prensa_2024_04_13

7A LaPrensa Panamá, sábado 13 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. La opinión de Hilde El Mesías que no vendrá Elecciones Isaías Ramos González [email protected] Resulta extraño que en una época en la que se pregonan la racionalidad de la conducta y la laicidad de los gobiernos, se mitifiquen las figuras que buscan el poder y se eleven hasta el nivel de casta digna de obediencia a los grupos enquistados en la gestión “pública”. Tal proceder podría ser achacado a una agrupación o una situación en particular, pero la realidad es que lo mismo ocurre en todos los niveles y ámbitos del país. Desde el temor reverencial que le profesa el Tribunal Electoral a los partidos políticos, su silenciosa y escasa vigilancia además de la falta de cuestionamiento al manejo de esta clase; la reducida fiscalización durante todo el proceso de la vida pública, más allá del proceso electoral, cuyo periodo de visualización es mayor, y que se sumerge en una conveniente parsimonia, llena de legalismos y formulismos, sin presentar una clara brújula de acciones y decisiones ante eventos concretos del desenvolvimiento nacional. Todo esto ocurre hasta culminar en el pleno convencimiento de que los grupos partidistas son los divinos poseedores irrestrictos del poder y no estructuras de acceso de ideas y principios para los ciudadanos en beneficio de los mismos. La aceptación de linajes ya sea por nombre, casamiento, ascendencia, descendencia, directa o transmitida, amiguismos u obediencia ciega, asemeja una concepción feudal del manejo político con diferentes grados de alianzas, acuerdos y tratos. Todos estos individuos están programados para erigir personajes en un periodo cíclico: cada cinco años, el grupo elige a individuos que salvaguarden los derechos e intereses de su casta particular. Mesías de la nación inflados artificialmente con respuestas al pasado, presente y futuro del país. Figuras únicas con las soluciones a todo y ante todos, con dones exacerbados y capacidades notorias más allá del común de los ciudadanos. Estos seres místicos van seguidos a su vez por adeptos casi religiosos, que alaban las virtudes maximizando sus poderes, elogiando virtudes de las que muchos carecen y reiterando que es la única persona que debe ser escuchada para el desgreño nacional. Estos mesías, que son muchos frente a cada periodo electoral pero que resultan notoriamente semejantes en cuanto a sus actuaciones, improvisaciones y enmarañadas promesas, que hasta asemejan un poema, un guion aprendido de memoria para cada ocasión, son exhibidos en reuniones, medios y en redes digitales como perfectos ejemplos ciudadanos, quienes explican en lenguaje llano, la mayor parte del tiempo con promesas muy vacías y carentes de toda lógica, las garantías de los cambios eminentes bajo su liderazgo y el firme convencimiento de decirle a la gente lo que ellos consideran que quieren oír. Por eso, se valora tanto dentro del grupo político que el candidato “camine”: es el momento en donde los detentores del poder aceptan bajar de su pedestal y se pasean entre el pueblo, del que ni siquiera forman parte, una clase de la que desconocen todo tipo de información relacionada con las peripecias diarias. Ellos, los señores inmortales de la mentira, no tienen conexión alguna con esa raza inferior que se agolpa a su alrededor para nutrirse de falsas esperanzas. La casta de estos actores de la improvisación finge un interés, que queda en evidencia cuando no regresan más al sitio luego de apretones continuos, abrazos efusivos y besos sonoros. Cada lustro, estos “ungidos”se levantan en la opinión pública con el propósito de ser convertidos en reyes antiguos: sin la responsabilidad legal futura de sus actos, con una escasa transparencia de sus acciones en el ejercicio y la nula voluntad por el bien común. Se parte de un sistema electoral incapaz de cuestionarse y de una democracia que solo representa a quien tenga el dinero y los contactos para mantenerse en sus propios intereses; estos “escogidos”, adquieren la fuerza legal para decidir por el país incluso en aquellas acciones que les serán dañinas, anulando cualquier discrepancia y ejerciendo el monopolio de la fuerza debido a su cargo. Quienes buscan ejercer el poder y manejar sus recursos por cinco años para establecer los contactos adecuados luego de ese tiempo, saben perfectamente que la elección tiene muy poco de racional y que el común denominador es la sincronía en los afectos por mérito o manipulación, por lo tanto buscan concretar tal apoyo como si se tratase de un reinado de feria o un concurso de belleza, mediante la colección de propuestas falsas llenas de color y sonrisas. En Panamá, el sistema electoral se encuentra en entredicho porque la democracia también lo está. Pensar que los grupos que generaron los problemas y lucran con ellos desean resolverlos, es absurdo. Aunque es mucho más absurdo querer ejercer una democracia cuando el poder lo ejercen casas feudales territoriales o económicas, presidentes con delirios de monarcas y suprimida capacidad de autoanálisis. Lo más lamentable es ver a un pueblo que se embelesa en espejismos, cediendo su poder y capacidad frente a un andamiaje electoral que solo lo utiliza para posicionarse del poder de forma conveniente. Como en las pasadas elecciones, un Mesías no nos caerá del cielo, ni tampoco se nos levantará de las profundidades; si en realidad se desea un cambio en el país, es tiempo de dejar de oír promesas fatuas, de participar en espectáculos populares donde el pueblo hace de tonto, de crédulo y se presta para ser burlado repetidas veces. Si queremos un verdadero resultado, debemos obtenerlo por medio del trabajo colectivo, sin perder el rumbo ni el conocimiento por las promesas de los que nos dicen cambiar todo, para que nada cambie. EL AUTOR es biólogo Lo más lamentable es ver a un pueblo que se embelesa en espejismos, cediendo su poder y capacidad frente a un andamiaje electoral que solo lo utiliza para posicionarse del poder de forma conveniente La indignación de los auxilios económicos Fondos públicos José González Rivera [email protected] En enero de 1965 se promulgó la ley por la cual se creó el Instituto para la Formación y Aprovechamiento del Recurso Humano (Ifarhu), una noble institución que ha permitido, mediante la meritocracia, invertir en las mentes panameñas más talentosas para tratar de alcanzar soberanía en algunos rubros. El Ifarhu logró su primera meta como política pública en diciembre de 1999, cuando el talento humano en el que invirtió inició la administración y funcionamiento del Canal de Panamá. Adicionalmente, ha proporcionado gran parte del personal de salud, en el área tecnológica, en la ingeniería y en el desarrollo agropecuario, capacitado para el desarrollo del país. Si no existiera el Ifarhu, emulando el sistema colonial de castas, solo los hijos de los ricos serían profesionales, manteniendo a Panamá en un ciclo de pobreza y desigualdad mayor al actual. El respeto de los panameños por el Ifarhu es tan grande como lo son culturalmente las frases en las calles como: “ni en los tiempos de los militares, que se robaban la plata, se demoraban en pagar la beca del pela’o cuadro de honor como lo hace tal gobierno” “ni Noriega se atrevió a tanto con las becas de los pelao’s”. La indignación actual por los auxilios económicos, muy probablemente para la búsqueda de la polarización del voto electoral, aunado a que no recuperamos el nivel de ocupación laboral pre pandemia, la pérdida del grado de inversión, el aumento de la planilla estatal, el desabastecimiento de una millonaria nueva infraestructura de la salud y el olvido presupuestario del Instituto Oncológico mientras la cúpula del partido gobernante se atiende en el exterior de la República, tienen a un pueblo panameño tan molesto que no se puede descartar una pronta crisis social y su manifestación en las calles. Actualmente existe una gran indignación en Panamá por el tema de los auxilios económicos, porque el llamado brazo estatal, que mediante la inversión en educación del talento humano debe combatir al menos una de las circunstancias que condicionan la desigualdad estructural panameña, como es el limitado recurso económico de los panameños, se encuentra secuestrado por la “aristocracia política criolla”. Dicha “aristocracia política”ya estudia en las escuelas privadas que aprueban la prueba PISA y que posteriormente prosiguen susestudiosdeMBAenelextranjeroconel dinero destinado a combatir la desigualdad estructural del país. Esa carrera de MBA, inglés, cinematografía que han pagado auxilios económicos ya las oferta el Estado panameño en sus universidades públicas. Es como las partidas discrecionales que no se usan para comprar insumos quirúrgicos para el pueblo, sino para pagarles las cirugías bariátricas a los delegados del partido en los hospitales privados. El pueblo está enardecido porque a los familiares del partido gobernante se les asigna dinero sin un concurso y siendo carreras ofertadas en el país. Impresiona que los hijos de los militares, con el paso de las generaciones, aprendieron que cuando llegaban al gobierno, las oportunidades dependen más de las circunstancias y cada vez menos del grado de esfuerzo, al tiempo que fueron cerrados el acceso a lo considerado meritorio para los que nacían con circunstancias diferentes a ser del partido revolucionario. La meritocracia válida para pedir auxilio era traer una carta de recomendación del CEN del partido. La “aristocracia política criolla”se ha enraizado en el Ifarhu logrando la asignación de dinero estatal para que sus hijos, sin mérito alguno, alcancen niveles de condiciones de vida similares a los que ellos han conseguido por medio del clientelismo político, excluyendo que los hijos de panameños honrados puedan alcanzar un trabajo digno en una empresa por méritos y estudio propio. La “aristocracia política criolla”es tá dotando a la sociedad de una estructura estamentaria, donde los buenos y escasos empleos son para los corruptos y su familia estudiada en el extranjero. Estamos a las puertas de una crisis social y la indignación ciudadana movilizará la asistencia a las urnas electorales. EL AUTOR es cirujano sub especialista El abuso de los auxilios, junto a la pérdida del grado de inversión y otros temas, tienen al pueblo tan molesto que no se puede descartar una pronta crisis social y su manifestación en las calles. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==