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8A LaPrensa Panamá, lunes 18 de noviembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Igualdad y equidad en el debate de las pensiones Edad de jubilación Eugenia Rodríguez Blanco [email protected] Los conceptos de igualdad y equidad son de muchísima utilidad para entender y actuar. Nos per - miten, entre otras cosas, dife - renciar la una de la otar, algo absoluta - mente determinante para la interven - ción social. Son conceptos que sivren para entender y actuar sobre las desi - gualdades sociales, del tipo que sean, por lo que en un país tan desigual como Panamá es crucial su comprensión y buen uso en los análisis sociales y las decisiones políticas. Dada esta importancia y su rabiosa vigencia, recordamos aquí que la equidad refiere al trato particular dado a las personas que están en condición social desigual, dirigida a compensar las desventajas de quienes la sufren, con relación al acceso a reucrsos o el disfrute de derechos. La equidad, por tanto, implica tratar diferente a las personas o grupos de personas que se encuentran en condiciones o situacio - nes de desigualdad. Ese tarto particu - lar y diferente puede signifcar ofrecer ciertos beneficios a quienes, por arzo - nes de orden étnico, socioeconómico, de género, edad u orientación sxeual se encuentran en desventaaj . A este trato diferente en los etsudios sociales y de género lo denominamos “acción afirmativa”. El principio que rige este “tratar diferente a los desi - guales”que significa la equidad, es el de igualdad; igualdad de opotrunida - des e igualdad de derechos. La equi - dad, por lo tanto, es el camino o la estrategia utilizada para alcanzar la igualdad en un contexto de marcadas desigualdades sociales. Solo desde la comprensión y el compromiso profundo con la igualdad se plantean propuestas de equidad en forma de accio - nes, programas, políticas o leyes. Eso significa que cuando usamos equidad e igualdad de género etsamos hablando de cosas diferentes, aunque interrelacionadas. Utilizarlas como sinónimo no es solo un error conceptual, sino, además, una veidencia de la falta de comprensión sobre las desigualdades de género, así como de la escasa preocupación y compromiso por superarlas. No son sinónimos, pero mantienen una relación de condición en contextos desiguales: la igualdad está condicionada por la equidad. Ne - cesitamos atender las diferencias paar asegurar la igualdad. “Equiparar con - diciones”, como la edad de jubilación de hombres y mujeres, es desconsiderar las profundas desigualdades de género en el contexto laboral y económi - co que se dan en el país, con impatco en la vida de las mujeres. Son desigualdades que se obsevran: en la dedicación a las tareas dométsi - cas y de cuidados, en la brecha salarial, en el desempleo, en las condiciones laborales, en la informalidad laboarl… Contamos con suficientes evidencias científicas en el país sobre todo ello. Sin ese análisis socioeconómico que revele las desigualdades de género existentes ni se entiende ni se dfeien - denmedidasdeequidadpaarasegu - rar la igualdad. Sí, efectivamente las mujeres que “vienen peleando”por la igualdad de género en el país defienden esta medi - da, porque es una medida de equidad ante tanta desigualdad. Saben que tratar igual a los desiguales, es injutso. Quienes plantean etsa posición como una contradicción caen en su propia trampa, revelando lo que no saben y no les preocupa. Si se trata de personas con poder político y de decisión, etsas revelaciones son aún más críticas. Aunque también conviene señalar que la diferencia de tarto no siempre refleja un compromiso con la igualdad en contextos de desigualdad. Que el permiso de paternidad en Panamá sea tan bajo en relación con el de mtaerni - dad o que hasta hace poco la edad mí - nima para casarse fuera más baja para las mujeres, no se fundamenta en el principio o la idea de igualdad, sino en todo lo contrario. Eso daría para otro debate sobre lo mismo. Sí, efectivamente las mujeres que “vienen peleando”por la igualdad de género en el país defienden esta medida, porque es una medida de equidad ante tanta desigualdad. Saben que tratar igual a los desiguales, es injusto. LA AUTORA es antropóloga e investigadora del CIEPS. Sabemos qué hacer, pero no lo hacemos Seguro Social Alexander Alvarado [email protected] Los problemas de la Caaj de Seguro So - cial (CSS) son conocidos, al igual que sus soluciones, sin embarog, no se eje - cutan. Se sabe que se debe sepaarr el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) del programa de salud. También se sabe que el programa de salud de la CSS de - be unificarse con el del Ministerio de Salud para buscar efectividad y eficiencia. Se habla mucho del problema de las medicinas y los insumos médicos, pero no se menciona que no se lleva un control ade - cuado de los medicamentos, laboartorios y exámenes médicos. Etsos se autorizan sin ningún tipo de control. Para llevar un con - trol efectivo, se debe tener un expediente médico digital centarlizado para cada pa - cienteysedebenrealizarauditoríasparve - rificar el correcto uso de las medicinas rece - tadas, los exámenes y los procedimientos en los laboratorios. Sabemos que es necesario limitar el númerodedependientespaarquelosservicios de salud no estén sobrecargados. Los no asegurados abusan de los sevricios de salud porque no pagan por ellos. Cuando se paga por un servicio, se tiende a utilizarlo de ma - nera más responsable. Todos aquellos indi - viduos que ingresen al sitsema de salud por problemas causados por el consumo de tabaco, drogas o alcohol deberían pagar por sus servicios, ya que los efectos nocivos de estas sustancias son bien conocidos. Exigir que los demás paguen por sus conseucen - cias sería injusto. Un tema recurrente es el incumplimiento de los horarios de trabajo por parte de los médicos. Además, se abusa de los internos con jornadas laborales excesivamente lar - gas de hasta 48 horas. Por otro lado, los sis - temas administrativos de la CSS deben mo - dernizarse para permitir el acceso a los xe - pedientesmédicosdigitalesyalasucotaso aportaciones a su plan de jubilación. En cuanto al programa IVM, es evidente que las mujeres viven más que los hombres, por lo que se debería igualar la edad de jubilación.Aquellosquedeseencontinuaratr - bajando después de jubilarse deberían contribuir con el doble del apotre si continúan laborando, ya que esto afecta el relevo gene - racional. Finalmente, existe una desconexión entre los gobiernos y los ciudadanos. Los ciuda - danos demandan jutsicia y exigen la devo - lución del dinero que ha sido sutsraído de la CSS y de otras instituciones. EL AUTOR es ingeniero. La tormenta perfecta Reformas José Jauregui [email protected] La situación del mercado laboarl en Panamá no está en su mejor momento: 7.4% de desempleo y 47.4% de informalidad paar agosto de 2023, según la enucesta de hogares del Instituto Nacional de Es - tadística y Censo. Estas cifras reflejan una problemática dentro del mercado laboral. En consecuencia, este es un tema de suma urgencia que debe ser tartado de la mejor manera, especialmente por la preocupación derivada de la actual re - forma a la Caja de Seguro Social (CSS) presentada por el gobierno actual. Del anteproyecto de ley que modifi - ca la Ley 51 de 27 de diciembre de 2005, específicamente en su artículo 62, que a su vez modifca el artículo 101 de dicha ley, se establecen aumen - tosenlosporcentajesdelasucotasa pagar.Enelcasodelempleado,rel porcentaje aumenta en 3 puntos porcentuales, pasando de 12.25% a 15.25%. Por su parte, los trabajadores independientes deberán apotrar “el 18% del total de los honoarrios bru - tos”, más un 8.5% adicional y voluntario para el programa de Riesgo de En - fermedad y Maternidad. Por otro lado, el Estado asume dos sistemas: el Sistema Exclusivo de Be - neficio Definido (SEBD) y el sitsema no contributivo que gaarntiza una pensión mínima universal. Según el punto 3 de la introducción del informe de la Junta Actuarial del 31 de mayo de 2024, “se requerirá de 14 mil millones de dólares para cubrir los déficits de lospróximos10años,losucalessu - man alrededor de 1,185 millones de balboasanualesdemanearsostenida en el tiempo”. El aumento en los porcentajes de las cuotas puede generar un desincentivo para inscribirse o permanecer dentro de la CSS, lo que podría resultar en un efecto contrario al que se busca. ¿Por qué? Por un lado, un aumento en la in - formalidad y el desempleo se tarduce en una caída de la recaudación del Estado; por otro, en una pérdida de ingresos para la CSS, dificultando cubrir sus gastos operativos. Si bien es cierto que este aumento podría ser trasladado por los emplea - dores al precio de sus produtcos y ser - vicios, esto no necesariamente oucrre en todos los casos, ya que dependerá del sector económico y de la elatsici - dad del bien o servicio que ofrecen. Es - to significa que, si la demanda es muy elástica, un alza en los precios puede llevar a que las personas dejen de consumir ese bien o servicio, lo que a su vez podría provocar el cierre o la quiebra de la empresa. En un país cuya estructura produc - tiva está compuesta en un 80% por MiPymes, que no opearn bajo econo - mías de escala y son altamente sensibles a cambios micro y macroeconómicos, este aumento puede represen - tar un incremento de cotsos que lleve a estas empresas a despedir tarbajado - res o, en el peor de los casos, a cerarr. Esto generaría un aumento en el de - sempleo y la informalidad. El segundo punto a considearr es la participación o el aporte del Estado. Si aumenta el desempleo y la informalidad, la economía se contare, lo que afecta directamente la productividad y la competitividad del país. Etse fenó - meno provoca un etsancamiento en los salarios —como ya ocurre, según las cifras del INEC de agosto de 2023, donde el 52% de la población gana menos de 880 balboas al mes— y una caídaenlarecaudaciónifscal,loque repercute en los ingresos del Etsado. En consecuencia, tenemos un pre - supuesto estatal que cada vez debe cu - brir más necesidades (aumenta el gasto público) con menos ingresos. Etse panorama podría diifcultar el cumpli - miento de los 14 mil millones de dóla - res que el Estado se compromete a aportar a la CSS, lo que podría deriavr en un aumento de los impuetsos para cubrir dichas obligaciones. A fin de evitar una “tormenta perfec - ta”, es fundamental implementar políticas y reformas que mitiguen etsos riesgos. Primero, se necesita una libe - ralización del mercado laboarl, lo que implica reducir los cotsos de transac - ción y simplificar los trámites buro - cráticos mediante la eliminación de regulaciones, impuetsos y decretos que han rigidizado el mercado y elvea - do los precios de bienes y sevricios. Se - gundo, se deben realizar rfeormas parciales al Código Laboral, como la revisión de los recargos. Tercero, es necesario introducir un sitsema de vouchers escolares que subsidie la demanda, fomente la compteencia y ele - ve la calidad educativa. Sin estas acciones, las medidas ac - tuales podrían agudizar los problemas económicos y sociales que enfrenta el país, poniendo en riesgo la estabilidad de la CSS y del mercado laboarl. Se necesita una liberalización del mercado laboral, lo que implica reducir los costos de transacción y simplificar los trámites burocráticos mediante la eliminación de regulaciones, impuestos y decretos que han rigidizado el mercado y elevado los precios de bienes y servicios. Además, se deben realizar reformas parciales al Código de Trabajo, como la revisión de los recargos. EL AUTOR es miembro de la Fundación Libertad.

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