7A LaPrensa Panamá, jueves 9 de mayo de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Entre pesimismo y optimismo Resultados electorales Betty Brannan Jaén [email protected] En mi última columna (14 de abril), opiné que lo más importante en esta ronda electoral en Panamá era derrotar a los dos monstruos de la política nacional—el PRD y el dúo Martinelli/Mulino. Con pesimismo, también lamenté que tengamos un sistema político disfuncional que frustra la voluntad popular en lugar de respetarla. Pero los resultados asombrosos del domingo redujeron ese pesimismo, dándome una buena dosis de lo que los anglosajones llaman “optimismo cauteloso”. Comencemos con las buenas noticias. Uno de los monstruos muy temidos—el PRD—fueduramentederrotado. La ciudadanía supo aprovechar las urnas para expresarle un repudio casi total. A nivel presidencial, el insufrible candidato del oficialismo recibió una paliza humillante; y a nivel de la Asamblea, aquel dominio del PRD que llegó a parecerme invencible e “inalterable ”quedó aniquilado a manos de candidatos jóvenes e independientes. Si escribí en la última columna que las elecciones son para expresar “las aspiraciones, principios y prioridades”de un pueblo, los resultados en la Asamblea han logrado exactamente eso. El pueblo quiso barrer con la corrupción dinástica y la maleantería allí. Una juventud con aspiraciones y principios hizo sentir su llegada al escenario político y estremeció los pilares tradicionales del poder. La mala noticia, sin embargo, es que el otro monstruo no fue derrotado. José Raúl Mulino —como sustituto de Ricardo Martinelli— “ganó”la presidencia con 34% del voto, lo que significa que 66% de los votantes dieron su voto a otro candidato. Por tanto, al hablar de que la votación debe expresar las “aspiraciones, principios y prioridades”de un pueblo, el hecho innegable es que el 66% de los votantes no querían al que ha “ganado”. Obviamente, la razón es que el voto anti-Martinelli estaba fragmentado entre varios candidatos potencialmente viables, y nunca sabremos si una segunda vuelta hubiera consolidado el voto anti-Martinelli para producir otro resultado. Pero sigo pensando que esta es una reforma que tiene que hacerse, dentro de una reforma integral del sistema electoral. Noto que desde el domingo, varios analistas han comentado que nuestro modelo electoral está desgastado, desfasado, agotado, etcétera. Como sociedad, necesitamos comenzar a dialogar seriamente sobre esto. Y como parte de esa discusión, necesitamos también hablar del rol del Tribunal Electoral, que perdió credibilidad tremendamente en esta ronda electoral. La decisión de permitir que Mulino sustituyera a Martinelli sin pasar por unas primarias y completar la nómina con candidato a la vicepresidencia me parece un error grave, pero desde hace rato he pensado que el Tribunal Electoral se permite demasiadas arbitrariedades (Hay incompetencia además, como en las papeletas erróneas para la votación adelantada). Entonces, el caso Mulino pasó a Corte Suprema, que eligió no actuar expeditamente, sino dejar que la ciudadanía y los candidatos quedaran en el aire por meses, sin saber si la candidatura de Mulino sería avalada o no. ¡Qué irresponsabilidad! Al fin, dos días antes de la elección, emitieron su fallo a las 5 de la mañana. ¡Qué exhibida! Aun así, he llegado a la conclusión de que el fallo de la Corte Suprema fue correcto. Es decir, que la decisión del Tribunal Electoral era errada, pero que a la Corte Suprema no le competía cambiarla. Entiendo que la vasta mayoría de alegatos sometidos a la Corte tomaron esa posición. Además, hubiera sido un escándalo internacional inhabilitar al candidato que iba adelante en las encuestas a dos días de la elección. Panamá hubiera quedado en titulares de todo el planeta como banana republico peor. Y así, entre incompetencia, irresponsabilidad y posiblemente mala fe, hemos llegado a tener un presidente electo cuyo ídolo político —”mi amigo ”— es un fugitivo de la justicia que el presidente electo repetidamente tilda de perseguido político, no de criminal condenado. Mulino dice que no es títere de nadie; veremos. Que sabe hacer las cosas bien; veremos. Que hará un gobierno de unidad nacional; veremos. Por Panamá, quiero que así sea, pero confieso pesimismo. Pongo más esperanza en esos jóvenes en la Asamblea. Espero que sepan organizarse bien, resistirse a la putrefacción allí, y hacer bien su tarea fiscalizadora. Por ellos siento optimismo cauteloso. Noto que desde el domingo, varios analistas han comentado que nuestro modelo electoral está desgastado, desfasado, agotado, etcétera. Como sociedad, necesitamos comenzar a dialogar seriamente sobre esto. EL AUTORA es periodista Radiografía electoral Análisis Julio E. Linares F. [email protected] José Raúl Mulino gana las elecciones con un 34%. Lo que serían 3 puntos adicionales al promedio del voto duro de Ricardo Martinelli, cuando endosa a un candidato a presidente de la república, que promedia 31%; representado en el porcentaje que sacaron José Domingo Arias en 2014 y Rómulo Roux en 2019. También es la primera vez (de 3), que un endosado por Martinelli gana la presidencia de la república. Hay otro elemento que destaca el triunfo de Mulino. Y es que desde 1994 a la fecha (7 elecciones), sería la primera vez que gana una alianza, que no cuenta entre los aliados ni al PRD ni al Partido Panameñista. El candidato del PRD ganaría en 1994, 2004 y 2019; mientras que el candidato panameñista saldría airoso en 1999 y en 2014. A su vez, la presidencia ganada por Martinelli en 2009, tendría como vicepresidente al panameñista Juan Carlos Varela. Sobre las encuestas, las últimas mantenían un promedio cercano al porcentajedeMulinoenlaelección (La Prensa- 37% e Ipec –35%). Sin embargo, no atinaron en lo que respecta el porcentaje y alejamiento del segundo lugar, que el día de la elección fue un 10%. La encuestadora del diario La Prensa, al colocar a Lombana de cuarto con un 12.7%, lo alejó de Mulino por 24 puntos. El Ipec, por otro lado, a pesar de que colocaba a Lombana de segundo con un 16%, lo distanció 19 puntos sobre lo que le otorgó a Mulino. Ni hablar la metáfora de los trillizos (entre el segundo y cuarto lugar). Ipec colocó el orden correcto, pero con los siguientes porcentajes: Lombana 16%, Torrijos 14% y Roux 11%; mientras que La Prensa marcó a Torrijos 16.4%, a Roux 14.9% y a Lombana 12.7%. Los porcentajes de las encuestas de Torrijos y Roux fueron cercanos a la realidad de las elecciones (Torrijos 16% y Roux 11%). Pero Lombana fue muy disminuido en las encuestas, con 8 puntos menos de la realidad con el Ipec y 12 puntos menos de la elección con la encuestadora de La Prensa. Porque al final, Lombana supero por 8 puntos a Torrijos y por 13 puntos a Roux, despegándose de quienes serían mellizos, el día de la elección. Es cierto que en el caso de Ipec, había un 6% de indecisos y un 9% que no votarían por ninguno. Mientras que, en el caso de la encuestadora de La Prensa , el 1.7% votaría en blanco. ¿Se decanto ese 6% del Ipec en votar por Lombana para subir al 22% el día de la elección? ¿Cómo también un 3% de los que no votarían por ninguno, fueron a votar para llevar a Lombana al 25% que sacó en la elección? Queda la interrogante para entender a la encuestadora en este aspecto. La catástrofe política fue el PRD, constituyéndose en la peor tragedia electoral de un partido de gobierno, por lo menos en la era democrática. El candidato oficialista no solamente llegó de sexto (de un total de 8 candidatos presidenciales). Sino que fue derrotado también por una candidata de libre postulación, aunque inscrita en el PRD. El porcentaje obtenido por José Gabriel Carrizo con un 5.83% (5 veces menos votos que la membresía de su partido, cuando un partidocomoMocaobtiene14veces más votos que su propia membresía), constituye el peor para un candidato oficial de un gobierno que pretende reelegirse. Superando el negativo que había obtenido el partido panameñista en 2019, con un 10%. Para finalizar, queda demostrado que el subsidio electoral es un derroche de dinero público, para enriquecer a unos cuantos. Entre 2019 y 2024, el PRD recibió $14.6 millones, CD recibió $11.8 millones, el Panameñismo recibió $7.7 millones, Molirena recibió $3.3 millones, el PP recibió $3.1 millones, Alianza recibió $2.7 millones; mientras que los nuevos partidos País, RM y MOCA no recibieron nada. Sin embargo, RM y MOCA sin subsidio electoral, generaron la mayor cantidad de votos, superando con creces su propia membresía (el partido País apunta a desaparecer, probablemente por la bajeza de Meliton Arrocha). Por consiguiente, los subsidios deben ser revisados para que esa cantidad indiscriminada de dinero sea utilizada para resolver problemas sociales que ahogan a Panamá. RM y MOCA sin subsidio electoral, generaron la mayor cantidad de votos, superando con creces su propia membresía. Por consiguiente, los subsidios deben ser revisados para que esa cantidad indiscriminada de dinero sea utilizada para resolver problemas sociales que ahogan a Panamá. EL AUTOR es abogado y miembro de MOCA Ganadores y perdedores Líderes Juan B. McKay A. [email protected] Por regla general, después de una comilona, bebidas incluidas, uno amanece “engomado ”o con resaca. Esa fue la sensación que muchos tuvieron la noche del pasado domingo, al conocerse el resultado de las elecciones en Panamá. Como dije en artículos anteriores, aceptar una derrota, nunca es fácil, sin embargo, por el bien de Panamá, es necesario deponer intereses y promover esa unidad nacional de la que tanto se habló en campaña; bueno, no todos, pero sí un significativo grupo. La realidad es que el candidato proclamado ganador, obtuvo el respaldo del 35% de los casi 2 millones y medio de personas quienes salieron a ejercer su derecho al sufragio, lo cual indica que salió a votar una cantidad superior a lo que había sido el promedio de personas que votan en un proceso que se da cada 5 años. Tratando de hacer un análisis un poco más profundo de los resultados, debemos reconocer que hubo grandes ganadores, ganadores, grandes perdedores e igualmente perdedores simples. Yo diría que el gran ganador de la jornada es Juan Diego Vásquez, que sin contar con un partido, logró amalgamar un grupo de candidatos a alcaldes, diputados y representantes de corregimiento, que lo hacen ver como un fenómeno de la política criolla y abanderado indiscutible de la oposición en Panamá. Inclusive, su grupo Vamos quedó a muy pocos diputados de tener ese tercio que le garantiza ser el fiel de la balanza y nos garantiza a los ciudadanos esa protección en contra de los desmanes políticos a los que estamos acostumbrados. Ganadores creo que hay varios; destaco el triunfo de una joven alcaldesa en Arraiján que había sido postulada por el Partido Popular luego de haber obtenido su candidatura por la libre postulación. De igual manera, se destaca el triunfo de algunos candidatos en áreas donde antes habían sido dominados por el clientelismo de partidos tradicionales. Otro ganador, por carambola, es el partido popular que, sin tener candidatura de dentro de sus entrañas, se alza con curules en el PARLACEN y un considerable subsidio electoral. El título de grandes perdedores es disputado por varios. Iniciando por el candidato del PRD, que no solo perdió estrepitosamente, como se había previsto, sino que porcentualmente, sacó mucho menos que el que obtuviera el candidato panameñista, cuando perdió en el año 2004. Los otros dos perdedores fueron los candidatos de la fórmula presidencial de la alianza CD/Panameñismo. Considero que con esta elección el candidato del CD perderá todo el caudal político que le quedaba. Igualmente, su compañero de fórmula, que cedió la candidatura presidencial, pierde toda la fuerza que le quedaba y considero que muy pronto verá su liderazgo frente al partido eliminado totalmente. Perdedores también podemos señalar a la actual dirigencia del PRD, que no solo apenas si salieron electos, sino que han perdido alcaldías y representantes de corregimiento a diestra y siniestra. Su poder político dentro del partido se ve seriamente afectado. Pero pasada la “go m a ”, hay varios caminos. Uno, es hacer lo que hacen muchos, mirar para el otro lado, despotricar contra todos en las redes y esperar a que, dentro de 5 años, vuelva un mesías a ganar con menos del 40% de los votos. Otra opción es que nos activemos en una organización política y desde ahí empezar a construir nuevas alternativas que redunden en beneficios para este bello país. Una tercera opción que pudiera ser desarrollada por muchas personas, es la de crear lo que pudiera denominarse “escuela de vecinos”las cuales pudieran servir de salón de clases para, suplir la ausencia de las materias “cívica”y“lec - ciones de gobierno”, y compartir nuestros conocimientos para ir educando a muchos ciudadanos que están ávidos de recibir estos conocimientos que al final, rendirá grandes beneficios cívicos al país. No podemos seguir siendo tan pasivos como lo hemos estado practicando en años recientes. Lo que le espera a Panamá en los próximos años no es fácil. Requerirá de sus mejores hombres y mujeres que, con su mejor disposición, le busquen soluciones a los graves problemas que nos lega la actual administración. Hay que reformar el sistema educativo, el sistema pensional de la CSS, la planilla estatal abultada, la construcción y mantenimiento de infraestructuras a nivel nacional, incluyendo los caminos de producción, el sistema de disposición de desechos y promover los incentivos a la industria agropecuaria de manera que podamos competir en igualdad de condiciones con nuestros vecinos, entre otros. Se deben hacer reformas a la constitución que contemplen el modelo de elegir a autoridades, las alternativas para reformarla y quienes podrían hacerlo. En fin, hace falta mucho por hacer. Ojalá los “líderes”del país se sienten a pensar, no en egos o descalificaciones innecesarios, sino en como componemos el deterioro social y cívico que todos percibimos, pero pareciera que a pocos nos preocupa. Debemos aportar para construir esa nueva nación que, basada en valores, se requiere para tener un mejor Panamá. EL AUTOR es analista político y miembro del Movimiento Panamá Posible. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. 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