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11A LaPrensa Panamá, martes 9 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com El poder de los votantes jóvenes Elecciones Kevin Rodriguez [email protected] Apesar de lo que se piensa, en estos tiempos son muchos los jóvenes que suelen tomar la iniciativa de actuar, desempeñando un papel destacado no solo durante la pandemia, sino también en situaciones de crisis y en la promoción de la unidad social. Según un informe de UNICEF, 7 de cada 10 encuestados que alcanzarán la mayoría de edad el 5 de mayo de 2024 confirman que ejercerán su derecho al voto. Para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes consultados, los principales problemas del país son la corrupción y el desempleo (65%, cada uno); seguidos del costo de la vida (36%); la calidad de la educación (29%); y la inseguridad y la violencia (25%). Es difícil escapar de la constante avalancha de anuncios políticos durante la temporada electoral. Para muchos panameños, votar puede parecer una tarea desalentadora que requiere mucha preparación con tiempo y recursos limitados. Otros reconocen la importancia del voto, pero no logran educarse adecuadamente sobre los temas y los candidatos. Cuando se decide ejercer el derecho al voto, es vital sentirse preparado para tomar decisiones informadas sobre cuestiones que nos afectan a todos. Como votante, es necesario participar activamente en el proceso democrático. Las decisiones que se toman en las urnas tienen un efecto directo en la vida de uno y en la de los demás. La proliferación de desinformación en redes sociales como TikTok e Instagram puede tener un impacto significativo en la percepción de los datos de los candidatos políticos y en el propio proceso electoral. La rapidez y la accesibilidad a estas plataformas sociales han facilitado la difusión masiva de información errónea. A menudo, la información falsa o distorsionada sobre candidatos políticos se presenta de manera convincente, lo que puede llevar a que los usuarios la crean cierta a pesar de no estar respaldada por hechos verifi c a b l e s . Es común desconocer a los candidatos que se postulan para cargos locales, ya que se informa más sobre los candidatos que aspiran a cargos más altos. En un esfuerzo por estar completamente informado, es crucial investigar a todos los aspirantes a cargos en la boleta electoral. Votar no se trata solo de elegir un líder; se trata de dar forma al futuro de la sociedad. Se trata de decidir sobre las políticas públicas que se implementarán, los valores que se defenderán y la dirección que tomará la Nación. Se trata de hacer oír tu voz y garantizar que los líderes rindan c uentas. Históricamente, los jóvenes han votado en menor proporción que los adultos mayores. Esta tendencia está comenzando a cambiar: las últimas elecciones han registrado una alta participación de votantes jóvenes. Persisten importantes desigualdades en las tasas de votación según la raza/etnia, nivel educativo, región y grupo de edad, a menudo como resultado de un acceso muy desigual a la información y a las oportunidades de participación. La coyuntura económica ha dejado a muchos jóvenes preocupados por el empleo, el costo de la vida y su situación financiera. Esta preocupación, junto con una crisis de salud mental, afecta la capacidad y el deseo de muchos jóvenes de votar y de par ticipar. La desinformación puede socavar la participación cívica al proporcionar información errónea sobre cómo votar o sobre los documentos necesarios para participar en el proceso electoral. Esto puede excluir a ciertos grupos de votantes o generar des onfianza en el sistema electoral. Es crucial abordar estos desafíos con campañas para identificar la desinformación y fomentar la alfabetización mediática entre los usuarios de redes sociales. Ampliar la información sobre el derecho al voto es vital para lograr un electorado más vigoroso y una democracia más sólida y representativa. Es hora de actuar. De cara a las elecciones del 5 de mayo, instamos a los jóvenes a que se informen, participen y voten. Según datos oficiales, se espera que 323,367 jóvenes voten por primera vez: 158,530 mujeres y 164,837 hombres. Cada voto cuenta en la configuración del futuro de nuestra nación. Hagamos que nuestra voz sea escuchada y que nuestros líderes nos rindan cuentas. ¡Demostremos el poder de la juventud en la construcción de un mejor país! La proliferación de desinformación en redes sociales como TikTok e Instagram puede tener un impacto significativo en la percepción de los datos de los candidatos políticos y en el propio proceso electoral. EL AUTOR es miembro de Jóvenes Unidos por la Educación Violentar la democracia Asilo Pedro Crenes Castro [email protected] “La palabra áspera hace subir el furor”, dice uno de los Proverbios del Antiguo Testamento, y aunque habla de palabras, es cierto que la violencia genera violencia. Obviamente, ninguna acción violenta tiene justificación, pero sí una explicación en la mayoría de los casos, y no es distinto en política, que, no olvidemos, es una actividad que se ejerce sobre personas que pueden resultar ser muy volátiles. Es injustificable el asalto a la embajada de México en Ecuador por parte de sus autoridades, pero tiene una explicación: la corrupción persistente del asilado y su idea de impunidad, que genera en la ciudadanía una furia justiciera que alimenta a populistas fanfarrones, dispuestos a dinamitar la democracia con tal de aparentar que están solucionando las cosas. Que no se le ocurra a nadie asaltar la embajada nicaragüense —sería un grave error—, ni siquiera alberguemos ese deseo, que revela un criterio populachero y matonil que no solucionaría nada, pero que se explica igual que el asalto a la embajada mexicana: corruptos que se sienten impunes e insisten en que Panamá no es una democracia, lo cual es muy grave. Ya reaccionaron algunos expresidentes, «con honda preocupación», apoyando a Mulino, hablando de «judicialización de candidaturas en Panamá», como si no fuéramos una democracia. Firman la «declaración» una lista de personas que no saben lo que firman (lo de Moscoso es increíble y sospechoso) y que se meten en lo que no entienden cabalmente o no les importa. Son precisamente esas intervenciones internacionales las que van desdibujando nuestra calidad democrática y nos reducen a una república bananera poco confiable. Cuidado con violentar la democracia, soñando con asaltos o victimizándose, diciendo que no existe. Ese es el combustible del hartazgo, que hará que estalle la sociedad civil para convertir en realidad lo que se lleva invocando con tantas mentiras irresponsables: un estado fallido que termine por hundirnos en una miseria social de la cual es muy complejo salir.” EL AUTOR es escritor ¿En cual grupo se ubica usted? Votaciones Juan B. Mckay A. [email protected] En las últimas semanas he conversado con muchas personas sobre el principal tema de la gran mayoría de los almuerzos, cenas, reuniones familiares, fiestas, rondas de golf y cualquier actividad que agrupe 2 o más personas en un mismo lugar: política. En este artículo trataré de hacer una clasificación, lo más objetiva posible de estas personas, procurando nuevamente, no influir en el voto de ninguno de ustedes lectores. Hay un significativo número de personas que no saldrán a votar el domingo 5 de mayo. Sus razones varían entre “para qué voy a votar”, “mi voto no c uenta”, “me da pereza”y“todos son lo mismo”. A estas personas les ruego que reevalúen su decisión, pues su voto es muy importante, no solo en el campo presidencial, sino en la elección de representantes, alcaldes y diputados. Hay otro grupo, que si bien es cierto va a votar, aún no ha decidido por quien. Este es un grupo donde hay personas que pudieran terminar sumándose al grupo anterior; la realidad es que varios de este grupo que muchos denominan como indecisos, toman su decisión al momento frente a la urna con las papeletas en la mano y no me extrañaría que voten cruzado. Esto significa que no sienten lealtad por ningún partido, ni siquiera por los candidatos por libre postulación y que votarán por nombre de candidato. El tercer grupo está conformado por personas que han tomado una decisión de por quien votarán para presidente, pero no están seguros que esa decisión prevalecerá el 5 de mayo. Luego están los que ya decidieron por quien votar y dicen que no cambiarán su voto. Muchas veces son personas que pertenecen a partidos políticos. Se les conoce como el “voto duro”de los respectivos partidos o candidatos. Lo interesante es que, en esta ocasión, habrá votos de personas que son parte de un partido, pero que no votarán por su candidato. En otras palabras, habrá una reducción del voto duro tradicional. Esto no es una total novedad, pues ha pasado con varios candidatos y partidos en elecciones anteriores. No debemos confundir el voto duro por el voto del fanático. De esta categoría hay bastantes. Son personas que no solo saben por quien van a votar, sino que por nada en el mundo cambiarían su voto. Son personas que no importa que mañana sorprendan a su candidato robando o matando a alguien, seguirán votando por él. Es mas, aducirán que lo que sucede es que es víctima de una persecución política y que quienes ellos han escogido como candidato es inocente de toda culpa. Estas son las mismas personas que si su candidato sale electo, defenderán su gestión hasta el final, aplaudiendo cual foca de circo, pues son fanáticos de la persona, no de su actuación ni de sus principios. De estos hay una buena cantidad de personas también. Hay otros que ven con el ojo puesto fuera del país. Ya sea para bien o para mal. Esta es otra clase de fanático. Aspiran a copiar el sueño de Bolívar de hacer de América Latina un solo país y que fuera gobernado por una sola persona. Algo que en estos días sería casi que imposible de realizar; sin embargo, la idea de un gobierno autoritario que viole derechos a diestra y siniestra, pero que “me permite que yo vaya a mi fi n c a ”parece ser suficiente para algunos. Hay los no quieren hablar de reflejarse en el espejo de otros países de la región, donde no hay ni una cosa ni la otra. O sea, puede que haya seguridad, como la que se vivía en Panamá en la época de “m a n”, pero no hay nada más. Aquí repito mi frase: Populismo (o autoritarismo) de izquierda o de derecha siempre será malo. Amigos lectores el próximo 5 de mayo salgamos a escoger a quien lidere el país, pero además, de entre tantos candidatos, a los mejores diputados (no a los que mas regalan), representantes de corregimiento o alcaldes que la oferta electoral nos permita. Hagámoslo con responsabilidad, no pensando en lo que nos conviene a nosotros, sino a nuestros hijos y nietos. Tratemos de dejarles un mejor país que en el que nos tocó vivir a nosotros. ¡Seamos responsables y hagámoslo por nuestra bella y querida Panamá! Amigos lectores el próximo 5 de mayo salgamos a escoger a quien lidere el país, pero además, de entre tantos candidatos, a los mejores diputados (no a los que mas regalan), representantes de corregimiento o alcaldes que la oferta electoral nos permita. EL AUTOR es analista político y miembro del Movimiento Panamá Posible.

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