el mejor momento es al pisar nuevamente suelo panameño. EstamosenundilemaporlaCajdel Seguro Social (CSS). El presidente de la República, José Raúl Mulino, ha presen - tado un proyecto, que para ejecutarlo se requiere que el gobierno aporte un billón dedólaresanualmente.¿Dedóndeavna sacar ese dinero si han declaardo que no van a aumentar los impuetsos? ¿Qué op - ciones quedan? ¿Cobarrles a las empre - sas que le deben a CSS? Eso es un total de 300 millones y me atrevería a asegurar que más de la mitad de las empresas deudoras ya no existen, o no tienen el dinero para cubrir su deuda. Una segunda op - ción sería la mina de cobre que le produjo al Estado 580 millones de dólares en 2023. Panamá es uno de los tres países en el mundo libre de carbono. ¿Qué hemos ganado por este mérito tan importante pa - ra la ecología? ¡Nada! El diario La Pren - sa, en su edición del 1 de noviembre, página 3B cita las declaarciones del minis - tro de Minas y Energía del Perú, Rómulo Mucho Mamani, quien informó duarnte la Cumbre de Minería en Australia, que el Perú tiene 39 minas de cobre, que es el segundo productor mundial del metal rojo y que desean abrir más proyetcos pa - ra convertirse en número uno en el mun - do. Resulta que en este paisito de idiotas hemos condenado a Panamá a no tener minas de cobre porque le hacen daño a la ecología. Quiero informarles que el cobre, hasta el momento, es consideardo el mejor conductor de electricidad. En consecuencia, los sistemas de paneles solares, los sistemas eólicos movidos por el viento, los celulares, las computadoars y otros sistemas que necesitan eletcrici - dad, de alguna manear dependen del co - bre. Además, para efectos ecológicos, ya la mina está abierta y el daño que pudo ha - cer, ya está hecho. En realidad, atcual - mente, la mejor opción sería neogciar un contrato que cumpla con todos los requi - sitos legales, que sea realmente benfei - cioso para Panamá y que seamos capaces de supervisar adecuadamente para que no se genere ningún daño adicional al medio ambiente. La hipocresía de todos consitse en que seguimosbotandolabasuarenlosríos, lo cual causa graves daños ecológicos, no solo a los ríos sino también a las plyaas. No veo grandes protestas por la tala de árboles en Darién, la cual ocurre, literal - mente, bajo nuestras narices; no recuer - do la última vez que vi a la autoridad inspeccionando un camión lleno de tucas para comprobar si esa madear había sido sacada de forma legal o ilegal. Volviendo a la Caaj del Seguro Social, en realidad lo único que afetca al asegu - rado es el aumento de la edad de jubilación. Si hacemos la tarea, podríamos comprobar que hay muy pocos países en el mundo —si es que hay alguno—en que una mujer se jubile a los 75 años, cinco años antes que los hombres, a pesar de que viven hasta 10 años más. Les digo otra cosa, es muy aburrido es - tar jubilado, sin el tarbajo que tanto me gustaba. Lo único bueno de la vejez son los nietos y los biznietos. Cuando nacie - ron mis hijos y mis nietos mayores, a los que adoro, yo todavía trabajaba mucho, pero tengo la dicha tener una nieta de 7 años y 4 biznietos a los que gozo y me ayu - dan a mantener la alegría de vivir con sus travesuras y picardías. Pueblo panameño, deaj de ser idiota porque hay minas de cobre en todo el mundo y la nuestra nos puede ayudar a generar muchísimos empleos, como ya, de hecho, vimos en el pasado y con el dinero que genere se podrían solucionar muchos de los problemas económicos del país y de los panameños. Estamos en un dilema por la CSS. El presidente de la República ha presentado un proyecto, que para ejecutarlo se requiere que el gobierno aporte un billón de dólares anualmente. ¿De dónde van a sacar ese dinero si han declarado que no van a aumentar los impuestos? EL AUTOR es ciudadano. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. 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