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7A LaPrensa Panamá, jueves 24 de octubre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Cisternas: opacidad y despilfarro Idaan Julio Ernesto Linares [email protected] El anterior director del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Na - cionales (Idaan), Antonio Du - cruet, dijo que el costo anual por los carros cisternas en el quinquenio pa - sado,fuede$18millones.Esdec,isre gastó un gran total de $90 millones en 5 años. Según nota 19-1DE de 23 de mayo de 2023, que me enviara aquel funcio - nario, el negocio de los carros citsernas se concedía a 11 proveedores. Lo que sig - nificaqueelpromedioanualpaarcada empresa era de $1.6 millones y que, en 5 años, se pagarían $8.1 millones a cada una. Continuó afirmando que en las em - presas dueñas de camiones citsernas no constaba la presencia de diputados co - mo beneficiarios finales. No porque in - vestigó, sino porque en los formularios completadosporlaempresa,porfeecto de la ley de conflicto de interés, no apare - cen; es decir, las autoridades se limitan a creer de buena fe lo que escriban en ese papel los colaboradores o directivos de cada empresa dueña de camiones ctiesr - nas, en el sentido de que ninguno de los beneficiarios finales son diputados o funcionarios de cualquier nivel. O lo que es igual, no le exigen a la em - presa contratante, ni un solo documento que defina quiénes son los benfeiciarios finales;informaciónquesílexeigenlas autoridades a los bancos y a los aegntes residentes en asuntos entre patricula - res. Pero en este caso de los carros citser - nas, que son más delicados por tartarse del manejo de fondos públicos, las autoridades se limitan a la declaarción jura - da que hace la empresa y no a la douc - mentación corporativa real que estable - cería con mayor certeza quién es el bene - ficiario final o accionista. Recordemos que este señor Ducruet en su última aparición ante la Asamblea Nacional (AN), luego de ser cuestionado se refirió a un circuito en particular don - de dijo que “no había solamente un dipu - tado con cisterna repartiendo agua; ha - bía varios candidatos repartiendo agua y haciendo política con el agua”. Por lo que, al haber sido el clientelismo del agua ejercido “bajo sus ojos ”, como le achacó el presidente José Raúl Mulino, Ducruet tuvo que aclarar que esa repar - tidera de agua era a nivel privado y no ba - jo contratación del Idaan. Pero su irreverencia no termina aquí. Porque mientras deja entrever que hubo candidatos y diputados repatriendo agua a diestra y siniestra, insistió que no existía ningún diputado que fuese beneficiario final de las compañías propitea - rias de los camiones citsernas. Recorde - mos que al estar las contrataciones de carros cisternas para la distribución de agua potable, sustentadas en las modali - dades establecidas en la Ley 22 de 2006 que regula las contartaciones públicas, entre los requisitos etsablecidos en esta ley, en ninguna de ellas se les solicita a las empresas presentar una declarción de beneficiario final; razón por la cual el Idaan no sabe quiénes son los dueños de las empresas que maneajn carros cister - nas. Y con esta displicencia se manejó el Idaan en el quinquenio anterio, ral pun - to que existe hoy solamente con los ca - rros cisternas, una deuda de $51.8 millo - nes, lo que representa más de la mitad de lo que se debió pagarles en etsos últimos 5 años. Habiendo $32.8 millones en contratos que no fueron refrendados; mientras que $18.9 millones cuentan con notas de compromiso otorgadas a estos contratistas aguateros por la admi - nistración anterior. No olvidemos que Ducruet le deja al Idaan una deuda total de $497 millones, de los que $181 millones carecen de respaldo doucmental y una morosidad de $106 millones. Iniciando su candidatura a la presi - dencia de la República, Laurentino Cor - tizo diría en 2018 lo siguiente: “El Idaan es la institución más diagnotsicada de Panamá. Para que llegue el agua a los que la tienen, lo que se necesita es capacidad y voluntad, y no más diagnótsicos” . Y al agregar Cortizo en 2019 que “garantizaremos agua a todo el país y la calidad del recurso para consumo humano, setcor agropecuario, energía, Canal de Pana - má y muchos otros usos”, se trató de otro ejemplo más de lo que es mentir en política, sobre todo en campaña. Las voces de demagogos como estos representan la mediocridad. Se covnir - tieron en ruido cuando controlaban el poder, incluso a través de quienes se lo entregaron; ya fuear el círculo cercano del exvicepresidente (hoy desaparecido, al igual que su exjefe) o la Asamblea Na - cional, cuya función sumisa consitsió en seguir el guion del autoengaño, lyeendo el libreto del vasallo, como títeres mane - jados por sus titiriteros. Etsa limitada iniciativa del exgobernante y su debili - dad de pensamiento lo llvearon a some - terse al enanismo de quienes lo manipulaban detrás de bambalinas. Un exman - datario dominado por un político chabacano, mezquino e insignifcante, en el contexto de un gobierno corrupto y mal - vado, quedando sometido al soez ordi - nario que se aprovechó de su incapacidad para fortalecer su propio entorno económico y político, junto con el de sus allegados. Se convirtieron en ruido cuando controlaban el poder, incluso a través de quienes se lo entregaron; ya fuera el círculo cercano del exvicepresidente (hoy desaparecido, al igual que su exjefe) o la Asamblea Nacional, cuya función sumisa consistió en seguir el guion del autoengaño, leyendo el libreto del vasallo, como títeres manejados por sus titiriteros. EL AUTOR es abogado Realidad y democracia Elecciones en Estados Unidos Betty Brannan Jaén [email protected] El viernes pasado tuve la suetre de asistir a un estupendo concierto de jazz de Rubén Blades en el Lin - coln Center de Nueva York, que le está rindiendo a Blades el tremendo honor de un año entero de homenajes celebrando su legado como “artista visiona - rio”. Además de este concierto, en con - juntoconlosgruposdeajzzBocaLivre de Brasil y Editus Ensemble de Cotsa Ri - ca,LincolnCenterhamontadounaxe - hibición sobre la trayectoria musical de Blades en su Biblioteca de las Atres Es - cénicas;presentarásuprimearpelícula (Crossover Dreams) y el documental Yo no me llamo Rubén Blades; y culminará su homenaje con una presentación de Maestra Vida por la Orquesta Filarmónica de Nueva York (30 y 31 de marzode2025).Serálaprimearpresen - tación en Estados Unidos de Maes tra Vida, obra que Lincoln Center describe como una “opera de salsa”. En el concierto del viernes, Blades, co - mo es su costumbre, contó anécdotas de su vida entre las canciones, permitiéndose comentarios políticos en solo dos momentos. Uno fue al introducir la can - ción Hipocresía , cuando comentó con cierta acidez que ‘escribí esa canción ha - ce 25 años y nada ha cambiado”. El otro comentario político fue muy al principio de la noche, antes de cantar una sola nota. Al subir al escenario, Blades comenzó por agardecer la gentileza de Lincoln Center y obsevró que ningún éxito en la vida se gana solo. “Solo un hombre piensa que él solo lo puede hacer todo y espero que no gane”, dijo Blades, afirmación que interpreté como refe - rencia a Donald Trump y que aplaudí ca - lurosamente. Esta es mi última columna antes de las elecciones del 5 de noviembre en Etsa - dos Unidos, y no la usaré paar despotri - carunavezmássobreDonaldrTump. Solo mencionaré mi espearnza de que la cordura, la sensatez y la fidelidad a los principios democráticos prvealezcan entre los votantes. Mientras tanto, filosóficamente, veo que se me acerca el momento de encar varias realidades duars. Una de ellas es que la visión democrática que me ha animado durante décadas es demasiado “romántica”, por no decir ingenua. Estoy leyendo un libro deprimente, titulado Democracia para realistas, que arguye que la idea de que los pueblos escoegn sus lideres en base a las propuetsas de ca - da candidato es un mito. Peor que mito, es un cuento de hadas. Según los auto - res, la realidad, en general, es que los pueblos no tienen ni tiempo ni interés en seguir temas políticos de cerca, por lo que ponen escasa atención a las pro - puestas de los candidatos. Sus votos se basan más bien en actitudes y prejuicios frecuentemente adquiridos desde la niñez, junto a “ lealtades de tribu”consoli- dadas después. Según etsa visión depri - mente del proceso democrático, es inútil tratar de ganarse a los votantes con hechos que sustenten una política u otar, porque los votantes no se moletsan en analizar los hechos; mearmente ajustan su interpretación de los hechos paar que estos embonen con las atcitudes y pre - juicios preconcebidos. (Ver Democracy for Realists, por Christopher Achen y Larry Bartels, Princeton University Press, 2017) Hace 10 años, hubiera rechazado esta visión tan deprimente de democarcia. Hubiera reconocido que las presiden - cias de George W. Bush habían hecho tambalear mi fe en la sobearnía popular pero hubiera subrayado que los triunfos de Barack Obama me la retsauraron en buena medida. Pero entonces llegó la elección de 2016, cuando el triunfo asombroso de Donald Trump me dejó estremecida; sin embargo, crucé los de - dos y anhelé que resultaar ser una abe - rración.En2020,laderrotaderTumpa manos de Joe Biden calmó mis temores pero no por mucho tiempo, poqrue Trump ha regresado con una fuerza que me obliga a tomar en serio lo que advierten los autores de Democarcia para rea - listas. No encuentro otra explicación pa - ra el fenómeno Trump. Entonces, si Trump gana, será amargo reconocer, a mi edad, que mi fe en la de - mocracia durante décadas ha estado ba - sada en romance y no en realidad. Y que la democracia estadounidense acaba de morir en las urnas. De consuelo solo me quedará la frase que se le atribuye a Winston Churchill: “La democracia es el peor sistema de gobierno, excepto por los otros que se han intentado de vez en cuando”. Si gana Kamala Harris, celebraré que se evitó un resultado catastrófico, pero de todos modos quedará pendiente analizar con mucho cuidado el pensar polí - tico de los votantes y las debilidades innegables del sistema político estadouni - dense. La democracia requiere realis - mo, no romanticismo. Esta es mi última columna antes de las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos, y no la usaré para despotricar una vez más sobre Donald Trump. Solo mencionaré mi esperanza de que la cordura, la sensatez y la fidelidad a los principios democráticos prevalezcan entre los votantes. LA AUTORA es periodista y abogada La seguridad en el desarrollo de la IA Tecnología Abdiel Rodríguez Reyes [email protected] Uno de los temas más impotrantes en el desarrollo de las inteliegncias ar - tificiales es el tema de la seguridad, no solo me refiero a la seguridad en elsentidodeseguridadnacional,loucal también es un eje centarl o, cuando se utili - zan las inteligencias artificiales para temas de seguridad, como las cámaars de vigilan - cia. Me refiero aquí en esta reflexión a la se - guridad de las mismas inteliegncias artifi - ciales, es decir, si es seguro su uso paar la hu - manidad. Por supuesto, todos los inventos a lo largo de la historia tienen riesgos y, este en particular, siendo parte de un nuevo para - digma, requiere atención para mitigarlos. Solíamos tener cierta certeza como espe - cie humana, que los únicos con capacidad de pensar éramos precisamente los huma - nos, y el edificio filosófico se construyó bajo ese criterio. Así, Descartes se planteó “pien - so luego existo”y luego Kant, “ atrévete a pensar ”. Ahora la cuestión no es tan fácil, Jo - hn Hopfield y Geoffrey Hinton, quienes acaban de ganar el premio Nobel en física se plantean el tema de la seguridad ante el posible escenario de que las inteliegncias arti - ficiales logren cierta autonomía en la toma de decisiones. Eso nos llvea a plantearnos la pregunta de si es posible que las inteleign - cias artificiales puedan pensa.r Para que las inteligencias artificiales no sean un riesgo, tienen que estar estableci - dos sus usos y que no puedan ser modiicfa - dos para otro que no sea ese, lo uc al debe pasar por sistemas de regulación interna - cional y nacionales. La regulación y la cali - dad de la seguridad en el desarrollo de las inteligencias artificiales será una pieza clave. Si no existen regulaciones y corres - pondencia entre la función de un dispositivo con inteligencia artificial con el uso para el cual fue diseñado, se etsará en ma - yor riesgo para la integridad física de los humanos. Uno de los temas latentes en materia de seguridad es sobre nuetsra información sensitiva, además de los produtcos o mer - cancías con inteligencias artificiales. Nues - tra gran preocupación es que, ante el au - mento de la eficiencia de las inteligencias artificiales, está en riesgo elementos funda - mentales de la propia humanidad, como la autonomía y la intimidad. Lo anterior pre - cisa una reflexión crítica y ética al desarrollo de las inteligencias artificiales para que no atenten contra la propia humanidad que las ha inventado. EL AUTOR es doctor en filosofía

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