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6A LaPrensa Panamá, sábado 20 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. 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La opinión de Hilde Inteligencia, Inteligencia Artificial y la recuperación del grado de inversión Desafíos Lucas Alemán [email protected] El camino a la recuperación del grado de inversión va a requerir de que nuestros nuevos gobernantes actúen de una manera inteligente y que se aprovechen de los beneficios que está trayendo a las economías mundiales el advenimiento de la Inteligencia Artificial (IA), de la que nuestro país fácilmente se puede beneficiar. Los mercados financieros, en específico los de Estados Unidos, están viviendo un auge importante impulsado por la Inteligencia Artificial. En estos momentos de altas tasas de interés e inflación los principales índices de Wall Street están teniendo crecimientos importantes. De igual manera, las principales economías mundiales han podido evitar la recesión a pesar de las políticas monetarias restrictivas de sus bancos centrales. Expertos en economía y mercados atribuyen esta peculiar situación al impacto positivo que tendrá la Inteligencia Artificial en la economía mundial. Mientras tanto, en Panamá la situación económica es preocupante. El mal manejo de las finanzas públicas, específicamente el aumento del gasto corriente; el déficit actuarial del programa de invalidez y muerte; la percepción de corrupción generalizada en la sociedad y el cierre de la mina de cobre de Donoso son los principales factores en la pérdida del grado de inversión de nuestro país como explicó Fitch Ratings en su reporte sobre la economía del 28 de marzo del presente año. Anclándonos en el impulso mundial de la Inteligencia Artificial, el nuevo gobierno podría encontrar el camino para obtener nuevamente el grado de inversión. Según el analista de JP Morgan Dominique OKane la Inteligencia Artifical va a requerir cuatro millones de toneladas anuales de cobre para la confección de chips y centros de data de aquí al año 2030. Solo este dato debe permitir a nuestro país renegociar en términos más favorables la reapertura de la mina de Donoso. Esto habría que hacerse de una manera transparente, constitucional, inclusiva y ecológicamente responsable para que los panameños veamos los beneficios económicos inmediatos que traerá la reapertura de la actividad. De igual manera, habría que sumar a los grupos sindicales al proyecto. Ellos no pueden estar en contra de empleos bien remunerados para su membresía. Los fondos del nuevo contrato deberían ir directamente al programa de IVM de la Caja del Seguro Social. Esto ayudaría a ganar tiempo para una solución más integral al problema y probablemente evitaría el aumento de la edad de jubilación en el corto plazo. De igual manera, al Estado no recibir los fondos de la minera para el gasto corriente lo obligaría hacerse más eficiente y reducir los excesos que ha adquirido en la era democrática. De todos las difíciles decisiones para reactivar la economía, este es el paso que más rápido generará empleo, reactivará el crecimiento económico y atacará el problema de la Caja del Seguro Social. Manos a la obra. EL AUTOR es empresario y licenciado en Ciencias Políticas, Master en Economía Empresarial de INCAE Según el analista de JP Morgan Dominique OKane la Inteligencia Artifical va a requerir cuatro millones de toneladas anuales de cobre para la confección de chips y centros de data de aquí al año 2030. Solo este dato debe permitir a nuestro país renegociar en términos más favorables la reapertura de la mina de Donoso. Tres retos y un modelo de política cultural Próximo gobierno Carlos Fong [email protected] Uno de los principales retos que tendrá el próximo gobierno será presentar un modelo de política cultural que se ajuste a la realidad del desarrollo. Cómo se planteará y aplicará esta política puede resultar poco importante para otros sectores y para la comunidad en general que tienen otras emergencias; sin embargo, la cultura es uno de los ejes transversales de un país que, de muchas maneras, está implícita en el sistema socioeconómico, la ideología, las creencias y la ciencia. Para todos los agentes y mediadores que son parte del entramado del escenario cultural es muy importante saber cuáles serán las propuestas de los candidatos para confrontar el tema cultural desde su problemática institucional, administrativa y económica. La experiencia que tenemos es que en los últimos años estos aspectos técnicos de la política cultural no han sido superados ni mejorado. Esta política cultural debe nacer en el marco de las necesidades y realidades del país. Por los referentes, no hay problema, los tenemos. Solo hay que revisarlos y compararlos con la problemática de la realidad ac tual. Tenemos la memoria de 539 páginas del Primer Encuentro Nacional de Política Cultural de 1983. Incluso hay uno de 1974, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco): Política Cultural de la República de Panamá. Y en 1999 otro documento más compacto con 54 páginas que nació del Segundo Encuentro de Política Cultural con el título de Lineamientos para una política cultural del Estado panameño. Para el año de 2008 el Instituto Nacional de Cultura volvió a revisar la política cultural vigente y además se creó el primer borrador que sería la base de la Ley General de Cultura que anduvo de aquí para allá vagando como ánima en pena. Este documento planteaba la necesidad de crear un Ministerio de Cultura, que tiempo después se haría realidad. En la actualidad, se trabaja en el Plan General de Cultura. Para muchos la creación de un Ministerio de Cultura era la fórmula para que el sector dejase de ser la cenicienta del Estado. Sin embargo, y lo escribimos en una ocasión, sin una reingeniería en materia de política cultural y política-política, la nomenclatura de Ministerio solo será una solución cosmética que no resolverá el problema del desarrollo cultural y seguirá siendo eso, un problema. La creación del Ministerio de Cultura no fue mala cosa, lo malo fue que se creó una entidad más que se sumó a un desfile de instituciones que aún no aprenden a hacer sinergia entre ellas. El primer punto que quiero tocar, con la esperanza de que la próxima persona que llegue al Palacio de Las Garzas tenga la misericordia de atender, es que es vital trabajar de forma articulada para curarnos de una enfermedad al heredar el poder. Me refiero a que cada vez que hay un cambio de gobierno se crean territorios feudales que, en vez de trabajar juntos como instituciones por un solo país, pareciera que hay una competencia de feudos que no aportan absolutamente nada al país. El segundo punto que quiero tocar es cómo variables como los valores, el conocimiento, las creencias, los sentimientos, la identidad, la creatividad, la imaginación, la ciencia, es decir la cultura, son fundamentales para la correcta función de las instituciones democráticas y el desarrollo. La crisis institucional que estamos pasando es también una crisis de la cultura política. El carácter de la cultura política nacional está muy relacionado con los valores y creencias que, si están orientados de forma vertical, si no no están dimensionados horizontalmente, pueden crear más desigualdad, y, aunque se den en un estado de derecho, son antidemocráticos. La única forma de que la cultura y la política beneficien la igualdad, la equidad y los derechos es cuando favorecen el desarrollo democrático desde un compromiso ético y cívico. Esto me lleva al tercer punto que quiero rescatar que sin duda es el más importante que debe tener en cuenta la próxima persona que gane la presidencia. La cultura como un derecho. Un derecho vital como lo es el agua, como decía Jesús Martín-Barbero. La imagen del agua nos viene bien en esta ocasión porque si el agua es pensada como un derecho es porque es vital y la cultura es un derecho que también es vital. Muchos no entienden esto, pero Martín -Barbero nos ayuda a verlo cuando dice que la cultura no es solo lo que hacen los artistas, también es lo que hace la gente en los espacios públicos y por eso la cultura está implícita en la vida cotidiana de la gente. En pocas palabras, la cultura es esa dimensión transversal que está en todas las esferas del conocimiento y por eso no podemos trabajar desarticulados de los procesos culturales que pueden aportar a otros sectores. Por eso las políticas públicas sociales de desarrollo deben articularse con las políticas culturales. La cultura contribuye al desarrollo del país y aporta de muchas formas a la economía y por eso urge un modelo de política cultural que integre lo social, lo político, lo científico y lo económico. EL AUTOR es escritor Sin una reingeniería en materia de política cultural y política-política, la nomenclatura de Ministerio de Cultura solo será una solución cosmética que no resolverá el problema del desarrollo cultural y seguirá siendo eso, un problema.

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