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prensa_2024_10_15

6B LaPrensa Panamá, martes 15 de octubre de 2024 Vivir Tu opinión nos interesa [email protected] MÚSICA Leiredeja LaOrejadeVanGogh La Oreja de Van Gogh ha anunciado la salida de su vocalista, Leire Martínez, tras 17 años en la banda, lo que ha conmocionado a sus seguidores. En un comunicado, la banda explicó que esta decisión fue “dura y difícil” y surgió después de “mucho tiempo de reflexión y profundas conversaciones”. ADEMÁS Enelda, la cocinaentre campesinos 7B ‘Noes faltadeamor, esexcesodemiedo’ Cada persona lidia con el duelo de forma dtiisnta. Cada historia de duelo tiene su dueño pero, hay historias que se compatren, se lloran y se sana a través de la unión con desconocidos. Si bien octubre su pinta de rosa, hablar sobre cáncer es necesarito durante todo el año. Yes primordial perder elmiedo al checkeo, tanto personal comomédico, durante todo el año para detectar a tiempo cualquier anomalía. RoyEspinosa Unahistoria deéxitoen cáncer Voz calificada GermánEspino [email protected] En1960,PeterNowelly DavidHungerford describieronporprimeravezunaalteraciónge - néticacromosómicaenpacientesconcánce,respecífi - camenteenlaleucemia mieloidecrónica, yladenominaroncromosomadeFiladelfia,por laciudaddel descubrimiento. Inicial - mentedescritocomoun cromosoma22máspequeño,nofuesinotreceaños despuésqueJanetRowleyy colaboradoresdescribieron demaneramásprecisael cromosomadeFiladelifa comounatraslocación(in - tercambiodeinformación entredoscromosomas), en estecaso,deloscromosomas9y22. Laleucemiamieloidecrónicaesunaneoplasia(cáncer)hematológicacaracte - rizadapor laprolifearcióny acumulacióndescontroladadeunosglóbulosblancos denominadosgranuloci - tos, reflejadoenelexamen desangre(hemograma)co - moleucocitosis(incrementodeglóbulosblancos)y porelaumentodel tamaño delbazo.Entenderporqué proliferabanyseacumula - banestascélulas llevóaes - tudiosdelabiologíamoleculardelaleucemiamieloidecrónica, enbúsquedade losgenesresponsablesubi - cadosenloscromosomas9 y22ysurolenestaneopla - sia.Así, enladécadadelos 80, conlosavancesenbio - logíamolecular, sedeter - minóquelosgeneseranel Bcrenelcromosoma22yel Ablenel9.Santosycolaboradores,usandomodelos animales,demostraronque estegenquiméricoohíbri - doerasuficienteparare - producir loshallazgosclíni - cosdelospacientesconleucemiamieloidecrónica.Estegenysuproducto(lapro - teínaBcr/Abl) teníanuna funciónenzimática(tirosinacinasa). Elúnicotratamientocon caráctercurativoparala leucemiamieloidecrónica hastaprincipiosdelosaños dosmil fueel trasplantede médulaósea(ahorallama - dotrasplantedecélulashematopoyéticas), elcual solo podíaseraplicadoaunaminoríadelospacientesporquenoteníanundonante idénticoonocaliifcaban paraeste.Sinembargo, con elconocimientodelaestructuracristalinadela proteínaBcr/Abl, sedesa - rrollaronmoléculas inhibi - dorasdelafunciónenzimáticadelBcr/Abl (inhibido - resdetirosinacinasa). Variasmoléculasfracasa - ronenel intento,perouna deellas, elSTI571, inventa - daporelbioquímicoNicholasLyndon, fueestudia - daenensayosclínicosen 1998,primeramenteenpa - cientesconleucemiamieloidecrónicaquehabíanfalladoterapiaspreviasylue - goenpacientesdenuevo diagnóstico.Hoydíallama - daImatinib, cumplemásde 20añosdesuaprobación por laFDA(2001). Estaterapiatrajounanue - EL AUTOR esmédico hematólogo SALUD RoyEspinosa [email protected] Aveces, creo que el cáncer nos une, lo que nos separa es la muerte.Aunque, ¿quétanta distanciapuedehabe,renes - tauotravida,entrepersonas quesequieren? Padecer esta enfermedad, tanto para el paciente como su círculo cercano,nos obli - ga a enfrentarnos, másallá de la propia enfermedad,a nosotrosmismos.Nosllevaa conocer límites, miedos y rincones de nuestros cora - zones que desconocíamos. Y lo más importante: cada persona vive el duelo de la enfermedad demanera dis - tinta. Haceunpardemeses, lue - gode varios añosde silencio, decidícompartirmihistoria con la enfermedad.Fue, en parte, catarsisy, enparte, en ese entonces, creerque a al - guien le podríaservir mi ex - periencia,pero, sobretodo, miserrores. Este texto no es para repe - tir la historia queya conté, pero sí para contarla expe - riencia que vivíal repetir mi historia frente a un grupo (hasta ese entonces)de des - conocidos. Fue la primera vez quelo hacía envoz alta, que me atrevía a decirlo mi - randoaotrapersona, tratan - do de no sentir vergüenza. Lo hice porquemis compa - ñerasdegrupoyahabíanda - do el primerpasomostran - do, no conorgullo sinocon dignidad,que sonpacientes con cáncer. Sería prudente hacer unapausa para recor - dar que vivimos enuna so - ciedadquepuede llegaraser extremadamente cruel,una dondeel desprecio,las bur - las o incluso elmiedo al con - tagio, sondesagradables ex - periencias por experimen - tarparaunpacienteconcán - cer (u otra enfermedad) pueden pasar. Así que sí, creo quela palabra más co - rrectaes:dignidad. El grupo estaba distribui - do en un círculo de seis per - sonas, tres mujerespacien - tes con cáncer de mama y tresperiodistas dela región, y participábamosen unaac - tividad organizada por la fundación Gloria Latorre (@fundacionglorialatorre), en la ciudadde Bogotá, Co - lombia. Lacarta La propiaGloria Latorre, presidentade lafundacióny sobreviviente de cáncer de mama, dirigía el encuentro. La dinámica era muy senci - lla: cadaperiodistadebíaes - cribirle una carta, al azar, a unapacientedelafundación y luego se le entregarían las palabrasde apoyojuntocon unkit conalgunosutensilios básicos (comouna frazada para lasfríasnochesbogota - nas). Pero, como muchasotras tantaspersonas, soyfamiliar y amigo de pacientes con cáncer, porlo quedecidí que mi carta estaría destinada a una personacercana ala pa - cientequemetocara. Inten - téquelaspalabrasfueransin florituras y que el mensaje a evocar fuese claro: “tener miedoestábien,pero,node - jesqueelmiedotealeje ” . Así, con completo nervio - sismo, esperabacon absolu - ta sinceridadquemimensa - jelesirvieradealgoaMagda, la chicaquemetocó. Yantes de continuar, permítanme ahora hablarlesrápidamen - te sobre ella.¿Han escucha - dosobre labellezade lasmujeres colombianas? Pues Magda es un claroejemplo deello.Ynolotomencomoel clásicocumplido de “persona enferma iguala persona bella”. Magda tiene la más dulcede las sonrisasque vaa juego consu vozy formade hablar. Y sus ojos brillan, re - bosan de algo que llamaré “vida”, porque ella es cons - cientedeque(adiferenciade muchos que solemos olvi - darlo) apesar delo buenoy delomalo, estáviva. Así, con unrostro dener - viosismo en ambas patres, pues recordemos quese tra - taba de dos desconocidos que interactuaban bajo un contexto de pesadumbre, comencéa leer ya explicarle mi carta. A decirle porqué había decidido escribirle a unfamiliaroamigosuyoyno a ella, y contarle mipropia experienciamientras lo ha - cía. Me mostré vulnerable, sinceroy con miedode caer en lo ridículo al ocasiona,r sin predeterminación, que se creyese queintentaballe - var laatenciónamí. Ymientrashablaba, el ros - tro queles describícomenzó a cambiar. La sonrisa de Magdasefuedesvaneciendo yelbrilloensusojosapagan - do.Ahorabrillabanlaslágri - mas que se iban acumulan - do.Pero,noeraunsollozode alguien conmovidopor las palabras o por elmomento. Era ese llanto quepasa en - carcelado en elpecho y que, cuando sale, lástima el pe - cho,mientras sevaabriendo paso desdeel corazónal ex - terior. Cuando terminé, Magda tomó unpoco de airey co - menzóahablar. Historiasencomún Mientrashablabas,quería interrumpirte y preguntar - te: ¿por quéme decíasesto? ¿quiénte mandóa escribir - meesto? fueloprimeroque me dije Magda mientras se secaba el rostro. Mi instan - tánea reacción fue creer que había,dealgunamanear,co - metido un error. Que la ha - bía ofendido quizás,y más porfaltadepalabrasquepor educación, dejé que continuara. Entonces,confesó quees - tá atravesando por una his - toria similarcon unaperso - namuycercanayque,mien - tras yo le hablaba, ella reconocía sus vivencias en las mías. Nosdijo,algrupo,quehas - ta entoncesno habíapodido entender elcomportamien - to desu ser queridocon res - pecto a su enfermedad. Y quesibienyonohabíaabier - to su mente a la absoluta comprensión de su situa - ción, escucharme podría darle una idea, un camino, unaesperanzade nocaeren el neciopensamientodeque la personaen cuestiónno la quería. Comoesobvionota,rnohe entrado, ni entraré,engran - des detalles sobre la historia de Magda porque es suya y esta es una historia para to - dos. No es faltade amor, es ex - ceso de miedo, ledije para tratar de explicar, tanto mi reaccionar antela enferme - dad comola de suser queri - do.Cuando amastanto aal - guien,elmiedoa perderlote paraliza. Puedemás que tú y terminas, emocionalmente, noporalejarte, sinoporque - daraladeriva. Y si bien la conversación del tema continuó,Magda tomó el micrófono paar esta vez hablarcon todoel salón sobre su historia.Habló so - brecómoledetectaronlaen - fermedadyentoncesfuiyoel que encontró paralelismos en su historia con la mía. Luego, se atrevióa sincerar - se sobre cómo sufamilia se había visto afectada, ya no tanto porla enfermedaden sí, sino porla sociedadque, como mencioné,puede lle - gar a ser muy cruel.Y allí tambiénme vireflejado. Sus experiencias enla calle,con amistades, como un diag - nóstico, puedecambiar todo lo que pensábamos o creíamossaberdelosdemás. Allí, entre relatos de pa - cientes yde periodistas, nos vimos comoloquerealmen - teéramos: personasquemi - nutos atrás se desconocían, pero, que ahora entendían que son más las cosas que nos unen que lasque nos se - paran.Yeldolorenmediode toda su inmisericordia es quizás el recordatorio más vivodeesassemeaj nzas. Al terminar la actividad, me quedé hablandounpoco másconMagda, yanocomo extraños, sino como afines queseentendíandesdeperspectivas más profundas. Y me alegré dehaberperdido el miedo decontar mi histo - ria, tanto desde las páginas de estemedio comoentre el grupo de seis desconocidos. Porque aprendí que las vivencias siempre tienenavlor y que nunca sabes a quién puedes llegar a ayudar con ellas. vaesperanzaalospacientes conleucemiamieloidecrónicay,hoydía,másdel80% delospacientessemantienenlibresdeenfermedad trasmásde10añosdeseguimiento.Laterapiacon inhibidoressehaconverti - doenunadelasmanears modernasdetrataramu - chospacientesconneoplasias, ygraciasalosmásde 60añosdeestudiodelaleu - cemiamieloidecrónica, estahaservidodebaseparael desarrollodeterapiassimi - laresenotrasneoplasias hematológicase, inclusive, entumoressólidos.Queda el retodeprobarahorasies - tospacientespuedensuspender lamedicación(yase estáhaciendo).

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