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6B LaPrensa Panamá, domingo 25 de agosto de 2024 Don Alejandro y las selvas del río Jaqué, 1946 Jaqué era un poblado de gente negra, conocidos como darienitas o libres, descendientes de los valientes cimarrones que lucharon por su libertad. REL ATOS Stanley Heckadon Moreno Especial para La Prensa [email protected] Era domingo, debía buscar una pieza para mi corta grama. A pesar de ser agosto de un lluvioso invierno, el calor era de verano derrite asfalto. El inmenso estacionamiento estaba repleto de carros. En vano busque un árbol, pero en el típico estilo de estos malls modernos que sustituyeron las tiendas de la avenida Central, la única vegetación con sombra eran unas raquíticas palmeras. Entré a la tienda y como en una película de ciencia ficción vi clientes, vendedores y cajeras inmóviles, viendo hacia una de las paredes. Por los gritos de los hombres “¡dale!, ¡síguela!, ¡jab, jabéala!, ¡upercut!, ¡gancho al hígado!”, me di cuenta de que era una pelea de boxeo. Era el campeonato de peso welter para mujeres de los juegos olímpicos en París, donde la panameña Atheyna Bylon, de la Policía Nacional, obtuvo la medalla de plata. El entrenador de Li Quian, la chinita, era un cubano. El que forjó a Atheyna fue el exboxeador Gustavo Caicedo, nativo de Jaqué, Darién. Como los clientes preguntaban ¿Jaqué? ¿Dónde queda eso? Decidí compartir algunos pasajes sobre el rió, el corregimiento y el pueblo de Jaqué, el más apartado de la capital a saliente y cercano al Chocó. Pasajes nos legase el ornitólogo Alexander Wetmore quien, en 1944, 1946 y 1947 estudió las aves de estas selvas científicamente desconocidas. Sus amigos istmeños le llamaban Alejandro, los campesinos le decían Don Alejandro y su esposa, Beatriz, le decía Alejo. Jaqué era un poblado de gente negra, conocidos como darienitas o libres, descendientes de los valientes cimarrones que lucharon por su libertad. Por siglos, habitaron los cursos bajos de los ríos y la costa pacífica de Darién. Hoy, Jaqué es un pueblo casi desconocido. Su nombre apenas se menciona cuando el Servicio Aeronaval captura lanchas rápidas con cocaína, procedente de Sur América, rumbo a centroamérica, México y Estados Unidos. Según el censo nacional de 1940, Darién tenía 8,279 habitantes y La Palma, su capital y mayor poblado, 1,103 personas. El caserío de Jaqué contaba con 358 almas que vivían en casas de tambo, con techos de penca y paredes caña blanca. Carecía de acueducto, luz eléctrica, clínica o telégrafo. Súbito estalla la segunda guerra mundial y Jaqué se torna en una base aérea clave, la única entre el Canal de Panamá y el selvático lindero con Colombia. La sexta fuerza aérea de los Estados Unidos, con sede en Albrook Field, con mano de obra local, construye el Jaque Auxiliary Airfield el único entre la Zona y la frontera con Colombia. Construir la pista, muelle, barracas, comisariato, clínica, talleres, depósitos y docenas de edificios costó $1,000,000, esto es $22, 467, 142. 86. a precios de hoy. El costo de la base aérea de David, Chiriquí, fue de $22, 000, 000, es decir $494,277,142.86 actuales. El problema para la armada era que carecía de una embarcación para llevar los materiales hasta Jaqué, carente de muelle y donde la carga debía desembarcarse en la playa en marea alta. El único barquito capaz de hacer este trabajo era el de un alemán, ahora un ciudadano enemigo, quien fue contratado. Pronto Wetmore y su asistente, Watson Perrygo, entablan amistad con las autoridades locales, como el corregidor, Arnulfo Londoño, el sargento de la policía, y su asistente Lucio. También con los campesinos agricultores de plátano y guineo que cultivaban a orillas del río. De sumo apoyo les fue Alejandro “C hino” Mong, dueño de la tienda y bar y gran comprador de caucho, raicilla y tagua que los chocoes del alto Jaqué, bajaban en piraguas hasta el pueblo. Corrieron los dólares por Jaqué y buena parte de ello quedó en el Chino Bar. Mong les conseguiría las piraguas y los piragueros para explorar el Jaqué y el Imamadó, el río de los jaguares habitados por los chocoes. El jefe de la cuadrilla de Wetmore sería Jerónimo Sicaida, quien se hizo acompañar por su joven hijo, Concepción. Los otros dos fueron Armando Londoño y Pio Rojas. En Jaqué, Wetmore contrató al primero de sus muchos asistentes panameños, un entusiasta e inteligente joven apodado Martilde. Perspicaz, buen observador de la naturaleza, conocedor de los nombres y hábitos de las muchas aves que habitaban este río. A Wetmore le asombraba cómo darienitas y chocoes labraban sus piraguas con rústicos instrumentos, por la capacidad de carga y estabilidad de estas embarcaciones en los ríos selváticos y la destreza de los darienitas con la palanca y el canalete. Wetmore contrataba dos piraguas, una grande para la carga y otra chica para él y su asistente, asimismo a cuatro piragueros de Jaqué. A pesar de que trabajé en los ríos Tuíra, Chucunaque y Sambú, en las décadas de 1970 y 1980, no seria hasta los años de 1990 que conoceríadeprimeramanoaJaqué. Pero esa es otra historia. Por siglos, los pobladores de Jaqué habitaron los cursos bajos de los ríos. Cor tesía His toria Vivir Tienda of Gilberto Mong. Jaqué, Darién. Cor tesía

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