Bienvenido suscriptor
Perfil Cerrar sesión
Iniciar Sesión
Registro

prensa_2024_07_05

7A LaPrensa Panamá, viernes 5 de julio de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. ‘Las vacunas causan adultos’ (I) Docencia Pedro Ernesto Vargas [email protected] Inicio una serie de escritos sobre vacunas y vacunación, que trataré se lean fácil, sean didácticos y mejore los números de vacunados, niños particularmente, en nuestro país. ¿Por qué insistir en hablar de vacunas? Porque “falta cultura de vacunas”, como bien ha señalado, hace pronto 10 años atrás, el catedrático español de medicina preventiva, Dr. Ángel Gil. El éxito de las vacunas para disminuir muertes, enfermedad y secuelas limitantes de esas enfermedades es indiscutible. No lo decimos solamente los médicos ni las instituciones de ciencia, sino también organismos dedicados a estudiar los costos de iniciativas, imprevistos y desastres y las empresas que los enfrentan, junto a sus resultados. Permítame traer los cálculos de muerte por algunas enfermedades infecciosas y el cambio producido en esa mortalidad por la introducción de las vacunas en la atención médica e higiénica de las poblaciones de niños que GAVI (Global Alliance for Vaccines and Immunizations), la Alianza Global por las vacunas y las inmunizaciones, ha hecho y los resume en una de sus libros el Dr. Peter J. Hotez. Las muertes por enfermedades que se previenen con las vacunas, antes de los 5 años de edad, corresponden al año 2015, las presento primero, en números, y los cambios en la mortalidad por esas enfermedades, que son los cambios en un lapso de 10 años de vacunación, entre el 2005 y el 2015, los doy inmediatamente en porcentajes: (1) neumonía por neumococo, 393,000 muertes y un cambio con la vacunación específica, de -38.8%; (2) diarrea por rotavirus, 146,500 y -43.6%; (3) sarampión, 62,600 y -75.1%; (4) enfermedad por el Haemophilus influenzae tipo B, 58.700 y -60.7%; (5) tos ferina, 54,500 y -41.0%; (6) tétanos, 25,500 y -57.2%; (7) difteria en niños y adultos, 2,100 y -61.3%. Resulta ardua intención desconocer por propio gusto, estas cifras impresionantes. La mortalidad infantil multiplica la pobreza, de allí la importancia de evitar tanto como sea posible las muertes de los niños, lideradas por las enfermedades infecciosas en países como el nuestro, donde los recursos necesarios y los dispuestos, se apartan no solo de forma fugaz y cruel, sino en direcciones 180º opuestas. Cuando Ud. no vacuna o no permite a los niños que se vacunen, no está haciendo otra cosa que exponiéndolos a una muerte prematura y a hacer mucho más difícil y doloroso el tránsito nacional para salir de la pobreza. La protección contra las infecciones puede lograrse con la disponibilidad de “barreras ”físicas intactas que bloquean de alguna forma la entrada de organismos que enferman a través de ellas, por ejemplo, la epidermis de la piel, las secreciones “pegajosas”o mocos de las vías respiratorias, los ácidos y algunas enzimas en el sistema gastrointestinal. Podemos hacer consideración de otras dos formas de protegernos contra las infecciones: nuestras células blancas o leucocitos y sus propiedades para atrapar, inmovilizar o retener y digerir los organismos agresivos como virus y bacterias. Ellos constituyen el sistema celular de la inmunidad o la protección. También tenemos proteínas en nuestro sistema inmune, que tienen funciones muy puntuales para protegernos de la invasión de organismos nocivos y ellas constituyen la inmunidad humoral. En casos de urgente necesidad de producir protección inmediata existen proteínas específicas contra el invasor, producidas en laboratorios de investigación, que conocemos como monoclonales. Por su eficiencia y prontitud de acción, se utilizan para que nos rescaten de los seguros estragos de la infección. Su efecto inmediato no es duradero y deben repetirse entre 3-4 semanas, no están disponibles para todas las enfermedades para las cuales hay vacunas y su costo es elevado. El conocimiento humano, cimentado en la ciencia y su método, ha logrado que tengamos otros instrumentos de protección, que bien podríamos bautizar como híbridos: elementos extraídos de los virus y bacterias, que modificados en el laboratorio y luego introducidas en el cuerpo humano, estimulan allí el sistema de defensa, el sistema inmunológico, sin producir la enfermedad, formando otras proteínas llamadas anticuerpos, que detectan prontamente el agente infeccioso que penetre nuestros tejidos y atraviesa la barrera protectora, para inactivarlo. El más exitoso de esos instrumentos es la vacunación. Hay varias cosas que conocer de ellas. La primera, que para que estimulen el sistema inmune, este sistema debe ser maduro, debe responder. Cuando la respuesta es ligera o incompleta, el sistema tiene que ser repetidamente expuesto a las vacunas que eventualmente producirán la protección. Y aquí, la primera situación que puntualmente se interroga de parte de los padres de los niños: ¿por qué tan temprano vacunarlos y por qué con tantas vacunas y tantas dosis? La pregunta es válida y las respuestas deben conocerse. (Continúa) El éxito de las vacunas para disminuir muertes, enfermedad y secuelas limitantes de esas enfermedades es indiscutible. No lo decimos solamente los médicos ni las instituciones de ciencia, sino también organismos dedicados a estudiar los costos de iniciativas, imprevistos y desastres y las empresas que los enfrentan, junto a sus resultados. EL AUTOR es médico Investigación y políticas públicas Ciencia Johanna Elizabeth Ku [email protected] Desde el surgimiento de Ciencia en Panamá, hoy en día una fundación sin fines de lucro, han sido nuestros objetivos popularizar la ciencia en Panamá y promover las políticas públicas basadas en evidencia. Sin embargo, para contar con evidencia es necesario investigar. Por eso hemos abogado por el aumento progresivo de la inversión pública en ciencia, tecnología e innovación (CTI) hasta el 1% del producto interno bruto (PIB) del país. El poder adquisitivo de la ciencia panameña no es el mismo de hace 10 años. Lo afectan el aumento de los costos en los reactivos, insumos, equipos, instrumental, personal, utilidades, transporte, y todo lo demás que requiera el proyecto de investigación. Además, la investigación panameña debe proyectarse internacionalmente a través de publicaciones en revistas científicas de alto impacto y la participación en conferencias. Los costos para estos dos últimos rubros aumentaron luego de que Panamá fuera clasificada como un país de ingresos altos por el Banco Mundial en julio del 2018. La publicación de artículos en revistas científicas permite a la ciencia panameña compartir sus resultados con el mundo, a un costo de al menos B/. 2,000.00 por artículo. En cambio, la participación en conferencias permite dar a conocer la ciencia panameña mediante posters, ponencias, talleres y mesas redondas. Esto facilita el intercambio de conocimiento, conocer colegas de otras partes del mundo y conectar con colegas para desarrollar futuras colaboraciones y mantener las ya existentes. Esta semana inició una nueva administración gubernamental, entre cuyos retos destaca el presupuestario. Pasarán algunas semanas antes de que conozcamos en detalle su impacto en los diversos sectores. Entretanto, recordemos que Panamá invierteaproximadamente0.13%delPIB en ciencia, tecnología e innovación, pero este monto se reduce al 0.08% si restamos la inversión que realiza el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI). La media de la región latinoamericana es de 0.7%, en países que deben agregar a sus retos la devaluación de sus monedas frente al dólar. El desarrollo de nuestro sector científico es indispensable para afrontar múltiples desafíos económicos y sociales a nivel nacional. Entre ellos, por supuesto, el de contar con políticas públicas basadas en evidencia, que solo adquiere validez depende de nuestra capacidad para hacer investigación a lo largo del tiempo. LA AUTORA es toxicóloga, exbecaria de Senacyt, divulgadora científica e integrante de Ciencia en Panamá. Entre deber, realismo y apocalipsis Estados Unidos Betty Brannan Jaén [email protected] No es casualidad que Estados Unidos enfrenta uno de los momentos más peligrosos de sus 248 años como nación independiente. Está en manos de los votantes estadounidenses salvar a su país de la autodestrucción, pero es dudoso que lo logren. Hoy por hoy, los indicios son que Donald Trump ganará la presidencia y probablemente obtendrá control republicano del Senado, además de contar con inmunidad absoluta y los poderes ilimitados que la Corte Suprema acaba de garantizarle. Así, Trump podrá ejecutar el plan de gobierno que ha revelado públicamente, el cual promete nada menos que “tira - nía”, como editorializó The New York Times. Desde antes del debate del jueves pasado, los expertos pronosticaban que en el Colegio Electoral estadounidense no queda ruta para que Joe Biden pueda ganar. El Colegio Electoral es un anacronismo que a veces ha negado la presidencia a la persona que gana la mayoría de los votos, como le pasó a Hillary Clinton; en breve, la situación ahora es que los estados en los que Trump muestra fuerza suman un triunfo casi seguro en el Colegio Electoral. Hasta el jueves 27 de junio pasado, no obstante, se vislumbraba la posibilidad de que Biden lograra revertir la situación como hizo en 2020. Pero entonces hubo un debate entre Trump y Biden. Yo vi los 90 minutos completos y casi muero de la angustia. Trump fue el bully narcisista y mentiroso de siempre, pero Biden demostró patéticamente que no tiene edad para buscar nuevamente la presidencia, mucho menos vencer a un adversario como Trump. Esto quedó claro como el agua, por más que la familia y los asesores de Biden se empeñen irresponsablemente en negarlo. Digo irresponsablemente –y lo digo con ira- porque el primer deber de todos los que rodean a Biden es velar por el bien del país, aunque esto requiera encarar verdades duras y decírselas tajantemente al propio Biden. Él hizo una cosa tremenda con vencer a Trump en 2020 y ha hecho una presidencia admirable, pero su deber ahora es pasarle la antorcha a otro. El patriotismo requiere tanto verdad como realismo. CNNreporta que después del debate del 27 de junio, las encuestas muestran que 72% de los votantes estadounidenses estiman que Biden ya no tiene capacidad para ocupar la presidencia. Los líderes demócratas están comenzando a reconocer la gravedad de la crisis, pero el dilema es que solo el propio Biden puede dar paso a que se seleccione otro candidato, porque él ganó todas las primarias necesarias para obtener la nominación en la convención demócrata a celebrarse en agosto en Chicago. La única salida, entonces, es que Biden se retire como candidato, dejando que los delegados libremente escojan uno nuevo. Hay razones para temer que este proceso apresurado sería un caos, pero también hay razones para pensar que esto inyectaría nueva energía a lo que de otro modo parece ser una marcha inexorable a la guillotina. Un analista escribió en The New York Times, refiriéndose a Biden, que la opción más riesgosa es no hacer nada. Estoy muy de acuerdo. ¿Quién podría reemplazar a Biden como candidato o candidata a la presidencia? En primer lugar está la vicepresidenta, Kamala Harris; ella no me hizo buena impresión en los debates de 2020 y las encuestas muestran que no tiene mucho respaldo entre los votantes. Ella merece ser considerada entre los posibles candidatos, pero no que la designen de a dedo. Otros nombres que se mencionan son Gretchen Whitmer (ex gobernadora de Michigan), Gavin Newsom (gobernador de California), Josh Shapiro (gobernador de Pennsylvania), Amy Klobuchar (senadora de Minnesota), y más. Hasta se ha mencionado a Hillary Clinton, lo que me parece un error garrafal. La última vez que hubo una convención “abier ta”en el Partido Demócrata fue en 1968, tras que el presidente Lyndon Johnson anunciara que no buscaría reelegirse. El país estaba muy dividido por la guerra de Vietnam y esa convención sí fue un caos. Hubert Humphrey (vicepresidente de Johnson) ganó la nominación, pero perdió la elección frente a Richard Nixon, quien hizo una presidencia desastrosa; Nixon terminó renunciando a la presidencia para no quedar preso. En ese entonces se pensaba en Estados Unidos que los presidentes no están por encima de la ley, pero la Corte Suprema acabó con eso en un fallo emitido el lunes, que garantiza “inmunidad absoluta”para los actos oficiales de un presidente y “presunta inmunidad” para sus demás acciones. Un fallo apocalíptico, a mi juicio. ¿Quién podría reemplazar a Biden como candidato o candidata a la presidencia? En primer lugar está la vicepresidenta, Kamala Harris; ella no me hizo buena impresión en los debates de 2020 y las encuestas muestran que no tiene mucho respaldo entre los votantes. LA AUTORA es periodista

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==