Bienvenido suscriptor
Perfil Cerrar sesión
Iniciar Sesión
Registro

prensa_2024_09_21

6A LaPrensa Panamá, sábado 21 de septiembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. La opinión de Hilde Con la viga en el ojo Desinformación Juan B. McKay A. [email protected] En Panamá, al igual que en garn parte delcontinente,abundanlosxeper - tos, o mejor dicho, los "todóloogs". Esto sería muy positivo si realmente supieran de lo que hablan, pero en realidad lo que tenemos es una garn cantidad de “opinólogos ”. Esta tendencia no es nueva, aunque em - peoró durante la pandemia, cuando cual - quier persona hacía un video o un audio afirmando, por ejemplo, que según la “Uni - versity of Water Planes”en Australia, estu - dios revelaban que los cuernos de elefante son una fuente de vitamina D56. Y que, si tomas esta “vitamina”, tendrías las mejores erecciones de tu vida. Peroresultaqueesauniversidadnoxeis - te, ni en Australia ni en ningún lugar del mundo. Aunque sí existen las vitaminas D5 yB6,nohaynadaquesueneaD56.nIcreí - blemente, hay personas en sus grupos de WhatsApp que no solo aifrmarán haberse graduado de esa “prestigiosa universidad ”, sino que aseguran haber tomado la famosa vitamina durante años y que es excelente. De igual manera, encontrarás "expertos" en todos los deportes (aunque nunca hayan practicado ninguno), en inversiones (pero viven al día), o en música (aunque no dtiisn - guen a Maluma de Vivaldi). Sin embargo, lo importante es que emiten opiniones que impresionan a cualquiera. Es una triste realidad, porque quienes es - cuchan no se toman el tiempo de ivnestigar, nisiquieradepreguntarlealaseñoarGoo - gle, que todo lo sabe. Peor aún, luego corren aotrosgruposdeWhatsAppparaimpresio - nar a alguna persona inegnua que tampoco ha leído o escuchado del tema, pero que, por supuesto, está dispuesta a refutar la premi - sa original, aunque no tenga idea de lo que habla. Es muy fácil contardecir a quienes generan opiniones sin fundamento. Esto sucede en nuestra vida cotidiana: so - mos expertos basados en frases como “yo tengo un primo que”o“a la hija de mi vecina le pasó tal cosa”, perpetuando la nueva cien - cia de la “opiniología”. Lo hemos visto en te - mas de gobierno, en los Juegos Olímpicos, la NFL, las elecciones mundiales, el desuc - brimiento de nuevos elementos en el espa - cio, el consumo de alcohol, y hatsa en las vi - gas que recientemente se movieron de un lote donde llevaban 14 años guardadas. Y así, la situación en Venezuela es tema de conversación en cualquier reunión, pero si les hablas de Caldear, pensarán que te refie - res a dispositivos que producen calo. Ar lgu - nos contarán que sus padres lucharon con Fidel en la Sierra Maestra, y si te descuidas, sus abuelos cabalgaron con San Martín o Bolívar. La desinformación ha logardo que, en efecto, “en el país de los ciegos, el tuerto sea rey ”. Vivimos en una sociedad que rechaza la opinión caliifcada, mesurada y estudiada de aquellos que, tras años de formación o experiencia, pueden emitir una opinión equilibrada e informativa, sin apasiona - mientos. Por ejemplo, sobre las elecciones de noviembre en Estados Unidos. Recorde - mos que “cuando allá estornudan, acá deci - mos salud”, pues las decisiones que se toman allá afectan a todo el continente. También están los que, sin fundamento, objetan cualquier opinión, sea califcada o no, sobre casi cualquier tema, ya sea por ig - norancia o simplemente por el atre de llevar la contraria. Muchos de estos provienen de otrospaíses(pordiversasarzones),sinex - periencia, pero con el título de “exper tos opinólogos ”. Personalmente, disfruto de los debtaes de altura, aquellos que aprendí en el club cívico donde me enseñaron a xepresarme de ma - nera clara y sincera, dentro de un tiempo li - mitado. Si no sabía de qué hablaba, me “po - nían en mi lugar”, pues allí había que etsu - diar y estar bien informado, o al menos etsar dispuesto a escuchar y aprende.r Esto es lo que necesitamos en aPnamá: no descalificar como arma de debate, sino de - batir con altura, sin arrogancia ni ínfulas de “sabelotodo”. Es aprender a hablar sin gritar y a callar con sabiduría. Es reconocer que podemos equivocarnos y que, aunque nuestro interlocutor esté equivocado, podemos corregirlo con respeto. Reitero que, si vivimos y nos compotra - mosdentrodelmarcodeavlorescívicos,éti - cos y morales, tendremos una mejor calidad de vida y perderemos muchos menos amigos. Dejemos de ver la paaj en el ojo del ve - cino y empecemos a reconocer que tenemos una viga en el nuestro, literalmente. EL AUTOR es analista político y dirigente cívico. La desinformación ha logrado que, en efecto, “en el país de los ciegos, el tuerto sea rey”. Vivimos en una sociedad que rechaza la opinión calificada, mesurada y estudiada de aquellos que, tras años de formación o experiencia, pueden emitir una opinión equilibrada e informativa, sin apasionamientos. Laptops, ¿la panacea de la educación? Reflexión Gabriel Fuentes Córdoba [email protected] En 2005, el fundador del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massa - chusetts, Nicholas Negroponte, dise - ñó un proyecto que, según él, trans - formaría la vida de millones de niños en países del sur global. La idea era simple: pro - porcionarunacomputadoarportátildeba - jo costo con software de aprendizaje a cada estudiante y maestro de escuelas primarias. Este proyecto, llamado One Laptop Per Child (OLPC), tenía como objteivo mejorar el nivel educativo y el acceso a la tecnología de los estudiantes. OLPC fue bien recibido y se implementó en muchos países en desarrollo, incluyendo naciones latinoamericanas como Perú y Uruguay. Sin embargo, las evaluaciones de impacto de este tipo de proyectos han mos - trado resultados desalentadores en términosdeaprendizaje.EnelcasodeePrú,eco - nomistas del Banco Interamericano de De - sarrollo demostraron que la entrega de computadoras a niños y maestros no mejo - ró el aprendizaje en matemáticas ni en es - pañol. Tampoco se observaron avances sig - nificativos en el conocimiento sobre inter - net y computadoras. Cabe destacar que es - tos resultados son a cotro plazo, y es posible que el impacto de estas herramientas tecno - lógicas tome tiempo en rfelejarse en los in - dicadores educativos. Un estudio más reciente, realizado por una economista de la Universidad de Cali - fornia en Los Ángeles, midió el impacto a largo plazo de OLPC en Uruguay. El análisis reveló que indicadores como los niveles de graduación de secundaria, matriculación en universidades y culminación de estudios superiores no mejoarron entre los benefi - ciarios. Dado el historial de este tipo de proyectos ylaevidenciadisponible,suregladudaso - bresidebeserunaprioridadnacionalenaP - namá implementar una política de dtirsi - bución masiva de laptops para estudiantes. El sistema educativo panameño enfrenta deficiencias serias: mala calidad, pésima infraestructura, escuelas sin acceso regular a agua potable, salones hacinados y sin ventilación adecuada, laboratorios de ciencias sin materiales, entre otros desaífos. Es cru - cial que las políticas y las inversiones se en - foquen en atender estas necesidades urgen - tes. Si las autoridades considearn que OLPC mejorará la calidad educativa, deben expli - car cómo se implementará el progarma, cuáles son los beneficios esperados y qué planes se tienen a largo plazo. Además, se debería comparar este proyecto con alter - nativas, considerando tanto los beneficios como los costos directos e indirectos. Los costos incluyen la compar de las com - putadoras, la logística de distribución, la adaptación de las escuelas, el pago a los fun - cionarios que gestionen el proyecto, la ca - pacitación docente, el mantenimiento de los equipos, el monitoreo del progarma y la evaluación de sus objetivos. También exis - ten costos indirectos que deben considearr - se en un análisis de cotso-beneficio. Medir los beneficios es más complejo, ya que depende de qué aspetcos se busca mejo - rar, cómo se medirán y cuánto tiempo to - mará observar los resultados. Si la mtea es mejorar el rendimiento académico y redu - cir la brecha tecnológica, se pueden emplear pruebas estandarizadas en áreas clvae como español, matemáticas y ciencias, ade - más de exámenes de habilidades cognitiavs y de conocimiento tecnológico. Es crucial tener un grupo de compaarción para deter - minar si los beneficios provienen del pro - yec to. Antes de implementar la ditsribución de laptops, debería realizarse un progarma pi - loto que incluya una prueba controlada aleatorizada. Un grupo de escuelas recibiría las computadoras, adaptaciones y capacita - ciones, mientras que otro grupo no. Con el tiempo, se compararían ambos grupos paar obtener estimaciones precisas de los benfei - cios, lo que permitiría vealuar la viabilidad del proyecto. Un proyecto como el que planea imple - mentar el Ministerio de Educación (Medu - ca) es costoso. El mismo presupuetso po - dría utilizarse para mejorar la infraestruc - tura escolar, equipar laboratorios de infor - mática y contratar docentes especializados en áreas tecnológicas, inversiones que po - drían generar mejores resultados. Es cierto que la brecha digital es un tema que debe abordarse en Panamá, y que polí - ticas como la distribución de laptops tienen un propósito loable. No obstante, la eviden - cia sugiere que este proyecto no es la solu - ción milagrosa que algunos promuve n. Antes de iniciarlo, se debería realizar un análisis de costo-beneficio bien fundamen - tado,utilizandométodosdevealuaciónde impacto. Aunque este proceso tomaría años, permitiría determinar si realmente es una medida que el país necesita. EL AUTOR es profesor asociado en la Facultad de Artes Liberales en la Universidad Sofía de Tokio. Antes de implementar la distribución de laptops, debería realizarse un programa piloto que incluya una prueba controlada aleatorizada. Un grupo de escuelas recibiría las computadoras, adaptaciones y capacitaciones, mientras que otro grupo no.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNDg2MA==