8A LaPrensa Panamá, lunes 8 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Al panadero también le afecta el riesgo de Panamá Grado de inversión Bryan Townshend B. [email protected] Estaban un panadero y su hijo conversando. —¿Papá, viste que perdimos la calificación de riesgo? —Eso qué importa, hijo. Eso solo afecta a empresas grandes y empresarios; a nosotros eso ni nos toca. —Claro que no, papá. Déjame explicarte por qué sí es importante: Primero tenemos que entender qué es el riesgo. Esto es la diferencia entre lo que se espera que obtengas de invertir tu dinero en algo y lo que realmente obtienes. Ahora, la calificación del grado de inversión sirve para mostrar el riesgo de un país. Lo que nos lleva a la segunda perspectiva de suma importancia, la confianza. Mientras menos riesgo hay, más confianza tienes en tu inversión y tomas decisiones sin pánico. Cuando vemos esto para un país, significa cuánta confianza se le puede tener a los retornos de inversión en un país. Y en un principio sí tienes razón, papá. Sí afecta a grandes empresarios y empresas, pero te afecta aún más a ti como panadero o microempresario, mejor dicho. Esto afecta por etapas y diferentes vías. La primera y la principal, esto afecta al gobierno y su capacidad de pedir dinero prestado. Ahora que perdimos el grado de inversión, al gobierno le es más caro mantener su funcionamiento, esto es porque la plata nunca le alcanza (déficit) y siempre tiene que pedir prestado. En primer lugar, más dinero de tus impuestos va a ser usado para poder pagar esta deuda. Ahora, por otro lado, la tasa de interés de los bancos se ve afectada por esto. Si aumenta para el gobierno, aumentará para los bancos porque el banco privado le tiene que pedir prestado al banco público. Y el banco público le tiene que pedir prestado al banco de afuera. Este le prestará dinero, pero a una tasa de interés más alta porque no puede confiar en Panamá igual que antes, y esto aumentará mucho más la tasa final, que es la que te cobra el banco privado a ti. Y no tiene opción, porque sino pierde, no le es rentable y preferiría cerrar. Entonces si cierra deja a gente desempleada. Pero si aumenta la tasa de interés te afecta a ti que querías el último modelo de hornear panes 3 mil, pero que es demasiado caro y te toca pedir un préstamo para pagarlo. Ahora, como si fuera poco, también puede desincentivar a inversores extranjeros en Panamá. Nuestra historia nos ha demostrado que cuando el extranjero viene a Panamá a poner su plata, a todos nos va bien. Lo vimos con el ferrocarril, con el Canal, con las zonas francas, con las multinacionales y mucho más. Esto genera empleo y trae dinero al bolsillo de todo el mundo. Ojo, es esto y no lo que te dice el mentiroso ese que manda a su títere a faltar a todos los debates. En tu caso específico, papá, tú pusiste esta cafetería en Costa del Este, un lugar que está lleno de muchas multinacionales. Sus trabajadores vienen diariamente acá a comprar tu pan, primero porque es delicioso y segundo porque su trabajo se los permite. Entonces, que Panamá pierda su calificación de riesgo llega a desincentivar a estos inversores, que muchos de ellos son el motivo por el cual muchos negocios en Panamá si quieren existen. —Wow hijo, no tenía ni idea, ¿Dónde aprendiste todo esto? —Es que estoy estudiando la licenciatura en economía. —¿Y esa carrera para qué sirve, h ij o? —Ya me acordaste por qué estamos como estamos y por qué ganó el presidente que ganó… Ahora que perdimos el grado de inversión, al gobierno le es más caro mantener su funcionamiento, esto es porque la plata nunca le alcanza (déficit) y siempre tiene que pedir prestado. En primer lugar, más dinero de tus impuestos va a ser usado para poder pagar esta deuda. EL AUTOR es miembro de la Fundación Libertad Motivo y oportunidad Sociología política Sergio García [email protected] ¿Porquéaparecenlasmovilizacionesagranescala en sociedades en donde hacía mucho no tenían lugar esos fenómenos? ¿Por qué fue que en Panamá sucedieron las protestas de julio de 2022 y de octubre y noviembre de 2023, si por durante un buen tiempo pareció que ninguno de los numerosos problemas panameños ameritó episodios así? Las ciencias sociales nos responden con diferentes enfoques sobre cómo se activan estas movilizaciones. Una de las más antiguas es la que atribuía el fenómeno a los impulsos irracionales, a una masa sin control que periódicamente iba a irrumpir con su desorden, tal y como la temprana visión que Gino Germani tuvo del populismo de Perón y sus descamisados en Argentina. En esta visión la movilización social tiene que ser controlada y suprimida, pues solo el orden debe tener lug a r. Otra de las perspectivas, proveniente de Ranciere, es la que ya abordamos Jon Subinas y yo en un artículo sobre las movilizaciones de julio de 2022 en Panamá. En ella se concibe que el espacio político tiene un orden determinado que siempre incluye unos y no a otros, y que existen momentos inesperados, abruptos, en que las placas tectónicas de la sociedad se reacomodan para incluir a unos que estaban fuera del juego, proponiendo así un nuevo orden que se sostendrá por un tiempo determinado. Sin embargo quiero hablar ahora de dos visiones teóricas propias de la sociología política. La primera es la de la privación relativa, que está centrada en las condiciones de estrés y descontento a nivel individual como la causa principal de la aparición de las grandes movilizaciones sociales. La segunda es la de la movilización de recursos, que por el contrario pone su acento en la capacidad de los miembros de los movimientos sociales para obtener y manipular recursos a favor de la movilización o protesta. Para quienes alguna vez han tenido el gusto de leer novelas o cuentos de Agatha Christie, estas dos perspectivas corresponden casi a la vieja pareja de motivo y oportunidad. Para que alguno de los personajes sea el asesino tiene que haber tenido ambos, tanto la razón para cometer el asesinato como el momento propicio para haberlo cometido. En cuanto a la primera perspectiva, la del motivo, su concepto central, la privación relativa, se refiere a la percepción entre los ciudadanos de una brecha entre lo que esperan en términos de valores (los bienes y condiciones que creen merecer) y lo que creen que en efecto son capaces de conseguir y mantener. Este concepto incluye tanto la percepción de discriminación económica como la percepción de discriminación política. En Panamá, uno de los países más desiguales en términos económicos en la región y en el mundo, y donde el sistema político está compuesto por un escenario partidista y electoral en el que incluso las plazas que debieran ir a candidatos independientes van a miembros de los partidos tradicionales, siempre podríamos estar hablando de una privación relativa elevada entre la mayoría de la población. Desde este enfoque motivo siempre parece haber existido, agravado seguramente por la desaceleración económica, los agravios en particular de la emergencia sanitaria durante la pandemia y la baja percepción de un gobierno que va de salida. En cuanto a la segunda, la de la oportunidad, el problema aquí no es el motivo para movilizarse, que siempre va a existir en una sociedad plural y moderna, sino de las oportunidades y recursos que permiten que los ciudadanos que han querido movilizarse finalmente lo hagan. Tengamos en cuenta que salir a la calle por varios días tiene altísimos costos para las personas,tantofísicoscomoeconómicos,entonces¿cómoes que grandes multitudes deciden por fin hacerlo y no antes o después? Esta visión cree que la respuesta está en los cambios en la capacidad interna y externa que los grupos y movimientos sociales tienen. Internamente puede haber cambios de liderazgo, de organización y nuevas herramientas tecnológicas (el internet, por ejemplo). Externamente puede haber nuevos accesos institucionales, alineamientos inestables entre las élites en momentos electorales, nuevos aliados entre las élites o cambios en el nivel de represión del Estado. En Panamá parece haber un momento de alineamientos inestables entre élites, un cambio entre lo viejo y lo nuevo en términos de representación política. El sistema de partidos que desde la transición mantuvo casi la misma configuración, solo con la inclusión de un tercero entre 2009 y 2014, parece ahora asomarse a la fase de crisis que el resto de la región ya ha experimentado. Una fase de más fragmentación, de organizaciones más dependientes de liderazgos personalistas y sujeta a estrategias populistas. Siendo así, motivo y oportunidad parecen confluir ahora mismo en Panamá. Unas demandas de inclusión política, económica y social, y un momento en que los viejos vehículos partidistas parecen haberse agotado como canales de representación, con todo y sus estructuras clientelares y de patronazgo. Me parece una buena pregunta si la llegada de un nuevo presidente será suficiente para que dejen de estar ahí. EL AUTOR director interino del Cieps. ¡Evitemos la dispersión del voto! Elecciones Franklin Castrellón [email protected] Aescasas semanas de las elecciones generales del 5 de mayo, los vientos fétidos que soplan desde los recintos de los partidos políticos tradicionales me inducen a pensar que estos cifran sus esperanzas de retener el poder político en la dispersión del voto. En semejante escenario, un candidato que aglutine cerca del 30% de los votos válidos podría alzarse con el triunfo. Su gobernabilidad la asegurarían apelando al manido esquema de la compra o alquiler de diputados de la Asamblea Nacional. El escenario político de Panamá es, proporciones guardadas, bastante parecido al que había en Guatemala en las elecciones presidenciales de 2023. Allá, como acá, el gobierno y los principales partidos estaban infiltrados por una clase corrupta y por figuras vinculadas al crimen organizado. La mayoría de los partidos que se disputaban la elección eran controlados por políticos de pésima trayectoria. En Guatemala, solo una nueva corriente liderada por un filósofo-sociólogo llamado Bernardo Arévalo, sin experiencia en política, se alejaba del esquema tradicional. Con el agravante de que no marcaba en las encuestas de opinión entre los candidatos con posibilidad de ganar. Y al final de un duro y empinado camino, Arévalo –fundador del Movimiento Semillalogró calificar de segundo en la elección general y alzarse con un amplio triunfo en la segunda vuelta electoral. En Panamá, seis de los ocho candidatos presidenciales en las elecciones del próximo 5 de mayo tienen amplia trayectoria política. Y algunos de ellos han tenido o tienen casos pendientes con la justicia. Los únicos sin trayectoria política son la economista Maribel Gordón, surgida de la libre postulación y respaldada por la izquierda panameña, y el abogado Ricardo Lombana, fundador del Movimiento Otro Camino. Históricamente, una mayoría de los panameños se ha dejado llevar por las promesas que los políticos no llegan a cumplir. De allí que considere que, con base en esa experiencia recurrente, los panameños deben darle más peso a la hora de decidir por quién votan para presidente a la trayectoria de cada candidato, que a las propuestas. Estas deben ser, eso sí, un punto de referencia, más no el factor que determine la decisión del elector. El ejemplo más reciente del incumplimiento de promesas electorales nos la brinda el actual gobierno. El binomio Laurentino Cortizo-José G. Carrizo –actuales presidente y vicepresidente –ha incumplido la gran mayoría de las propuestas contenidas en su Plan de Gobierno. Lo que sí ha sido recurrente, uno tras otro gobierno, es el deterioro de los servicios de salud, educación, carreteras y caminos, pues una porción importante de los dineros que se debían destinar a esos fines, terminan engrosando las cuentas bancarias de políticos corruptos. Por ello no deja de sorprenderme que esos políticos sigan disfrutando de la confianza de no pocos electores, usualmente los más afectados por las prácticas de corrupción. El grado de cinismo ha llegado a tal nivel, que muchos de esos políticos postulan a familiares cercanos como suplentes o para otros cargos de elección en sus respectivos feudos, o bien a sus propios hijos para que los reemplacen como candidatos. Y al llegar al poder, usan su influencia política para colocar en altos cargos del gobierno a sus familiares. Algunos incluso, en la víspera de un cambio de gobierno, logran trasladar a sus familiares a cargos protegidos por regímenes de carrera administrativa. Pareciera que la política panameña ha llegado a un punto de inflexión, si nos guiamos por las grandes manifestaciones recientes contra la minería a cielo abierto, la corrupción y el clientelismo. Mejor aún, se ha notado una creciente conciencia en la juventud sobre la crisis que enfrenta nuestro sistema político, en peligro de caer en manos de clanes aliados con el crimen organizado. No me cabe la menor duda de que, para mantenerse en el poder, la clase política cuenta con que el voto electoral se va a dispersar entre los diversos candidatos. En tal caso, aumenta la posibilidad de que un político tradicional obtenga el triunfo con menos del 30% de los sufragios válidos. Lo ideal para cambiar el curso es que los independientes, concentrados en la coalición Vamos y el Movimiento Otro Camino se unan por una causa común: la refundación de una Nueva República. De otra suerte, ¡caeremos al abismo! EL AUTOR es periodista. Históricamente, una mayoría de los panameños se ha dejado llevar por las promesas que los políticos no llegan a cumplir. De allí que considere que, con base en esa experiencia recurrente, los panameños deben darle más peso a la hora de decidir por quién votan para presidente a la trayectoria de cada candidato, que a las propuestas. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com
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