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6A LaPrensa Panamá, martes 2 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Entre debates, propuestas y ataques se decide el futuro de Panamá Elecciones Jackeline Guerra y Yair Velásquez [email protected] Asolo 33 días del 5 de mayo, fecha en la que elegiremos al próximo presidente, junto con 71 diputados, 81 alcaldes y 701 representantes, se vislumbra un panorama desafiante. El país se enfrenta a brechas y desafíos, como el desempleo abierto (7.4%), la alta informalidad laboral (47%), la reciente pérdida de grado de inversión por Fitch (BB+), y el preocupante hecho de que el 25% de la población carece de agua potable. La lista de desafíos continúa: la pérdida de biodiversidad, el desabastecimiento de medicamentos, preocupaciones sobre el sistema de jubilaciones, el elevado costo de vida, la necesidad de revitalizar el sector primario y el turismo, la inseguridad y los problemas en la educación, que incluyen aulas en malas condiciones y una calidad educativa deficiente. Son retos para un Estado con 4 millones de habitantes y el PIB per cápitamás alto de Latinoamérica. Analicemos los debates desde la perspectiva juvenil: el primero se centró en la inseguridad ciudadana, el desarrollo sostenible, la situación de la Caja del Seguro Social, la calidad educativa y el desempleo. En cuanto a seguridad, se propusieron medidas como la creación de centros de atención para mujeres, mejoras en las cárceles y un aumento en la presencia policial. Estas propuestas no abordan integralmente el desafío. En sostenibilidad, los candidatos se han opuesto a la minería y han prometido proveer agua tanto a la población como al Canal desde el Río Indio, aunque queda pendiente aclarar cómo se llevará a cabo este abastecimiento y distribución. En el tema de las jubilaciones, el desafío es considerable debido a la falta de participación de la población joven en el mercado laboral formal, lo que afecta las contribuciones de cuotas obrero-patronales. Además, enfrentamos problemas de desabastecimiento y falta de atención adecuada en los sistemas de salud. Las propuestas se centraron en medidas de integración y desburocratización en los procesos de adquisición de medicamentos, pero se necesita mucho más. En educación, los candidatos no ofrecieron soluciones integrales de políticas públicas, salvo uno que mencionó el Compromiso Nacional por la Educación. Apostaron por la formación dual, programas de alimentación, más becas y construcción de escuelas. No abordaron la modernización, descentralización y formación docente para garantizar calidad y equidad. Tampoco hubo propuestas concretas para reducir el desempleo, aunque algunos mencionaron la posibilidad de invertir en puestos de trabajo en el Canal de Panamá y los puertos. El segundo debate presidencial en Chiriquí puso el foco en la juventud, abordando la corrupción, descentralización, economía juvenil y preparación competitiva. Los candidatos hablaron de combatir la impunidad, fortalecer las juntas de desarrollo local, recurrir a una constituyente originaria (aunque sin explicar cómo), aprobar la ley de extinción de dominio, asegurar la independencia de la UAF (Unidad de Análisis Financiero) y proteger a quienes denuncien actos de corrupción, entre otras ideas y divagaciones. En el bloque sobre economía juvenil y preparación competitiva, las propuestas no innovaron lo suficiente. Se mencionaron la creación de empleos, ampliación de la formación técnica, fortalecimiento de sectores económicos tradicionales, enseñanza del inglés, fondos de apoyo o subsidios, entre otras medidas que no explicaron cómo se llevarían a cabo. Además, los pueblos originarios, representando aproximadamente el 15% de la población panameña, quedaron al margen de las propuestas. El tercer debate, en el Centro Post Cosecha de Volcán, Chiriquí, abordó el contexto agropecuario, crucial para la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, estuvo marcado por la ausencia de dos candidatos y por propuestas que no lograron innovar ni revivir adecuadamente el sector agropecuario. Las iniciativas planteadas se centraron en revisar normas y en la posible renegociación del TLC con Estados Unidos mediante el cabildeo. Los debates han estado llenos de reproches y han faltado explicaciones claras sobre cómo se pretenden alcanzar las promesas de campaña y las propuestas presentadas. Se espera que los futuros debates sobre turismo y el último organizado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, ofrezcan propuestas concretas que aterricen en la realidad del cómo y el cuándo. Ya existen grandes acuerdos nacionales, y la juventud agradecería más líderes con visión y menos reproches y retórica. En los debates abundaron las críticas y escasearon las explicaciones detalladas sobre la forma en que se planea cumplir con las promesas electorales y las propuestas planteadas. LOS AUTORES son miembros de Jóvenes Unidos por la Educación La batalla por el relato Memorias Pedro Crenes Castro [email protected] Como ya se sabe, en política, sobre todo en elecciones, la primera víctima es la verdad. Nada es lo que parece y las cosas no han sucedido como las vivimos. Esa pérdida de la verdad se sustenta en la poca memoria ciudadana, sobre todo la poca memoria a corto plazo. Si los gobiernos han conseguido depauperar la educación hasta llevarla a niveles de olvido de nuestra historia, con esa misma acción han conseguido instalar la falta de memoria de los asuntos recientes: ya nadie se acuerda ni de la invasión ni de la debacle gubernamental del actual gobierno desde el principio. Por eso es tan importante la batalla por el relato. Hay que pelear la memoria, vencer los olvidos. Los que están decididos a reelegirse trabajan muy bien el relato, pintan una memoria que se instala fácilmente en la desidia del ciudadano deseoso de que le rasquen el oído con promesas de siempre. Es imposible luchar contra la ficción, no se olviden: una vez que alguien se cree una historia, es muy difícil sacarlo del equívoco. Porque a todos nos gusta nuestro relato, la mentira que nos consuela de nuestra evidente responsabilidad. Un país no solo debe recordar, sino también contar sus historias, de allí la importancia de la educación, que es el único vehículo por el cual podemos dotarnos de herramientas de memoria (lectura) y de métodos de fijación de esta (escritura). Dinamitar la educación como se está haciendo es ceder terreno en la batalla por el relato, que siguen ganando los entusiastas de la ignorancia. “Que no nos echen cuento” es un buen eslogan, pero, “Te voy a echar el cuento como es”, es también una campaña que debemos promover entre todos, buscando allí donde podamos los medios para instruir la memoria y desactivar el olvido. El que deja de recordar se expone a que lo recuerden como nunca fue, y esa es la antesala de la esclavitud. EL AUTOR es escritor Hacia una Asamblea más transparente Legislativo Cristina Guevara [email protected] La transparencia legislativa es la práctica de proporcionar acceso público a la información relacionada con las actividades y decisiones del órgano legislativo de un país. Fortalece la democracia y reduce la corrupción porque permite que los ciudadanos supervisen las acciones de los legisladores. Al fomentar la participación ciudadana y garantizar la disponibilidad de información clara y accesible, la transparencia legislativa contribuye a la justicia, paz y desarrollo sostenible. El Índice Latinoamericano de Transparencia Legislativa (ILTL) busca, precisamente, evaluar los mecanismos de transparencia y participación ciudadana en los poderes legislativos de los países latinoamericanos. Es una herramienta desarrollada por la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa (RLTL), compuesta por 32 organizaciones de la sociedad civil de 15 países de América Latina. La Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana – Transparencia Internacional Panamá, miembro de la red, llevó a cabo la investigación de la Asamblea Nacional, cuyos datos integran el Índice. Los resultados de Panamá en el ILTL 2023 dejan mucho que desear, pero no sorprenden, dado que año tras año, la Asamblea Nacional es percibida como la institución menos confiable por los ciudadanos, según las encuestas del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales). Y a nivel regional, nuestra Asamblea es una de las menos transparentes: ocupamos la posición #10 de 14 países evaluados y, con una calificación de 38.93%, estamos por debajo de la media (42.1%). Específicamente, la Asamblea presenta deficiencias en tres dimensiones evaluadas por el ILTL. Primero, en el área de “Normatividad ”, no existe ninguna regulación legal que supervise la conducta de los diputados. Por ende, no están obligados a proporcionar información sobre sus gastos y actividades, lo que deja a la ciudadanía en la oscuridad respecto a cómo se utilizan los recursos asignados. Segundo, en cuanto a “Participación Ciudadana”, también fallamos. La exclusión de la ciudadanía en la aprobación del presupuesto y la asignación de partidas adicionales es especialmente alarmante. A pesar de que estas decisiones afectan directamente a la población, no se han implementado mecanismos adecuados para consultar a los ciudadanos, lo que socava gravemente los principios democráticos. Y por último, en la dimensión de “Pr esupuesto y Gestión Administrativa”, somos el parlamento peor evaluado, con una calificación de 9.83%. Esto refleja un manejo inadecuado de los recursos y la administración de la institución. Según el Índice, los informes presupuestarios de la Asamblea Nacional no ofrecen suficiente información y la estructura administrativa podría estar mejor detallada. En general, la opacidad en los órganos legislativos sugiere un desinterés por parte de los responsables de rendir cuentas, comprometiendo los principios democráticos y dificultando cualquier intento de fiscalización ciudadana. Mañana, en el Auditorio del Tribunal Electoral, se presentarán los resultados del Índice, y se compartirá la experiencia de transformación del Senado chileno, reconocido como el más transparente de la región. Lecciones y Buenas Prácticas de Hernán Larraín, ex presidente del Senado y ex ministro de estado de Chile. La transparencia legislativa es esencial para fortalecer la democracia y garantizar la rendición de cuentas de los representantes electos. En este contexto, la experiencia y trayectoria del ex senador chileno Hernán Larraín ofrecen lecciones valiosas y ejemplos de buenas prácticas en la promoción de la transparencia y la probidad en el ámbito legislativo. Larraín ha liderado la promoción de la transparencia legislativa nacional e internacionalmente. Como presidente del Grupo Bicameral de Transparencia en Chile, impulsó el primer plan de acción de parlamento abierto. A nivel global, co-presidió el Grupo de Trabajo de Apertura Legislativa en la Alianza para el Gobierno Abierto. Además, fundó y presidió la Red de Parlamento Abierto de ParlAméricas, facilitando colaboraciones entre legisladores y sociedad civil en la región. La red estableció una hoja de ruta para la apertura legislativa en América Latina y el Caribe. Lamentablemente, en Panamá, estos esfuerzos no han sido reconocidos, ya que no se ha tomado ninguna medida para seguir la hoja de ruta propuesta por Larraín. Esta falta de acción contrasta con el progreso observado en Chile, donde la transparencia parlamentaria ha experimentado un crecimiento constante. Hoy, Chile tiene la mejor puntuación en el Índice Latinoamericano de Transparencia Legislativa y es el país más desarrollado de América Latina, con instituciones sólidas, una democracia estable, y una economía robusta. En vista de los desafíos identificados, es necesario tomar medidas para mejorar la transparencia parlamentaria en Panamá. La conferencia del doctor Larraín ofrece una oportunidad para aprender de sus experiencias y para adaptar propuestas específicas en nuestro contexto local. La ausencia de la participación ciudadana en la aprobación del presupuesto y la asignación de fondos adicionales es motivo de gran preocupación. EL AUTOR es periodista y asesora política

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