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7A LaPrensa Panamá, sábado 13 de julio de 2024 Opinión Obituario de una Presidencia 2019-2024 Ezra Homsamy [email protected] ¿Cómo definir la Presidencia de Nito Cortizo? ¿Cómo la juzgará la historia? ¿Una administración proactiva, que constantemente ofreció soluciones al pueblo panameño, o simplemente reactiva, no intencionalista, funcionalista que respondía a los hechos políticos a medida que estos se iban presentando? En mi humilde opinión, podemos nombrar tres encrucijadas políticas que marcaron su mandato: la pandemia, la negociación con Minera Panamá, y su enfermedad. En los albores de su gobierno se presentó el covid-19, una brutal crisis que afectó a toda la ciudadanía. La pandemia destacó como una prueba de fuego para un gobierno relativamente novato. Cortizo impuso uno de los cierres más draconianos, si lo comparamos con el de otros países. Los ingresos al Estado cayeron en su momento más de 16%. La actividad económica se paralizó por más de 6 meses, y el presidente tuvo que echar mano de más deuda pública: primero destinó $1,405.30 millones, o sea el 20% de la deuda adquirida. A Panamá Solidario $1,608 millones, la deuda subió a $36,959 millones, $8,178 millones correspondió a bonos del Tesoro para financiar la confrontación con la pandemia. EL AUTOR es licenciado en relaciones internacionales. Distorsionando la realidad Medios Juan Ramón Vallarino [email protected] Vivimos en un mundo con un entorno complicado. Estamos rodeados de situaciones que podemos calificar como buenas o positivas, así como otras situaciones negativas y nefastas. La combinación de lo anterior caracteriza la sociedad en la que vivimos. Los medios de comunicación tienen como misión informarnos de lo que sucede en nuestro país, así como en otros países. Siempre entendí que debían transmitirnos las situaciones tal como son, independientemente de si son buenas o malas. Advierto con preocupación una tendencia en los medios de comunicación de informarnos, y hasta exagerar, sobre las cosas malas y negativas que suceden, ignorando la multiplicidad y variedad de otras tantas cosas buenas y positivas. En algún momento escuché la falsa premisa de que son las noticias malas las que venden, no así las buenas. Me preocupa que, por un ansia e interés por obtener lectores, televidentes o suscriptores, se haga un énfasis no realista ni balanceado de lo que realmente está aconteciendo. No es sano estar bombardeados por información sobre cosas negativas que nos llevan a pensar que nuestro ambiente es también negativo. Y eso no es cierto. Estamos rodeados de cosas buenas y malas, pero constantemente los medios de comunicación nos saturan de noticias sobre las cosas malas. ¿Qué importancia tiene lo anterior? De salida pienso que el estado de ánimo positivo de una persona es un factor valioso para su familia, su empleador y, en general, para la sociedad. Si una persona tiende a mirar lo que le rodea en forma negativa y pesimista, su actitud afectará a los que le rodean. Y si esta actitud negativa se generaliza, tendremos una sociedad compuesta mayormente por personas que tienden a pensar que lo que les rodea es negativo. Esta parece ser la tendencia en la mayoría de los países del mundo. Recuerdo que un extranjero que visitó nuestro país y debía acudir a mi firma de abogados me manifestó con desasosiego que le preocupaba la difícil situación que existía en Panamá. Cuando le pregunté por qué me decía eso, me confesó que en el noticiero local y en el periódico que había leído se había percatado de cosas terribles que estaban pasando en Panamá. Le expliqué que, en realidad, la situación general no era mala, pero lo que había sucedido era que él había recibido solamente información sobre las cosas negativas que estaban sucediendo en Panamá, y no sobre las cosas positivas que también estaban sucediendo, porque los medios de comunicación no las estaban transmitiendo balanceadamente. Otro me comentó en una ocasión que el panameño había perdido su autoestima y no valoraba las cosas positivas y valiosas que lo rodeaban, concentrándose más bien en lo negativo. Obviamente, esta actitud es perjudicial para las personas individuales y para el conglomerado social. No ayuda en la práctica a resolver los problemas y situaciones que tenemos como país y como sociedad. ¿Qué hacer al respecto? Considero que hay que hacer un llamado de atención a los medios de comunicación para que comiencen a mirar e informar sobre tantas situaciones buenas y positivas que nos rodean y que tienden a ser ignoradas por la falsa creencia de que los lectores y televidentes no están interesados en este tipo de información. Si este llamado de atención no produce resultados efectivos, nos corresponde a los lectores y televidentes inclinar nuestras preferencias por los medios de comunicación que favorecen la divulgación realista de las cosas, tanto buenas como malas, que suceden en nuestro país y en el resto del mundo. Si esto no resulta efectivo, propongo crear asociaciones de usuarios de los medios de comunicación, quienes clasificarían a dichos medios como realistas o poco realistas. Sería un derecho que ejerceríamos como personas libres y ciudadanos pensantes. EL AUTOR es abogado Colón, otrora Tacita de Oro, bajo la lupa del urbanismo Ciudades René Pardo C. [email protected] Colón, ciudad ubicada al norte de la capital de la República, en las riberas del mar Caribe del territorio nacional, cuya primera piedra de fundación, según lecturas, data del mes de enero de 1852. Se le destinó un sitio de asentamiento sobre una isla insalubre, inundable y llena de manglares, es decir, un suelo pantanoso en su mayoría, lleno de plagas y poco o nada apto para el desarrollo urbano. Y allí surgió, no como un ave Fénix, pero sí de las entrañas del pantano, para luego convertirse en el siglo XX en la Tacita de Oro. Su función primaria fue servir como asentamiento humano y sitio de terminal en el lado norte del territorio istmeño del primer ferrocarril transcontinental del mundo en aquellos tiempos, a finales del siglo XIX. La historia es larga y no es el propósito de este artículo. Hoy es una ciudad deteriorada, con una estructura urbana casi en estado ruinoso. Las causas tampoco son el fundamento de este escrito, pero sí lo son el qué y el cómo hacer o llevar a cabo para traer su estructura urbana al siglo XXI. La estructura urbana lo es todo en una ciudad, tanto física, socioeconómica como culturalmente; tiene su basamento en valores de orden, respeto, tolerancia, responsabilidad y costumbres, por decir lo menos. Entonces, ¿qué hay que hacer? Todos parecen conocer los problemas de Colón; daré eso por bueno y realmente sabido. Si ello es cierto, lo siguiente es priorizar su atención y respuestas. Algunas pueden darse simultáneamente y lo serán de atención mediata e inmediata. Es labor de todos: ciudadanía, gobierno y empresa privada; es allí donde inicia el compromiso, el refuerzo y ajustes en los valores de la sociedad. No se podrá lograr un cambio en la ciudad de Colón y la provincia sin un verdadero cambio hacia la idiosincrasia positiva, progresista y elegante que siempre tuvo el colonense, de amor y orgullo por su ciudad y por lo suyo desde sus inicios hasta los años 80. Hoy aquello parece haber desaparecido, es necesario retomarlo, porque sólo así podrá resurgir Colón y volver a ser lo que otrora fue, y mejor hoy. Los recursos están presentes y también su lugar y participación en la economía nacional, pero la actitud y compromiso social parece haber cambiado. Ello motiva el deterioro globalizado y en efecto de dominó en toda la estructura urbana y su periferia. Se podrá poner todo el recurso financiero del mundo, pero si no hay una retoma de los valores y, por ende, cambio de actitud, flaco favor le haremos a Colón y su región. EL AUTOR es urbanista Se trajeron 450 mil dosis de las vacunas de las farmacéuticas. Un destacado logro de su gobierno es que contó con vacunas en un tiempo relativamente breve, si lo comparamos a otros gobiernos de la región. Y las obtuvo de Pfizer, una de las más efectivas vacunas en ese periodo. Sin embargo, aumentó la deuda pública exponencialmente. Al cierre de febrero del 2023, el saldo de la deuda era $44,163.41 millones de dólares; y para el igual periodo del 2024 se elevó a $49,908 millones. Esta circunstancia degeneró en que una agencia calificadora como Fitch nos quitara el grado de inversión. Sin embargo y con todo esto, la Cepal declaró que Panamá había reducido la pobreza y declaró un 8.4% de crecimiento, uno de los más altos de la región. En cuanto a la negociación con Minera Panamá, filial de First Quantum Minerals Limited, consiguió sustancialmente mejorar las condiciones de los aportes anuales que esta entregaría a Panamá. Creo que este logro Nito lo interpretó como uno de los más brillantes de su Presidencia. En enero del 2022 llegó a un acuerdo con Minera Panamá en el que First Quantum realizaría un pago mínimo de $375 millones anuales, en concepto de regalías, pagos de impuestos y otros ingresos mínimos. En esta producción minera trabajaban más de 3,000 mil obreros panameños, y tenía más de 10,000 suplidores internos (según la minera). Todo esto alcanzaba el aporte del 4.8% del producto interno de Panamá. Confieso aquí que nunca estuve de acuerdo con este cierre, porque el rechazo obedeció a que la ciudadanía ya no confiaba en sus políticos; estaban hartos de tanta coima y verdades a medias. Desafortunadamente le tocó al presidente Cortizo confrontar todo este desborde del descontento popular. Y ahora, tenemos otro problema; cómo contrarrestar las demandas que nos lloverán. En cuanto a la enfermedad del Presidente, se le detectó un “síndrome mielodisplásico”, un cáncer que ataca las células en la sangre. Se caracteriza por una disminución de la hemoglobina y alteración de las plaquetas y glóbulos rojos. Sin uno ser presidente, ya esta circunstancia afecta la salud mental y la disposición de sentir su vida en peligro, y de cómo enfrentar el resto de sus días. Una vez le recomendaron a cierto general a Napoleón. El contestó: “ya sé que es brillante pero ¿tiene suerte?” Pienso que la administración Cortizo representó un interregnum entre la voraz persecución judicial de la administración de Juan Carlos Valera, digna del Robespierre de la Revolución Francesa, y el dinamismo y carisma que, adicto al trabajo, representó Ricardo Martinelli. Muchas veces tuve la impresión que Cortizo ejercía una presidencia casi invisible, dejando a sus aliados en la Asamblea surgir como sus sustitutos. En fin, una Presidencia sin tantos escándalos…pero sin tantos logros. Los primeros 100 días de gobierno El efecto de la primacía Gerardo A. Guerrel [email protected] En el ámbito de la psicología cognitiva, el efecto de primacía se refiere a la tendencia humana a recordar de manera más efectiva los primeros elementos de información que se presentan en un contexto determinado. En nuestro país, la atención de la población y de algunos gobiernos se enfoca en los llamados “primeros 100 días de gobierno”. Usualmente, las nuevas autoridades electas anuncian en diferentes escenarios: “en los primeros 100 días se logrará esto o se hará aquello… ”, etc. En definitiva, existen muchas y altas expectativas sobre lo que hará el nuevo gobierno en los primeros meses de su gestión. Con el paso del tiempo, veremos cuánto influyó el efecto de primacía. La historia nos muestra que las propuestas y promesas para estos primeros 100 días son claves para la credibilidad del gobierno y la confianza del pueblo hacia la gestión gubernamental. Ojalá que los primeros 100 días de gobierno no se caractericen por el tradicional despido de buenos servidores públicos. Estos deberían ser valorados y seguir aportando desde su experticia y experiencia. Los funcionarios que no tienen el perfil adecuado para un puesto, según la práctica estratégica de recursos humanos, deberían ser reubicados a posiciones acordes con su perfil. Los funcionarios que entran en la clasificación coloquial de “botellas”, esos sí deben salir del sistema, pues no cumplen con la denominación de servidores públicos, ya que se sirven a sí mismos. Queremos que el efecto de primacía se mantenga en el tiempo, pues se espera un gobierno que, siendo electo por voluntad popular, responda a todos los ciudadanos con acciones coherentes frente a las situaciones que deben resolverse por el bien común. Los nombramientos en el órgano ejecutivo y sus equipos también deben responder al país, aunque ellos no hayan sido electos por votación. Uno de los elementos claves a los que debe responder este nuevo gobierno es el tema de la corrupción (en todos los escenarios de ejecución del estado). Además, la percepción de impunidad debe cambiar. No se trata de perseguir a nadie, pero quien no sirvió al pueblo desde su puesto y trabajó para beneficio propio, debe ser investigado y sancionado si es culpable. Ojalá no haya “pac tos”que permitan impunidad, como a veces se escuchan rumores. La justicia debe ser igual para todos. El segundo punto clave, aunque hay muchos otros, es la educación en todos sus subsistemas. No podemos seguir atrasándonos en los procesos educativos, pues la educación, como sabemos, es la diferencia entre pueblos que crecen económicamente y aquellos que también desarrollan un desarrollo humano sostenible. No solo hablamos de las áreas de preescolar, básica general, media y premedia; también debemos mejorar el subsistema profesional y técnico, sin olvidar el nivel de educación superior, que también necesita atención. Un tercer elemento clave es el rol de la Asamblea Nacional. Ellos también serán observados con detenimiento en los primeros 100 días en cuanto a los acuerdos y alianzas que hagan para mantener la llamada “gobernabilidad ”. Y lo pongo entre comillas, pues las alianzas para la gobernabilidad deben responder a los electores que también dieron el voto de confianza. Esto aplica tanto para los que se reeligieron como para los que llegan por primera vez. Todos los panameños y panameñas debemos estar vigilantes en los primeros 100 días y durante todo el periodo de gobierno, pues tenemos la responsabilidad de ser veedores de la gestión pública y exigir transparencia y rendición de cuentas, ya que el poder reside en el pueblo. EL AUTOR es psicólogo laboral Existen muchas y altas expectativas sobre lo que hará el nuevo gobierno en los primeros meses de su gestión, una etapa que las personas suelen recordar de manera más efectiva.

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