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7A LaPrensa Panamá, viernes 27 de septiembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Humillación social o cárcel Justicia Pedro Ernesto Vargas [email protected] “Solo te dan cárcel si eres estúpido o no tienes recursos”. Lapidaria línea, puntual y deshonrosa. Por eso todavía, los cuellos blancos se lucen en la calle y no en las celdas. Sin justicia no hay paz. Lo difícil es definir la justicia, no desde el punto de vista legal, sino desde el punto de vista ético. No, desde el punto de vista legal, porque las leyes las hacen las virtudes y los vicios de los juristas y el fiel de la balanza suele inclinarse lejos de la vocación, el juramento y el profesionalismo de no pocos de aquellos. En bioética, y solo soy un lector de bioética, una crítica esencial a ella es preguntarse “qué tan bien le ha ido a la bioética al abordar cuestiones intratables, persistentes y generalizadas, que no son tan apasionantes ni tan modernas (o analíticamente sencillas) como, el trasplante de rostros”, como lo ha señalado Jonathan D. Moreno, bioeticista siempre atento al carácter moral y la práctica profesional de quienes se mueven entre culturas y actividades diferentes. Más difícil, cuando reconocemos que hay otros temas de constante discusión y encuentros, como desencuentros, que sí apasionan con resultados variables, según la pasión, la provocación o el incendiarismo de sus interlocutores. Los ingredientes de ellos, no se puede negar: la cultura, la religión y la política. Cuando se sugiere que la humillación social es suficiente castigo para el delincuente, quiero entender que es el único castigo en una sociedad indolente, también altamente corrupta, cuyas cárceles son precisamente, para aquellos que son estúpidos o no tienen recursos. Esto es grave. Aquella es una opinión, sí es cierto, pero una opinión que desinfla cuando tenemos tal desfile de actos corruptos. A la administración anterior a la última, se le señala como “perseguidora y rencorosa”, que se dedicó a la persecución política y que endilgó de delincuentes a ejemplares servidores públicos. Es probable que haya casos de esos. Hoy, algunos de ellos vuelven a la funciónpúblicacomoministros,directoresde entidades estatales y hasta de alguna gobernación, y se les ha dado la oportunidad para que demuestren capacidad y honradez o, lo que también pienso, con mucha mayor molestia, por un mandato que sale de la sede extranjera de una dictadura oprobiosa, que hace justicia a punta de sus berrinches y no respeta la libertad de discernir y, mucho menos, la de disentir. Quiero advertir que, la amplia divulgación de irregularidades y asaltos al erario que se han venido haciendo desde el inicio de esta nueva administración, pareciera ser la hoja de ruta de toda nueva administración. Aparte de consolidar el carácter delictivo de los actos de gobierno, nos reclama que no hemos sido capaces de reemplazar el carácter del servidor público, ni con la posibilidad de hacerlo entre los servidores electos por la voluntad popular. Uno, no existe tal voluntad popular cuando las directrices de los partidos amañan las elecciones desde el momento que escogen a su manera, sus candidatos. Si bien es cierto que hay mucho delincuente no probado -bajo las definiciones de la justicia, como las artimañas de no pocos abogados y la mudez de otros no pocos- también es cierto que tenemos todo el derecho de condenarlos en nosotros y no permitirles alcanzar peldaños de impunidad y de inmunidad. Y dos, ese “en nosotros”-debo reconocer que su número se desconoce- es donde fallece la renovación del servidor público, ya sea por secuestro de la educación y autonomía populares o por la liviandad del necesario espíritu contestatario, que hemos dejado de lucir muchos ciudadanos. Veamos si es válida solo la humillación social. No solo este mes de septiembre, la tinta de algunos periódicos manchó sus páginas con los pecados ajenos. Con la toma de sus cargos, las denuncias por corrupción institucionalizada de representantes de corregimientos, alcaldes, directores de entidades estatales, incluso ministros de estado han sido la tónica del cambio de gobierno. Luego han seguido bien descritos hechos delictivos, como los millonarios sobreprecios (importadas en $182,626 y vendidas en $1.7 millones) en compra de perforadoras y bombas sumergibles para pozos de agua pagados antes de entrega. Un robo que afecta a comunidades pobres y vulnerables del país. El partido que gobernaba con su cola de gallo reclamará persecución política, la cantaleta de los prepotentes cuando pierden sus padrinos. Allí están por investigarse también, en qué utilizaron los 320 o más millones de balboas que les entregó la descentralización paralela de la Autoridad Nacional de Descentralización, un robo descarado con muchos cómplices. La autopista Arraiján-La Chorrera es todavía un cuello de botella por donde se atoran el Corredor de las playas y el túnel de la línea 3 del Metro de Panamá que, con el cuarto puente,tendremosquepagarmásde5,000 millones por ellos, unas 4 veces más que con el proyecto original de un puente de 3 carriles por ambos sentidos y un monorriel para la línea 3 del Metro, que estaba alrededor de $1,420 millones. Y falta desgranar la mazorca para conocer a dónde saltaron sus granos. Como si fuera poco, nos descubren la Operación Jericó, que sacó a flote lo que hace años se sospecha: el secuestro y siembra de funcionarios, con y sin inmunidad, en los órganos del Estado para servirle al blanqueo de capitales y al tráfico internacional de las drogas. Se han hecho decomisos de drogas, se ha descubierto un taller para preparar carros con doble fondo para el transporte de ellas, los contratos del gobierno con estos personajes se han revelado y los presos son funcionarios de carrera y delincuentes de oficio y costumbre. Como la diversificación para el enriquecimiento ilícito parece infinita, no nos sorprendió cómo los delincuentes nos toman de pendejos para hacernos creer que 600 vigas de acero se pueden levitar de un depósito del MOP sin que sus funcionarios lo sepan o vean, pasearlo por toda una comunidad de playa y calypso, y luego dejarlas en lotes sin dejar rastros y molestar menos el ojo propio que una paja en el ojo ajeno. A esta hora el principal y único detenido de esta obra de Sansón -de paso un juez- es un filisteo de una pequeña nación entre dos océanos, que luchaba contra el hambre. Cada descubrimiento es tan escabroso que cuando resucita entierra al anterior, como el cobro delictivo, no irregular, delictivo, de cobrar salarios de docentes fallecidos. “Como la plata no es mía, se la robo al gobierno”. Demasiado delito y robo para solo castigar al transgresor con el repudio social. La certeza del castigo ejemplar es lo que la ciudadanía reclama. La iglesia más cercana puede ayudarle a estos fraguadores de riquezas indebidas y corazones desangrados, por lo menos para golpearse el pecho porque lo que es la justicia panameña, no va otorgar viviendas para los próximos años, como se lo merecen. La autopista Arraiján-La Chorrera es todavía un cuello de botella por donde se atoran el Corredor de las playas y el túnel de la línea 3 del Metro de Panamá que, con el cuarto puente, tendremos que pagar más de 5,000 millones por ellos, unas 4 veces más que con el proyecto original de un puente de 3 carriles por ambos sentidos y un monorriel para la línea 3 del Metro, que estaba alrededor de $1,420 millones. EL AUTOR es médico La pérdida y desperdicio de alimentos Soluciones efectivas Lina Lay Mendivil [email protected] La pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) constituyen un serio obstáculo para el desarrollo sostenible en el mundo entero. Así, fuentes de entero crédito estiman que el 14% de la producción mundial de alimentos se pierde y 19% se desperdicia. La PDA, además, genera del 8 al 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, quintuplicando las emisiones de la aviación. Esto demanda establecer normativas interinstitucionales para definir responsabilidades y coordinar acciones alineadas a la reducción de la PDA, y a la protección del derecho humano a una alimentación adecuada. Sin embargo, aún no existe una definición concreta y unificada con respecto a la pérdida y desperdicio de alimentos. Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la pérdida se relaciona con la eficiencia de la cadena de suministro alimentaria, desde la cosecha hasta el mercado, mientras el desperdicio se produce en la venta al por menor y el consumo en hogares. Esto significa que la PDA actúa como causa y efecto de múltiples problemas que afectan la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, y constituyen un obstáculo significativo para garantizar el derecho humano a la alimentación adec uada. Esta situación demanda de los Estados, como garantes de los derecho humanos, normativas y estrategias eficaces. La FAO presentó en 2022 un Código de Conducta Voluntario para la Reducción de las PDA. Otros esfuerzos regionales significativos incluyen la Estrategia de la Granja a la Mesa del Pacto Verde Europeo; la Declaración de Malabo y la Estrategia de Gestión de Pérdidas Postcosecha de la Unión Africana, y el Plan Estratégico de Cooperación en Alimentación, Agricultura y Silvicultura 2016-2025 de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. El Parlamento Latinoamericano y Caribeño aprobó en 2022 una Ley Modelo sobre Prevención y Reducción de la PDA, la cual llevó a Panamá a presentar un anteproyecto de Ley para un plan nacional para reducirla. El Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (29 de septiembre) convoca a invertir en soluciones que reduzcan las PDA para mejorar la seguridad alimentaria, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover dietas saludables y asegurar la disponibilidad de alimentos para la Humanidad frente a las amenazas del cambio climático. Estamos a tiempo. LA AUTORA es nutricionista –dietista con especialización en ciencia de los alimentos y nutrición humana, e integrante de Ciencia en Panamá. La degradación de la profesión de periodista se enfrenta a una indiferencia alarmante Fabrice Fries [email protected] Ya no sorprende leer el macabro recuento de periodistas asesinados en el ejercicio de sus funciones, ni enterarse, a través de una investigación del colectivo Forbidden Stories, de que entre los más de 100 periodistas asesinados en Gaza, varios fueron claramente objetivo deliberado, ni saber que cada vez más a menudo las redacciones dan instrucciones de ocultar los brazaletes de prensa. A todos les parece normal que los presupuestos de seguridad aumenten exponencialmente en las empresas que practican el periodismo de campo. Tampoco sorprende saber que una de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei fue cerrar la agencia Télam y dejar en la calle a sus 700 empleados, o leer que el diarioLa Naciónperdió de un día para otro todos sus ingresos publicitarios provenientes de las campañas informativas gubernamentales. El desarrollo del “manual”populista ya no sorprende a nadie: los medios, junto con los jueces, son su primer objetivo. No sorprende escuchar sobre el asesinato de un periodista en México, cuyo nombre fue expuesto en redes sociales, ni sobre el intento de suicidio de una periodista alemana acosada cibernéticamente por trolls de extrema derecha. Los periodistas ya se han hecho a la idea de que todo lo que hayan publicado en el pasado será utilizado para desacreditarlos el día que sea necesario. Tampoco sorprende que el “periodismo de los hechos”sea estigmatizado como el disfraz de una complicidad con el orden establecido, ni que las empresas dedicadas a ello sean a veces obligadas a elegir un bando, a abandonar una neutralidad que, naturalmente, no puede sino ser ficticia. La polarización socava la legitimidad de estas empresas, y lo peor es que este proceso de deslegitimación ya muestra resultados innegables. No sorprende el tono a menudo apocalíptico de algunas conferencias sobre los medios, ya sea al hablar de los desiertos informativos que se crean en el corazón de Estados Unidos, de las curvas de evolución de la confianza en los medios o de la eliminación de puestos de trabajo, o de las consecuencias de la transformación, a través de la IA, de los motores de búsqueda en motores de respuesta que desintermedian a los medios. Y ni hablar de la contaminación del ecosistema mediático por los sitios de “noticias baratas ”generadas por inteligencia artificial. Tampoco sorprende que cada “noticia de última hora”tenga su contrapartida en forma de información sacada de contexto, fabricada o ligeramente modificada. Ningún acontecimiento parece escapar a una teoría conspirativa que lo acompañe. Las campañas de desestabilización se han vuelto tan comunes que rara vez ocupan las portadas de los medios. Lo mismo ocurre con los anuncios de eliminación de cuentas por cientos de miles en las plataformas. La desinformación se ha vuelto masiva, cotidiana, y las empresas de periodismo de hechos no han tenido otra opción que interesarse también por lo falso, que ahora forma parte integral del ciclo informativo. Lo sorprendente, sin embargo, es que todo esto no genere más reacciones. A menudo, lo que emerge de los testimonios de los periodistas que han pasado por todas estas pruebas es cuánto se sienten solos, desamparados. Por ejemplo, ¿cuáles son las grandes voces que se han alzado tras la publicación de la investigación de Forbidden Stories? Busquen bien, no son muchas. Así que, si el World Media Day puede contribuir a una toma de conciencia, a un despertar, aunque sea modesto, ¡viva el World Media Day! Tampoco sorprende que el “periodismo de los hechos”sea estigmatizado como el disfraz de una complicidad con el orden establecido, ni que las empresas dedicadas a ello sean a veces obligadas a elegir un bando, a abandonar una neutralidad que, naturalmente, no puede sino ser ficticia. EL AUTOR es presidente y director ejecutivo de Agence France-Presse.

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