6A LaPrensa Panamá, sábado 24 de agosto de 2024 Panorama El corazón de la naturaleza a pocos minutos de la ciudad El Sendero el Charco es una joya escondida que contiene la desconexión que muchos habitantes de la ciudad necesitan. TURISMO Miguel López [email protected] En la ciudad de Panamá existen muchas joyas turísticas que, aunque están abiertas al público y son accesibles para panameños y extranjeros, son poco aprovechadas por falta de difusión o desconocimiento de quienes vivimos en ella. Uno de estos lugares es El Charco, un sitio ubicado en el Parque Nacional Soberanía. Un hermoso sendero que lleva a una cascada donde los visitantes pueden bañarse, y queda a minutos del Parque Municipal Summit. Visitar el sendero El Charco es un viaje hacia la desconexión total. No solo porque se encuentra en medio de un bosque frondoso dentro del parque nacional, sino también porque en esa zona existe poca o nula cobertura telefónica. En la soledad con la naturaleza suenan los conciertos más hermosos: el sonido de la brisa entre los árboles, el canto de las aves, los sapos cerca del riachuelo y, si se tiene suerte, el bajo aullido de los monos. Es, por eso, un lugar ideal para escapar del caos citadino. Llegar es muy sencillo. En la Avenida Gaillard (vía hacia Gamboa), hay que pasar la antigua entrada al Parque Municipal Summit. Aproximadamente 2.5 kilómetros después, se encuentra una corta bajada de tierra con una caseta de vigilancia del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente). Esa es la entrada al sendero. También se puede ubicar en Google Maps o Waze como “Sende - ro El Charco”. Uno de los atractivos de este lugar es que el camino hacia la cascada es corto, bien marcado y con bloques, lo que lo hace apto para asistir con niños e incluso adultos mayores. Al llegar, se puede disfrutar de mesas bajo techo y un área de picnic con espacio para varios grupos familiares. Además, cuenta con áreas para cambiarse de ropa y baños secos. Con cerca de un kilómetro, es el sendero más corto del Parque Nacional Soberanía y cada metro que recorra valdrá la pena. En 2022 fue reabierto por el Ministerio de Ambiente tras ser rehabilitado. En ese momento se realizó mantenimiento al camino, así como al baño seco y kioscos. La cascada que da nombre a este sendero es alimentada por el río Sardinilla. Adalberto Serrano, un guía del área, comentó a La Prensa que la zona cuenta con una gran variedad de vegetación y biodiversidad. Además de monos, se pueden encontrar una gran variedad de animales como el gato solo, el perezoso, el ñeque, búhos, el momoto, tucanes, caciques, entre otras que podrán ser avistadas a lo largo de la ruta.. El mantenimiento de toda el área está a cargo de la organización de base comunitaria Ecocrocs, que lleva varios años como administradora del espacio. Ellos se encargan no solo de mantener las áreas limpias, sino también de asegurar que se cumplan todas las normas de preservación del entorno, control del ruido para no molestar a las criaturas que allí viven, y para que los visitantes respeten las reglas del área. “En esta zona podemos venir a leer, escribir, observar las aves, escuchar a los monos aulladores e incluso bañarnos en la cascada”, dijo a La Prensa Elizabeth Díaz, presidenta de Ecocrocs Panamá. La organización controla el número de personas que recorren simultáneamente el sendero. “El lugar no es muy grande”, afirma Campos, por lo que se permite la entrada de un máximo de 60 personas. Para el uso del área de actividades y la cascada, la organización solicita una colaboración de $2.50, que se invierte en el mantenimiento del sitio y en el pago a las personas de la comunidad que colaboran. El área de la piscina natural se hace más honda hacia su centro. Sin embargo, tiene un buen espacio para que los niños puedan bañarse. En el agua, hay muchos pececillos que cosquillean. También, con suerte, pueden verse visitas de tortugas del área. Es necesario usar zapatos adecuados por las piedras y los palos. Las personas pueden llevar sus alimentos y bebidas no alcohólicas. Sin embargo, es importante resaltar que está prohibido hacer fogatas o cualquier tipo de actividad que incluya fuego, por lo que es necesario llevar los alimentos ya preparados. Quienes deseen ir más allá del área de la cascada pueden recorrer la ruta completa. La parte inicial, hasta el área de actividades, es un recorrido sin mayor inclinación. Luego, comienza una ruta que bordea la cascada y que culmina cerca de la entrada del sendero, tras pasar un puente colgante. Según el mapa de MiAmbiente al inicio del sendero, El sendero tiene una extensión de alrededor de 800 metros. Miguel López la ruta está catalogada como fácil. En las distintas oportunidades que la he recorrido en su totalidad, he asistido con adultos mayores y niños. Sin embargo, es recomendable conocer la ruta previamente y consultar al personal de Ecocrocs. Cerrar, o dar inicio, a una semana con un baño en las heladas aguas de esta cascada es, sin duda, una forma de revitalizar tu cuerpo y alma. Un rincón escondido de la ciudad, que para el disfrute de todos es importante que cuides y preserves. Recuerda siempre mantener el espacio tal cual lo encontraste, para que mañana tú mismo, u otros turistas, puedan disfrutar de esta joya a pocos minutos de la ciudad.
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