7A LaPrensa Panamá, domingo 24 de marzo de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. La opinión de Hilde La evolución del diagnóstico de alzheimer Medicina Gabrielle Britton [email protected] La enfermedad de alzheimer (EA) representa un desafío significativo para el diagnóstico en todos los niveles de atención sanitaria. El proceso de diagnosticar y comunicar un diagnóstico definitivo de demencia es multifacético y complejo, lo cual es especialmente cierto en entornos donde el recurso humano especializado y las tecnologías de punta suelen ser inasequibles o inaccesibles. El diagnóstico de la EA suele requerir un proceso exhaustivo. Idealmente, un profesional de la salud recopila el historial médico del paciente, analiza las preocupaciones y los síntomas conductuales desde la perspectiva tanto del paciente como de su cuidador/a, y evalúa las funciones cognitivas mediante pruebas neuropsicológicas. En ocasiones, también se realizan pruebas adicionales, como la punción lumbar para explorar los marcadores biológicos en el cerebro, o evaluaciones por neuroimagen. Estas pruebas detectan la presencia de dos proteínas asociadas con la enfermedad de la EA: las placas amiloides y los ovillos de tau. El proceso de evaluación varía según el país, pero en la mayoría, el diagnóstico de la EA se fundamenta principalmente en síntomas cognitivos y conductuales, sin el respaldo de marcadores biológicos. Esto es así a pesar de que los criterios diagnósticos de la EA han evolucionado con el tiempo para reflejar los avances en la comprensión de la enfermedad. En 1984, el diagnóstico se basaba principalmente en características clínicas de la enfermedad,comoelempeoramientoprogresivo de la memoria y otras funciones cognitivas, y la exclusión de otras enfermedades sistémicas o cerebrales que pudieran explicar los déficits. En aquel entonces, el diagnóstico definitivo de la EA solo podía confirmarse mediante autopsia, que revelaba la presencia de placas amiloides y ovillos tau. En 2011, los criterios diagnósticos experimentaron un cambio significativo al dirigirse hacia la identificación de la EA a través de la patología subyacente en lugar de basarse únicamente en los síntomas clínicos, lo que reflejaba el nuevo conocimiento sobre los marcadores biológicos. Estos nuevos criterios también incorporaron la etapa de deterioro cognitivo leve, que suele preceder a la EA. Se introdujeron marcadores biológicos, como neuroimágenes de amiloide y pruebas en el líquido cefalorraquídeo, para mejorar el proceso diagnóstico, especialmente en entornos de investigación. Además, los avances en la investigación sobre biomarcadores contribuyeron también a diferenciar entre la EA y otros tipos de demencia. El marco de 2018 perfeccionó aún más los criterios al proponer una definición biológica de la EA basada en marcadores de amiloide, tau y neurodegeneración. Clasificó a los individuos en tres etapas de la enfermedad de la EA según estos marcadores: preclínico (asintomáticos en riesgo), deterioro cognitivo leve (sintomáticos en riesgo) y demencia (sintomáticos con deterioros cognitivos y funcionales). Este marco tenía como objetivo facilitar un diagnóstico más temprano y preciso, particularmente en entornos de investigación, y guiar el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a etapas específicas de la enfermedad. La evolución de los criterios diagnósticos ha representado avances significativos en la comprensión de la EA, contribuyendo a mejorar tanto el diagnóstico como la investigación en este campo. Se espera que a finales de este año se publiquen los nuevos criterios propuestos, lo que podría suponer un cambio drástico si se adoptan. Estas recomendaciones finales acelerarán una transformación radical:pasaremosdedefinirlaEAporsus síntomas y comportamientos a definirla de manera puramente biológica, utilizando biomarcadores asociados a la enfermedad. Estas nuevas recomendaciones se basan en la premisa de que la presencia de amiloide en el cerebro es evidencia de la enfermedad, aún en la ausencia de síntomas clínicos, y significan que por medio de una prueba de sangre se podría obtener el resultado de la presencia de amiloide. Estas pruebas en sangre ya están disponibles en algunos países. Es un hecho bien establecido que la patología (la presencia de amiloide) es detectable años antes de que aparezcan los síntomas. No obstante, someterse a una prueba sin tener síntomas clínicos de la enfermedad plantea importantes cuestiones éticas. Si todas las personas mayores de 50 años se realizaran una prueba de sangre para detectar amiloide, una proporción considerable daría positivo en la prueba y, por tanto, se les diagnosticaría la EA. Entre el 10% y 25% de personas mayores de 50 años y cognitivamente sanas tiene depósitos de amiloide en el cerebro, y la mayoría no desarrollará demencia. En los últimos años la FDA de Estados Unidos ha aprobado dos fármacos para eliminar el amiloide del cerebro, pero esta decisión no ha estado exenta de intensa controversia. Los estudios sobre estos fármacos han demostrado una capacidad modesta pero estadísticamente significativa para retrasar la progresióndelossíntomasdurante18mesesenpersonas con deterioro cognitivo leve o la EA leve. Sin embargo, estos medicamentos siguen siendo objeto de estudio. Queda en duda si estos avances son suficientes para justificar la posibilidad de diagnosticar a personas asintomáticas con una enfermedad irreversible, basándose en un análisis de sangre que detectaamiloide. La implementación de pruebas de amiloide como criterio de diagnóstico generará un impulso significativo hacia la detección temprana de la EA. Por un lado, diagnosticar la EA antes de que aparezcan los síntomas podría abrir la puerta a tratamientos preventivos aún en desarrollo, destinados a evitar la pérdida de memoria y la eventual dependencia asociadas con la enfermedad. En la actualidad, muchas enfermedades, incluidos varios tipos de cáncer, se diagnostican mediante pruebas en individuos asintomáticos. Asimismo, un diagnóstico temprano de la EA podría llevar a cambios en el estilo de vida que podrían tener un efecto protector, como dejar de fumar y hacer ejercicio regularmente. Por otro lado, surgen preocupaciones bioéticas, ya que no podemos garantizar que la información obtenida a través de estas pruebas no cause un daño psicológico a las personas o que comprendan adecuadamente los resultados. En este sentido, llevar a cabo estas pruebas sin el adecuado apoyo psicológico no sería ético. Estas son consideraciones importantes,especialmenteenentornosdebajos recursos como el nuestro. Por último, cabe destacar que, mientras se desarrollan avances en el diagnóstico y tratamiento de la EA, la prevención sigue siendo fundamental. Controlar la hipertensión, y mantenerse física y cognitivamente activo a lo largo de la vida son medidas clave a nuestro alcance para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Sobre todo, como sociedad, seguir abogando por una mayor inversión en educación, formación e investigación científi c a . LA AUTORA es investigadora científica en el Centro de Neurociencias del Indicasat AIP e integrante de Ciencia en Panamá La nueva ley de economía creativa Políticas públicas Gabriel Silva [email protected] En 1997, en plena crisis económica en Asia, Corea del Sur hizo una interesanteapuesta.Mientraslosgobiernos de otros países de Asia cortaron los sectores económicos secundario y priorizaron los sectores tradicionales, Corea del Sur hizo lo opuesto. A finales de los años 90 Corea del Sur apostó fuertemente a ciertas industrias creativas, y hoy los resultados hablan por sí solos. Películas comoParásitos , series de Netflix como El Juego del Calamary músicos como PSY y BTS han recorrido el mundo, entretenido a cientos de millones de personas y han generado miles de millones de dólares para el sector privado y para el Estado de Corea del Sur. ¿Podemos hacer algo similar o mejor en Panamá? Históricamente la economía panameña se ha enfocado en mover contenedores y prestar servicios logísticos, financieros y legales tradicionales. Si bien esta actividad económica le ha funcionado al país por mucho tiempo y tenemos que continuar mejorando estos sectores que aún tienen mucho potencial, también tenemos que entender que el mundo ha cambiado. Hoy las tecnologías disruptivas, el conocimiento y la creatividad se ubican en el centro del desarrollo económico en el mundo. Si seguimos con la misma receta que empleamos desde antes de 1903 quedamos desfasados y olvidados. Diversificar nuestra economía es una cuestión de supervivencia. Que entre la economía ereativa. La economía creativa se centra en la generación de productos y servicios que tienen como su origen y principal impulsor la creatividad, el talento y el conocimiento intelectual. La economía creativa está compuesta por los sectores creativos, que incluye las artes, literatura, innovación y tecnología, videojuegos, gastronomía, diseño, moda y más. La economía creativa es uno de los sectores de mayor crecimiento a nivel global, representa el 3% del PIB mundial, genera más de mil millones de dólares y emplea a más de 30 millones de personas. Lastimosamente en Panamá la economía creativa ha estado por debajo del promedio comparado a otros países de la región. ¿Cuántos Ruben Blades (música), Olga Sinclair (arte visual), Mario Castrellón (gastronomía), José de Gracia (videojuegos), Abner Benaim (cine) y más estarán allá afuera, con limitados recursos, que con una pequeña guía y empujón harían historia? ¿Cuántas personas quisieran vivir del arte y la cultura pero ni siquiera han podido intentarlo por la falta de espacios, apoyo y estabilidad? Seguramente muchos. Tenemos que buscarlos, identificarlos y apoyarlos. La economía creativa también incluye a grandes empresas como Netflix (cine), Nike (moda), Nintendo (videojuegos) que generan miles de empleos, comparten conocimiento e inciden en la economía local. Y por eso hemos creado la ley de economía creativa . La Ley 424 del 2024, que promueve la cultura, educación y emprendimiento mediante la cconomía creativa, busca hacer que Panamá sea la cuna de las industrias creativas de América Latina. Para ello, la ley obliga al Estado a la creación de un Plan Nacional de Economía Creativa, impulsa la creación de clusters y distritos creativos, busca crear programas para incentivar la exportación de productos creativos, busca la identificación de incentivos para los sectores creativos, crea becas por mérito para estos sectores, involucra a la Autoridad de la Micro Pequeña y Mediana Empresa en su desarrollo y mucho más. Si se implementa correctamente esta ley que ya está en vigencia, podemos crear miles de empleos, atraer inversión y turismo, convertir a Panamá en un ícono de arte y mejorar significativamente la economía panameña y la vida de miles de personas. Singapur, un país pequeño, localizado en el medio de Asia, sin una historia cultural y artística milenaria en comparación a países vecinos como China y Japón, logró en 5 años duplicar el valor nominal de sus industrias creativas y emplear a miles de personas. Estoy seguro que si ellos pueden, Panamá puede. El mundo está cambiando y Panamá debe innovar y diversificar. Sectores que antes jugaban un rol importante en nuestra economía, como las sociedades anónimas y la minería a cielo abierto, están perdiendo su importancia. La economía creativa, junto con la tecnología, pueden ser sectores que inclusive los sobrepasen. Pero más allá de los números y el crecimiento económico, no olvidemos que la creatividad y el arte nos permite expresarnos, nos hace mejores personas, conecta a nuestras comunidades y logra una nación con mayor confianza en sí misma. Este es el valor principal de la economía creativa y esto urge en Panamá. EL AUTOR es diputado independiente Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==