6A LaPrensa Panamá, viernes 1 de noviembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. 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Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Banalización de una campaña Elecciones en Estados Unidos Pedro Ernesto Vargas [email protected] Inicio con lo que me pregunto repetidamente: “Trump, quien es una vergüenza moral y política para la Democracia norteamericana, ¿por qué ha llegado donde está políticamente, con una tercera oportunidad de ser y repetir, presidente de Estados Unidos? Este fenómeno no es propiedad intelectual de solo ese país. Como, tampoco lo es la banalización de nefastos propósitos de persecución y venganza, de un delincuente que huye de la cárcel y pretende romper todo vínculo con la democracia y laConstitución. Sus crímenes, desde el manejo de sus negocios y empresas, haciéndose pasar por un exitoso empresario, cuando era necesario, o uno no tan exitoso, cuando tomaba caminos para violar los compromisos y leyes fiscales. Sin embargo, hay unas canalladas sin nombre o, con solo su nombre: Trump. Trump University burló estudiantes y profesionales con el establecimiento de una universidad confiada a la sombra de su nombre e historia, como desarrollador inmobiliario, gran emprendedor y hacedor de fortunas. Un fraude colosal, sin escalofríos ni rubor para él, que denunciaron los propios estudiantes. El rosario de actos fraudulentos e inmorales, un encanallamiento moral, ha dado indulgencias a otros que, andan con la misma desfachatez en más de un país, en más de un continente. Volviendo a la pregunta pertinente, una consideración incompleta es que algunas clases sociales, cansadas de tanto desprecio y abandono, no buscan a alguien que los redima, sino a alguien que tome venganza por ellos, mediante una ruptura violenta contra el statu quo. Algo así como el nacimiento de un redentor: la figura falsificada del carisma político que establece un liderazgo con trascendencia y complejidad social, con el potencial de ser revolucionario y de producir cambios, como señala María Blanca Deusdad Ayala. En otra consideración, la politización de la libertad de optar, lo que en el inglés se denomina freedom, se instrumenta peligrosamente en las ofertas electorales, en las ofertas de los políticos, aún en países donde la libertad de transitar, expresarnos y pensar, como creer, es estandarte y distinción. La libertad nos compele, como un imperativo moral, a actuar correcta y responsablemente, mientras que, al optar libremente por algo, lo hacemos porque así lo decidimos, lo queremos, lo entendemos, o nos da la gana. Si vemos los actos de Donald Trump y sus populistas de derecha, ellos refieren que no violan explícitamente las leyes, sino que ignoran las reglas y costumbres no escritas, como ha señalado Zizek, y como recalca Trump, cuando vocifera se le quiere quitar la libertad porque él defiende el derecho a escoger de sus seguidores. Intercala significados y posiciones con imprecisiones antojadizas, caprichosas, que no dejan de ser peligros para la democracia. Prepara el camino para una respuesta ciega y destructora de sus fanáticos seguidores, a un resultado indeseado. La política pone a riesgo el derecho a optar cuando lo manipula y trasgrede el deber y obligación a la libertad. Anne Applebaum y Peter Pomerantsev, señalan este peligro: cuando un partido trata de acaparar el concepto de freedom para sí mismo, los seguidores del otro partido se oponen automáticamente al concepto. Zizek es claro: “Un a de las condiciones de la democracia política es que todos los agentes políticos hablan el mismo lenguaje, por ejemplo, que ellos entienden lo mismo de las reglas electorales, de tal forma que, aunque el resultado electoral no les favorece, ellos lo aceptan”. Todavía Trump y sus seguidores -republicanos alternativos- no lo aceptan, tampoco lo aceptarán en estas próximas elecciones. El 6 de enero de 2021 en Estados Unidos, no fue otra cosa que un intento violento de golpe de Estado, con el autor intelectual sentado en una poltrona, convertido en testigo pasivo, “¡y qué!”, mientras las turbas envenenadas de sus seguidores, durante su campaña política -como ahora lo estándestruían para encontrar hombres y mujeres del Senado, para guindarlos, colgarlos o, al menos, golpearlos hasta el cansancio. “Si yo no soy electo, habrá baño de sangre”, ha Trump ha demostrado ser un hombre que rechaza las políticas democráticas y las reglas de la ley, aunque les sean útiles para alcanzar el poder y luego abandonarlas. pronosticado el mismo Donald Trump, “quien no habla en metáforas”, como señala oportunamente Sean Wilentz. Sin embargo, un sepulcral silencio acompaña a las más prestantes figuras del Partido Republicano, a la prensa norteamericana, que parece no dar importancia a sus discursos incendiarios y, naturalmente, a sus seguidores de MAGA, que no aceptarán otro resultado, “asidos a una fuerza ilimitadamente ambiciosa e implacable”, calificada así por Wilentz. Trump camina hacia una dictadura vengativa si ganara las elecciones. No es difícil colegir esto porque Trump ha demostrado ser un hombre que rechaza las políticas democráticas y las reglas de la ley, aunque les sean útiles para alcanzar el poder y luego abandonarlas. “Cuatro años más, saben ustedes, eso lo vamos a arreglar, va a estar muy bien. Ustedes no tendrán que votar más nunca, mis bellos cristianos… ”, decía a Nacionalistas Cristianos el pasado 26 de julio en el Encuentro de Creyentes, en Palm Beach, Florida. Es también un mentiroso patológico que utiliza la mentira, no para engañar, sino para demostrar qué tanto poderoso él es, como bien lo ha recordado Anne Applebaum. Durante toda la actual campaña política en Estados Unidos no recuerdo un momento en que los periodistas hayan analizado sobriamente los discursos violentos de Trump, contra la institucionalidad -las normas institucionales y laConstitución- la escasez de propuestas puntuales de gobierno, y las constantes amenazas con lenguaje vulgar y despreciable para referirse a sus adversarios políticos. Ni siquiera honran los periodistas la verdadera historia, entonces, ¿por qué esperar otra cosa que no sea la voluntaria ceguera, en la percepción y decisión de sus seguidores o de los indecisos? No hay ni ha habido un solo momento donde señalen sus despropósitos, la continuación de ese golpe de estado que se inició el 6 de enero de 2021 y su rastrera grosería corporal y de lenguaje bajo en cada discurso. A pocas horas de las elecciones norteamericanas, ya Trump y sus estrategas de campaña han revelado sus intenciones, costosamente abortadas el 6 de enero de 2021: (1) el asalto al sistema electoral, si no gana las elecciones; y, (2) el asalto al sistema político y las reglas de la Ley, si gana las elecciones, como lo señala Applebaum. EL AUTOR es médico 105 años de servicio: el Club Rotario de Panamá y su legado Aniversario Nivia Rossana Castrellón [email protected] Este 1.º de noviembre marca un hito extraordinario en la historia del servicio cívico panameño: el Club Rotario de Panamá cumple 105 años de incansable labor. Inspirado en los ideales de Paul Harris, fundador de Rotary International, desde 1919 esta institución ha sido testigo y protagonista de la transformación de Panamá, destacándose en el presente como el club más grande del Distrito 4240, que abarca El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Los rotarios nos fundamentamos en dos poderosos pilares: “Dar de sí antes de pensar en sí”y“la amistad como ocasión de servir ”. Esta filosofía ha sido el motor que ha impulsado una incansable labor a lo largo de más de un siglo, siendo nuestro club el primero de una importante red de clubes que hoy se extiende por todo el país, cada uno haciendo la diferencia en sus respectivas comunidades a través de siete áreas fundamentales de interés. El fomento de la paz y la prevención de conflictos ha sido una constante de la misión del club, trabajando incansablemente desde que la dignidad nacional se encontraba herida por el tratado Hay-Bunau Varilla. En el ámbito de la prevención y tratamiento de enfermedades, su participación ha sido crucial, desde la campaña mundial de erradicación de la polio hasta sus esfuerzos en la detección temprana de la sordera infantil. Durante la crisis de la covid-19, el Club Rotario de Panamá demostró su capacidad de respuesta inmediata, proporcionando equipos de protección esenciales al personal sanitario. La salud materno-infantil y el suministro de agua potable han sido prioridades constantes, estableciendo los primeros comedores escolares y desarrollando proyectos de acceso a agua limpia en comunidades vulnerables. En cuanto a la promoción de la educación, desde su colaboración con el Dr. Octavio Méndez Pereira, con la creación de la Fundación de los Clubes Rotarios de Panamá y hoy, con su proyecto insignia “Ima - ginando una educación para cambiar vidas”, han mantenido un compromiso inquebrantable con el futuro del país. El desarrollo de las economías locales y la protección del medioambiente se reflejan en sus múltiples iniciativas comunitarias y en la promoción de la preservación de sitios históricos como Panamá Viejo. Su visión de progreso se manifestó en campañas para la construcción del puente sobre el Canal y la carretera Transístmica, infraestructuras que impulsaron el desarrollo económico nacional. No es casualidad que su primer presidente fuera el Dr. Harmodio Arias Madrid, quien más tarde se convertiría en uno de nuestros más distinguidos mandatarios. Desde sus inicios, el Club Rotario de Panamá entendió que la construcción de una nación requería una infraestructura moral y social sólida, guiada por la prueba cuádruple, espina dorsal ética que promueve la coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción. De su seno han surgido valiosas instituciones como el Club Activo 20-30, la Fundación Obsequio de Vida, la Fundación de los Clubes Rotarios de Panamá y la Comisión Nacional Pro Valores Cívicos y Morales. La inclusión de mujeres en sus filas, iniciando con Rosario Arias de Galindo, hija de su primer presidente, marcó otro hito en su evolución constante. Hoy, es un honor ser la mujer que preside este baluarte de ética y civismo nacional. Al celebrar estos 105 años, el Club Rotario de Panamá nos recuerda que la verdadera grandeza de una nación no se mide solo por sus logros materiales, sino por la calidad moral y el compromiso cívico de sus ciudadanos. En tiempos cuando el individualismo parece ganar la partida, su ejemplo de servicio desinteresado y compromiso comunitario es más relevante que nunca. Este aniversario no es solo una celebración del pasado, sino una reafirmación del futuro. El Club Rotario de Panamá sigue siendo un referente del deber ser y un motor de cambio positivo en nuestra sociedad. Su historia es, en muchos sentidos, la historia de Panamá: una historia de resiliencia, de servicio y de inquebrantable fe en un futuro mejor. Felicitaciones al Club Rotario de Panamá y a cada uno de sus distinguidos miembros. Que sus próximos 105 años continúen inspirando y transformando vidas en nuestra bienamada nación. LA AUTORA es presidenta No. 105 del Club Rotario de Panamá. El cuidado de los mayores en Panamá Sociedad Sandy Samudio [email protected] El Instituto Nacional de Estadística y Censo informa que el Censo de Población y Vivienda de 2023 señala que en Panamá hay 563,641 personas adultas mayores. Para 2030, las proyecciones indican que esta cifra se elevará a 787,845. En pleno envejecimiento poblacional, es importante abordar el cuidado integral de todas las personas mayores. El aumento de la población mayor en América Latina ha llevado a algunos países como Panamá a considerar la creación de un Sistema Integral de Cuidados. Este sistema está formado a partir de un conjunto de políticas públicas que establezcan los parámetros necesarios para garantizar que cada ciudadano cuente con el tipo de cuidados que necesite a lo largo de su vida. La integralidad en un sistema de cuidados demanda una nueva organización sustentada en la corresponsabilidad de cada una de las partes involucradas: la persona que recibe los cuidados, su familia, las personas que ejercen el cuidado, la comunidad, los proveedores de servicios y productos de cuidados, y el Estado. Así mismo, implica entender qué abarca el cuidado, qué consecuencias tiene cuando no es remunerado, qué riesgos conlleva para la salud física y psicológica de quienes cuidan, y la necesidad de recursos económicos para enfrentar algunos aspectos del cuidado. Cuando se habla del cuidado, especialmente el de las personas mayores, es fundamental hacerlo desde una perspectiva de derechos. En esta etapa de la vida, la vulnerabilidad se manifiesta inicialmente cuando la sociedad no valora la vejez, y se ve agravada en situaciones en que la persona depende por completo de otra para realizar sus actividades básicas de la vida diaria. Esto requiere entender que la propia ciudad y el espacio público deben ser preparados para facilitar el cuidado de las personas mayores. Es importante considerar los diferentes niveles de asistencia que necesiten, evitando limitarlos a quedar recluidos dentro de casa. Todos podemos contribuir al desarrollo de estrategias que mejoren la movilidad de quienes cuidan y educar para gestionar el cuidado dentro de la ciudad. Todos podemos construir un sistema de cuidados integral que responda a las realidades presentes y futuras de nuestro país. LA AUTORA es licenciada en arquitectura y gerontología e integrante de Ciencia en Panamá.
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