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5B LaPrensa Panamá, lunes 14 de octubre de 2024 Vivir Tu opinión nos interesa [email protected] VIGGO MORTENSEN ‘El western no ha muerto’ El actor y director Viggo Mortensen aseguró que el género de las películas del Oeste norteamericano no ha muerto, tras ganar el premio de mejor película del Almería Western Film Festival con la cinta 'The Dead Don't Hurt'. Según Mortensen, los premios “son una cosa muy subjetiva”. “Si no ganas (...) no quiere decir que tu historia o tu película sea defectuosa -dijo-, son cosas del azar cosas, de la suerte. Así que felicito a todos los que participaron”. Por si acaso Un estándar global para el almacenamiento de carbono forestal requiere mediciones terretsres. Mientras que el estándar de botánica es medir cada árbol de uno o más centímetros de diámetro en DAP (diámetro a la altura del pecho, alrededor de 1.30 metros), algunas especies de árboles, desarrollan raíces fúlcreas o de contrafuerte que pueden alcanzar hasta 1.30 metros de altura o más. Cortesía / Christian Ziegler La parcela de 50 hectáreas en Isla Barro Colorado en Panamá fue establecida en la década de 1980 por Stephen Hubbell (derecha) y Robin Foster. Cortesía Stri Servicio Especial del STRI [email protected] Por mediodel registro de lascaracterísticas físicasde unáreades - de elespacio, lossatélites mapeanlos bosquesdetodo el mundo y estiman cuánto dióxido de carbono (el principal gasde efectoinverna - dero que causa el calentamiento global),absorben es - tos bosques. Sin embargo, lossensores satelitalesdeben calibrarse y las estimaciones resultantesobtenidas deben ser validadas de forma independientepor otra fuente,para asegurarse de que seanlo más precisas posible. Este es elobjetivo de GEO-TREES, un sistema multimillonario lanzado en el2023,que coordinaalos investigadores de los sitios de estudio forestal existen - tesen todoel mundopara mapear yrastrear elcarbono forestal casi entiempo real y verificar lasestimaciones basadasen imágenessateli - tales, desdecero. Estasme - diciones seutilizarán para desarrollar unafórmula glo - bal estándar para calcular el almacenamiento de carbono forestal. Notodos losbosquesson iguales. Los bosques tropicales son muydiversos, y las diferentes especiesde árbo - les almacenan diferentes cantidadesde carbono.Por lo tanto, para calcular la can - tidad decarbono quepuede absorber unárbol enparti - cular, necesitamosmedir los árboles, cada uno a mano. “Cadaárbol demás deun centímetro dediámetro se mide (al menos su diámtero a la altura del pecho o DAP, que es deaproximadamente 13. 0 metros), ésees elestándar botánico”, dijo Salomón Aguilar, técnicoinvestigador delInstituto Smithsoniande Investigaciones Tropicales (STRIporsus siglasenin - glés) que hacensado bosques desde1985, yque ahorafor - ma partede la redde Obser - vatorios GlobalesTerrestres Forestales delSmithsonian (ForestGEO porsus siglasen inglés),lamayorredmundial de científicos ycentros de in - vestigación forestal dedicados a estudios forestales a lar - go plazo. “Con cada censose puede ver cómocambian, yse des - cubren cosas nuevas, nuevos patrones. Por ejemplo, si una especie crecemás rápi - doo máslento bajociertas condiciones, y siesto tiene que vercon quealgunas es - pecies se vuelvanmás resis - tentes amedida queel cam - bioclimático sevuelvemás severo, y se ajusta la metodo - logía paraincluir esasvaria - bles, y estorequiere consistencia”, agregó. La red ForestGEO del Smithsonian,junto conlas redesde parcelasforestales Tropical managed Forests Observatory (TmFO)y Fo - restPlots.Net, proporcionan esosdatos terrestresmediante la creacióne imple - mentaciónde unsistemade referencia estándar. Lo que ahora se conoce co - mo ForestGEO comenzó con una sola parcela de 50 hectáreas establecida en 1982 por el ecólogo y taxóno - mo Robin Fostery el biólogo Stephen Hubbell, en Isla Ba - rroColorado(BCI porsussi - glas en inglés), la primear es - taciónde investigaciónde STRI, ubicada en el embalse de agua dulce del Canal de Panamá. Trabajandocon Aguilar yel técnicode inves - tigación RolandoPérez, quien seunió en1986, fue - ron pioneros en la metodo - logía para realizar censos de bosques tropicales paar crearunabase dedatosde dinámicas forestales. Esteproyecto sedenomi - nó Proyecto de Dinámica del Bosque Tropical, que más tardeincluyó parcelasde una hectáreaalrededor dela cuencadel CanaldePana - má. Enla décadade 1990,se establecióel CentrodeCien - cias Forestalesdel Trópico (CTFS),que incluíaparcelas en Asia,África yAmérica del Sur. CTFS se convirtió en Fo - restGEO con laadición de las parcelas debosque tem - pladoen losEE. UU. en 2013, ycon elcientífico de STRI Stuart Davies como di - rector, yahora coordina78 sitios deinvestigación fores - talen lasAméricas,África, Asia, Europay Oceanía.Con másde40 añosdeexperien - cia acumulada en monitoreo a largo plazo,ForestGEO es también la base de datos más confiable y precisa sobre ecologíaforestal ydinámica forestal. Sin embargo,investigado - rescomoPérez yAguilaren - tienden queinvolucra más que medir árbolesy escribir números. “La parcelade 50hectáreasenBCI fuelaprimera parcelaa granescala parael monitoreo alargo plazode los bosques tropicales y proporciona herramientas cruciales para quelos investigadores comprendan cómo los bosques tropicalesy sus habitantes cambiana lolargodel tiempo”, dijo Pérez. “He coordinado los censos desde 1995 conSalomón, y nos hemosencargado de identificar cercade 25.000 nuevos individuos que aparecencon cadacenso.También hemos capacitado a cientos deestudiantes, técnicos, biólogos,ecólogos y más, ycreo queuna gran partedel éxitode laparcela de 50 hectáreas,en comparacióncon otrossitios deinvestigación en la red ForestGEO,es tenerun equipode asistentes de campo bien capacitados en la identifcación de plantas y la recopil-a ción de datos rápidosy precisos”. ‘Primera plana’: una imagen de la realidad Voces de la Academia Ariel Barría Alvarado nació en la provincia de Chiriquí en 1959 y falleció en la ciudad de Pa - namá en 2021. Fue un des - tacado narrador paname - ño, cuyas novelas y cuentos fueron galardonados en diversos certámenes litera - rios, incluyendo el Premio Nacional de Literatura Ri - cardo Miró. En esta ocasión, me referiré a la obra Al pie de la letra, laureada con el premio de cuento José María Sánchez, auspiciado por la Universi - dad Tecnológica de Pana - má. El jurado (compuesto por Raúl Leis, Yolanda Hackshaw y Juan Antonio Gómez) destacó la excelen - cia del cuentario, calificán - dolo como: “una obra rea - lista que refleja la dramáti - ca situación del ser humano enfrentado a la crueldad, a la hipocresía, a la manipulación. Es el retrato de la ra - pacidad inmoral del hom - bre contra el hombre”. De la mencionada colección, reflexionaré sobre el minicuento P rimera pla - na. A pesar de su brevedad, es, como ha indicado el jurado, un cuento realista, porque contempla un contexto cotidiano de nuetsro país, donde lo bueno tarns - curre desapercibido, mientras que lo demás se tarns - forma en noticia. El microrrelato testimonia el cala - mitoso ambiente del ser humano en su convivencia ineludible con la falsedad y la manipulación. Vive prisionero en la cárcel del tan antiguo como actual axio - ma “homo, hominis lupus”. El narrador de Primera plananos presenta una dicotomía muy interesante. Subraya la figura de un ca - tedrático que conoció en su juventud, con quien aprendió los arcanos de la escritura. Sin embargo, este nunca fue debidamente valorado. Este profesor, al que el na - rrador llama Maestro (con intencionada mayúscula para destacar sus virtudes), lo daba todo por ayudar a los demás, sin espearr nada a cambio. Organizaba tertulias con poetas, promovía certámenes literarios y des - pertaba talentos. Es deci,r ocupaba a la juventud de su época en actividades positi - va s . Como es común, los maestros están un momento en nuestras vidas, nos prepa - ran para arrostrar con éxito las futuras etapas y luego, por caprichos del detsino, los encontramos de forma ocasional. Esto le ocurre al personaje, quien vuelve a ver al maestro mucho tiem - po después. Las condicio - nes no fueron las mejores, pues el profesor transitaba: “tanteando el camino, y no me atreví a hablarle por respeto y tristeza, se estaba quedando ciego”. El maes - tro se había sumergido en el olvido. Salvo algunos alumnos, pocos lo recuerdan. Entre ellos, claro está, se en - cuentra el narrador perso - naje. No obstante, ocurre una si - tuación extraordinaria (la sorpresa es una de las caarc - terísticas de la narrativa de Ariel Barría Alvarado) que nos deja un sabor agridulce. Un día cualquiera, la ima - gen de aquel profesor que cambió la vida de tantos jóvenes mediante la liteartu - ra aparece en la primear plana de diversos diarios matutinos. Sin embargo, la noticia no se deriva de la loable labor que desempeñó por décadas, sino que, tal como nos señala el autor: “Ahora sí les interesa, bañado en sangre, aplastado por las llantas de un autobús. ¡Cabrones!” A pesar de la trágica natura - leza del final, Ariel Barría recrea en este cuento breve una realidad que no solo se ajusta a un promotor de la literatura, sino a todas las personas que, de un modo u otro, contribuyen al mejoramiento de vidas en patri - cular y de la sociedad en ge - neral. Me permito recorda,r para finalizar este artículo, a otro gran amigo con quien compartí momentos con Ariel Barría Alvarado: el profesor Ricardo Ríos To - rres, quien, a través de los círculos de lectura, promo - vió el mejoramiento de la calidad de vida de muchos. Don Ricardo, lo mismo que Ariel, jamás esperaron na - da a cambio. EL AUTOR es profesor y lexicógrafo Melquiades Villarreal Castillo [email protected]

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