7A LaPrensa Panamá, lunes 1 de abril de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Llegó el momento de medir la burocracia Obstáculos Luis Alberto Morán A. [email protected] Uno de los grandes problemas que enfrenta la región es la burocracia, y Panamá no es escapa de esta realidad, se trata de uno de los fenómenos que se ha agravado con el tiempo, cuando debería ser todo lo contrario. Esta economía, que lidera el crecimiento, debería promover la reducción de trámites y procesos innecesarios que solo restan competitividad al país." La evidencia económica, a través de múltiples resultados de diversas naciones, reflejan que la simplificación de trámites, la reducción de trabas burocráticas y la eliminación de barreras de entrada al mercado son aspectos fundamentales para promover la eficiencia, la competitividad y el desarrollo económico en diversos sectores y países. Por ello, surge el Índice de Burocracia 2023, que es una métrica que permite calcular el número de horas que exigen los trámites burocráticos a las empresas, y que se ha preparado por segundo año por el Centro Latinoamericano de Atlas Network junto con el Centro Adam Smith para la Libertad Económica. Este índice busca responder dos importantes preguntas: ¿qué tan rápido y complejo es abrir una pequeña empresa en la región? y ¿qué tan difícil es mantenerla en funcionamiento? Este estudio que es un instrumento esencial para las políticas públicas fue llevado a cabo en Panamá por la Fundación Libertad para el caso país, y nos ofrece toda la información sobre los obstáculos burocráticos, la cantidad de trámites y el tiempo que una pequeña empresa debe dedicar. Lo que permite comparar con los otros 15 países latinoamericanos y España, lo que nos permite referirnos a un estudio verdaderamente iberoamericano. La metodología empleada, ya probada en ocasiones anteriores, desagrega los pasos para los trámites de apertura y los requisitos permanentes para el funcionamiento del tejido empresarial, que es el motor clave para fomentar el desarrollo sustentable. Tanto el Índice de Burocracia de Apertura, como en el Índice de Burocracia de Funcionamiento, muestran enormes diferencias de países y entre sectores. En el primer caso, para la apertura de una empresa se requieren en promedio 3.7 meses para los países estudiados. El país con menos obstáculos y demoras es Paraguay en donde se requieren 15.7 días, mientras en España esta gestión tardaría 18 meses. Para el caso de Panamá, el índice de burocracia de apertura es de 213 días, lo cual refleja la importancia de mejorar los trámites, promover la digitalización, la sinergia entre instituciones y la mejora de formación del empleo público. En el caso de los trámites habituales para mantener en funcionamiento una empresa, estos demandan en promedio 112 días laborables, equivalentes al 43% del tiempo de un trabajador. La mayor exigencia de requisitos y gestiones está en Paraguay con 433.5 días laborales, mientras en Panamá este funcionamiento según todos los requisitos burocráticos implica 30.7 días, lo cual evidencia un gran paso, a nivel país, en el desarrollo de los negocios. Aunque en este aspecto aún existen grandes oportunidades en una ventanilla única donde se puedan realizar todos los trámites, y la gestión virtual de trámites, que no conlleven siempre la presencia de la persona en cada paso dentro de las instituciones públicas. La finalidad del Índice de Burocracia es ofrecer a los hacedores de política pública, empresarios y ciudadanía en general una información valiosa que puedan utilizar para revisar sus estrategias, herramientas y atender los nodos críticos que presentan en sus burocracias, para impulsar mejores estadios de calidad de vida para sus ciudadanos en entornos de libertad. De la sublevación de la información realizada en los distintos países se reitera que, si los trámites son más numerosos, las empresas tienden a subcontratar agentes especializados y, en muchos casos, emergen las vías informales. Panamá no puede dejar escapar este nuevo periodo de gobierno, sin hacer los cambios correspondientes, para que seamos una nación reconocida por su crecimiento, y desarrollo económico, así como por la reducción de burocracia, que solo no restan el progreso que anhelamos todos. Llegó el momento de medir y mejorar. El país con menos obstáculos y demoras es Paraguay en donde se requieren 15.7 días, mientras en España esta gestión tardaría 18 meses. EL AUTOR es amigo de la Fundación Libertad, economista, consultor y docente universitario. Hoja de ruta en la relación chino-panameña para el quinquenio 2024-2029 Elecciones Cristhian Laniado Vijil [email protected] El 12 de junio de 2017, Panamá por medio de la entonces ministra de relaciones exteriores, se adhería al Principio de Una Sola China y asumía relaciones diplomáticas formales con la República Popular China, en un acto en Beijing. Durante los dos primeros años de relación diplomática, se observó una vertiginosa y creciente cooperación entre ambos países, ocurriendo la visita del presidente Xi Jinping el 2 de diciembre de 2018; lo que representaba la adhesión formal de Panamá a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como el inicio de las conversaciones para la suscripción de un Tratado de Libre Comercio. Desafortunadamente para las relaciones bilaterales, el sucesor de Juan Carlos Varela, Laurentino Cortizo, tenía otros planes: Cortizo se iría de lleno al congelamiento fáctico; yendo desde la suspensión de las rondas de negociaciones del Tratado de Libre Comercio, hasta el retiro de proyectos ganados por empresas chinas, como el Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá. Este congelamiento le restó la preponderancia que llevaba Panamá como centro de las inversiones chinas en la región, lugar que sería tomado rápidamente por países como El Salvador y República Dominicana, los cuales han avanzado en la profundización de sus vínculos con Beijing. A tenor del próximo cambio de administración, producto de las elecciones generales del 5 de mayo, nuestro país vuelve a tener la posibilidad de retomar el primer impulso de las relaciones chino-panameñas y recobrar el sitial que merecemos frente a la segunda economía del mundo. Indistintamente del candidato que gane la contienda presidencial, nuestro país debe retomar una dinámica agenda bilateral que ayude al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros ciudadanos, por medio proyectos de infraestructura que modernicen las comunicaciones interprovinciales y cree nuevos polos de desarrollo, especialmente en Chiriquí y Bocas del Toro; a través de la atracción de empresas que deseen invertir en Panamá, desarrollando los diferentes sectores de nuestra economía así como generando los empleos formales que tanto se necesitan; tomando decisiones necesarias tales como la exención de visados a nacionales chinos, para atraer el turismo además de la inversión extranjera directa; y finalmente reanudar las negociaciones así como la posterior firma del Tratado de Libre Comercio, instrumento que ayudaría en gran manera a recuperar nuestra Zona Libre de Colón, además de dinamizar nuestra economía. Podemos lograr todas estas cosas con una relación bilateral seria, honesta y sobre todo consecuente en el tiempo, que la misma no abandone el trabajo realizado por administraciones anteriores y tenga presente la relación chino-panameña como una inversión a largo plazo, que redundará en mayores beneficios para nuestro país. Por eso, es necesario que todos los candidatos a la Presidencia de la República entiendan el momento histórico que vivimos y asuman el compromiso de llevar adelante la agenda bilateral, a no dejar de lado nuestras relaciones con China, y asumir el reto de recuperar el dinamismo, la confianza, así como la solidez que las mismas requieren, a fin de dar frutos de progreso para ambas naciones. EL AUTOR es abogado especialista en Geopolítica de Asia y el Pacífico. Abordando la cobarde tolerancia a la maldad Reflexión Lisandro Prieto Femenía [email protected] Hoy queremos invitarlos a reflexionar sobre un asunto muy preocupante, sobre todo por su aparente silencio: la tolerancia a la maldad. Sabemos que vivimos en una época en la que nos instan permanentemente a ser tolerantes y comprensivos desde un punto formal de la discursividad, pero que, en el plano real, está atravesada por la violenta imposición y presión de usos y costumbres bastante flojas de papeles. Justamente por ello, hoy queremos invitarlos a analizar los límites de la tolerancia, específicamente cuando se trata de soportar a la maldad. Cuando Karl Popper sostuvo que la tolerancia "ilimitada" nos lleva a desaparecer y a fundar una intolerancia normalizada, nos indicó que soportar no debe ser un pretexto para permitir que la maldad prolifere en nuestras sociedades. Por deducción lógica natural, si pretendemos extender esa "tolerancia ilimitada" incluso a aquellos despreciables que son intolerantes, si no estamos preparados para defender una sociedad tolerante contra la embestida de ellos, los "tolerantes" serán destruidos y toda paciencia de tolerancia con ellos. Como apreciarán los lectores la herramienta esencial para discernir entre lo correcto e incorrecto, entre lo justo e injusto es el pensamiento crítico (que es el resultado de una educación para la libertad de sujetos que no temen tener criterio propio para analizar su realidad). Sin embargo, en un mundo desgarrado completamente por la era de la desinformación, en la que se nos bombardea permanentemente con datos y opiniones, se hace difícil encontrar dicho "criterio", aunque es el mayor desafío puesto que, como nos legó Bertrand Russell, "el deseo de liberar a los demás de sus errores es un signo de que uno mismo también los comete". Para no ser cómplices del precitado sistema de estupidización masiva, es necesario no solo que critiquemos la malicia, sino también todas las estructuras y sistemas que las propician y perpetúan. Ahora bien, y esto es crucial: no se puede pensar sin rendijas, intersticios y pequeños espacios de libertad. Ustedes amigos saben mejor que yo que se ha confundido la "libertad de expresión" con la libertad de agresión, a un punto tal que hemos llegado al extremo de presenciar agendas globales que utilizan esta libertad para utilizarla como escudo para difundir discursos de verdadero odio y promoción de violencia explícita sin consecuencia alguna. Dadas, así las cosas, nos tenemos que preguntar, inevitablemente: ¿en qué clase de democracia creemos que vivimos si su pilar fundamental, la libertad, no es más que un recurso de unos pocos para someter a la gran mayoría? Vuelve a sonar fuerte la voz de Voltaire, quien nos recordaba que la tolerancia tiene sus límites, más allá de los cuales se convierte directamente en complicidad con la injusticia. En su Tratado sobre la tolerancia, defendió ardientemente la libertad de pensamiento y religión, pero también advirtió con claridad quirúrgica sobre los peligros de una tolerancia boba o indiscriminada. Tolerar, en este sentido, no implica aceptar pasivamente cualquier idea o práctica social, sino más bien reconocer la dignidad y los derechos fundamentales de cada individuo en una sociedad. Ahora bien, este tolerar tiene sus límites, especialmente cuando se trata de ideas que se disfrazan de tolerantes, pero promueven la opresión y la exclusión. Sabemos que Voltaire criticó la intolerancia religiosa y la persecución política, pero al leerlo hoy, en el primer cuarto del Siglo XXI, nos dice que se opuso con vehemencia a quienes utilizan la tolerancia como pretexto para imponer sus propias creencias e intereses, mientras buscan restringir la libertad de quienes no quieran ser silenciosos adeptos. No es casual que en sus "Cartas filosóficas" haya establecido su lema: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo", explicitado que el desacuerdo es sagrado si las partes medie entre las partes el respeto mutuo que garantice la convivencia civilizada. Siguiendo el hilo de Voltaire, debemos evitar que la tolerancia se convierta en la virtud de los tibios que no tienen convicciones. Al contrario, es necesario fomentar, desde la educación familiar y formal, que los humanos apunten a la tolerancia que implica defender nuestros principios y valores, incluso cuando ello implique tener que confrontar con quienes promuevan ideas intolerantes o discriminatorias disfrazándose de pseudo pluralismo marketinero. Por su parte, John Stuart Mill en su utilitarismo discutible en parte, sostuvo que la única libertad que merece su nombre es la perseguir nuestro propio bien a nuestra manera, siempre y cuando no intentemos privar a otros de la suya". Visto así, la tolerancia hacia la maldad podría ser una negación de esta libertad, ya que habilita que se coarte la libertad de quienes son víctimas de la injusticia y la opresión. Evidentemente, estamos tratando de demostrar que es necesario un grado de compromiso por la sociedad en la que formamos parte: no podemos seguir siendo nómadas infiltrados en comunidades, solitarios rodeados de gente, egoístas entre tanta necesidad. La virtualidad absurda y permanente nos ha confundido al punto tal que hemos olvidado que la injusticia que se realice en cualquier parte es directamente una amenaza para la vida justa en todas partes, como sostuvo Luther King al señalar con claridad que lo que nos debe fastidiar no son los gritos esquizofrénicos de los malditos, sino el silencio cobarde de los hombres buenos. Permanecer abúlicos e indiferentes ante la maldad nos hace cómplices directos de la misma. Es aquello contra lo cual despotricaba Arendt al describir al "mal banal": es necesario actuar, hacer uso de la libertad, levantar la voz contra la injusticia y ser conscientes que ello puede significar enfrentarse a mareas completas de idiotas funcionales que se ofenderán y nos querrán incluso lastimar por no compartir con nosotros ese ideal de vivir digna y auténticamente sin ser parte de aquello que destruye, mata, excluye y agrede innecesariamente. No es tampoco casual que tengamos a nivel mundial la crisis institucional de la democracia y la decadente representación política, cada vez más mediocre e ignorante. La tolerancia hacia lo que está mal nos ha llevado a este punto, en el cual reina la apatía y el desinterés por querer participar en la vida política y social para mejorar nuestras condiciones de vida y no sólo para obtener un rédito personal. Al parecer se ha cumplido la profecía de Burke, que afirmó que lo único necesario para que triunfe el mal es que los seres humanos decentes se sienten a mirar el caos sin hacer nada. En fin, amigos míos, los dejo con esta pequeña inquietud que apela a vuestra voluntad y compromiso para combatir el imperio de la mentira y la hipocresía a la que se combate estando alerta (pensando, eso, sólo eso) ante los intentos de manipulación y control, vengan de donde vengan, y trabajar juntos para construir una sociedad más honesta, justa y equitativa. Nos lo merecemos de verdad, ¿no les parece? EL AUTOR es docente, escritor y filósofo.
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