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2B LaPrensa Panamá, miércoles 23 de octubre de 2024 Economía & Negocios Desentrañando la verdad: La fragilidad de la cooperación fiscal internacional Mirada global Luis Eduardo Ocando B. [email protected] La cooperación internacional en materia fiscal ha sido considerada durante mucho tiempo como la piedra angular para el establecimiento de un sistema económico global justo y eficiente. Sin embargo, un análisis más detallado de sus raíces históricas, como el que nos ofrece el profesor Wei Cui de la Universidad de Columbia Británica en su artículo “False Idols in the Early History of International Taxation”, sugiere que esta percepción está construida sobre una base mucho menos estable de lo que se podría esperar. Publicado enSocial Science Research Network (SSRN), el trabajo del proEL AUTOR es consultor Country Managing Partner –EY fesor Cui se sumerge en los orígenes de la cooperación fiscal internacional, destacando que los fundamentos sobre los que se ha construido este concepto durante el siglo XX, y que siguen influyendo en los debates actuales sobre el Pilar 2, están lejos de ser sólidos. La narrativa histórica nos dice que hubo un tiempo en el que los llamados “Cuatro Economistas”se reunieron para debatir y establecer los principios de la tributación internacional, pero lo que Cui revela es que estas discusiones estaban marcadas por desacuerdos fundamentales e incoherencias. No eran principios inquebrantables los que emergían de estas conversaciones, sino más bien opiniones que reflejaban las perspectivas y los intereses de los participantes. Esta realidad se ve agravada por el hecho de que los esfuerzos subsecuentes en la Sociedad de las Naciones estaban patrocinados por un número limitado de países, cada uno con su propia agenda y objetivos divergentes. Esto nos lleva a cuestionar la legitimidad del proceso y a preguntarnos: ¿Podemos realmente llamar a esto cooperación internacional? La reflexión de Cui no se detiene en el pasado. Nos trae al presente, donde el avance del Pilar 2 —un conjunto de normas promovidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)—pa - rece seguir un patrón similar. Estas normas, surgidas de lo que se describe como un debate técnico, llegan a la sociedad civil, que debería ser la principal beneficiaria, como un conjunto de reglas ya confeccionadas y listas para su implementación, sin un debate amplio o una participación significativa de todas las partes interesadas. Además, el uso creciente de los Comentarios a la ConvenciónModelodelaOCDE por parte de jueces en tribunales locales para interpretar términos específicos en convenciones bilaterales ejemplifica cómo la autoridad de estos textos se fortalece con cada citación. Esto plantea preocupaciones sobre la influencia desproporcionada de la OCDE y el potencial de un sistema tributario internacional que favorezca a ciertos países o grupos de interés sobre otros. Es imperativo que la comunidad internacional tome conciencia de estas preocupaciones y busque reformar el sistema de cooperación fiscal internacional para que refleje verdaderamente los intereses de una sociedad civil diversa y global. Esto significa abrir el debate a una gama más amplia de voces, incluyendo a aquellos países y comunidades que históricamente han sido marginados en estas discusiones. Un sistema tributario internacional justo y equitativo no puede construirse sobre cimientos inestables, marcados por intereses particulares y una falta de consenso genuino. La sociedad civil global merece transparencia, inclusión y un diálogo abierto que asegure que las normas fiscales internacionales sean representativas de las necesidades de todos, y no solo de unos pocos. Los países latinoamericanos están en una encrucijada que los obliga a analizar si proceden o no con la implementación del Pilar 2. Brasil, único país de Latinoamérica hasta la fecha, anunció la adopción de Pilar 2, y se espera que hagan lo propio otros países de la región, tal como lo han hecho países europeos y asiáticos. Ojalá haya un debate claro y genuino con la sociedad involucrada y se logre tomar en cuenta, no solo el aspecto técnico internacional que la adopción de este tipo de normativa implica, sino que se vean las necesidades de todos los afectados y se logren normas claras, eficientes y sobre todo que permitan a países como Panamá seguir manteniendo su competitividad y atracción de inversiones significativas e importantes para el desarrollo del país. El artículo del profesor Cui es una llamada a la reflexión y a la acción. Nos insta a cuestionar las estructuras existentes y a trabajar hacia un sistema de cooperación fiscal internacional que sea robusto, legítimo y, sobre todo, justo. Solo así podremos aspirar a un mundo en el que la tributación internacional sirva como un verdadero instrumento de equidad y justicia social. La adopción de Pilar 2 en Latinoamérica abre una oportunidad sin igual para ello en nuestra región, y se podría hacer algo consensuado y bien pensado, que haga que la tributación internacional no sea tan compleja como se percibe por muchos, eliminándose así la oposición a las mismas, quizá por ignorancia, en vez de su aceptación generalizada.

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