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prensa_2024_11_02

6B LaPrensa Panamá, sábado 2 de noviembre de 2024 por:Jorge Sarsaneda del Cid [email protected] 1 983, voy por el camino hacia Orerigidetde (en el brazo de la quebrada Loro), se escucha a lo lejos una especie de rumor que mezcla gritos, cantos, sonidos diversos; a medida que me acerco aumentan en intensidad todos los sonidos, pero ahora se distingue lo que parece sonido de caracol, pitos, campanas y otros que no distingo de dónde pueden proceder. Al llegar a una gran explanada, veo unas mil personas en actividad: unos cantando, otros sonando el caracol y otros instrumentos, otros peleando, otros tirándose palos, otros conversando, tomando, o simplemente, durmiendo. Es la primera krüngitde(krün= balsa + gitde= lanzar = balsería) a la que asisto. Por supuesto, ese gringo-español-bicho raro-barbudo que llega, capta la atención, pero -como siempre que VOCES DE LA ACADEMIA he estado en comunidades ngäbe- soy bien recibido, con amabilidad y respeto. La balsería es un juego ritual que se celebra desde tiempos precolombinos. Hay testimonios escritos, por ejemplo, de Fr. Adrián de Ufeldre (1622), de Fr. Antonio de la Rocha (1682), de Alphonse Pinart (1885) y de Ephrain Alphonse (1956) que hablan de ella. O sea que hay buen número de informaciones sobre un ritual que -para variar- ha sido minusvalorado, despreciado, abordado en forma racista y discriminatoria, sobre todo por testigos contemporáneos. He sido testigo de unas cuatro balserías durante los dieciséis años que viví en la Comarca y puedo dar testimonio de que fundamentalmente es un encuentro para fortalecer lazos comunitarios, para compartir lo que se tiene, para divertirse, para recordar viejas amistades. Todos esos inventos de que se apuestan las esposas, que se pierden/ganan tierras, que se va a hacer daño, o peor aún, que es un “ambiente de perdición”, todo eso es falso. No sé por qué razón, el movimiento mama-tata prohibió esa celebración y, por supuesto, los movimientos fundamentalistas mal llamados “cristianos”también la prohibieron, por eso ha disminuido mucho. Pero sobre todo ha bajado su práctica porque reunir a unas mil personas y darles de comer y beber durante cuatro días, supone un gasto ingente. ¿De qué se trata? Probablemente hasta hace cien años, si una comunidad o región tenía buena cosecha, invitaba a otra región a una balsería. Era una forma ritualizada, ordenada, inteligente, de equilibrar riquezas al compartirlas y, de paso, medir fuerzas, encontrarse, divertirse, conocer otros lugares. Por eso había diferencia en los tiempos de celebración: en el área del Pacífico, era entre enero y marzo, cuando había i (=maíz); en el área del Caribe, cuando había daba (=pifá). Cuando se decide realizar la balsería, se envía la invitación a través de un emisario, se lleva una cuenta de los días mediante el kö ogwä(=c uenta de nudos), mientras tanto se cortan los palos de krüngrie (árbol de balso=Ochroma lagopus) y se va preparando el lugar de la balsería. Lo más importante y duradero de esta actividad es que los “locales”y los “invitados ”entran en una relación ritual llamada etdebali, que se puede traducir por “rival, oponente, competidor ”, pero también como “compañero, socio”. Esto segundo es más probable porque etdebaliviene de etdeba(=hermano). Esta relación dura toda la vida. Es una forma más de cohesión entre comunidades, tal como el matrimonio es una forma de cohesión entre familias. Se reúnen cuatro días: el de ni kaingäbitdi(=recibimiento), el de ngwätde näere(=hacer la vela), el de krün näere (=realizar el juego) y el krün tä (=terminó el juego). El primer día se les brinda a los invitados, fuera del lugar de juego, chicha y comida como forma de recibimiento; el segundo día se realiza lo que equivaldría a la “vela de armas”, donde están colocados los palos para el juego, se brinda chicha y comida; el tercer día es propiamente el juego y todo lo demás, con chicha y comida; el cuarto día es la despedida y se les brinda chicha y comida para el camino. Todo el conjunto tiene que suponer mucha actividad, personal, trabajo, cansancio, dinero, producción. Quizás por eso ya no se dan casi estas actividades. Philip Young, gran conocedor de la cultura ngäbe, habla de la balsería como de “la presencia de la armonía y la discordia en la sociedad guaimí”. La armonía representada por el compartir abundante de bebida y comida y la discordia presente en la competición de palos y las peleas. Muchas cosas más se podrían decir de esta actividad especial del pueblo ngäbe que ha sido relegada y poco tomada en cuenta por autoridades religiosas y oficiales. Con que sólo aprendiéramos a compartir algo de nuestras vidas, sería suficiente para seguir construyendo este Panamá multicultural y plurilingüe que tanto se resiste a caminar como tal. Krüngitde - Balsería Ellas.pa

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