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8A LaPrensa Panamá, lunes 8 de julio de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Alerta: ni me interesa la política ni confío en los medios Percepción Raisa Urribarri [email protected] Acaba de publicarse el Digital News Report (DNR), la investigación más importante a escala global dedicada a analizar fenómenos asociados al consumo de noticias alrededor del mundo. Realizada anualmente por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford, el DNRincluye mercados de 47 países en Europa, Asia-Pacífico, África y las Américas. Por ser un estudio que cubre la mitad de la población mundial, sus resultados ayudan a examinar problemas comunes en un ecosistema de medios cada vez más interconectado, especialmente en un periodo marcado por la desinformación, el auge de la inteligencia artificial y el declive de los grandes medios frente a la emergencia de plataformas tecnológicas y “nuevos informadores”. Entre los asuntos clave que revela el informe en español, que se presentó hace un par de días en Bogotá durante el Festival Gabo, destacan algunos fenómenos que urge entender. Entre ellos, uno que impacta directamente a la industria de medios: la desconfianza en las noticias. A escala global, solo un 40% de las personas encuestadas dice confiar en ellas. En algunos casos, como el argentino, el porcentaje baja al 30%. Y entre quienes desconfían, la mayor proporción se encuentra entre las personas jóvenes, de bajos ingresos y peores niveles de educación formal. ¿Por qué las personas desconfían de las noticias? Tomando en cuenta la literatura sobre este tema, el estudio propuso una exploración sobre estos factores: estándares periodísticos, transparencia en el manejo de la información, ausencia de sesgos y de sensacionalismo, abordaje negativo de las noticias, representación equitativa, valores compartidos y trayectoria del medio. Aunque los resultados varían entre los distintos países, el informe destaca que para la mayoría de los consultados todos los factores, en su conjunto, son relevantes; no obstante, a los que más importancia les otorgan y en los cuales existen menos diferencias entre las poblaciones de los 47 mercados abordados son tres: la transparencia sobre cómo se producen las noticias (72%), los estándares de calidad periodística (69%) y la equidad; es decir, si las audiencias se perciben representadas de forma justa en las coberturas mediáticas (65%). Vistos estos resultados, cuando se trata de la confianza en las noticias, pareciera que las personas sí “s a b e n”lo que quieren de los medios. En otras palabras, la desconfianza se produce cuando no obtienen lo que desean. El estudio incluye seis países latinoamericanos; lamentablemente, ninguno de Centroamérica. No obstante, nos hemos permitido leerlo con la mirada puesta en el país y en relación con los datos que hemos obtenido en la última Encuesta de Ciudadanía y Derechos (2023) del Cieps. Uno de los hallazgos del DNR que podría resonar con Panamá tiene que ver con la relación entre la confianza que se tiene en las noticias y el interés en la política. A escala global, el 50% de las personas que manifiestan tener interés en la política dicen confiar en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo, mientras que los no interesados lo hacen en apenas un 32%. “A quienes no están interesados en la política también les cuesta siquiera empezar a tomar una decisión sobre los medios, a los que muchos ven completamente entrelazados y, a veces, indistinguibles de las instituciones políticas, de las que a menudo se sienten distantes y alejados”, dice el informe. En nuestra encuesta no hemos hecho una pregunta explícita sobre la confianza “en las noticias”, pero sí preguntamos sobre la confianza en los medios y el interés en el sistema político. Corriendo el riesgo de unir puntos algo distantes con hilos gruesos, podríamos atrevernos a decir que, al menos tangencialmente, nuestros resultados no se alejan de los que arroja el informe global: a mayor interés en el sistema político, más se confía en los medios (prensa, radio y TV). Esta relación, de orden descriptivo, aparece como bidireccional: mientras más indiferencia se manifiesta hacia el sistema político (a la gente como uno le da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático, responden la mayoría de nuestros encuestados), menos confianza se tiene en los medios. En el caso panameño, la relación se hace además estadísticamente significativa cuando se trata de la radio, un medio que aparece como el preferido de un conglomerado con altos grados de vulnerabilidad social. De acuerdo con lo que arrojan diversos barómetros, Panamá se cuenta entre los países del hemisferio con mayores grados de libertad de expresión y de prensa; sin embargo, el informe 2023 de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos destaca con preocupación la reciente hostilidad hacia medios y periodistas. Esta combinación de factores (desinterés en el sistema político, desconfianza en los medios y una naciente hostilidad hacia ellos) constituye una alerta para quienes reconocen la importancia que tienen los medios en y para la democracia. A escala global, el 50% de las personas que manifiestan tener interés en la política dicen confiar en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo, mientras que los no interesados lo hacen en apenas un 32%. LA AUTORA es periodista, doctora en Ciencias Humanas e investigadora del Cieps. Financiamiento público poselectoral: ¿cuándo, quién y para qué? Fondos Alexis Martinez Scigliani [email protected] El sensacionalismo que causó el desglose de los montos que, preliminarmente, van a ser entregados en concepto de financiamiento público poselectoral, originó desinformación sobre el uso de dichos montos. Muchas personas, inclusive, afirman que este dinero puede ser utilizado arbitrariamente y no está sujeto a regulaciones ni fiscalización por parte del Estado. Lo anterior no puede estar más alejado de la realidad. El financiamiento público, entre otros motivos, se fundamenta en la necesidad de nivelar las posibilidades de los candidatos y partidos políticos, contrarrestando la dependencia de donaciones particulares, con el objetivo de equiparar las oportunidades en el plano electoral. En nuestro país, el monto destinado al financiamiento electoral equivale al 1% de los ingresos corrientes presupuestados para el Gobierno Central del año anterior a las elecciones generales. Este monto se divide en dos, destinando una mitad al financiamiento “preelectoral”y la otra, naturalmente, al financiamiento “p oselectoral”. En concreto, el monto disponible para entregar en concepto de financiamiento poselectoral es de $54,510,906.71. De ese monto, el 20% ($10,902,181.34) se entrega, en partes iguales, a los partidos políticos que subsistieron luego de la elección; y el 80% ($43,608,725.37) se divide entre los partidos políticos y los candidatos por la libre postulación que resultaron electos, dependiendo de la cantidad de votos obtenidos. Una serie de operaciones aritméticas determinó que el reparto por cada voto válido es de $15.47. En otras palabras, se multiplican los votos obtenidos por $15.47 y así se obtiene el monto que debe ser entregado a cada partido y candidato por la libre postulación. Se hace una distinción, puesto que, en el caso de las personas electas a través de un partido, el monto se entrega directamente al partido y, en el caso de los candidatos por la libre postulación, el monto se les entrega a ellos, a título personal. Estas disposiciones ocasionaron que a tres diputados y una alcaldesa por la libre postulación se les asignaran montos que superan el millón de balboas a cada uno. Ahora bien, ¿estos montos pueden ser utilizados discrecionalmente? La respuesta es no. Cuando la suma supera los $20,000.00, se entrega trimestralmente en cinco anualidades. La entrega está condicionada; el candidato debe someter a la aprobación del Pleno del Tribunal Electoral un presupuesto, el cual deberá ser sustentado trimestralmente ante la Dirección de Fiscalización del Financiamiento Político. Estos montos son para contribuir a los gastos de funcionamiento y capacitación. En los casos de los funcionarios de libre postulación, únicamente pueden ser utilizados para gastos de estudio, equipamiento y capacitación, y para organizar actividades académicas del candidato electo y su equipo de trabajo. En el caso de los partidos políticos, estos montos deberán dividirse entre funcionamiento y capacitación, incluyendo porcentajes específicos para la capacitación de mujeres, juventud y personas con discapacidad. De no cumplir con lo anterior, el Tribunal Electoral está facultado para suspender los desembolsos del financiamiento. El Código Electoral también contempla la posibilidad de que el candidato decline y no reciba el financiamiento poselectoral, en cuyo caso dicha suma se destinará para el uso exclusivo de investigación científica en la Senacyt. Como hemos visto, la reglamentación del financiamiento poselectoral contempla una fiscalización para el desembolso de dichos montos, que no podrán ser utilizados a discrecionalidad. Es cierto que, del principio de igualdad se desprende una distribución igualitaria de los fondos entre partidos y servidores electos de libre postulación. No obstante, luego de ver esta normativa aplicada a la realidad, nos corresponde cuestionarnos la razonabilidad de que personas naturales reciban cuantiosas sumas de dinero que, inclusive, podría ser considerado desproporcionado para los fines que la misma ley contempla. La reglamentación del financiamiento poselectoral contempla una fiscalización para el desembolso de dichos montos, que no podrán ser utilizados a discrecionalidad. LA AUTORA es miembro de la Fundación Libertad. Las fuerzas del mal y el lado oscuro Nuevo gobierno Jorge G. Obediente [email protected] El inicio del nuevo período parlamentario nos ha demostrado que, como reza un dicho folclórico: “perro huevero, aunque le quemen el hocico”, se proyecta a ser más de lo mismo. Es ilusorio pensar que al árbol torcido se le puede enderezar, así como quitarle el hábito al perro huevero. Las fuerzas del mal aglutinaron a 44 de sus semejantes para demostrarnos a los ciudadanos que, aunque fueron repudiados ante los ojos del pueblo, encontraron la forma de unirse en un bloque para proteger sus oscuros intereses y entorpecer los cambios necesarios para lograr un Panamá mejor, donde exista civismo, valores, integridad, paz y respeto a los derechos ciudadanos. Designarse como honorables cuando su historial demuestra que han sido todo lo contrario, no solo es una burla al idioma, sino un ultraje hacia la ciudadanía. El “¿qué hay pa’ mí?” sigue manteniendo su vigencia y, prontamente, saldrán las garras a relucir, pues todos esos discursos con palabras huecas no se los creyeron ni ellos mismos. Una de las ventajas que tenemos los ciudadanos es que ya salieron a relucir las ratas que se albergan en el basurero mayor. Esto permitirá vigilarlos de cerca y hacerles saber el repudio que se les tiene, y hacerles sentir que no son inmunes a la crítica ni al repudio ciudadano dondequiera que estén, y a sus allegados que gozan de sus frutos mal habidos. Por ahí alguien les dijo que se portaran bien porque si no la ciudadanía les iba a quemar el gallinero. Claro que, en otro contexto, significaría que les van a incendiar el basurero, pues les queda mejor la denominación de ratas que la de gallinas. Los guerreros de la fuerza blanca, esos que no se aglutinaron con las 44 ratas, merecen todo el apoyo ciudadano para que puedan ejecutar una buena labor legislativa, pues dentro del recinto, la aplanadora del lado oscuro los puede neutralizar y ya esto se reflejó en la repartición del botín de los cargos en las distintas comisiones, de las cuales fueron excluidos totalmente. Ya demostraron sus hábitos del pasado, instituyendo el “más de lo mismo”. Dicho de otra forma, ha llegado la época de las pailas y pitos, y el retorno de la vestimenta blanca como signo de protesta y apoyo a los 26 de la legión blanca. Las ratas han alcanzado una primera victoria aglutinándose para lograr los primeros actos necesarios y para asegurar sus actos malévolos futuros, por lo que se hace necesario que esas ínfulas de grandeza que tienen las desinfle la ciudadanía protestando como muestra de apoyo a la fuerza blanca. ¿Volverá el dulce sonido de las pailas a las 8:00 p.m. a sentirse por toda la extensión geográfica? Los buenos somos más, por lo que hay que contrarrestar a las fuerzas del lado oscuro, o si no, pensar en quemar el gallinero o incendiar el basurero, como mejor le guste que suene, 5 años de más de lo mismo, ¡qué va! EL AUTOR es ciudadano.

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