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5B LaPrensa Panamá, miércoles 24 de julio de 2024 Vivir Tu opinión nos interesa [email protected] BRIDGERTON ¡Habemus nuevo protagonista! Benedict Bridgerton, interpretado por el actor británico Luke Thompson, será el foco principal de la cuarta temporada de Bridgerton, la popular serie de Netflix. La entrega consistirá de ocho episodios y, según se dio a conocer, su historia romántica iniciará durante un baile de máscaras organizado por su madre. ‘El villano siempre fue Armando’, Ramírez habla sobre ‘Betty la fea’ 20 años después, Betty la fea regresó a las pantallas, esta vez en serie de 10 episodios por Prime Video. ‘La Prensa’ conversó con Natalia Ramírez (Marcela Valencia) sobre este nuevo proyecto y sobre si las bonitas son más felices. En ‘Betty la fea, La Historia Continúa’, una muerte en Ecomoda obliga a Betty a volverse a ver con sus antiguos compañeros de trabajo, así como con Armando, de quien está separada. Cortesía - Prime Video La amistad de Betty y Nicolás sigue en pie 20 años después. Cortesía - Prime Video El cuartel de las feas regresa en esta nueva entrega. Cortesía - Prime Video STREAMING Roy Espinosa [email protected] Para alrededor de cinco generaciones latinoamericanas, el rostro de la actriz colombiana Natalia Ramírez es inconfundible. Ella es Marcela Valencia de la telenovela colombiana: Yo soy Betty, la fea (1999). Y esta no es una afirmación que se limita al simple hecho que fue el papel que le tocó interpretar, sino que después de alrededor de 28 adaptaciones globales del libreto de Fernando Gaitán (1960-2019), Ramírez, como el resto del elenco, sigue siendo el punto de referencia del personaje. La Prensa conversó con Ramírez aprovechando el estreno de Betty, la fea: la historia continúa, producción de Prime Video, que ha reunido al castoriginal de la telenovela, incluyendo a Ana María Orozco, como Beatriz Pinzón Solano y a Jorge Enrique Abello en su papel de Armando Mendoza, la cual ya estrenó sus dos primeros episodios el reciente 19 de julio. Para ir por partes, lo primero a resaltar de la entrevista, incluso antes de concretarla, es que Ramírez está lejos de parecerse a Marcela. Accesible, amable, siempre sonriente y agradecida, Ramírez es quizás una de las personas más genuinamente afables a las que este reportero ha podido entrevistar. Ella transmite cierto encanto que hace que las preguntas y la conversación fluyan de manera natural. La primera intriga fue saber si esta era una continuación o una tercera parte de Betty la fea, a lo que Ramírez respondió que se trataba de una nueva historia. “No es una continuación, no es una segunda parte, no es una nueva temporada, es una nueva historia. Entonces, basándose en una nueva historia, es que estos personajes tenían que estar puestos allí”. Ramírez explica que antes de comenzar las grabaciones tuvieron largas jornadas de ensayos para poder estar “colocados donde teníamos que estar en este momento presente”, además de tener varias reuniones, incluyendo al director Mario Ribero (Chepe Fortuna, 2009), quien fue quien creó y ayudó a crear los personajes hace 25 años. “Fue muy importante para todos nosotros porque tenemos un voto de confianza impresionante con él. O sea, más o menos algo como: lo que digas, así haremos”. Hablando sobre Betty la fea y los temas atemporales que toca, ¿Por qué crees que siempre se juzgó a Betty o a Marcela, pero, no a Armando? Es muy interesante tu pregunta. Y es lo que siempre digo: realmente el villano es Armando. Pero, somos un país machista, e infortunadamente lo que siempre está mal visto es el comportamiento de las mujeres, y no de los hombres. Entonces puede haber un Don Juan, un mujeriego, un galán, que conquista a muchas mujeres, y él es un, ¡no!, ¡imagínate!, ¡el superhéroe!, y, en cambio, las mujeres somos las malas, las villanas, las prostitutas, las celosas, las rompecorazones, rompe matrimonios. ¿20 años después crees que eso haya cambiado? Todavía la cultura, mira cómo es de loca, que sigue señalando a las mujeres en vez de señalar a los hombres. La culpa la tienen hombres y mujeres, a la par, pero, únicamente se señala a las mujeres, entonces en ese orden de ideas, digamos que en la historia original le dieron la prioridad a contar una historia a través de los ojos de una fea, y eso era como la excusa para que no estuviese mal, sino: pobrecita. El asunto es que jugaron con las dos, éramos pobrecitas, pero además te voy a decir una cosa, aquí a nivel personal, Betty le hizo un favor a Marcela increíble, o sea, la libró de su pesadilla sin fin. Ahora que mencionas lo de “pobrecita”, hay una escena cuando Betty le dice a Marcela que ella es tan bonita que no importa lo que se ponga, siempre será bonita. Y seamos sinceros, Natalia Ramírez es una muy bonita. Entonces, en la novela se habló mucho del lado de las mujeres feas, pero, ¿qué pasa con las mujeres bonitas? ¿Alguna vez has sentido que te ha jugado en contra de ser bonit a? Gracias (por lo de bonita). Mira, la verdad es que gracias al señor, creo que he logrado demostrar no solamente que soy bonita, sino capaz, inteligente, astuta, mordaz, multifacética, pero siento que ahora, por ejemplo, en toda esta cosa feminista, que también decir bonita ya se volvió un problema, o sea, a nivel de percepción. Que, además, me duele, realmente siento que hemos llegado como a un extremo mal. Porque no se puede decir bonita, ni se puede decir fea, gorda, flaca, si no todos son adjetivos a nivel intelectual que están bien: talentosa, inteligente, brillante, pero también negar la parte física, o los estereotipos, o los tipos de fisonomía, pues también es una exageración muy grande, siento yo en este momento. En - ton - ces, ¿Crees que Betty la fea, como la conocimos, no fuese posible de realizar en la actualidad? Creo que en este momento si se fuera a hacer Betty no se podría decir nada de lo que se dijo hace 25 años porque sería políticamente incorrecto, pero es que seguimos siendo siempre políticamente incorrectos. Lo que pasa es que digamos que hay como una doble moral ahí muy extraña, porque el hecho de decir bonita no es un insulto, ni decir fea tampoco lo es, es como se tome. Como la gente toma lo que viene. Ahí es donde no logramos tener inteligencia emocional y nos empieza a jugar sucio. Así que a mí, cuando alguien me dice fea, bonita, nada es personal, no puedes tomarlo personal. Ni lo bueno, ni lo malo. ¿Dijiste que hay personas que te dicen fea? ¡Claro! Por supuesto, hay mucha gente, mira, tan bello tú, gracias Roy, pero hay muchos comentarios. Por ejemplo, que lo dicen como si fuera un insulto: “ella está vieja” y ¡yo soy una vieja feliz!, o sea, soy dichosa y espectacular. El hecho de que sea vieja no significa que sea fea, yo no me lo tomo personal, porque ahí es donde se cometen los errores de percepción de las palabras y creo que todo el mundo es como debe ser. No sé, a mí hay unas bellezas muy, muy, muy, muy distintas a lo que uno pensaría que es una belleza, entonces todo es una cuestión de percepción. Hablan - do de vejez ¿Cómo crees que esta nueva serie se adapte a las viejas y nuevas generaciones? Mira, yo siento que nosotros nunca perdimos la esencia ni la vamos a perder, o sea, lo que ustedes esperan como televidentes, eso es lo que va a llegar. Yo veo la esencia de Betty y de los personajes como son la maldad, la crueldad, el bullying, todo sigue porque es que el hecho de no decirlo no significa que no exista, ¿sí, Roy? Entonces, es como pretender pensar que si no decimos que hay violencia intrafamiliar, no existe, sigue existiendo y termina siendo un error no poder expresarlo. Sí, porque es la condición, además del ser humano, así somos, somos crueles, es más, los jóvenes son todavía más crueles y los niños, ni se diga, pero los niños siempre han sido crueles a través de la historia porque no tienen una cantidad de barreras culturales que nos han metido en la cabeza de estructuras que no tienen ningún sentido.

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