Bienvenido suscriptor
Perfil Cerrar sesión
Iniciar Sesión
Registro

prensa_2024_09_27

Opinión LaPrensa Panamá, viernes 27 de septiembre de 2024 8A El fracaso de la ley de pensiones alimenticias en Panamá Sociedad Susset Cordero Sotero [email protected] En Panamá, la problemática de las bajas pensiones alimenticias afecta de manera desproporcionada a las madres solteras, quienes en su mayoría se ven obligadas a sostener a sus hijos con recursos mínimos, mientras los padres evaden sus responsabilidades económicas. Las cuotas asignadas resultan, en muchos casos, insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los niños, dejando a las madres en una situación de vulnerabilidad financiera. Sin embargo, el impacto de esta injusticia va más allá de lo económico. Además de la sobrecarga financiera, las madres sufren afectaciones psicológicas significativas, marcadas por el estrés y la ansiedad. A esto se suma la ineficacia del sistema de pensiones alimenticias en Panamá, que no solo condena a estas madres y a sus hijos a la precariedad, sino que perpetúa una crisis emocional y social que las instituciones no logran mitigar. Existen varios factores que limitan el cumplimiento adecuado de las pensiones alimenticias, lo que afecta directamente la protección y crianza de los menores. A continuación, algunos de estos factores: Ineficacia en la ejecución:Aunque la ley establece claramente la obligación de proporcionar alimentos a los hijos, uno de los principales problemas es la falta de mecanismos efectivos para garantizar su cumplimiento. Muchos padres logran evadir esta responsabilidad sin enfrentar consecuencias inmediatas o graves. La informalidad laboral y la dificultad para rastrear ingresos no declarados complican la tarea de hacer cumplir estas obligaciones. Trámites judiciales lentos:L os procesos judiciales para establecer, ajustar o cobrar la pensión alimenticia son a menudo largos y burocráticos. Esto afecta tanto a los hijos como al padre custodio, quienes dependen de esos ingresos para cubrir necesidades básicas como alimentación, educación y salud. La lentitud del sistema judicial agrava la situación, dejando a muchas familias en la incertidumbre durante meses o incluso años. Desigualdad de género:La mayor carga de la crianza recae tradicionalmente sobre las madres, quienes son las principales solicitantes de pensiones alimenticias. Sin embargo, las leyes no siempre contemplan las dificultades económicas que enfrentan estas mujeres, muchas de las cuales tienen trabajos informales o mal remunerados. Exclusión de ingresos adicionales en ciertos casos: En el caso de los médicos, los ingresos generados por turnos extras no siempre se consideran al calcular las pensiones alimenticias. Esto crea una disparidad injusta, ya que estos turnos suelen representar una parte significativa de los ingresos reales. Al ignorar estos pagos adicionales, se establece una pensión alimenticia basada en una subestimación económica, afectando a los hijos y sobrecargando al padre o madre custodio. Consecuencias de no incluir ingresos adicionales Subestimación de la capacidad de p a go : No incluir los ingresos provenientes de turnos extras da una visión incompleta de la capacidad económica del padre, lo que resulta en una pensión menor y, por ende, insuficiente para los hijos. Desigualdad en la carga económica:La falta de consideración de estos ingresos impone una carga económica desproporcionada sobre el padre o madre custodio, quien debe compensar la diferencia con sus propios recursos. Vacíos legales y necesidad de re formas El marco normativo panameño no contempla de manera clara cómo deben manejarse los ingresos adicionales en profesiones como la medicina, lo que deja un vacío legal que puede ser aprovechado para minimizar las responsabilidades financieras. Es crucial que el sistema judicial panameño revise cómo se calculan los ingresos en profesiones con pagos adicionales regulares, para asegurar que los niños reciban una manutención justa. Además, es necesario que el sistema legal adopte medidas más estrictas y eficaces para garantizar el cumplimiento de las pensiones alimenticias. Actualmente, las sanciones para los padres incumplidores son leves y rara vez se aplican con la severidad necesaria, lo que perpetúa una percepción de impunidad. También es fundamental implementar mecanismos automáticos para ajustar las pensiones en función de la inflación y las necesidades crecientes de los hijos. Esto evitaría que las pensiones se vuelvan insuficientes con el tiempo, protegiendo así el bienestar económico de los menores. Finalmente, la discriminación en casos de custodia compartida es un tema que requiere mayor claridad en las leyes. Es necesario que la evaluación de las contribuciones económicas en estas situaciones sea justa y refleje las realidades cambiantes de cada caso. Impacto emocional en los hijos El abandono económico por parte de los padres tiene graves consecuencias emocionales en los niños. La ausencia de una figura paterna comprometida puede generar sentimientos de abandono y afectar su desarrollo emocional y psicológico. El sistema judicial panameño necesita reformas urgentes para garantizar que las pensiones alimenticias reflejen de manera justa los ingresos reales de los padres y se ajusten a las necesidades de los hijos. Solo así se podrá aliviar la carga económica sobre las madres solteras y garantizar un mejor futuro para los niños, evitando que crezcan en la precariedad y el abandono. LA AUTORA es bibliotecaria, poeta y narradora. El lastre del Ejecutivo Justicia Jorge Obediente [email protected] Los dos presidentes anteriores se han distinguido, uno por ser tortugón, y el otro como si nunca hubiera existido. El ritmo del actual mandatario es comparable al de un Porsche Turbo, lo que sugiere que veremos resultados. Es innegable que se están abordando problemas críticos arrastrados desde hace tiempo, y se están buscando soluciones, como en el caso de la CSS. Sin embargo, debemos entender que hacer cosas buenas no compensa la inacción frente a los problemas graves. Según algunos, los acuerdos preelectorales caóticos con fuerzas de dudosa reputación fueron necesarios para lograr el respaldo y la elección. No obstante, cada día que pasa, estas alianzas resultan más insostenibles y, hasta cierto punto, vergonzosas. El país parece estar gobernado por tres entes: el gobierno electo, el paralelo y el narcotráfico, lo que crea un lastre pesado para el Ejecutivo. Como dijo acertadamente Mark Twain: “La política es la única profesión en la que se puede mentir, engañar y robar, y aun así ser respetado”. El presidente afirmó que en la CSS existe una “mafia enquistada”, pero se quedó corto, ya que el narcotráfico parece estar infiltrado en todos los niveles: en el gabinete, los ministerios, el sector bancario, el sindical y, sobre todo, en la Asamblea Nacional, que parece ser un refugio blindado. Mientras tanto, se ha distraído a la población con espectáculos como el caso de las vigas, pero, ¿qué pasó con la Operación Jericó? Nunca se revelaron los nombres de los bancos donde se lavaba dinero del narcotráfico, ni se investigó al promotor que vendió el lujoso apartamento en Santa María. ¿Cómo lo pagaron? ¿Con un maletín? ¿Transferencia bancaria? Dejar estos temas sin resolver convierte todo en una verdad a medias, que en el fondo es una mentira, y quienes lo permiten se convierten en cómplices. Volviendo a los “angelitos ”que fueron beneficiados con el archivo de sus expedientes y recompensados con la apertura de cuentas, ahora han comenzado a mostrar sus verdaderas intenciones, amenazando con volver a las calles, como ocurrió con el tema de la mina. No están de acuerdo con la metodología de las mesas de diálogo sobre la CSS, lo que significa que, nuevamente, podríamos enfrentar cierres de calles, actos vandálicos y otras acciones de caos promovidas por estos grupos cuyo objetivo es fomentar el desorden. Entonces, señor presidente, ¿qué debemos esperar de usted? ¿Más de lo mismo o acciones enérgicas que hagan respetar el derecho de los ciudadanos a la libre circulación y la convivencia pacífica? ¿Acaso esos acuerdos preelectorales generaron “cuervos que ahora le sacarán los ojos”? Estos “angelitos ”es tán por sabotear su gestión para salvar la CSS, pero no se deje intimidar, las fuerzas del bien están de su lado. El gobierno paralelo sigue avanzando sin frenos, y ahora “CD es Martinelli”. El desprecio hacia las reglas del asilo se vuelve más vergonzoso cada día para Panamá, y la falta de acción en este tema es preocupante, ya que contribuye a la desestabilización del gobierno electo. ¿Acaso esta permisividad con el gobierno paralelo fue parte de los acuerdos preelectorales necesarios para alcanzar la presidencia? Señor presidente, le reiteramos: “No se deje, que las fuerzas del bien lo acomp a ñ a n”. Recuerde que existe un “hotel” subutilizado en Punta Coco que podría albergar tanto a ciertos “angelitos ”co - mo a prófugos de la justicia. El lastre que arrastra es pesado, con otros dos cogobiernos que le dificultan avanzar: el narcotráfico y el paralelo. Es hora de sacudírselos. Señor presidente, ¿qué debemos esperar de usted? ¿Más de lo mismo o acciones enérgicas que hagan respetar el derecho de los ciudadanos a la libre circulación y la convivencia pacífica? EL AUTOR es ciudadano El interés político llevó al caos la atención de salud CSS Carlos Pareja [email protected] Es muy difícil decir la verdad, y peor que se entienda con conciencia la realidad del sistema de salud por parte de los gobernantes, quienes solo ven a la Caja de Seguro Social (CSS) como su caja menuda y trincheras para copartidarios y amigos, sin que medie la meritocracia. Sabias palabras de una autoridad religiosa: “Panamá, país bendecido por Dios”. Agrego yo, pero hay habitantes que quieren saquearla, como los políticos criollos, el 70%. No se trata de culpar a nadie en particular, todos somos responsables del caos en salud por la improvisación y mediocridad del funcionamiento de sus entidades. Las instrucciones precisas del despacho superior, de quien dependen los puestos directivos, son: hagan lo mejor que puedan, mediatícenlo, no levanten olas y eviten choques con gremios y sindicatos, solo diálogos. El presupuesto de 8 mil millones al año de la CSS, con 1.8 millones de cotizantes, salario mínimo de 630 balboas. Cada mes se descuenta directamente una cuota, pero solo se entrega parcialmente y a destiempo a la CSS, aceptando además borrar cuotas a patrones amigos, que hoy deben más de 300 millones. Esto afecta el flujo de caja de la CSS, cuyo presupuesto funciona de marzo a octubre. Desgreño en compras irregulares amparadas por intereses: son directas, amañadas, abreviadas y condicionadas a proveedores específicos. Favorecen construcciones de nuevas facilidades sanitarias que no se terminan o acaban disfuncionales. Son premios o fuentes de dinero fácil: construcciones sin la adecuada y permanente supervisión, y sin mantenimiento preventivo, origen de falencias permanentes. Hay un exceso de funcionarios administrativos, con un porcentaje elevado, 5/1 en relación a técnicos, sin empatía ni sentimiento de pertenencia para dar ese valor agregado. Actúan como robots, sin calidad ni calidez en la atención diaria. Burocracia: Un servicio solicita determinados insumos, este trámite ocupa más de 15 días a nivel local, más de 3 meses a nivel central para acto público, y la entrega se hace entre 3 y 6 meses. Recordemos que estas gestiones solo se pueden hacer entre marzo y octubre de cada año, durante la vigencia del presupuesto de la CSS. Todos los años se pierden insumos en los depósitos, este año detectaron millones perdidos. Egocéntricamente justifican su ineficiencia en gestión. Frecuentes actitudes de indolencia y/o deshumanización en santuarios médicos inexpugnables, donde la unidad básica de la medicina, la “relación médico-paciente”, se ha olvidado. Prima la tecnología y la medicina defensiva. Pacientes: difícil de detectar su cantidad total, pero el Estado tiene la obligación de asegurar la salud de todos los habitantes (Capítulo VI, art. 109 de la Constitución). Recordemos que, por la ley de la vida, todos los exdirectores, exdiputados, exmagistrados, ciudadanos en fin, vamos a requerir algún día los servicios de salud, y vamos a sufrir si no hay un cambio razonado de actitud y rumbo. Proveedores: cada día aparecen más, la mayoría bajo el concepto de que la CSS es una piñata, y con maniobras sutiles manejan a muchos cotizantes y funcionarios, incluyendo algunos servicios, para obtener fraudulentamente la adjudicación de determinados insumos, equipos o instrumental. Existen proveedores que solo se manejan con catálogo, sin existencia local de apoyo. Los medios dan prominencia a las informaciones de altos funcionarios, quienes con cifras maquilladas, cosméticas y con estadísticas infladas (recordemos las 125 mil cirugías en jornadas especiales de dos días, durante ocho meses en la administración pasada) justifican su improvisación. Las quejas de los usuarios las tratan como una percepción errada y las cubren con excusas egocéntricas los funcionarios del círculo cero. Se requiere un diagnóstico situacional idóneo e independiente para conocer la verdad de un sistema secuestrado por la partidocracia en el gobierno. Se trata de lograr un cambio de actitud de los cinco actores involucrados. EL AUTOR es médico jubilado, 50 años en la CSS. Es necesario que el sistema legal adopte medidas más estrictas y eficaces para garantizar el cumplimiento de las pensiones alimenticias. Actualmente, las sanciones para los padres incumplidores son leves y rara vez se aplican con la severidad necesaria.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==