7A LaPrensa Panamá, lunes 16 de septiembre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Panamá en tres actos Huella humana Antonio Montaner F. [email protected] El istmo de Panamá surgió hace aproximadamente 3 millones de años. Este evento geológico fue crucial porque conectó América del Norte con América del Sur, permitiendo el intercambio de especies entre ambos continentes y modificando las corrientes oceánicas, lo que contribuyó a establecer el clima actual. En cuanto a la fauna terrestre, el istmo permitió un intercambio masivo de especies entre América del Norte y América del Sur, conocido como el Gran Intercambio Biótico Americano, un fenómeno ecológico sin precedentes. Dos continentes se unieron, y los animales de ambos se mezclaron libremente. Sin embargo, no todas las especies se vieron beneficiadas. Antes de que se formara el istmo, los océanos Atlántico y Pacífico estaban conectados, lo que permitía la libre circulación de especies marinas entre ambos. Con la formación del istmo, se creó una barrera física que interrumpió esta conexión, afectando la distribución de nutrientes y las rutas migratorias de muchas especies marinas. Algunas prosperaron en los nuevos ambientes; otras, al no poder adaptarse, desaparecieron. Este evento impulsó la evolución de nuevas adaptaciones y la diversificación de especies, sentando las bases de lo que es hoy el ecosistema del continente americano. En resumen, el surgimiento del istmo trajo consecuencias negativas para algunas especies, pero beneficios para muchas otras. El Canal de Panamá Es una bonita historia, ¿verdad? Pero, 3 millones de años después de que el istmo de Panamá surgió y unió las Américas, decidimos construir un canal que permitiera a los barcos atravesar de océano a océano. Excavar un canal gigantesco de costa a costa y añadir un lago inmenso en el medio resultó en la destrucción de hábitats, fragmentación de ecosistemas, introducción de especies invasoras, alteración de los patrones hidrológicos y contaminación. Y, en mi opinión, causó uno de los mayores daños ecológicos a la naturaleza en la estructura geológica de las Américas: cortamos todas las rutas de migración de las especies terrestres que libremente se desplazaban de norte a sur y viceversa. Ese daño es irreversible, ya que las especies terrestres nunca más podrán migrar entre los continentes americanos como lo hicieron durante millones de años. Ups, sorry… Obviamente, el Canal de Panamá, una de las mayores obras de ingeniería del siglo XX que interrumpió la migración de especies, no podría haberse construido hoy en día por razones ambientales y normativas ecológicas. Sin embargo, se construyó y ha traído beneficios incalculables para el mundo, especialmente para los panameños, ya que ha sido y sigue siendo un motor de desarrollo, generando importantes beneficios económicos, sociales y estratégicos. Es un orgullo para todos los panameños. Irónicamente, lo que la naturaleza tardó millones de años en crear y que benefició ecológicamente a todo el planeta, nosotros lo destruimos en unos pocos años. Actualmente, el gobierno de Panamá y la Autoridad del Canal de Panamá trabajan incansablemente en proyectos ambientalistas que buscan reducir el impacto que tuvo esta obra en el ecosistema de las Américas. Y ahora, la mina Es bien conocido que la minería a cielo abierto causa daños severos, y en algunos casos irreversibles, al medio ambiente. La mina de Donoso no escapa a esta realidad. No importa cuán estrictas sean las regulaciones, la minería en Donoso tendrá consecuencias ambientales negativas (aunque no tanto como las del Canal). Sin embargo, no me preocupa demasiado porque, con programas rigurosos, regulaciones y proyectos de conservación, sé que se pueden controlar y reducir los impactos, aprovechando al mismo tiempo los beneficios económicos que el proyecto representa, al igual que el Canal. Pero hay algo más. Desafortunadamente, el ser humano es la especie terrestre que más recursos consume. Inevitablemente, en cualquier lugar y momento, los seres humanos terminan consumiendo todo lo que tienen a su alrededor. No podemos satanizar a la humanidad por consumir recursos, porque, de no hacerlo, se extinguiría. Entonces, ¿qué debemos hacer como especie que amenaza su entorno? ¿Deberíamos abstenernos de extraer recursos de la tierra y los mares, o deberíamos hacerlo con cuidado y control para mitigar, en la medida de lo posible, el daño causado? Siendo realistas, incluso con los mayores cuidados, las necesidades humanas son continuas y no tienen fin, mientras que los recursos son limitados. Si el ser humano sigue viviendo en la Tierra, eventualmente agotará todos los recursos del planeta y tendrá que buscar otro hogar. Eso es inevitable... Entonces, si esto va a suceder, no nos queda otra opción que hacerlo de la mejor manera posible, como se hizo con el Canal de Panamá. Lo que más me preocupa es la siguiente pregunta: ¿Qué hacemos? ¿Cerramos la mina y dejamos de recibir los beneficios económicos, negándonos a aportar a la humanidad los recursos que necesita? Me pregunto... ¿qué pasaría si todos los países del mundo decidieran cerrar sus actividades mineras para evitar daños a su propio territorio? Todo lo que usamos, desde celulares hasta alimentos, requiere minerales como el cobre, uno de los más utilizados por el ser humano desde la prehistoria. Entonces, hago un ejercicio de conciencia y me pregunto:¿Cómo verían los países que sacrifican su suelo a aquellos que decidan cerrar sus fronteras a los proyectos mineros y causar escasez de materias primas necesarias para la construcción, la generación de energía, la industria automotriz, la salud, la química, la agricultura, etc.? Quizás dirían: “Si no aportas lo que tienes, no recibirás nada de lo que hay, porque no es justo que disfrutes de la vida sacrificando solo a los demás...” Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cerramos la mina y dejamos de recibir los beneficios económicos, o manejamos nuestros recursos de manera responsable, como con el Canal de Panamá? No se trata de ser puritanos, sino de ser inteligentes, flexibles, responsables, visionarios, y humanos solidarios. De eso se trata, como en el caso del Canal de Panamá. EL AUTOR es ciudadano Contrabando, más allá de lo económico, un riesgo para la sociedad Ilegalidad Alexis Martínez Scigliani [email protected] El contrabando es una actividad ilegal que puede entenderse desde varios enfoques: 1. Introducir o extraer del territorio mercancías eludiendo la intervención de las autoridades correspondientes. 2. Pasar mercancía, al margen de la ley, de una zona franca a una zona con régimen fiscal regular (usualmente con mayor tasa impositiva). 3. Introducir o extraer del territorio mercancías prohibidas. Esta práctica ilegal se produce por una multitud de factores, pero me referiré a dos muy concretos: la carente fiscalización por parte de las autoridades y las prohibiciones irrazonables de ciertos productos. Con relación a la falta de fiscalización adecuada, vemos que se requieren controles eficaces para poder combatir el contrabando. Estas conductas ilegales, muchas veces, son manejadas desde estructuras del crimen organizado, que invierten gran cantidad de recursos en perfeccionar su técnica de operación. Si nuestras instituciones de control y manejo pretenden combatir el contrabando sin invertir en la tecnología adecuada y sin el perfeccionamiento del recurso humano, es humanamente imposible que se alcancen los objetivos deseados. Por otra parte, el marco legal actualmente no favorece la lucha contra el contrabando. En nuestro país, para que un acto de contrabando sea considerado un delito y, por ende, pueda ser perseguido por el Ministerio Público, debe superar la cifra de 500,000 dólares. Según organizaciones internacionales especializadas en la materia, este monto supera con creces la cifra recomendable de 20,000 dólares. Una modificación en este sentido, permitiría que la política criminal del Estado pudiera abordar, con mayor facilidad, los actos de contrabando y se pudiera perseguir penalmente a aquellas personas, naturales o jurídicas, que operan al margen de la ley. Por otro lado, y al referirnos al contrabando que se causa por las prohibiciones aparentemente irracionales de productos. El ejemplo más claro es la Ley 315 de 2022 que prohibió la comercialización de cigarrillos electrónicos (entre otros), que fue recientemente declara inconstitucional por el pleno de la Corte Suprema de Justicia. Durante el periodo de vigencia de esta ley, la ciudadanía pudo ver cómo la clandestinidad que debe caracterizar la comercialización y uso de bienes ilícitos, se revistió de legitimidad y normalidad. Puesto que, a pesar de estar prohibidos los cigarrillos electrónicos, eran de fácil acceso, bajo la vista y pleno conocimiento de las autoridades. Las implicaciones negativas del contrabando trascienden la esfera meramente comercial, ya que impacta directamente la salud y el bienestar general de la población. De las ganancias de esta actividad ilegal, se financian otras formas delictivas, tales como el tráfico de personas, órganos, armas, drogas; además se pone en riesgo a la población por la calidad de los productos que no cuentan con los estándares de calidad exigidos por la ley, se desincentiva la industria legal y el Estado obtiene menores recursos, a causa de la defraudación fiscal. Sobre este último punto, vemos que, en Panamá, se estima que de cada 10 personas que fuman, 9 están fumando un cigarrillo que es ilegal. Las implicaciones negativas de esta situación trascienden al consumidor, ya que la ley que regula los impuestos selectivos al consumo (alcohol, cigarrillos, etc.) establece que parte de los impuestos de estos rubros se destinarán para ciertas áreas que realmente lo necesitan. Por ejemplo: 10.5% del impuesto al consumo de licores se destinará para el Fondo de Jubilados y Pensionados; 20% del impuesto al consumo de vinos ingresará a la CSS; el 40% de la mitad del impuesto por la venta de cigarrillo se debe destinar al Instituto Oncológico Nacional. En cifras: en el 2020 se estimó que el Estado dejó de percibir más de 165 millones de dólares en impuestos por la venta de cigarrillos de contrabando. ¿Cuántas vidas se hubiesen salvado si, en el 2020, el ION hubiese contado con 33 millones de dólares adicionales en su presupuesto? En conclusión, el contrabando de bienes no afecta solamente a los comerciantes y al “fi s c o ”, sino que representa una amenaza integral para la seguridad económica y social de nuestro país. Para combatir este flagelo, es imperativo que se fortalezcan las instituciones, se amplíe la posibilidad de perseguir penalmente estos actos y se promueva una regulación que priorice la racionalidad sobre la prohibición. LA AUTORA es miembro de la Fundación Libertad Kamala Harris ganaría las elecciones Estados Unidos Ezra Homsany [email protected] La política es el arte de lo posible; aun así, jamás le perdonaré a Joe Biden que haya ungido a su Vicepresidenta como su sucesora. Esta circunstancia me recuerda a la que enfrentó el presidente Obama en julio de 2013. Resulta que Ruth Bader Ginsburg, quien estaba en la Corte Suprema de Estados Unidos, sufría de un cáncer incurable. Obama le sugirió que renunciara para poder nominar a un juez que compartiera su filosofía y así mantener una tendencia liberal en la Corte. Ella no lo hizo, falleciendo en el cargo. Esto permitió que ascendiera al máximo tribunal Amy Coney Barrett, inclinando la balanza hacia la tendencia conservadora, algo que Ginsburg no hubiera querido. El perfil de Kamala Harris: en el Senado nunca promulgó una legislación de consideración. Su desempeño como Vicepresidenta ha sido todo menos distinguido. El presidente Biden le asignó la tarea de lidiar con la inmigración ilegal en la fronteraconMéxico,locualhasido un desastre, teniendo ahora que revertir el curso y recurrir a medidas previamente impulsadas por el odiado adversario Trump. En vez de mantenerse en el centro, Biden escogió a Tim Walz como Vicepresidente, fortaleciendo el ala izquierdista de los demócratas. Al no retirarse Biden con tiempo (cuando ganó, prometió que serviría un solo término dada su avanzada edad), no dio tiempo a que los demócratas tuvieran elecciones primarias, lo que hubiera resultado en la postulación de un candidato con muchos más méritos. La política de Harris es completamente desconocida. Su plan económico es descrito como “va go ”por muchos economistas eminentes. ¿Cómo lidiará con Taiwán, China y el desarrollo de armas nucleares en Irán? Al buscar su Vicepresidente, optó por Walz sobre Shapiro, a quien no escogió por ser judío, buscando así aplacar el ala izquierda de su partido. El profesor Allan Lichtman, de la American University de Washington D.C., ha acertado en 9 de las últimas 10 elecciones en Estados Unidos. Su método es simple: se basa en la contestación de 13 premisas como si hay un tercer candidato con el 10% de los electores que lo apoyan en las elecciones, si el candidato está sumido en un escándalo, si no hay una recesión, etc. En 2016 fue prácticamente el único (y yo, modestia aparte) que predijo la victoria de Trump. ¿Ahora? Según Lichtman, Kamala Harris será la próxima presidenta de Estados Unidos. Una muestra: El Jerusalem Post escribió en un editorial que la presidencia de Kamala será un desastre para Israel. Aun así, el 68% de los judíos norteamericanos votará por ella, a diferencia del 25% que lo hará por Trump. Este cuenta con el irrestricto apoyo de los evangelistas de raza blanca, mientras Harris lo tiene con otras religiones y razas. Que no se me malinterprete, jamás he sido ni seré trumpista, pero por la poca visión, terquedad y egoísmo de Biden, Estados Unidos ha sido privado de un mejor candidato a presidente que Harris o Trump. EL AUTOR es licenciado en relaciones internacionales. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. 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