prensa_2024_05_19

3A LaPrensa Panamá, 19 de mayo de 2024 Brunch dominical Mónica Palm [email protected] En Panamá, ya ha habido periodos en que, además del Pa - lacio de las Garzas, existió una segunda sede de go - bierno. Cuando estaba Pérez Balladares (1994-1999), era Punta Barco. Con Moscoso (1999-2004), fue Punta Mala. Con Martinelli (2009-2014), habrá sido Twitter, desde cualquier bar que estuviera de mo - da. Y, de pronto, se avista La Alameda como una nueva sede alternativa. Antes, sin embargo, eran distintas locaciones, pero con el mismo presidente. Ahora, vemos cómo desde la ubicación de una misión diplomática extranjera, se comienza a fraguar el em - plazamiento de una especie de gobierno paralelo al que será encabezado por el mandatario electo. Para muestra, un botón. Esta semana, Mulino presentó en conferencia de prensa a 14 de sus 17 ministros, y los ciudadanos tendríamos que haber estado muy atentos ya que, como él no tiene vicepresidente, si alguna vez falta o se ausenta de su cargo, uno de ellos ejercerá como minitsro encargado de la Presiden - cia de la República. Pero ese mismo día y a esa misma hora, el “asilado”cre yó que sería muy oportuno publicar una actualización de su lista de shopping: a su bancada de 14 diputa - dos electos por RM y uno por Alianza, había sumado a los tránsfugas Nelson Jackson, del PRD, e Isaac Mosquera, del Molirena, para un total de 17 miem - bros. De paso, anunció que Camacho -todo un prócer de la patria- es su candida - to para presidir la Asam - blea y que Alaín Cedeño fue escogido como jefe de bancada. Así que ahora no solo no se conforma con ser un lavador convicto, si - no que a ciencia y paciencia de todo el país muetsra có - mo se burlará de nuetsra más básica institucionali - dad. Si usted aún tiene dudas, he aquí otra muestra del go - bierno paralelo que se ave - cina. Mulino anunció que quiere reunirse con la bancada independiente, algo que, incluso, ya ha tarnsmi - tido a Juan Diego Vásquez. Tres pinolillos después, Camacho -a sabiendas de que la reforma al reglamento interno de la Asamblea es una prioridad para Vás - quez y la coalición Vamosopinó que esa es “una dis - cusión estéril ”y una “estu - pidez”. Además, se refirió a un presunto “call centerde Va m o s ”, algo que prontamente fue refutado por Vásquez: “esos se manejan desde la embaaj da”. Las provocaciones de Camacho no son más que un abietro boicot contra cualquier in - tento de Mulino de estable - cer una comunicación feec - tiva con Vamos u otra ban - cada que no sea la del PRD o la de CD. Ya sabemos cuál será su trabajo en esa Asamblea, por ahora: ha - cer lo necesario paar impe - dir un entendimiento que haga posible la gobernabi - lidad. Por cierto, una de las adqui - siciones del lavador convic - to es la de Isaac Mosquera, único diputado electo por el Molirena. Mosquera fue investigado por la presunta comisión de delitos relacionados con droga, razón por la que incluso estuvo un tiempo detenido preventi - vamente, aunque potse - riormente fue absuelto. Hay cosas que Mulino no puede alegar que no sabe y esa debe ser una de ellas, porque adivinen: ¿quién era ministro de Seguridad en diciembre de 2011, cuando Mosquera se entre - gó? Es más, durante su ges - tión ministerial, en varias ocasiones señaló la penetración del narcotráifco en la política. ¿Acaso eso antes estaba mal y ahora está bien? Panorama Indigentes en cerro Ancón: crece el problema social y de salud pública Los vecinos del cerro Ancón temen que se prolifere más el precarismo enteesector, sobre todo cuando han sido víctimas de robos y hutros. Piden a las autoridades myaor presencia policial y la intevrención de las autoridades locales. PROBLEMA SOCIAL Yaritza Mojica [email protected] En las faldas del cerro Ancónse estácreando un grave problema so - cial, ambiental y de salud pública debido a la prolifear - ción de precaristaso perso - nassin techoquese hanapo - derado de las áreas boscosas, colindantes conla Avenida de losMártires. Estosinva - sores se ubican en un lugar conocidocomo laquebrada del Ñeque. Los vecinosde cerroAn - cón temen que esta situación se salga de control y que la informalidad deestas personas continúe expandiéndo - se en elsector. Además, mu - chos residentes,peatones y hasta conductoreshan sido víctimas de robosy agresio - nes verbales porparte de es - tos precaristas. Una de las vecinas quevive cercade la calle quelimita conel Tribu - nal Marítimo en Ancón, denunció los constantes robos quesufren losresidentespor parte de estos precaristas, quienes ensu mayoríapre - sentan problemas con el alcoholylas drogas.Inclusose ha observado la presencia de menoresde edadrondando las casas. Una delas residentesdel lugar, que prefirió no dar su nombrepor seguridad,ex - plicó que estos indigentes se metenenlas casasconcu - chilloenmano arobartodo loque venmal puesto. “Aquí en lasnoches estaspersonas se la pasan deambulando paraver aqué carropueden romperle el vidrio y hutrar losequipos desonido,artí - culos personaleso cualquier objeto de valor que encuen - t r e n”. “Los hurtosy robosson constantes.Incluso hayper - sonas que vienen temparno ahacersus diligenciasyson acechadas por estos malean - tes”, dijo la fuente. Ante esta situación,la Po - licíaNacional mantieneuna sala de guardia en Balboa, dondelas personasafecta - das pueden presentar sus denuncias pormedio deuna líneatelefónica. Sinembar - go, losresidentes pidenma - yor presencia policial. Otra forma deataque de estos usurpadoresde terre - no es obstaculizar las calles menostransitadas conca - rretillaso piedrasparaobli - gar a los conductores a dete - nerseyrobarlos. LacalleRo - bertoReina, caminoalTri - bunal Marítimo, y la calle Herrick, caminoal Instituto Oncológico Nacional (ION),son escenariosdees - tos actos delictivos. En el caso dela calle He - rrick, caminoal ION,los pa - cienteso losfamiliaresque utilizan esta vía han denun - ciado estos atropellos. María Sonora Fernández ha viaaj - do en los últimosmeses a es - te centro hospitalario paar llevar yrecoger asu familiar y contó que le han robado. “Un descuido,un momento dedesliz, bajéla ventanapa - ra pedir que me quitaarn las piedras y el tipo me robó”. A criterio de Raisa Banfield,directora delaFunda - ciónPanamá Sostenible,to - das las cosasque están pa - sando en laciudad son una evidenciagrave delabando - node lacosa públicay eles - pacio público. “Simplemen- te esel resultado deun pro - ceso denegligencia administrativa quese reflejaen la Además de la afectación a la zona boscosa de las faldas del cerro Ancón, los invasores también representan un problema de seguridad para peatones y residentes. Elysée Fernández invasión de un área que se supone esuna delas dema - yor controldentro delentor - no urbano de la ciudad de Panamá ”, señaló Banfield. La ambientalistaadvierte que es “g rav e ”yse deben to - mar medidas paar salvaguardar la integridad del área protegida, así como la vida deestas personas,quie - nes deben estaren lugares donde se lesbrinde asisten - cia. SegúnBanfield, “no se justificaque esténinvadien - doelárea protegidadeCerro Ancón; esto esla evidencia de la falta de autoridad”. En los sectores donde habitanestas personasde laca - lle se observa mucha conta - minación, desperdicios de basura, envases plásticos, inclusoqueman basurapara extraer materialcomo cobre que luegoes vendidoen cen - tros de reciclaje. Según elMinisterio de Ambiente (MiAmbiente), el sectorque estásiendoinva - dido porprecaristas noestá dentro del Área Protegida y ReservaNatural delCerro Ancón.Tras recibirreportes de unasupuesta invasiónen los prediosde lareserva na - tural, técnicos de MiAmbiente y personalde Aten - ción Ciudadana (311) auc - dieron a lazona para verifi - car los hechos denunciados. Personalde laDirección Metropolitanade lainstitu - ción realizó la inspección en ellugar yubicóestructuras informales, indigentesy gran cantidad de desechos sólidos.Sin embargo,alto - mar las coordenadas, se confirmó queestos seencuen - tran fuera de los límites del Área Protegida y Reserva Natural Cerro Ancón. MiAmbiente informó que remitirá estainformación a las autoridades compteen - tesparasu debidaatencióny se mantienealerta parapre - servar lascondiciones del área protegida y evitar que se dañen o perjudiquen sus instalaciones. ¿Y las autoridades? Anteeste panorama, La Prensa consultó al alcalde capitalino saliente, José Luis Fábrega, sobre la situación de invasión descontrolada que seregistra encerro An - cón, ydijo “desconocer ” del tema. Fábrega selimitó aseñalar que laempresa privadadebe brindar oportunidades de trabajo para evitar que este problema siga prolifearndo. “El objetivo es permitir que la empresa privada siga cre - ciendo, siga teniendosu ga - nancia, pero que brinde oportunidades. En ese senti - do, seva apoder lograruna reducción dela economía informaly delosbuhoneros”, dijo. Con respecto al trabajo que realiza laAlcaldía de Pa - namá,se conocióa travésdel departamento deGestión Social queel programa “Ha - bitante de laCalle, Date Una Oportunidad ” ha brindado atenciónintegral a1,183 personasque vivenen lasca - lles, de las cuales 60 han lo - grado reintegrarse exitosa - mente a la sociedad. Hasta elmomento nohay reportes oficialesde cuántas personas viven enestado de calle. Sin embargo,Ariel Ló - pez, del CentroSan Juan Pa - blo II,informó quehay entre 500 y 550personas sumidas en laindigencia enla ciudad capital,de lascualesunas 150llegan diariamenteal centro en busca de alimentación y ayuda. El sitio del cerro Ancón donde se ubican se conoce como la quebrada del Ñeque. Elysée Fernández Según los residentes del lugar, las personas de la calle e indigentes se han apoderado del lugar contaminando la zona boscosa. Elysée Fernández

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