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prensa_2024_07_17

2B LaPrensa Panamá, miércoles 17 de julio de 2024 Tailandia exime de visado a Panamá y otros países Los turistas que llegan a partir de esta semana de julioya se benefician de la nueva ampliación de la exención de visas. PERMISOS EFE Tailandia amplió de 57 a 93 el número de países exentos de visado para viajar a esta nación del sureste asiático, incluidos varios latinoamericanos como Panamá, Colombia, Cuba, México y Uruguay, entre otros. La nueva medida, anunciada hace varios meses por las autoridades tailandesas, también amplía de 30 a 60 días el plazo que los visitantes pueden permanecer en el país, lo que busca incentivar el turismo tras la pandemia de la covid-19 (2020-2023). Los turistas que lleguen a partir de esta semana ya se benefician de la nueva ampliación. Países como España, Argentina, Brasil, Chile y Perú no necesitaban visado antes de la nueva medida, mientras que la ampliación beneficiará a más naciones de Latinoamérica como Ecuador, República Dominicana y Guatemala, conforme a la nueva norma publicada en la Gaceta Real, el boletín oficial tailandés. Por otra parte, los viajeros de 31 países, incluidos Bolivia, Costa Rica, El Salvador y Venezuela, pueden pedir el visado a su llegada a Tailandia por una validez máxima de 15 días. Las autoridades tailandesas también han introducido un visado especial para nómadas digitales o trabajadores a distancia, así como aquellos que quieran viajar a Tailandia para realizar cursos de boxeo tailandés, clases de cocina, seminarios, entre otros eventos, durante un periodo máximo de 180 días con una validez multientrada de 5 años. En el último año, Tailandia ha llegado a acuerdos de exención de visados o ampliación de los permisos de estancia con países como China, India y Rusia en un intento de reavivar el turismo, que llegó a representar entre el 12% y el 20% de su producto interior bruto antes de la pandemia. Para este año, el Ministerio de Turismo prevé la llegada de unos 35 millones de turistas internacionales. Nitonomics: balance económico de la administración Punto de vista Danilo Rivera [email protected] Aun gobierno se le tiende a evaluar por sus cifras y por sus actos. Aunque exista una correlación entre ambas, me concentraré en estadísticas para realizar un balance económico del quinquenio que acaba de finalizar, trasladando al campo de la economía un popular adagio: por sus cifras los conoceréis. Sintetizo a grandes rasgos los resultados de las principales variables macroeconómicas entre 2019 y 2023. Producción: Recientemente, Panamá registró tasas de crecimiento económico superiores al promedio regional.Sinembargo,nopuede omitirse que experimentamos una de las mayores contracciones económicas en 2020, debido en buena medida a las estrictas cuarentenas,que,amijuicio,noestuvieron sincronizadas con una consecuente y sólida política económica orientada a proteger el tejido empresarial y maximizar el bienestar. De acuerdo con datos del FMI, la economía panameña fue una de las que tardó más tiempo en alcanzar sus niveles prepandemia a nivel regional. Después del sorprendente dinamismo del 2023 (7.3%) se estima que la economía reducirá su crecimiento a un 2.5% en 2024, principalmente por la salida de la mina de cobre -cuyo desenlace fue producto del mal manejo de economía política del gobierno-. Como sucedía en el 2019, el país aún busca nuevas fuentes de crecimiento. Mercado laboral: las medidas tomadas en el marco de la pandemia generaron un shock en el mercado laboral -que previamente presentaba signos de alarma-, del cual no se ha recuperado completamente. La tasa de desempleo pasó de 7.1% en el 2019 a 7.4% en 2023 y la tasa de informalidad no agrícola alcanzó el 48%, tres puntos más que en 2019. El empleo en el sector privado se encontraba 1% por debajo de la cifra del 2019, en contraste con el incremento del 12% del empleo en el sector público. Precios: la inflación se mantuvo estable a pesar de los shocks internacionales que pudieron perturbar su trayectoria, como el aumento en los precios del petróleo y la guerra entre Rusia y Ucrania. En el 2022 alcanzó un pico de 2.9%, una cifra realmente baja en el contexto regional. Esto fue controlado, en parte, gracias a la implementación del subsidio al combustible, que tuvo un costo cercano a los $350 millones. Consumo e inversión: el consumo privado decreció 5% entre 2019-2023, y su participación en el PIB se redujo de 51% a 43%. En contraste, el consumo del gobierno creció 26% y ganó un punto en la participación sobre el PIB. Con respecto a la inversión, después del profundo desplome experimentado en 2020 (-48%), la variable logró superar su nivel prepandemia en 6%. Por último, el flujo de inversión extranjera directa se desplomó un 48% entre el 2019 y 2023. Pobreza: en materia de pobreza se presentaron retrocesos. Solamente se publicaron dos reportes de pobreza monetaria correspondientes al 2019 y 2021, cuando la cifra debió publicarse anualmente. En el 2019 la pobreza general alcanzó el 22% y la extrema el 10%. Según mis estimaciones, basadas en datos oficiales, al cierre del 2023 la pobreza general pudo haber ascendido al 26% y la extrema a 10%. Como he indicado en otros escritos, lo que rodea el cálculo de la pobreza en Panamá es, cuando menos, cuestionable. Desigualdad: en lo referente a desigualdad, no se publicó ningún reporte oficial. Estimaciones del Banco Mundial sugieren que Panamá se encuentra entre los países con la peor distribución del ingreso. Frente a esta situación, el manejo dado al programa de auxilios económicos cobra mayor relevancia, en donde, contrario a los manuales básicos de política pública, se subsidió la educación superior de población de altos ingresos. En la misma línea, el FMI en su artículo IV, señala que la política fiscal de Panamá posee factores regresivos. Finanzas públicas: el gobierno incumplió el artículo 18 de Ley Fiscal al no publicarelMarcoFiscalde Mediano Plazo, documento que, básicamente, orienta a la ciudadanía y a los mercados sobre el rumbo de variables clave durante el quinquenio. La deuda pública pasó del 44% al 56% del PIB, mientras que el déficit fiscal cerró en torno al 3% del PIB, en línea con el tope establecido en la Ley Fiscal. EL AUTOR es economista No obstante, según Fitch Ratings, su cumplimiento se relacionó con maniobras contables. El manejo de las finanzas públicas estuvo alejado de la prudencia y de la transparencia, lo cual, después de varios avisos, le costó al país un deterioro en el riesgo soberano y la pérdida del grado de inversión por parte de Fitch. En síntesis, el balance económico de la administración Cortizo, al margen de haber enfrentado la pandemia, fue de luces y sombras. Quizás el mayor legado positivo consistió en la exclusión del país de la lista gris de GAFI. Algunas lecciones importantes para la nueva administración: la relevancia de ser transparente en el estado de las variables económicas; coherencia con el plan de gobierno; y la necesidad de llegar a consensos, pues no podemos olvidar que el país atravesó una ola de protestas que, directa e indirectamente, se relacionan con las reformas de fondo que se requieren. Economía & Negocios

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